Nadie quiere tomar la responsabilidad de acoger a la joven en la corte, así que es Lord Mograine el que, convencido por sus palabras, permite que Hysadora se sume a la corte. Los académicos del reino están contentos por poder satisfacer su insaciable curiosidad por los extraños métodos de la mujer.
Resultado: Sube el Conocimiento en 4 puntos (y como está en blanco, 1 más), la Estabilidad también sube 5 puntos. Ambos valores se quedan en 17 puesto que es el máximo.
Estabilidad: 17
Influencia: 12 (tendencia positiva)
Riqueza: 13
Moral: 6
Bienestar: 9
Conocimiento: 17
Pegatina Negativa en el primer cuadro de Bienestar: Molinos de Viento Carbonizados 1/3 (Firmado: Lady Uktena)
Pegatina Positiva en el segundo cuadro de Bienestar: Libertad para los Esclavos de Konfurtah 1/3 (Firmado: Lady Tymeris)
Pegatina Positiva en el primer cuadro de Conocimiento: Colección de Antigüedades 1/3 (Firmado: Lord Stonesong)
Pegatina Negativa en el primer cuadro de Moral: La Maldición Dorada 0/3 (Firmado: Lord Baltazar)
Pegatina Positiva en el primer cuadro de Riqueza: Un Banco Real 0/3 (Firmado: Lord Mograine)
Pegatina Positiva en el segundo cuadro de Riqueza: Una Nueva y Lucrativa Forma de Arte 0/3 (Firmado: Lord Stonesong)
PLANES VISIBLES
Lady Uktena: Plan Visible Negativo de Bienestar.
Lady Tymeris: Plan Visible Positivo de Bienestar.
Lord Stonesong: Plan Visible Positivo de Conocimiento.
Inversiones en la Moneda
Lady Tymeris: 4 monedas
Lord Baltazar: 12 monedas
Lady Uktena: 11 monedas
Lord Stonesong: 10 monedas
Este Dilema añade un nuevo sobre. Añadimos las nuevas cartas y activamos la historia. El Rey abdica dejando la estabilidad en el punto más alto. La partida termina y todas las inversiones en la Moneda se pierden.
Votación terminada:
A Favor: 1 punto.
En Contra: 0 puntos.
Abstenciones: Todos excepto Lord Mograine (ganan 1 moneda y 3 puntos de poder cada uno)
Cambios hechos en las fichas.
El rey Sigfrido se levantó una mañana como otra cualquiera con la idea que llevaba días rondándole en la cabeza ya cristalizada. Dejó sobre la mesa del Consejo Real su último decreto como monarca: su abdicación y se dirigió al patio del castillo. Allí ya estaba esperándole el carro y una escolta. Había llegado la hora de marcharse. El reino iba bien, era próspero y saludable. Es verdad que su Consejo había adquirido tanto poder que le habían convertido en una marioneta innecesaria, pero todo era por el pueblo de Ankist. Se retiraría. Se iría a una granja tranquila en medio de ninguna parte y pasaría allí sus últimos años de vida, en paz.
Echando una última mirada al castillo real, el viejo monarca subió al interior del carro y se alejó con una sonrisa satisfecha en el rostro.
Lord Baltazar se acercó a lady Uktena y la tomó de la mano besándola.
Si me aceptáis en matrimonio, será nuestra hija la que herede el trono tras la abdicación de mi tío.
La abdicación exigía un lazo de sangre y el enlace entre las casas de Crann y Natar sería la justificación perfecta para conseguir ese lazo.
Lady Uktena parece encantada con la propuesta
- Ya pensé que tendría que ser yo quien os lo propusiera - se queja, en un tono cercano - habrá boda, por supuesto que habrá boda - confirmó, para que todos pudieran oírlo