Godofredo de BouillónDefensor del Santo Sepulcro
Información personalNombre secularGodofredo de BouillónTratamientoSancti Sepulchri advocatusOtros títulosDuque de Bouillon
Marqués de Amberes
Duque de Baja LorenaMandatoDesconocidoProclamaciónDesconocidoNacimiento1060
Bolonia sobre el MarFallecimiento18 de junio de 1100
JerusalénEntierroDesconocidoReligiónCatolicismoProfesiónNoble cruzadoResidenciaDesconocidoSucesorBalduino I de JerusalénFamiliaCasa realCasa de BoulognePadreEustaquio II de BoulogneMadreIda de LorenaHerederoBalduino I de JerusalénCarrera militarLealtadSanta SedeFuerzaCaballería medievalConflictosSitio de Nicea
Batalla de Dorilea
Sitio de Antioquía
Sitio de Jerusalén
Batalla de Ascalón
Escuderos portando la enseña y el yelmo de su señor |
Pajes sirviendo la mesa de su señor |
Pajes practicando artes marciales. Merece la pena reparar en el que aparece a la izquierda en segundo término: mantiene en alto un peso para fortalecer los brazos. |
Paje alimentando al perro de su señor |
Entrenando en la quintana |
Amberes (en neerlandés, Antwerpen [ˈɑntˌʋɛrpə(n)] (?·i), en francés, Anvers [ɑ̃ˈvɛʁ(s)]), antiguamente conocida como Antuerpia, es una ciudad situada en Bélgica.
Bélgica recibe su nombre de la denominación latina de la parte más septentrional de la Galia, Gallia Belgica, el cual, a su vez, procede de un grupo de tribus celtas, los belgas. Históricamente, Bélgica ha sido parte de los Países Bajos de los Habsburgo, los cuales incluían los actuales Países Bajosy el Gran Ducado de Luxemburgo, ocupando una región algo mayor que el moderno Benelux.
Batavodurum.26
Carlomagno según una ilustración de Alberto Durero (1511).
Los recién llegados se unieron a los habitantes originales para crear tres pueblos: los frisios a lo largo de la costa, los sajones en el este y los francos en el sur.12 Los francos se convirtieron al cristianismo después de que su rey Clodoveo I lo hiciera en el año 496, y así el cristianismo fue introducido en el norte gracias a la conquista de Frisia por los francos. Los Países Bajos pertenecían al imperio franco de Carlomagno, cuyo núcleo se encontraba en lo que hoy es Bélgica y el norte de Francia, y que se extendía además por el resto de Francia, Alemania, norte de Italia y otros territorios de la Europa occidental. En 843, con el Tratado de Verdún, el Imperio quedó dividido en tres partes: Francia Occidental, Francia Oriental y Lotaringia. Posteriormente, este imperio central se dividió; la mayor parte de los territorios de habla neerlandesa se integraron en Alemania, y Francia intentó incorporar a Flandes sin éxito.12
Entre los años 800 y 1000, los Países Bajos padecieron los saqueos de los vikingos, cuyos ataques eran muy violentos, como en la destrucción de la ciudad de Dorestad. Pero la supremacía vikinga terminó en 920, cuando el rey Enrique I de Alemania liberó Utrecht. Los reyes y emperadores alemanes dominaron los Países Bajos durante los siglos X y XI. Alemania recibió la denominación de Sacro Imperio Romano Germánicotras la coronación de Otón I el Grande como emperador.27 Nimega fue un lugar significativo para los emperadores germanos, varios de ellos nacieron y murieron allí.
Las Cruzadas fueron populares en los Países Bajos y muchos se unieron para ir a luchar en Tierra Santa. El Sacro Imperio Romano Germánico se mostró incapaz de mantener la unidad política debido a la creciente independencia de las ciudades. Los gobernantes locales transformaron sus ducados y condados en reinos privados y se sentían poco obligados a obedecer al emperador. Una gran parte de lo que actualmente son los Países Bajos estaba gobernada por el conde de la región de Holanda, el duque de Güeldres, el duque de Brabante Flamenco y el obispo de Utrecht. En el norte, Frisia y Groningamantuvieron su independencia y eran gobernadas por la pequeña nobleza.
Güeldres y la región de Holanda luchaban por el control de Utrecht. Por su parte, Utrecht se vio marginada a causa de las continuas dificultades que experimentaba para elegir nuevos obispos, mientras que las dinastías de los Estados vecinos eran más estables. Groninga, Drente y la mayor parte de Güeldres, que había formado parte de Utrecht, se independizaron. Brabante trató de someter a sus vecinos, aunque sus intentos fracasaron. Los Países Bajos también intentaron asegurar su supremacía en Zelanda y Frisia, pero tampoco lo lograron. En el norte, Frisia conservó su independencia durante este período. Poseía sus propias instituciones y se oponía a la imposición del sistema feudal que se podía encontrar en otras localidades europeas. A pesar de ello, los frisios perdieron su independencia cuando fueron derrotados en 1498 por los mercenarios lansquenetes alemanes del duque Alberto III de Sajonia-Meissen.
El río Escalda (en francés, Escaut, en neerlandés, Schelde, en valón, Escô), es un río europeo que nace en Francia, atraviesa Bélgica y desemboca en el mar del Norte, en territorio de los Países Bajos.
Saint Servatius, obispo de Tongeren y una de las primeras figuras cristianas en la región. Relicario del siglo XVI
Parte meridional de los Países Bajos con las ciudades obispado y abadías ca. siglo VII. Las abadíasdieron lugar alnacimiento de grandes pueblos e incluso algunas ciudades al reformar el territorio.
Cuando el Imperio Romano de Occidente colapsó durante los siglos V y VI, las tribus germánicas lo invadieron y se establecieron en él. Uno de estos pueblos, los francos, se establecieron en Germania inferior, y procedió a expandirse a un nuevo reino que comprendía todo la Bélgica actual y gran parte de Francia, bajo el gobierno de la dinastía merovingia, el corazón del primer reino franco, cuya capital era Tournai.Clovis I fue el rey más conocido de esta dinastía. Gobernó desde su base en el norte de Francia. Se convirtió al cristianismo hacia el año 500, y abandonó Tournai para ir a París. Eruditos cristianos, en su mayoría monjes irlandeses, predicaron el cristianismo a la población y comenzaron una ola de conversión (San Servacio, San Remacle, San Hadelin).
Los merovingios tuvieron una corta duración y fueron sucedidos por la dinastía carolingia, cuya base de poder familiar se encontraba en la parte oriental de la actual Bélgica. Después de que Carlos Martel se opusiera a la invasión morisca desde España (732 - Batalla de Poitiers), el rey Carlomagno (nacido cerca de Lieja, en Herstal o Jupille) ejerció su dominio sobre una gran parte de Europa y fue coronado «emperador del Sacro Imperio Romano» por el papa León III (800 en Roma). El valle del Mosa adquiere el estatus de centro político y económico del Imperio carolingio. Más tarde, dicho imperio sería dividido entre sus tres hijos mediante el Tratado de Verdún (843).
La Lotaringia, la parte que le correspondió a Lotario II en calidad de emperador era un ente artificial que incluía los Países Bajos, zonas de Francia como Alsacia y Lorena, la Alemania al oeste del Rin e Italia. Sobre el futuro territorio de Bélgica se desarrollan espacios casi independientes como los condados fruto de la debilidad de este estado, que desapareció en 870 al morir sin herederos Lotario. Bélgica, por el Tratado de Meersen (870), quedó dividida entre Francia y Alemania, siendo el río Escalda la frontera, división modificada poco después por el Tratado de Ribemont (880).
Los vikingos hicieron grandes razzias a lo largo de este período, pero un importante asentamiento que había causado problemas en la zona de Bélgica fue derrotado en 891 por Arnulfo de Carintia, en la batalla de Lovaina.
Las tierras de los francos, divididas y reunificadas varias veces bajo las dinastías merovingias y carolingias, al final quedaron firmemente divididas entre Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico. Las partes del condado de Flandes localizadas al oeste del río Escalda se convirtieron en parte de Francia durante la Edad Media, pero el resto del condado de Flandes y los Países Bajos pasaron a ser parte del Sacro Imperio, específicamente que estaban en el ducado raíz de la Baja Lotaringia.
A lo largo de la Edad Media, la parte norte de la actual Bélgica (que ahora se conoce comúnmente como Flandes) fue un área de habla germánica, mientras que en la parte meridional la gente había seguido estando romanizada y hablaba derivados del latín vulgar.
A partir del siglo X, las ciudades comenzaron a desarrollarse, principalmente en el condado de Flandes. La industria de la lana conoció un éxito crucial, y el comercio marítimo alcanzó su punto más próspero con la Liga Hanseática. La región se convirtió en uno de los motores de la economía europea, junto con Italia. La lana era importada de Inglaterra, con la cual se tejen relaciones que tendrán gran importancia una vez llegados los conflictos entre los Capetos y la Casa de Plantagenet.
A medida que los emperadores romanos y los reyes franceses fueron perdiendo el control efectivo de sus dominios en los siglos XI y XII, el territorio más o menos correspondiente a la actual Bélgica, quedó dividido en varios estados feudales relativamente independientes:
El condado costero de Flandes fue una de las partes más ricas de Europa en la Edad Media, comerciando con Inglaterra, Francia y Alemania, y se hizo culturalmente importante. Durante los siglos XI y XII, el movimiento artístico conocido como reno-mosano o mosano floreció en la región desplazando su centro de Colonia y Tréveris a Lieja, Maastricht y Aquisgrán. Algunas obras maestras de este arte románico son el relicario de los Tres Reyes Magos en la catedral de Colonia, la pila bautismal en la iglesia de San Bartolomé, Lieja por Renier de Huy, el Tríptico Stavelot, el santuario de Saint Remacle en Stavelot, el santuario de San Servacio en Maastricht o, el evangelio de Notger de Lieja.
Las principales ciudades eran entonces, en el oeste, Brujas, Gante, Ypres y Tournai, y en el país mosano, Huy, Namur, Dinanty Lieja. Sin embargo la tendencia a la urbanización es muy débil: solamente la ciudad de Nivelles se puede considerar urbana. Situadas en el interior del país, las otras ciudades del Brabante como Bruselas, Lovaina y Malinas, habrán de esperar al siglo X para desarrollarse. En esa época, los afluentes del Escalda eran navegables y el tráfico comercial entre el Mosa y el Rinaumentó considerablemente.
Hasta en el año 1300, la pujanza económica de las ciudades fue alimentada por una coyuntura favorable. No obstante, esta expansión cesó en el siglo XIV a causa de numerosas crisis y epidemias de peste. La población se estancó y en ciertos casos, disminuyó. La mayoría de ciudades no lograron alcanzar de nuevo esos niveles de población hasta la llegada del siglo XIX.
El origen de gran parte del caos fronterizo existente en la región se remonta a la división hecha del imperio carolingio, a la muerte de Luis el Piadoso. Por el tratado de Verdún del año 843, sus tres herederos se repartieron el imperio: La parte central quedó para el hijo mayor Lotario, heredero además del título imperial; la zona occidental pasó a manos de Carlos II, el Calvo; mientras que las tierras orientales las heredó Luis, el Alemán. El periodo de vida del país central, llamado la Lotaringia, fue efímero y fugaz, desapareciendo ya en el tratado de Meersen del año 870. Tras los tratados de Verdún y Ribemont (879-880), las tierras más septentrionales de la Lotaringia, las situadas entre el mar del Norte y los Alpes, fueron anexadas al reino oriental, al alemán; mientras que las situadas al sur se convirtieron en un reino propio, el reino de Arelat o de la Baja Borgoña, llamado más tarde reino de Borgoña, al unificarse con él también la Alta Borgoña.
Desde el reinado de Otón I, a finales del siglo X, el reino alemán pasó a convertirse en el nuevo Sacro Imperio Germánico, anexionándose en 1033 el reino de Arelat o de Borgoña, unificando en sí la mayor parte de tierras que habían pertenecido a la extinta Lotaringia.
La desaparición oficial de la Lotaringia no acabó con los anhelos de reavivar ese viejo estado y revivir su independencia, creando un país que llegara, al menos, desde el mar del Norte hasta los Alpes. Los primeros esfuerzos militares en este sentido, en su mayor parte sin éxito suficiente o con éxito mínimo, fueron encabezados por los duques de Lorena (en alemán Lotharingen o Lothringen, herederos directos del extinto reino de Lotario), cuyo ducado se extendía desde las desembocaduras del Rin y del Maas hasta los Alpes. Tras su decadencia, sus ilusiones fueron mantenidas por los duques de Brabante que lucharon con idéntico fin por expandir sus territorios hacia el este, al menos hasta la frontera marcada por el río Rin. Finalmente, y no por ello con menos intensidad, los duques de Borgoña, herederos de los anteriores en sus ideas expansivas, persiguieron con ahínco idéntico fin, pero con idéntico poco éxito.
https://es.wikipedia.org/wiki/Lenguas_germ%C3%A1nicas_occidentales
Las lenguas germánicas de Europa están divididas en lenguas germánicas septentrionales y occidentales.
Verde claro: Neerlandés (Germánico occidental).
Verde oscuro: Alto alemán (Germánico occidental).
Naranja: Anglo-frisón insular (Germánico occidental).
Marrón claro: Anglo-frisón continental (Germánico occidental).
Violeta: Escandinavo oriental (Germánico septentrional).
Azul claro: Escandinavo occidental (Germánico septentrional).
Rojo: Línea que señala la división entre las lenguas germánicas septentrionales y occidentales.
Las lenguas germánicas occidentales son un subgrupo de las lenguas germánicas. Comprende, entre otras, el inglés, el alemán, el yiddish, el bajo alemán, el neerlandés, el afrikáans y el frisón. Las otras dos de las tres ramas tradicionales de las lenguas germánicas son las lenguas germánicas nórdicas y las lenguas germánicas orientales.
Entre los años 200 y 500 en la Europa occidental germánica se habría hablado un conjunto de variedades dialectales conocidas colectivamente proto-germánico occidental, que habrían tenido un alto grado de inteligibilidad mutua y cuya diversificación habría dado lugar a las lenguas germánicas occidentales
La zona occidental y meridional de la actual Alemania se encontraba en manos de las tribus celtas hasta la llegada de los pueblos germánicos a consecuencia de las grandes migraciones, entre ellas las más importantes las de teutones y cimbrios entre los años 120 y 116 a. C. hacia el año 100 d. C. en época de Tácito. Los germanos ya se habían asentado a las orillas del Rin y del Danubio y se habían dividido en tres grandes grupos compuestos por diferentes tribus. Más adelante se daría nombre a estos grupos: francos, sajones y suevos, pero los historiadores romanos los denominan istveones, ingueones y (h)erminones.
Maurer propuso una división de las lenguas germánicas en cinco subgrupos. El germánico occidental estaría integrado por tres de estos subgrupos:
Entidad política de Europa occidental que se dio entre el 800 d. C.
hasta el 1806 d. C. Durante el siglo XI se lo denomino como Imperio Romano, en el siglo XII se lo conoció con el nombre de Sacro Imperio, y posteriormente en el siglo XIII como Sacro Imperio Romano Germánico.
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Enrique IV | ||
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Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico | ||
Enrique IV. Artista desconocido (siglo XI)
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Información personal | ||
Reinado | rey germánico (1056-1105), emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1084-1105) | |
Nacimiento | 11 de noviembre de 1050 | |
Fallecimiento | 7 de agosto de 1106 | |
Predecesor | Enrique III | |
Sucesor | Enrique V | |
Familia | ||
Dinastía | Salia | |
Padre | Enrique III | |
Madre | Inés de Poitou | |
Consorte | Berta de Saboya Eufrasia de Kiev |
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Descendencia | Conrado II de Italia Enrique V |
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Enrique IV (Goslar, 11 de noviembre de 1050 – Lieja, 7 de agosto de 1106) fue rey germánico desde 1056, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico desde 1084, hasta su abdicación en el año 1105. Fue el tercer emperador de la Dinastía salia. Fue hijo del emperador Enrique III y de Inés de Poitou.
En el año 1056, al fallecer Enrique III, se convirtió en rey germánico bajo la regencia de su madre y posteriormente de los obispos Anón de Colonia y Adalberto de Bremen. Durante su reinado (alcanzó la mayoría de edad en 1065) procuró consolidar su poder como monarca germánico y emperador, apoyando el poder de las ciudades y combatiendo a los sajones.
Apoyó al rey Salomón de Hungría, puesto que éste había desposado a su hermana la princesa Judit de Suabia y estaba abierta la posibilidad de obtener a Hungría como un reino vasallo del Sacro Imperio. Tras la muerte del padre de Salomón, el rey Andrés I de Hungría, su tío, Béla I de Hungría, el hermano de Andrés subió al trono y gobernó entre 1061 y 1063. Ante la toma del poder, Salomón se vio obligado a acudir a la protección de Enrique IV y regresaría en 1063 con los ejércitos germánicos para recuperar el trono. Luego de una victoria, fue coronado Salomón, tras la muerte accidental del rey Bela durante el ataque, cuando el respaldo de su trono de madera se desprendió y le cayó encima. El apoyo de Enrique IV a Salomón se debilitaría con el paso del tiempo, pero aún pretendiendo conservar Hungría como un reino vasallo. Ante esto, los dos primos de Salomón, Géza I y San Ladislao I llevaron a cabo varias contiendas contra el rey húngaro, hasta que finalmente fue destronado en 1074 y Hungría dejó así de estar en peligro de ser tomada por el Sacro Imperio.
Tras la coronación de Géza I en 1074, Enrique IV se vio obligado a dirigir su atención al debate y posteriormente contienda contra el Papa y el antirreyRodolfo de Suabia, escogiendo un antipapa germánico para reemplazar a Gregorio VII. De esta forma, Hungría pasó a segundo plano en su agenda de política exterior, teniendo entonces como nuevo objetivo la subyugación de Italia.
Humillación de Enrique IV ante el Papa para pedirle su perdón. Pintura de Eduard Schwoiser 1852.
Posteriormente Enrique IV también trató de reforzar su poder a través de la provisión de beneficios y títulos eclesiásticos, comenzando por este motivo su enfrentamiento con el papa Gregorio VII en enero de 1077, cuando Enrique IV convocó un concilio en Worms. Con este hecho derrocó al papa, quien un mes más tarde recuperó el poder y excomulgó al emperador, que se vio obligado a reconocer públicamente la autoridad de Gregorio VII en el Castillo de Canossa ese mismo año.
Muy hábilmente Enrique IV preparó una jugada política, donde con ropas harapientas (y según la tradición descalzo, sin comer) durante tres días le rogó su perdón al Papa. La humillación de Enrique rindió efectos, pues el Papa se vio forzado a retirarle la excomunión y relegitimarlo, bajo una serie de condiciones, que el monarca germánico pronto volvió a violar.
Esta serie de eventos fue el inicio del conflicto que mantuvieron el papado y algunos monarcas cristianos durante la Edad Media y que es conocido como Querella de las Investiduras. Los príncipes alemanes, liderados por Rodolfo de Suabia y Hermann de Salm, no aceptaron que Enrique IV recuperase el título imperial e iniciaron una lucha en su contra. Enfrentado de nuevo con Gregorio VII, fue excomulgado por segunda vez. Enrique IV nombró entonces pontífice (considerado antipapa) al antiguo arzobispo de Rávena con el nombre de Clemente III y se hizo coronar por él como emperador en 1084.
Como suceso paralelo a la querella de investiduras se sucedió en 1091 la conquista de Croacia por parte del rey húngaro San Ladislao I. La hermana de Ladislao había quedado viuda tras la muerte de su esposo, el rey croata Zvonimir y sin herederos, ante esto Ladislao avanzó con sus tropas y tomó los territorios del reino de Croacia, los cuales los anexionó al reino de Hungría. El papa Urbano II se opuso dicho acontecimiento, pero Ladislao I halló apoyo y ratificación en Enrique IV.
Durante los últimos años de su reinado tuvo que hacer frente a rebeliones en las que también tomaron parte su hijo mayor, Enrique, y su segunda esposa, Eufrasia de Kiev. En 1105, la Dieta de Maguncia le obligó a abdicar.