Al descargar mi espada sobre el primero de los asesinos que me encontré, grité.
- ¡Urelth a mí! ¡No es momento de dormir!
La espada impactó sobre el brazo de mi enemigo, y tirando de ésta pude retrasar el brazo que la empuñaba y levantar el escudo en aquel angosto lugar... desde luego, la pelea iba a ser épica, y no por dimensiones.
Motivo: Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 4(+9)=13 (Exito) [4]
4 Puntos de daño al Asesino 1.
Los tres bailáis una danza macabra, con las espadas y puñales brillando en la oscuridad por los rayos de la luna que se filtran por la ventana. El combate es intenso y os herís mutuamente.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 9(+7)=16 (Exito) [9]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 3(+7)=10 (Fracaso) [3]
Asesino1: -4PV
Asesino2:
Pheredil: -1PV
En aquel angosto lugar no Pheredil no conseguía cubrirse bien del todo con el escudo. Había momentos que parecía que lo estorbaba más que otra cosa, y en uno de dichos momentos uno de los asesinos logró colar lo que parecía una daga afilada.
Por suerte no creía que lo hubiera herido, pero un escozor le emergió cerca de su estómago. El corte era superficial, a si que el elfo agarró su espada y se dispuso a atacar de nuevo.
Motivo: Ataque Asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 2(+9)=11 (Exito) [2]
Daño 2
Logras herir de nuevo a uno de los asesinos y te defiendes bravamente del otro. Ninguno logra traspasar tu defensa.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 17+
Resultado: 4(+7)=11 (Fracaso) [4]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 5(+7)=12 (Fracaso) [5]
Asesino1: -4PV -2PV = -6PV
Asesino2:
Pheredil: -1PV
En el momento de respiro que me dieron ambos asesinos, pude aprovechar a posicionarme mucho mejor.
Balanceé la espada de nuevo, pero esta vez, haciendo una finta para engañar al primero de mis adversarios, logré herirlo profundamente, pues había notado cómo la espada había atravesado completamente de lado a lado al asesino.
No pude ver si la herida había sido mortal o no, solo un borrón tendido en el suelo... pronto sabría si había sido mortal o no.
Motivo: Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 9(+9)=18 (Exito) [9]
Daño 9
El espadazo fue mortal para uno de los asesinos, que cayó al suelo muerto. El otro logró rozarte el brazo, haciéndote una pequeña herida.
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 9(+7)=16 (Exito) [9]
Asesino1: -4PV -2PV = -6PV -9PV = -15PV (Muerto)
Asesino2:
Pheredil: -1PV -1PV = -2PV
Ante aquel ataque del asesino, pude desviarlo fácilmente con el escudo sin darme cuenta de que éste había sido lo suficientemente fuerte como para que se me tensasen las cinchas de sujeción del escudo y me produjesen una pequeña herida en el antebrazo. A esto se le sumó un leve entumecimiento, a si que sin más bajé el brazo dejándolo descansar un poco, y alzando mi espada logré lanzar un ataque poderoso contra aquel dichoso asesino.
La espada descendía cortando allá por donde iba, para finalmente hacer un pequeño quiebro evitando la defensa del asesino. El tajo fue profundo... muy profundo. Se le clavó en el costado, atravesando alguna de las costillas. Parecía limpio, pero no tanto como cuando tiré de mi espada y se deslizó saliendo de su cuerpo.
El golpe parecía mortal, pero quizá aún podría tener alguna oportunidad el asesino a si que no bajé la guardia en ningún momento.
Motivo: Ataque asesino 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 10+
Resultado: 10(+9)=19 (Exito) [10]
Ostias... no se guardó ni la tirada si quiera...
El karma me lo ha devuelto en forma de 10.
El golpe fue tan certero, que el segundo asesino cayó al suelo bajo un charco de sangre que se expandía debajo de él.
Asesino1: -4PV -2PV = -6PV -9PV = -15PV (Muerto)
Asesino2: -10PV (Muerto)
Pheredil: -1PV -1PV = -2PV
Abates con tu espada a uno de los asesinos enmascarados. Otro aparece a tu espalda y trata de apuñalarte, pero reaccionas a tiempo y le hundes tu acero en el estómago. Liberas tu arma y ves que Urelth cae ante su enemigo, con el afilado puñal clavado en pleno corazón. Antes de que el asesino pueda reaccionar, le atacas y acabas con él de una certera estocada. Tras la frenética lucha, la habitación queda en silencio, con los cadáveres de tus compañeros y de los asesinos esparcidos por el suelo.
Al momento empiezan a oírse voces y gritos por la posada. Los clientes se han despertado con el alboroto y han dado la alarma. Te agachas junto al cuerpo de uno de los asesinos para quitarle la máscara. Te quedas helado por la sorpresa al descubrir que se trata de un elfo, uno de Litdanast concretamente. No le conoces, pero no tienes ninguna duda de que forma parte de tu pueblo.
Tras un registro rápido, encuentras en la habitación varias cosas que pueden venirte bien. Sin comprender nada de lo que está pasando, ni por qué elfos de tu mismo pueblo os han atacado, te acercas a la ventana. Miras fuera y descubres que el pueblo está despertando debido a la alarma. En medio del ajetreo, ves a cuatro sigilosas figuras vestidas de negro que cruzan la calle y entran en la posada. Son más asesinos, que buscan acabar el trabajo que sus compinches han dejado a medias. Sólo tienes dos opciones, emboscarles en las escaleras o descolgarte por la ventana para huir sin ser descubierto.
Sección 176
Apunta la palabra ANTIFAZ en tu ficha. De equipo hay un arco, cinco flechas y un puñal.
Si les tiendes una emboscada en las escaleras, pasa a la sección 265.
Si huyes por la ventana, pasa a la sección 290.
Tras la caída del último de los asesinos me detuve u momento a recuperar algo de aliento. Prácticamente había salido indemne del combate, pero mis compañeros no parecían haber corrido la misma suerte.
Registré los cuerpos y la habitación, y tras recoger algunas de las cosas que había por la habitación y que creí que me podrían servir pude escuchar unos ruidos en la calle. Un leve vistazo me reveló el encendido de algunas velas y candelabros en las casas más cercanas, y unas sombras parecían recorrer las calles en dirección a la posada. Posiblemente vendrían a comprobar que habían acabado con el trabajo... o como apoyo.
Traté de esconderme, por si venían a registrar la zona, y si fuera así poder atacarlos y vengarme por la muerte de mis compañeros.
Espada en mano, sales de la habitación y alcanzas las escaleras que bajan al salón. En la penumbra, escuchas las voces del posadero que pregunta por lo que está sucediendo. Te asomas a la barandilla y ves a los cuatro asesinos enmascarados subiendo en silencio las escaleras. Permaneces oculto junto a la pared, escuchando el leve crujido de los peldaños de madera. Por sorpresa, saltas sobre el primero de los enmascarados y le atraviesas con tu espada. El asesino cae muerto por las escaleras, pero los otros tres se lanzan sobre ti, aunque lo estrecho del pasillo impide que puedan atacarte todos juntos.
Para agilizar el combate, haz 5 tiradas seguidas.
Sección 265
Debes luchar contra 2 asesinos a la vez: asesino1 DEF/10 y asesino2 DEF/9.
Si vences el combate, pasa a la sección 137.
Si eres derrotado, pasa a la sección 122.
Me lancé al combate a través de las escaleras hinchado de rabia logrando atravesar a uno de los asesinos que amenazaban con acabar con mi vida.
Tras esto lancé una consecutiva retahíla de golpes con mi espada mientras empujaba con mi escudo. El estrecho lugar y la altura me daban una mayor ventaja sobre mis enemigos, pero eso no quería decir que pudiera salir indemne de aquel combate.
Motivo: 1 Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 1(+9)=10 (Fracaso) [1]
Motivo: 1 Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 10(+9)=19 (Exito) [10]
Motivo: 3 Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 2(+9)=11 (Exito) [2]
Motivo: 4 Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 7(+9)=16 (Exito) [7]
Motivo: 5 Ataque asesino 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 11+
Resultado: 7(+9)=16 (Exito) [7]
El daño es:
0-9-1-6-6
Si mato al asesino 1 en medio, lo que sobre para el otro asesino.
El combate es digno de ver, con estocadas por un lado y otro. El primer asesino cae tras varios lances, cosa que aprovecha el otro para herirte un par de veces; aunque no son heridas graves. Al cabo de un rato, el otro asesino también cae.
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 6(+7)=13 (Fracaso) [6]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 5(+7)=12 (Fracaso) [5]
Motivo: Asesino1
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 5(+7)=12 (Fracaso) [5]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 10(+7)=17 (Exito) [10]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 2(+7)=9 (Fracaso) [2]
Motivo: Asesino2
Tirada: 1d10
Dificultad: 16+
Resultado: 9(+7)=16 (Exito) [9]
Asesino1: -9PV -1PV = -10PV (Muerto)
Asesino2: -6PV -6PV = -12PV (Muerto)
Pheredil: -2PV -1PV = -3PV
De una patada, lanzas a uno de los asesinos escaleras abajo y aprovechas la oportunidad para ensartar con tu espada al otro. El tercero, al ver a sus compinches muertos, se da la vuelta y huye de la posada. Tratas de detenerlo, pero el enmascarado es rápido, de modo que cuando llegas a la calle ha desaparecido. Temiendo que regrese junto a más asesinos, corres hasta las cuadras en busca de tu montura. Te llevas una nueva sorpresa al ver que los caballos han sido robados. Debes huir cuanto antes, ya que los asesinos pueden regresar en cualquier momento. Además, no confías en el trato que te pueden dar los humanos si te quedas en el pueblo después de todo el ajetreo. Sin otra opción, te apresuras a huir del pueblo por el camino del oeste.
Combate rapidísimo. Réstate los 3 PV perdidos.
Sección 137
Pasa a la sección 199.
Avanzas a pie por el camino, que la lluvia de la noche anterior ha convertido en un barrizal, por lo que caminar se hace lento y pesado. A mediodía, el sonido de cascos de caballo atrae tu atención. Rápidamente, te ocultas tras una de las rocas del margen y aguardas allí hasta que un grupo de seis jinetes llega al galope por el este. Van vestidos completamente de negro y cubiertos con máscaras. Les reconoces como los asesinos que acabaron con tus compañeros. El que cabalga en cabeza detiene su caballo poco antes de llegar a donde te encuentras.
Con un ágil salto, desmonta y empieza a examinar el suelo. Tu rastro en el barrizal es claro y el hombre no tarda en encontrarlo. Es sólo cuestión de tiempo que te descubran, así que dejas tu escondite y te apresuras hacia el sur. Recorres el centenar de metros que te separan del límite del bosque de Shalanest oeste y te adentras en la espesura con la esperanza de dejar atrás a tus perseguidores.
Sección 199
Pasa a la sección 128.
Nada más internarte entre los enrevesados árboles, la luz diurna parece quedar fuera. Como un techo de ramas y hojas, las frondosas copas forman una cúpula enmarañada que impide el paso de la luz solar, sumiendo el bosque en sombras. La temperatura es mucho más fría en su interior y un silencio sepulcral reina en el ambiente. La sensación de opresión aumenta a medida que avanzas, tanto que el aire parece estancado y quieto, sin una brizna de viento que sople entre las hojas. Ahora entiendes por qué el bosque fue abandonado por los elfos; a pesar de toda la exuberante vegetación, tienes la sensación de encontrarte rodeado de naturaleza muerta, como si la vida hubiese sido exterminada por completo y los árboles no fuesen más que cascarones vacíos. No se oye ni el canto de un pájaro, ni los pasos de una ardilla, ni siquiera el murmullo de las hojas. Es tal el silencio que sólo escuchas los latidos de tu corazón. Tu único consuelo es pensar que quizá este angustioso ambiente mantenga alejados a tus perseguidores.
Caminas por un sendero durante varias horas, serpenteando entre los gruesos troncos y mirando bien donde pisas, pues el lecho está cubierto de traicioneras raíces, plantas y rocas puntiagudas. Te abres paso por la espesura hasta que llegas a un lugar donde el sendero se bifurca: un ramal se abre hacia el norte y otro camino se dirige hacia el sur.
Sección 128
Si vas hacia el norte, pasa a la sección 90.
Si tomas el camino del sur, pasa a la sección 257.
Tras haber logrado vencer a los enemigos que amenazaban con intentar asesinarme, comenzaba lo duro, pues debía de huir de allí y sin sus compañeros, pues habían sido todos asesinados.
Tras conseguir salir de la ciudad me avancé por los caminos, siguiéndolos por su vegetación, oculto como podía... y resultó, pues un grupo de unos seis jinetes más pasaron muy cerca mío, vestían las mismas ropas que los atacantes... ¿Qué querrían?
Avancé algo más, hasta que llegué a una encrucijada, en la que me debía decidir si norte o sur.
Recordé unas palabras sobre mi misión "debes ir al noroeste" a si que me encaminé dirección norte, intentando que aquel camino fuese los más corto posible.
El sendero describe varios giros. A medida que avanzas, la luz mengua hasta que apenas puedes ver más allá de unos metros. Caminas con los sentidos alerta y llegas a un nuevo cruce.
Sección 90
Si sigues recto, pasa a la sección 227.
Si giras a la derecha, pasa a la sección 283.
Si tuerces a la izquierda, pasa a la sección 298.