Partida Rol por web

Khan ya había hablado lo suficiente con aquellos pobres diablos. Que hicieran lo que quisieran, ellos ya tenían lo que querían: la llave de la puerta que daba acceso a la siguiente cámara. Abriéndose paso a codazos, se dirigió hacia Edvant.

Seguía pensado las instrucciones de Khan... Ahora mismo replantarse la situación: IMPOSIBLE. Se tropezaba con las piedras del camino... JODER ... daba algún tras pies que otro hasta se cayo al suelo mientras estaba a mitad camino... Tengo hacer algo .... sino me van romper los huesos....

El terror te atenazaba su mente , volvió la mirada al portal , soltó un bufido ... Se incorporo tan toscamente y rápidamente y volvió a correr... La mirada reflejaba el miedo de su ser...

CORRE CORRE CORRE CORRRREEE CORRRRRE CORRRRE COOOORREEEE CORRREEE COORRRRREEEE CCCCOOORRRRREEEE COOORRRREEE

La situación se estaba poniendo un tanto peliaguda. Ya teníamos la clave para salir de esta sala en nuestro poder y los lugareños empezaban a interponerse en nuestro camino. Era ahora o nunca. Con total decisión echo a correr para llegar hasta el altar, tratando de esquivar a los lugareños que me cortaban el paso. Pies para que os quiero?

En una rápida secuencia de acciones, Edvant logró arrebatarle a fanático la piedra para enseguida salir corriendo hacia el portal e instalar la piedra en él. El portal estallo en luz confundiéndolos a todos salvo a los Guerreros del amanecer que ya empezaban a acostumbrarse a esto.

Edvant fue el primero en cruzar, no había nadie para impedírselo a su alrededor. Para los aldeanos la situación fue aun más dramática, ya que el hombre fue engullido por su altar súbitamente sin dejar rastro del mismo.

A Edvant le siguió Bredel quien había actuado con rapidez y determinación abriéndose paso con facilidad por entre los lugareños hasta llegar a la piedra. El tercero fue Khan y mas atrás el resto quienes tuvieron algunas dificultades pues los aldeanos temerosos de lo que sucedía intentaban detenerlos, aunque no con mucha tenacidad pues estaban asustados y no entendían lo que ocurría.

Instantes después el altar dejo de brillar, todos habían cruzado y los fanáticos se quedaron allí reunidos en silencio, si saber si todo lo que había pasado había sido real o si habían sido un mal sueño.