- Bueno, primero bajemos y luego pensamos que hacer tanto con Harrer como con la dirección que tengamos que tomar - mientras me ato y ayudo a los demas a atarse.
- Aunque estoy de acuerdo con usted doctor en el tema de la palabra, no confio en un juicio justo despues de tanto tiempo, lo siento. También creo que noruega y esa ciudad debería ser el lugar, el otro camino es el vati y entrar lo veo difícil. -
Motivo: Bajamos
Tirada: 1d20
Resultado: 5 [5]
Que tales dados jajaja
Steve había llegado poco antes de que Harrer se pusiese a buscar algo por allí, y nos avisó: Viene una columna de alemanes. Pete se imaginó que debían de ser muchos, pues al experimentado soldado se le veía algo preocupado.
- Mmmm ¿alguno ha traído consigo alguna granada? Se la podemos tirar al camino por el que suben, haber si producimos un alud y se lleva a todos, por el contrario... ya deberíamos estar huyendo.
No sabía cómo, pero Harrer encontró unos pergaminos en el tiempo en el que Steve nos informaba. Nos los entregó y estuvimos leyéndolos un rato. "A si que esto tiene relación con el Vaticano... y con los vikingos" pensó Upham mientras enrollaba los pergaminos, pues había sido el último en echarlos un vistazo.
-Pienso... que deberíamos de ir al Vaticano, nos puede llevar algo más de tiempo, pero será más civilizado que Noruega - dijo Pete sacando su lado más urbanita.
Motivo: Caída¿?
Tirada: 1d20
Dificultad: 2+
Resultado: 7 (Exito) [7]
Con algunas dificultades, como pequeñas caídas y resbalones, que no dan lugar a ningún accidente de gravedad gracias a las cuerdas con los que estáis bajando, tardáis algo más de lo previsto, pero finalmente lográis descender hasta zonas más bajas de la montaña y la marcha se hace mucho más fácil.
Habéis dejado atrás el templo, y los alemanes que allí se dirigían. Pero no bajáis la guardia y tratáis de regresar lo antes posible hasta Chilas, población en la que habéis dejado parte de vuestro equipo.
Van pasando las horas y un par de días más tarde, agotados, ya que tan solo habéis descansado unas pocas horas cada noche, haciendo guardias por si llegaban los alemanes, estáis a unas pocas horas de Chilas, y montáis el que será vuestro último campamento antes de llegar a la pequeña ciudad.
En mitad de la noche Harrer se va con sus escasas pertenencias, aprovecha la guardia en la que esta cualquiera excepto el profesor Moore, ya que este manifestó que quería devolverle a los ingleses. Es sigiloso y sabe moverse muy bien, por lo que en un momento se pierde en la noche. A la mañana siguiente encontráis una nota:
“Lamento mucho tener que irme de esta forma, pero no quería ocasionarles más problemas. Les he ayudado en todo lo que he podido, pero ahora tengo que huir, no se ni a donde ni si encontrare descanso. Pero lo que tengo muy claro, es que, si regreso y vuelven a encerrarme, como así ocurriría, no podría soportarlo. He estado a punto de morir en esa cárcel inglesa, y se que no soportaría volver a pasar otra vez por ese trance. Les deseo mucha suerte.
PD: No me guarden mucho rencor, no tenía otra opción. “
Llegáis a Chilas, con precauciones recogéis vuestras cosas y regresáis en el coche hasta Nueva Delhi. No tenéis ningún problema, ni os molestan los alemanes. Contáis a los ingleses, lo ocurrido con Harrer, y os recibe un asesor de vuestro gobierno. El Capitán Carter, que os lleva a una oficina, que hace las veces de consulado USA en la India.
Alguien tendrá que poner en su post, la versión que dais, de lo ocurrido con H. Harrer.
Ya en privado, os dice que es miembro de la inteligencia militar y que es el enlace con el General William J. Donovan, el jefe de la operación (el que os recluto en San Francisco). Tras comentarle lo que habéis descubierto, os busca un alojamiento seguro donde podáis descansar un par de días, hasta continuar con vuestra misión.
Un día más tarde os da la siguiente información, sobre vuestros posibles destinos:
Noruega: Territorio ocupado por los alemanes, es posible que os ayuden a llegar, pero una vez allí estaríais solos. Es posible que os encontréis con muchos soldados alemanes. La mejor forma de llevaros sería mediante un salto en paracaídas. Pero hay otras.
Roma: Aunque ha comenzado la invasión de Italia, Roma en estos momentos esta bajo control alemán. Podrían llevaros hasta una base situada a unos 100 km. Al ser zona de guerra, no podrían daros ningún soporte una vez comencéis la misión.
Tras descansar, estáis en condiciones de continuar con la misión.
Vuestro turno.
Uno escribe lo que les contáis a los ingleses de Harrer.
Tenéis que decidiros por un destino, de momento parece Noruega, aunque también podría ser El Vaticano. Pero que quede claro a donde queréis ir. Si es a Noruega, como queréis llegar (salto en paracaídas o barco (cuidado con los submarinos alemanes))
Y un poco algún tipo de plan, ya que ambas zonas están bajo control alemán.
La bajada fue un infierno, como la subida. Estaba claro que no iba a subir nunca más a una montaña de esta índole; como mucho una colina de unos cuantas decenas de metros y de pendientes suaves. Los alemanes parece que no nos perseguían, cosa rara, ya que venían detrás de nosotros. Pero bueno, fue una suerte que no tuviéramos problemas, aunque por si a caso, hicimos guardias todas las noches. En la última, casi a punto de llegar a Chilas, algún compañero dejó que se fuera Harrer en mitad de la noche. No es que me pillara de improvisto, pero me confirmaba la poca integridad y honorabilidad de mis compañeros. No se podía confiar en ellos, dado que habían roto su palabra... y una persona sin palabra, no es nadie. No les dije nada, pero no me gustó su actitud.
Llegamos a Chila y recogimos nuestras cosas, volviendo en coche a Nueva Dheli, donde conocimos a otro mando militar. Este nos preguntó por la desaparición de Harrer, a lo que yo callé. No iba a ser el chivato del grupo, pero tampoco iba a mentir por ellos. Ya que no tenían palabra, seguro que también sabían mentir muy bien.
-"Sigo diciendo que el Vaticano es el mejor lugar para ir primero. La Santa Sede está libre de alemanes, aunque lo difícil es llegar a ella. Quizá con unos salvoconductos del Papa... Para ir a Noruega tenemos que cruzar media Europa, todo un territorio que está bajo el dominio alemán. Ni qué decir que el país donde vamos está ocupado por ellos." Razoné en voz alta.
Noruega. Roma. Canaán.
-Muchas sotanas en el Vaticano. Les tengo alergia. -Fumaba y bebía un whisky- Prefiero un salto limpio en paracaídas en Noruega. el profe puede ir conmigo. ¿Qué experiencia tenéis con los saltos?
Bueno, que en realidad hacia la tira que no se lanzaba en paracaídas. Y qué más daba. Acción.
-Capitán Carter, una pregunta. ¿Algún contacto que nos pueda ocultar en Noruega? ¿Un piso franco, la resistencia? Nos hemos helado el culo en la India y ahora nos metemos en una sartén en terreno frío también. Aparte de que me da la sensación de que los nazis tienen topos hasta en nuestros bolsillos.
Steve hizo el ademán de mirarse los dos bolsillos de su pantalón.
Imagino que hagamos lo que hagamos, llevar todos los trastos a cuestas va a ser complicado.
Steve se ofrece a contarle un cuento a los ingleses acerca de Harrer, si queréis. No lo he puesto para comentarlo antes, si otro/a quiere hacerlo ;)
Pete no sabía si le fue más duro la bajada o la subida... finalmente lo decidió: La bajada. Los alemanes les pisaban los talones y no podían descansar lo suficiente para llegar abajo como en un descenso normal, cansados, pero no destrozados como iba a ser el caso. En el descenso hubo que destacar las guardias... eran peores que el propio descenso. Todo ello le afectó a Pete que llegó al destino con unos moraos en las rodillas de alguna que otra caía, unos pinchazos en el hombro que esperaba que no le fuesen a más y los pies al rojo vivo.
Llegamos a la base, Chila y de ahí volvimos con los ingleses. Durante el trayecto pudimos discutir.
- Sigo pensando en que ir al Vaticano sería mejor. Un poco de civilización nos vendrá bien a todos. Ya sabemos que los italianos son aliados de los alemanes y que habrá que infiltrarse... pero por lo menos no pasaremos más frío.
Pete esperó las demás propuestas, estaba decidido a no congelarse más de lo debido en futuras ocasiones, y.... si podía, evitarlo.
Por mí que ponga las excusas sobre Harrer otro... sigo con el tiempo al límite.
Capitán, por cierto -le dije a Carter, echando una última mirada a mis compañeros-. Todo lo que le hemos contado ha sido gracias a ese alpinista, Harrer. Sin él, nos hubiera costado demasiado el ascenso. Lástima que parecía que jugaba con ventaja: en cierto momento logró escapar, en mitad del frío y de una noche desventajosa por las ventiscas. Ni siquiera vimos su estela, logró escapar como un gato entre los tejados. Hemos de dar gracias de haber podido encontrar Chilas...
Por mi parte, he saltado una vez desde avioneta -respondí a Steve-, en la selva guatemalteca, no muy lejos de esa ciudad inmensa, Tikal... mejor os cuento otro día las razones... -no era momento de contar desventuras de expolio delante de un capitán inglés-.
Profesor, para ir a Noruega podemos hacerlo en avión, como estamos diciendo. Tal vez los nazis tengan puesta su "estrecha mira" en el Vatiano, dicen que allí se guardan muchos secretos y ya se sabe quien trata de buscar místicos y excepicionales tesoros. Además, contamos indirectamente con los Polacos y Noruegos de la resistencia de ocupación, es decir, allí los nazis tienen un enemigo con los que entretenerse... En el vaticano sólo hay sacerdotes, que sepamos... -traté de poner mi punto de vista, pero también miré al resto para escuchar sus opiniones-.
:( Ando justo de tiempo.
Tras hablar un rato está claro que no lograréis poneros todos de acuerdo en cual será vuestro siguiente destino, pero la mayoría piensa en Noruega. Este bajo control alemán y no será fácil moverse sin llamar la atención. La mejor manera de llegar será un arriesgado salto en paracaídas, y con suerte no os pescaran los alemanes nada más tocar tierra. Carter os dice que el se encargará de todos los preparativos, y que descanséis. Noruega no os permitirá desprenderos de la ropa de abrigo, aun en marzo hará mucho frio.
Esa misma noche Carter os reúne en su despacho, sin asistentes ni oídos extraños que puedan suponer ningún riesgo.
-Como pueden imaginarse, esta operación es de extrema urgencia. Estamos seguros de que los alemanes están cerca de conseguir su objetivo, y nosotros haremos todo lo posible por llegar primero. He asignado un avión para que les lleve hasta escocia, desde allí me han asegurado que un avión de pequeño tamaño les pondrá lo más cerca a Tonsberg que sea posible. Tendrán que saltar, y una vez en tierra pensar muy bien en como lograr sus objetivos. Que supongo que entre otros serán los de visitar la iglesia, la más antigua de Noruega, y en la que podría estar lo que buscan.-Hace una pausa para beber un poco de agua. Y luego mira a Steve.-En escocia un oficial americano, les dará la dirección o forma de ponerse en contacto con un miembro de la resistencia Noruega. Pero no se si lo que el les pida por ayudarles, valga el precio. Tal vez las alcantarillas de la ciudad les puedan llevar hasta cerca de la iglesia, o incluso a su interior. En fin, que tendrán que pensar con mucho cuidado lo que hagan.-
Se levanta y os estrecha con firmeza a todos la mano.-Les deseo mucha suerte. Mañana a primera hora podrán salir en el avión, un coche les llevará hasta el aeropuerto.-
Cambiamos de escena, nos vamos a Noruega.