Partida Rol por web

Los rumores de la muerte del Rey corrieron como la pólvora por las calles de la ciudad. Parece que ya había rumores de que algo así iba a pasar, de que un gran cambio sucedería. No parecía casualidad si no que es misteriosa secta del ojo había estado haciendo su trabajo desde hacía meses, o quizás años.

Cuando las fuerzas rebeldes se plantaron en las puertas de la ciudad el caos se desencadenó, las tropas se movilizaban, pero no solo para contener a los enemigos externos, si no que en muchas esquinas, seguidores de este grupo formaban pequeños grupos guerrilleros que bloqueaban calles para que no pasasen las tropas, predicadores auguraban el fin del tiempo, turbas se formaban para saquear las casas y comercios de los sospechosos.

En medio de este caos Lady Genéve, como una representante de las grandes casas y del consejo real. Subió a una de las torres del castillo a hablar a las masas que pedían desesperadas entrar al castillo para protegerse de la barbarie. Hizo un discurso encendido, palabras de aliento, de valor y estoicismo. Habló de los valores de la sociedad, de la confianza en los dirigentes, de la importancia de la unión en tiempos difíciles. Su discurso calmó a las masas pero, cuando la representante de la casa Blodyn se retiró al interior castillo algunos de los más espabilados se dieron cuenta que no había dicho si su casa apoyaba al bando de los leales o los traidores.

Mucho tiempo después algunos recordarían que se la vio supervisando el trasiego de cajas. Supuestamente eran sus pertencias y ajuar, pero el robo del tesoro real en esas fechas coincidió con esta oportuna mudanza.

Traidor, asesinar al gran generial y asesinar al tesorero real.

Formaré parte del bando Leal, y mis dos acciones son Defensa de las puertas del Castillo, y Enviar un mensajero al Imperio Kasuk

Y si... ¿Y si en vez de proteger el reino se ponía del lado de aquellos que querían acabar con él?. ¿Y si los "rebeldes" tenían razón y el régimen existente era una tiranía?. ¿Y si el fin de la monarquía era beneficiosa para la gente, la región, el mundo?

Estas y otras preguntas similares inundaron la mente del consejero representante de Solad. El rey estaba loco. Sus representantes eran egoistas y cortos de miras. Las instituciones, corruptas, fanáticas o las dos cosas a la vez. La religión, una mentira. Aquello debía acabar.

Con una convicción irracional Lord Mordryd de Solad conspiró, trazó planes y desinformó, se mostró solícito y presto a defender el reino, pero lo que hizo, mal que pesara a su Casa, no fue otra cosa que trabajar para que Ankist desapareciera como reino.

Toda la población en edad de ser reclutada, toda, desde los adolescentes hasta aquellos veteranos de todo tipo todavía capaces de empuñar un arma, fueron llamados a formar parte de las huestes de Solad. Acto seguido las tropas se dirigieron, lideradas por Mordryd, hacia la capital. Los otros miembros del Consejo probablemente pensarían que iban como refuerzo de las defensas de la ciudad. Nada más errado: las tropas Solad iban a conquistar la ciudad. Sin la capital pronto caería el reino...

CARTA DE RESOLUCIÓN (una vez elegida las acciones pertinentes)

¿Quién ganó la batalla a las puertas del Castillo?

Defensa: +40 puntos de Unión (1)
Ataque: +35 puntos de Discordia (2)

(+35 puntos de Discordia)

Los traidores ganan la batalla a las puertas del Castillo.

¿Para qué se han desplegado los ejércitos de las Casas?

No se desplegaron para nada.

¿A dónde se enviaron mensajeros?

Imperio Kasuk: +25 puntos de Unión

(+25 puntos de Unión)

¿Qué asesinatos se cometieron?

Gran Comandante: +35 puntos de Discordia
Tesorero Real: +30 puntos de Discordia

(+65 puntos de Discordia)

FUERZA DE COMBATE FINAL:

UNIÓN: Inicio: 50 (+25 por enviar mensajeros): TOTAL: 75

DISCORDIA: Inicio: 25 (+35 por ganar la batalla del castillo, +65 puntos por asesinatos cometidos): TOTAL: 125

¿Qué fuerza de combate es mayor?

VICTORIA DEL BANDO TRAIDOR. LADY DALIA Y SU CASA SON DESTRUIDAS.

El Amanecer Negro había activado a sus seguidores. Dentro del Consejo, la mitad de sus miembros eran leales siervos de la organización. Lord Franco y Lord Modryd se movieron deprisa. El primero se dirigió hacia las dependencias de los miembros de la casa real y el segundo movilizó a sus tropas. Lady Dalia se apresuró a montar la defensa mientras que Lady Genéve... bueno, Lady Genéve siempre había mirado por Lady Genéve.

Las tropas de ambas casas chocaron violentamente a las puertas del castillo. Pero los defensores de la casa Coden eran pocos. Demasiado pocos para defender las almenas. Los generales de la casa Solad, más acostumbrados a las artes bélicas, barrieron a los defensores en unas pocas horas. La propia Lady Dalia murió combatiendo valientemente en la sala del trono contra el propio Lord Mordryd.

La ayuda del Imperio Kasuk llegó tarde. Cuando lo hizo, cayeron en una emboscada hábilmente preparada por la casa Solad. Nadie sobrevivió. Por todos el país, los miembros de la casa Coden fueron encontrados y eliminados. Los pocos que pudieron escapar, tuvieron que huir a los países vecinos.

Tal vez la esperanza hubiera renacido si alguna de las personalidades más influyentes de la corte hubieran estado presentes. Pero de eso se ocupó Lord Franco. Asesinó al Tesorero Real apuñalándolo por la espalda cuando intentaba impedir que Lady Genéve y sus secuaces saquearan el tesoro real. Los dos exconsejeros intercambiaron una mirada y siguieron a lo suyo. Ninguno impedía los planes del otro.

El Gran Comandante fue el siguiente en perecer. Se encontraba en sus aposentos colocándose la armadura para ir a la batalla, cuando Lord Franco irrumpió con varios hombres. El viejo Comandante luchó bien, pero Lord Franco era un hábil espadachín y lo eliminó finalmente.

La batalla fue cruenta y miles cayeron bajo las espadas del Amanecer Negro. Entonces Lady Genéve vio su oportunidad. Asegurada su posición con dinero e influencia, se dirigió a las gentes del reino de Ankist, devastada por la traición, y les habló de esperanza, renovación y cambio. Las gentes la vieron como la nueva líder a seguir. Un faro de luz en la devastada nación. La casa Blodyn, una vez más, había salido triunfante donde otros habían sido destruidos...

EL SOL DEBE PONERSE ANTES DE VOLVER A ALZARSE

Una marea silenciosa ha ido creciendo lentamente, ahogando a nuestra civilización de manera imperceptible. Una organización secreta conocida como el Amanecer Negro ha estado construyendo una red de contactos e informadores desde antes del ascenso del reino de Ankist. Con el paso de los años, ha arraigado en nuestra sociedad y ha reclutado en sus filas a muchos representantes  de nuestra nobleza, del ejército, del pueblo llano e incluso miembros de la corte. Los conspiradores no atacan de manera directa, como uno podría esperar, sino que provocan que el Consejo afronte un absoluto colapso de las infraestructuras del reino. Se interrumpe el flujo habitual de comunicaciones: dejamos de recibir informes y nuestras órdenes no llegan a transmitirse. Las fuerzas del reino se debilitan con efectividad y el Consejo no sabe nada de lo que está pasando fuera de Lybra. Sin embargo, lo que vemos en la capital no es tranquilizador. Hordas de personas enmascaradas, los latentes agentes del Amanecer Negro, inundan las calles para robar, violar, matar y quemar a quienquiera que les apetezca. Nuestros guardias no pueden contenerlos, ya que la mayoría de nuestros oficiales más competentes están muertos, desaparecidos o entre las filas de los traidores. Sólo un esfuerzo conjunto de las Casas leales y sus guardias podría contener la marea y restaurar el orden.

Las hábiles promesas del Amanecer Negro convencieron a muchos, que terminaron por unirse al complot, unos por la gloria, otros por las ganancias y otros incluso por convicción, deseosos de hacer desaparecer esta era y traer una nueva luz. Muchos fueron los que se unieron a ellos, ricos y pobres, sacerdotisas y mercaderes, guardias y soldados. Incluso algunas de las grandes Casas, cegadas por el orgullo, prometieron sus servicios al Amanecer Negro.

Los violentos incidentes son muy numerosos y demasiado nefastos como para contarlos, ya que la mayoría actúa según sus instintos más salvajes, hasta ahora reprimidos. La guardia de la ciudad recibe ataques en cuanto sale a las calles, al igual pasa con los jueces y todos aquellos que han permanecido leales al reino. Hay quienes se aprovechan del caos, haciendo lo que su lujuria les pide: saquear a aquellos que no pueden defender sus propiedades, matar a los que les ofendieron o les hicieron algún mal, o incluso abusar de aquellos que les atraen. Se cometen muchos intentos de asesinato contra los miembros leales del Consejo: un asesino escaló la torre del Consejo, cubierto por la oscuridad de la noche; un ignorante paje trajo una botella de vino envenenada a la sala del Consejo; un notorio miembro de la guardia real planeó un ataque para el primer momento de distracción...

La muerte del Rey era solo la primera parte del ataque. En ninguna crónica se recoge cuál de los intentos contra el linaje del rey tuvo éxito; quizás fueran todos ellos. Solo se sabe que todos los de su estirpe perecieron la misma noche. La Tesorería del Rey también fue asaltada y repartida entre los numerosos usureros rebeldes, quienes robaron todo el oro que podían llevar y quitaron las piedras preciosas de aquello que era demasiado pesado para transportarlo. Se quemaron todas las bibliotecas del reino, también la Biblioteca Real. Todos los documentos de las investigaciones de Hysadora se perdieron, al igual que los innumerables descubrimientos sobre la naturaleza y la tecnología realizados por nuestros académicos a lo largo de la historia. Todas las crónicas del reino también se han perdido por el fuego, complicando la tarea de futuros historiadores de rastrear la trayectoria del ascenso del reino de Ankist y valorar la causa de su abrupta caída. Se rumorea que solo el Libro de las Decisiones sobrevivió al fuego y que los miembros enmascarados del Amanecer Negro se lo llevaron.

Los Leales eran muy pocos, muy débiles y estaban demasiado divididos como para contener la oleada de caos. Algunas de las grandes Casas lo intentaron valientemente, pero incluso aquellos que intentaron levantar una resistencias conjunta fueron destruidos desde dentro, divididos por la traición que había entre sus filas mientras intentaban enfrentarse a una fuerza inigualable. Los numerosos infiltrados del Amanecer Negro derribaron las Casas leales una a una, asesinando a sus miembros clave y dejando al resto incapaces de organizar una resistencia que hiciese frente al caos generalizado.

A través de la destrucción del centro político de Ankist y de acciones similares en las tierras cercanas, el reino se derrumba en un amplio mar de territorios fragmentados que compiten entre ellos por la supremacía política. El Amanecer Negro ha tenido éxito en su propósito: una nueva y oscura era nos aguarda. Los logros naturales, tecnológicos y espirituales acumulados por nuestro reino a lo largo de los siglos de nuestra existencia han sido borrados de la historia.

Todos los miembros de las Casas leales son ejecutados. Después, todas las Casas traidoras emplean su astucia y su fuerza en un intento de prevalecer y obtener el poder principal, hasta que solo los más astutos quedan para gobernar sobre todos los demás y sobre las ensangrentadas ruinas del antiguo reino de Ankist. Sin embargo, como se les prometió a algunos, después de la destrucción viene el renacimiento. La Casa dominante entre los traidores pasa a llamarse "Los Restauradores". La historia recordará su dinastía como los reconstructores de la civilización, olvidando que consiguieron su nuevo estatus a través de la traición y la destrucción. Algunos dicen que fue un miembro del Consejo, perteneciente a esta Casa, quien le dio el golpe mortal al rey y le arrebató la corona. Sin embargo, no son más que rumores que circulan entre los ilustrados historiadores, borrados de las crónicas oficiales. Tras la sangrienta caída del reino de Ankist, estos no tienen ningún enemigo al que maldecir y escriben la historia para homenajear al nuevo gobierno de los Restauradores, quienes esperan a que el caos y la sangre se enfríen antes de reclamar las ruinas de Lybra, restaurando lentamente el orden y la tranquilidad entre los agotados supervivientes.

GOBERNAR SOBRE LAS RUINAS

¡Lady Genéve de Bloydn es la ganadora final!

Su líder será el nuevo gobernante del reino y su dinastía real reinará durante generaciones. Las demás casas desleales están obligadas a servir bajo la orden de los nuevos gobernantes y a luchar por los restos de las ruinas.