Partida Rol por web

Nada más salir del salón, Elladen fue directo a la habitación de Elwyn tras haberle preguntado previamente a Beren sobre su localización.

Dentro de los aposentos se encontraba el curandero real, el cual le recomendó que no despertará a la noldo pues necesitaba un buen descanso. Así pues, se quedo sentado en una silla al lado de su cama  por si salud volvía a empeorar. Y en el caso de que no la pudiera ayudar mantenerla estable con sus escasas dotes curativas hasta que el curandero pudiera regresar de nuevo.

El silencio y el aburrimiento hizo que el medioelfo se durmiera a pesar de la mala posición para ello. Los primeros rayos de sol entraron por las cavidades  de las a paredes a modo de ventana, pero eso no despertó al animista, sino la voz de Elwyn.

Tras mirar que la elfa se encontrará bien, Elladen le contó todo sobre la audiencia con el rey, a lo que Elwyn le sorprendió al decirle que les acompañaría. Sabiendo esto último, el semi-elfo también le avisó de las consecuencias que tendría volver a tocar el diario.

Mientras dejaba a la noldo preparándose para el viaje, él regresó a los cuarteles de la guardia para hacer lo mismo.

En última instancia, salió con sus compañeros hasta el portón de la ciudad.

 Cuando salimos del salón fui rapidamente a nuestros aposentos, necesitaba dormir para estar bien descansado. Puede que durante el viaje algo hiciera que no pudieramos dormir y era mejor no llevar sueño retrasado.

Antes de que despuntara el sol me despertó algún ruido del edificio. Preparé mis cosas y aproveché para ir a ver a Elwyn, allí encontré a Elladen que se había quedado dormido. Se despertó cuando llegué y ambos nos despedimos de Elwyn no sin antes contarle lo acontecido hasta entonces.

-Volveremos con buenas noticias, descansa Elwyn. Le digo a modo de despedida con mi mejor sonrisa.

Leorn salió con el resto de las audiencia con el rey. Acababan de recibir un cometido importante que les llevaría a viajar por muchas tierras y a pasar por muchos peligros seguramente. Con la idea en la cabeza de todo lo que tenían que hacer pasó por la habitación de Elwyn y al ver que esta estaba dormida se dirigío a la suya a descansar antes de la partida. Al día siguiente se levantó, se preparó para el viaje y se dirigió al portón para encontrarse con el resto de sus compañeros.

Como les había prometido, a la salida de la ciudad les estaban esperando las monturas necesarias para el viaje y cargadas con unas alforjas que contenían comida y algo de agua embasada en cantimploras.

Hasta aquí todo era normal. Sin embargo, cuando se disponían a partir llegaron dos personas con las que no habían contado que les acompañaran, Elwyn y Vanathar, él cuál dio el motivo obvio de su presencia allí.

Elwyn también lo dio.- Os acompañaré en todo el recorrido de vuestro camino, hasta los puertos de Cirdan, donde esperaré un barco que parta rumbo a Aman.-

Tras las explicaciones, los presentes decidieron por quienes estarían compuestos los dos grupos. Y Vanathar le transfirió el diario y la hoja originales a Elladen. El cual paso a su vez a sus compañeros del otro grupo el dinero que poseían en común, pues a su llegada a Menegroth les estaría esperando una bolsa por la anterior misión.

Taurnil se despidió de Reran, Beren y Arzarin, y saludó de nuevo a Vanathar, deseandole suerte, aunque apenas había hablado nada con él y no lo conocía, por ello su entusiasmo fue mayor en la despedida de sus compañeros, sobretodo con el enano.

Cuidad bien del enano. Les dijo bromeando. Apenas sabe manejar el arco.

Después lanzó una mirada sincera a Arzarin y una sonrisa se dibujó en su rostro. Cuidate amigo, nos veremos pronto.

Leorn se acercó a sus compañeros para despedirse de Beren, Reran, Arzarín y de Vanathar, el último que se había incorporado al grupo. Les deseo que tuvieran suerte en su empresapues al igual que el grupo de Leorn ellos también la iban a necesitar. Nos veremos en los puertos.

Elladen se despidió de Arzarin, Beren y Reran, e incluso Vanathar, que se despidieron con un adios. Sin embargo, el perfeccionista del medioelfo dijo de forma optimista - No digais adiós, pues esto no es una despedida definitiva. Esto sólo es el comienzo de un nuevo reencuentro, así pues hastaluego.-

Reran se despidió de sus compañeros de viaje con la esperanza de volverles a ver en un futuro no muy lejano, deseándoles toda la suerte del mundo.

No os acostumbréis a estar sin nosotros, hasta pronto. Dijo Reran con una sonrisa.

Despedí uno a uno con un fuerte apretón de manos y una palmada en la espalda. La barba ocultó lo que podrían haberse llamado lágrimas No me gustan las despedidas... es menos gente con la que beber.

Los arcos yo me los bebo! Contesto con una gran carcajada a la broma.

Cuando Taurnil me mira y se despide asiento con firmeza y golpeo mi puño con el pecho Cuidate amigo, por este que volveremos a vernos. Digo desenfundando mi martillo y sopesándolo en mis manos.