Partida Rol por web

Quizas fuera que las comunicaciones estaban dañadas porque Noell por más que intentaba hablar con sus compañeros de nave no lo conseguia. La lucha seguía, la nave nodriza había empezado a disparar cosa que era bueno para ustedes, aun os ganaban en número, pero no os ibais a dar por vencidos tan fácilmente. Cobb disparó a una de las naves, para después ir a estrellarse contra ella, ambas naves explotaron por los aires. Chascaalas empezó a disparar hacia otro de los bombarderos hasta que acabó con él. Noell era al que mejor le estaban saliendo las cosas, con un disparo acabó con una de las naves, con otro inutilizó su sistema de armas, tres bombarderos huyeron. 

Quedaban aún 16 bombarderos, pero llegaban los refuerzos desde la nave nodriza, cuatro cazas salian en vuestra ayuda. Dasha con una nueva nave disparó haciendo explotar a uno de los bombarderos, volvio a disparar a otro, primero hizo que perdiera los escudos protectores, después con un nuevo disparo acabó con la nave. Zatarus entró también en combate, montandose en un caza, hirió al caza que había disparado a la nave nodriza, pero no le hizo mucho daño.

Desde la artilleria de la nave nodriza empezaron a disparar acabando con dos de los bombarderos, pero ahora era el tiempo de los bombarderos de contraatacar. La nave de Chascaalas sufrio la perdida de dos de sus escudos, dejandola bastante expuesta, Dasha fue la siguiente en perder uno de los escudos. Noell y Zatarus tuvieron más suerte pues sus escudos le protegieron de todo daño.

Uno de los cazas que acababan de salir estaba de regreso, pues uno disparo de los bombarderos le había inutilizado las armas

La pasada no había ido del todo mal, pero Noell no estaba contento. Los bombarderos habían conseguido lanzar sus letales cargas. Solo esperaba que ningún compañero estuviera en la zona de impacto.

Olvidando esto, se concentró en la tarea actual. Tres bombarderos huían, así que los dejó de lado y se fijó como objetivo los dieciséis que aún quedaban.

Seleccionó los cazas del lado derecho, los que siempre le tocaban en los simulacros, y se lanzó a por ellos. Esperaba que el resto de la escuadra también actuara como en los simulacros, porque parecía que volvía a estar sin comunicaciones.

Disparó una tanda de disparos a varios enemigos, saltando uno en la secuencia para desorganizar aún más su formación.

¡Le había dado, le había dado! El Calamari se debatía entre sentirse feliz por el trabajo bien hecho y preocuparse por los daños causados. Obviamente debía sentirse bien por librar a la nave de nuevos daños, pero lo de disparar la artillería le resultaba todavía anti-natural. Tal vez tras un largo entrenamiento lograra librarse de la sensación... no, no, no era eso lo que debía hacer, ni mucho menos. El ingeniero estaba en un caza por la extrema necesidad de la nave, por cuestión de necesidad y por su gran sentido de la responsabilidad, pero hasta allí llegaban las cosas. Se contentaría con poner en fuga las naves atacantes, pero para hacer semejante cosa tenía que lograr permanecer de una pieza e impactar algunas veces más en los cazas enemigos.

La verdad era que, aunque no se le estaba dando nada mal teniendo en cuenta que su puesto normal era en el interior de una nave nodriza, no como piloto de caza.

Os preparais para una nueva ronda de ataques, aun tenéis 12 bombarderos que son una amenaza, Noell dispara a uno de los bombarderos, pero no parece hacerle mucho, dispara a otro y se cargandose su sistema de armas, el siguiente disparo termina haciendo explotar a uno de los bombarderos, su último disparo acabó con uno de los cañones de otro de los bombarderos

Zatarus con la emoción de haber acertado el disparo empezó a disparar nuevamente, se le estaba dando bastante bien, pues tres disparos que realizó sirvieron para hacer explotar tres bombarderos distintos, el cuarto disparo acabó con el sistema de armas de otro de los bombarderos

Dasha había perdido el control de su nave, estaba poniendo todo su empeño en volver a tener el control, mientras tanto hacia giros y maniobras raras en el aire.

La teniente Gorjaye no estaba teniendo mucho exito, pues sus disparos eran parados por los escudos de los bombarderos, su mala suerte hizo que una de las armas quedase inutilizable, dejandola solo con tres cañones.

Desde la nave nodriza salían disparos pero no parecía que hicieran daño a los bombarderos, veis con impotencia como uno de los bombarderos lanzan una bomba a Kolatill, si alguno del equipo de tierra seguía con vida, ahora volvía su vida a correr peligro. Pero vosotros debíais encargaros de los que teníais delante, de los bombarderos que empezaban a atacaros. Los bombarderos se centraron en Noell haciendole saltar por los aires unos de los cañones, los demás lo dejaron sin funcionamiento, si no fuera poco habían dañado sus escudos y la nave empezaba a arder, si no se le evacuaba con rapidez la nave explotaria con él y su droide dentro

Vale, le estaba cogiendo el truco a esto: mantener controlados los sensores de posición, maniobrar el caza en consecuencia, ajustar el computador de puntería, disparar. Y vuelta a empezar. Si uno se concentraba en ello y se aislaba de las posibles consecuencias de errar o ser acertado por los láseres, todo resultaba muy sencillo. No siempre se podía conseguir un blanco, claro, pero el “calamar” parecía estar especialmente dotado para seguir todas esas cosas a la vez. Tal vez tener ojos como los suyos ayudaba.

«¿Y para esto se entrenan los pilotos durante años?»

-Estrella Remota, aquí el ing... piloto Ibtisan –dijo el mon calamari por el comunicador- Agradecería que les comunicaran a mis compañeros de escuadrón que tuvieran la amabilidad de cubrirme, por si los cazas enemigos decidieran que me estoy convirtiendo en una molestia. Gracias. Cierro y corto. -puede que lo de disparar no se le diera tan mal, pero estaba claro que necesitaba unas lecciones de lenguaje militar...

Zatarus volvió a disparar con su caza, dos de sus disparos fallaron, pero uno de ellos hizo saltar por los aires los escudos del bombardero, mientras que un nuevo disparo hacía explotar al bombardero

El caza de Noell empezó a echar humo, sus armas estaban destruidas, sus escudos dañados, y no paraba de salirle el icono de destrucción, sabía que iba a morir, sabía que su nave explotaría, si la llevaba a la nave nodriza podría explotar antes de que la arreglasen y pondría en peligro la estructura de la nave y a los pasajeros de ella, así que rezó una oración y se estrelló contra uno de los bombarderos, haciendo que ambos saltasen por los aires

La Teniente Ranna Gorjaye disparó a otro de los bombarderos acabando con ellos, aunque tenía un arma menos, eso no le impidió dar todo de sí