Partida Rol por web

Por ultima vez los miembrios de Roja Escarcha cruzaron aquella mística puerta de cristal liquido. Esta vez al cruzar la sensación que percibieron fue distinta; primero sintieron como si su cuerpo se concentrara en si mismos, tal como si antes no hubieran estado completos; y después despertaron de un largo sueño.

Físicamente sentían eso, que todo había sido un extraño sueño, eso a pesar de que en su mente todo hubiera sido muy real. Las heridas recibidas no estaban marcadas en sus cuerpos por lo que se sentían aun mas confundidos al respectos. Sus cuerpos algo acalambrados estaban muy sensibles al tacto y durante los primeros minutos reaccionaban de forma confusa.

No mucho después de su salida de la torre fueron conscientes de que se encontraban de nuevo en la sala de las puertas. Allí, tal como antes había mucha gente reunida, los rumores les llegaron rápido, había muchos otros competidores aun dentro; sin embargo la mayoría había quedado atrás aun antes que ellos e incluso muchos no habían regresado con vida. La torre empezaba a dejar marca, la próxima vez muchos se la pensarían mas veces antes de adentrarse o de ser imprudentes allí dentro.

El grupo de los Guerreros del Amanecer, equipo que conocieran tiempo atrás cuando llegaron al torneo, se encontraban ya allí. Eran también solo cinco miembros por lo que también habían perdido a uno de los suyos. Estos tras aparentemente haber realizado alguna serie de compras, estaban de salida de la cámara, probablemente con rumbo al puerto para así después abandonar la isla.

Un heraldo de los organizadores del torneo les informó que se encontraban entre los mejores cien equipos participantes en el torneo, pero que aun faltaba que el jurado decidiera. Ahora, por sus grandes hazañas eran presentados ante el publico presente y aplaudidos. Eso al tiempo que los organizadores les premiaban con 1 moneda de oro a cada uno por quedar entre los cien mejores. Con comida y baño gratis, el grupo pudo por fin descansar antes de intentar vender sus cosas y luego posiblemente partir.

No cambio la sensacion de perdida sufrida por el barbaro Avvar, ni el hecho de que todo hubiera parecido un sueño, ni la presencia de muchos otros equipos que habian abandonado el torneo mucho antes que ellos. La moneda de oro, recompenza por haber llegado lejos en la torre era poco menos que un premio consuelo, pero para Trekk eso no devolvia la vida de Ravena, ni mucho menos le otorgaba la capacidad de poder vencer a aquel enorme oso.
Miro a sus compañeros y con su impenetrable mascara de seriedad dijo:
- Volveremos a entrar en cuanto hagan un nuevo torneo, no?

Confusa por la sensación de haber estado en un mundo onírico, como sus andanzas por el Velo, pero haberlo sentido tan real, sospechaba de los entresijos arcanos que se ocultaban en aquella extraña torre, pero cobraba más sentido su aventura. Su expresión no cambió para los espectadores, tan sólo asentía con orgullo en señal de respeto, especialmente en su encuentro con los Guerreros del Amanecer y el heraldo que otorgó su recompensa. Pese al poco valor que los objetos mundanos y el dinero representaban para la chamán sin tribu, agradecía disponer de ellos para facilitar su descanso y preparación para embarcarse en un nuevo viaje.
Algo le decía que el misterio de sus sueños seguía encerrado en aquel místico lugar, por lo que se aventuró a contestar a su hermano avvar con decisión, pese a sus propias dudas. Cuenta con ello hermano, los dioses no respondieron, pero necesito las respuestas. Voy a prepararme. Se deshizo de la atención de la gente para dirigirse a la zona de comercio de la cámara.
Sus ojos buscaron al mercader más ostentoso, aquel con pinta de poder pagar los tesoros que ella no necesitaría. Se deshizo de los objetos más comunes en el suelo frente al puesto, manteniendo aquellos de desconocido valor en su mano y su escalofriante mirada de quietud. Mercader, cuánto pagarías por este equipo. Pertenecieron al cobarde Galgad "el sabueso" y su hueste de mabaris. Son muy poderosos, convierte a esos chuchos en fieras bestias que combaten cual legión entrenada... pero no lo fueron tanto como la Roja Escarcha. ¿Cuánto? Imploró con brusquedad sin demasiada opción a la negociación.

El mercader miró fijamente los collares pasándoselos entre las manos, -vi un poco de su pelea con los perros, no me parecieron tan especiales, aunque por como sufrió tu amigo el gigante de las montañas quizá sea cierto lo que dices y sean especiales. Te daré por cada uno de ellos una moneda de oro y 30 de plata- y extendiendo la mano preguntó, -tenemos un trato?-.

Asintió con firmeza, no era ducha en cuentas, pero el sonido de la palabra oro era bien recibido para su escasa comprensión económica. Súmale tres monedas de oro y el amuleto que Galgad usaba para controlarlos se une al paquete. Mantuvo su postura erquida, serena y con total ausencia alguna de calidez.

El mercader miro fijamente la joya que la mujer le mostraba, no le parecía gran cosa para tanto dinero por lo que se la paso a un hombre de tez negra con ropajes extraños que parecía ayudarle y tras hablar en susurros entre ellos, el mercader volvió la vista al amuleto y a Ivar para enseguida responder –Hecho, lo compro- y tras esto sacando algo de dinero y echarlo en una bolsita, se la extendió a Ivar como pago – aquí tienes, un total de 8 monedas de oro y 20 de plata-.

Recogió la bolsa y verificó su contenido, para guardarla con sospecha en el interior de su abrigo, a la altura del pecho. Le deseo suerte en el negocio mercader. Comentó complacida en señal de agradecimiento. Tras abandonar el puesto suspiró con pesar, mirando una vez más a los ojos de sus hermanos. Buscó entonces el lugar en el que se pudieran observar los combates, para desarrollar su conocimiento en el campo de batalla, como penitencia ante su malogrado liderazgo.

Con una bolsa llena de pesadas monedas, Ivar se retiró de aquel lugar para dirigirse hacia las puertas, lugar donde podría presenciar las hazañas de los competidores que aun persistían dentro.

Sobre cada una de los portales mágicos, un par de magos proyectaba lo que allí sucedía mediante alguna tipo de hechizo o dispositivo arcano. En la imagen circular proyectada se podía ver por lo que estaba pasando cada uno de los respectivos equipos en el camino hasta la cima de la torre.

Hasta ahora al parecer había aun unos 20 equipos en competición, la mayoría se encontraban entre la cuarta y la sexta cámara; no obstante se hablaba de un equipo de magos del imperio Tevinter quienes se encontraban ya en la novena cámara y hasta el momento casi no habían tenido problemas en avanzar.

Observando con curiosidad en las diferentes proyecciones el equipo roja escarcha pudo ver las dificultades por las que muchos equipos estaban pasando, tal como en su momento ellos las habían pasado. Había un grupo de enanos por ejemplo, quienes aun se encontraban en la tercera cámara y según se decía, eran los más retrasados. No había caído ninguno y eran muy duros pero no parecían tener una buena estrategia en sus combates.

Cerca de la salida al exterior y a las plantas inferiores de la torre se encontraba el portal donde participaban los magos de Tevinter; allí pudieron constatar una dura batalla donde los ahora solo 5 magos enfrentaban a cerca de 20 picaros quienes se aprovechaban de la lentitud y debilidad de los magos al combatir cuerpo a cuerpo.

Lo cierto en lo que veían ahora, era que el próximo año tendrían que regresar y hacer un mejor papel del que hasta ahora habían conseguido. Con suerte e incluso lograrían llegar hasta la cima; aunque claro, nadie sabia hasta el momento que tan alta era la torre.