-Comprendo..
Bueno, eso daba explicación a lo de la ciudad desierta.. pero seguía quedándole una duda en mente..
-Eh...He escuchado que hay determinados cargamentos que salen de aqui y parten a la colonia de Zhurant... ¿Sabéis de algún buen hombre que haga ese recorrido? Necesito hablar con tales personas para...ya sabe.. pequeños trabajos que ayudarán a la paz en estas tierras..
Parecía un hombre de confianza, o al menos eso le transmitía, así que le dió un voto de confianza..
- Lo que buscáis es un guía entonces... suelen dejarse caer por aquí de vez en cuando, aunque no se si alguno estará lo suficientemente loco como para ir hasta la colonia en un grupo tan reducido... son tierras realmente peligrosas -
- ¿Sera una habitación o dos? y ¿desean que se les prepare algo para cenar? ¿Tenemos las despensas bastante llenas?
-Gracias por la información.. Si es posible, caballero, deseamos dos habitaciones, y obséquiele con todo lo que pida la mujer. Ha sido una travesía larga, y se merece un buen descanso. Ocúpese de ello, personalmente...y le recompensaré antes de marcharnos. Tenéis mi palabra.
Le sonrió y luego se despidió.
Marchó cerca de la mujer, y le comentó.
-Sacerdotisa, ya tiene aquí lugar donde hospedarse. Disfrute, hable, y sobre todo, descanse. Yo estaré por aquí unas horas mas.. Deseo encontrar el modo de cruzar hasta nuestro destino sin levantar sospechas.
Dicho esto, comenzó a observar la taberna. Según dijo el tabernero, podría encontrar un guía... ¿Qué aspecto tendrían? Bueno..cualquier hombre que esté solo en una mesa podía ser un objetivo, así que se dirigió al primero que le pareciera estar allí para hacer negocio.
El rostro de Hanne mostraba a claras su desilusión ante las noticias.
- Un caldo caliente y descansar me ira bien - Respondió sin mucho animo mientras tomaba asiento en una de las mesas. El posadero asintió y se puso manos al asunto, no parecía contar con camareras o cocineras, pero claro, viendo la cantidad de clientes tampoco parecía necesario
En el primer post que escribo cuando entráis en la posada comento que los únicos clientes son 3 campesinos (es decir en estos momentos no hay ningún explorador, mercenario guía o por el estilo.
Mas o menos lo que te indico el posadero es que con un poco de paciencia (días) seguro que aparecía alguno (igual no me exprese bien)
También comentare que esta atardeciendo, para que tengas una idea del tiempo que queda antes de que oscurezca.
Necesitaría que esta semana postearas a un ritmo un poco mayor para poder hacer el encuentro entre Personajes
Sonrió cuando la muchacha se rendía a pasar un rato tranquila, relajada y comiendo.. Suponía que el cansancio acumulado la estaría matando, así que decidió no volver a molestarla, al menos, ese día
Recordó lo dicho por el que allí atendía. No era hora de ir divagando por la calle, pero parecía lo mas correcto. Necesitaba llegar allí, lo mas rápido posible...
Así que volvió al tabernero, y esgrimiendo una sonrisa, le comentó.
-Discúlpeme...¿Sabe de algún lugar en el que pueda encontrar a estar horas a un guía?... Se que me ha dicho que debería esperar unos días, pero me urge un poco..Si es posible, solo anóteme un boceto en cualquier papel de la dirección que debo tomar. Se lo agradeceré muchísimo...
Esperaba respuesta. No deseaba para nada esperar sentado a que pasase el día
- Me temo que no quedan guias en estos momentos en todo el pueblo... con el fin de la temporada del comercio con Zhurant se han ido todos, pero no se preocupe, descansen y yo estare atento y en cuanto aparezca alguno les avisare, solo hay que tener un poco de paciencia.
Resignado, suspiró. miró al tabernero, le sonrió, y le dijo.
-Entonces, deme algo caliente para poder dormir bien, y me retiraré pronto esta noche..
Una vez había pedido, se sentó en la mesa junto con la sacerdotisa... simplemente cuando llegó la comida, comió, y después le comentó a la mujer las nuevas.
-Creo que debemos esperar, hasta que un guía aparezca en este lugar. La estación fría ha deshabitado el pueblo, pero seguro que aún quedan guías para guiar a aquellos que puedan permitírselo..
No esperó mas tiempo. Era un hombre de buen conversar, pero en aquel momento no tenía demasiadas ganas de hablar.
-Yo marcho...mañana nos veremos... Sacerdotisa
Se despidió con una especie de reverencia, y luego marchó, siguiendo las indicaciones del tabernero, hacia su habitación.
En ella, en cuyo interior solo esperaba un camastro y pocos lujos, dejó la pesada armadura a un lado, igual que su escudo y espada, y se tumbó. Gozó de aquella calma por unos segundos, de estar al fin en una cama... y así se quedó dormido. Esperaba que no tardaran demasiado en conocer a alguien que pudiese llevarlos a la Colonia de Zhurant..
Dejando a la sacerdotisa sola en la sala de la Posada (esperemos que no le pase nada...) llegas a tu habitación. Una sencillo cuarto de unos 6 metros cuadrados con una pequeña cama, una ventana, un baul y una mesita con una jarra y palancana de agua para el aseo.
Después de todos estos días cabalgando y durmiendo al aire caes pronto en un profundo sueño... horas mas tarde te despiertan los sonidos de voces provenientes de abajo.
El ruido...por supuesto. Acostumbrado a dormir en lugares casi en extremo silenciosos, un poco de ruido lo despertaba. Era señal ya de que probablemente estaba saliendo el sol. Así que se levantó de la cama, miró por la ventana para confirmarlo, se aseó como buenamente pudo, debido a los escasos recursos, en un lugar que no mojara nada ni estropeara. Tras la pequeña ducha, ducha que no lo calmó en nada, se secó como buenamente pudo, y se colocó la armadura. No era cuestión de intimidar, o nada parecido. Simplemente era porque debía hacerlo...
Pero esta vez no se colocó el casco. Lo llevó entre las manos.
Lo primero que hizo fue buscar a la sacerdotisa: Ya habría tiempo de ver después si había alguien que pudiera guiarles. Debía pedirle al posadero la habitación, si allí no estaba, y tocar en su puerta para saber si estaba allí, pues el día anterior había cometido un error.. que no deseaba pagar.
Ok, Pasamos a la escena Capitulo II