Partida Rol por web

 Intente hacer fuerza junto a los otros pero esa no era la mejor forma de aprovechar mis habilidades. No era un hombre muy forzudo mas bien era un mejor tirador. Pero entonces se me ocurrio algo. Y comenze a buscar algo con que hacer palanca y algun balde o roca grande.

Este Zuñiga esta de loquero, pero me gusta jajaja. Es un tio divertido y no se le caen los anillos por echar un cable.

Venga muchachos solo un poco mas.

En realidad ni yo mismo me creo la fuerza que he conseguido realizar para ayudar. Seguro que tiene que ver sin yo saberlo con haberme puesto en esta posicion y algo tendra que ver con aquello de la teoria de las palancas que me intentaron hacer entrar en la sesera una vez.

Davy Jones, encontraste un bastón de cañón con el que podías hacer palanca. Este reduce de 2 a 3 los éxitos.

Haz otra tirada. Te queda un éxito. Suerte.

 Tome un baston de un cañon que encontre entre las cosas. Y lo puse de tal forma de que pudiera hacer palanca. Pero no habia caso.

Intentalo aqui robert seguro podras sacarlo.

Mi fuerza no es la idonea para estos casos.

Con mucha dificultad levantásteis la viga. La marea está subiendo y fuera debe ser ya de noche. Para vuestra sorpresa, el sujeto que había allí comenzó a hablar. La viga le impedía mover el tronco y por ende hablar. Sí podía mover sus brazos, con los cuales emitía los sonidos con un metal.

Su cara mojada estaba pálida, ¡¡muy pálida!!,  ¡¡¡Muy demacrada!!! Sus dientes amarilleaban, estaba cubierto de sudor y sus ojos estaban inyectados en sangre. Ahora os miraba y comenzó a hablar claramente:

¡Estamos malditos! ¡¡¡MALDITOS!!! ¡No teniamos que matar al negro! ¡¡No teníamos...!!

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Seguidamente su cabeza se ladeó al yacer en la misma posición.

¡MIERDA!
Un barco maldito, esto explica porque huyo Ekaitz, maldito bastardo, regresa al infierno en el que deberias estar.
Salgamos de aqui rapido y quememos todo este lugar, digo apuntando mis armas nerviosamente de lado a lado...
Pese a mi nerviosismo sigo buscando algo de utilidad

me autocito

Cita:

yacer es morir. No creo que se levante.

Joder lo que faltaba. Una tripulacion maldita.

Esta bien?.

Pregunto sin atreverme a tocarle.

Que diantres tiene que ver un esclavo negro y su muerte con una maldicion?.

La marea subía y la noche se hacía poco a poco presenta fuera. El barco encallado se inundaba cada noche con la subida de la marea hasta cierto punto. Podíais comprobar como la sala donde estaba el hombre atrapado (ahora muerto) y también algunos de vosotros, se inundaría de un momento a otro. El agua ya os mojaba los pies.

Maldita sea este barco se hunde cada vez un poco mas y si no nos damos prisa hoy nos pilla aqui dentro.

Regresemos con los demas. Volvamos mañana cuando vuelva a permitirnoslo la marea y tengamos mejor luz para buscar algo que pueda sernos util.

Las ultimas palabras de Robert apenas resultan audibles con el gruñido que hacen sus tripas por hambre.

Me parece que voy a tener que comer algo cuando regresemos.

Desde mi asiento, se me escapa un bostezo.

Mire a mis lados y decidi que la idea era buena. Sali de alli con calma de no hacer estragos en el barco. La marea tardaria mucho en subir pero bueno ya no podiamos hacer mas por ese cadaver. Asi que me fui con calma.

Zúñiga se mueve de la esquina a la que había huído al escuchar aquellas extrañas, e inquietantes, palabras. Sin retirar la mano de la empuñadura del sable, se acerca despacio al cadáver.

-Estoy mayor para esta mierda. Se rasca la barba.

-Si, volvamos. Aquí no se ve un carajo. Además lo mismo nos han preparado un banquete de cocos en la playa.

Se da la vuelta decidido a irse pero se detiene de pronto, envarado e indeciso.

-No podemos dejarle ahí, hay que darle sepultura como Dios manda. Zúñiga parece realmente preocupado por el destino del cadáver. Lo mismo se levanta otra vez y se pone a berrear...Por Dios. -Jodido barco, va a acabar conmigo.

Esta maldito, lo mejor es no tocarlo.
Sigo apuntando al hombre mientras retrocedo hacia la puerta.
Que este barco sea su tumba.

Van Thorenham, no hay nada de interés en la salida. Tan sólo el barco derruido y objetos de madera (sillas, mesas, ,etc) mojados por el mar.

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Zúñiga, decide qué quieres hacer con el tipo. En caso de no hacer nada regresaréis todos fuera del barco. (la marea sube señor, hay que darse prisa)

-Maldito...Mira a Novaresa con cara de pasmo. -Vámonos de aquí cagando leches.

-¡Mañana será otro día! Ea. Se aleja hacia las cubiertas superiores con paso ligero y baja de la nave para encaminarse al campamento con sus compañeros.

Al oír que mis compañeros empiezan a salir de la bodega me levanto y me sacudo, intentando parecer lo más digno posible. Cuando les veo bajar del barco les miro y remiro con curiosidad, a ver si llevan algo de interés. ¿Y bien? ¿Qué había ahí dentro? Algo habréis hecho, que el ruido aquel ha dejado de sonar... Cuando veo que no traen nada, mi mirada interrogativa pasa de ellos al barco y de vuelta a ellos. ¿Es que no había nada interesante en el put* barco?

Salísteis y pusísteis rumbo a la playa, a esperar al resto, con, posiblemente, más dudas ahora que cuando vinísteis a inspeccionar el barco.

Continuamos en la escena "Día 3" cuando veáis mi post.