Zúñiga se levanta bostezando y rascándose la barriga. Se coge los riñones con las dos manos y hace una mueca de dolor. -¿No había una cueva más dura? Coño, qué dolor de espalda.
Se acerca a la esquina dónde están los cocos almacenados, coge uno y lo abre con un golpe seco del sable. Lo levanta y se bebe el zumo, dejando que unos chorrillos le caigan desde la boca hasta el pecho. Eructa y se limpia la boca con el dorso de la mano.
Se queda mirando la extraña luz, haciendo visera con la mano. -¿Qué es eso?
Se lo piensa un rato mientras se frota los dientes con los dedos, intentando limpiarlos. -¡Báh! Si no supiera que Novaresa es un tio correoso, me quedaría aquí abajo. No hay vasco que tenga la mollera más dura. Además quiero ver qué carajo es eso. Hoy está de buen humor. Parece que la noche ha borrado los malos pensamientos del día anterior.
Coge otro coco, improvisa una cuerda con una liana y se lo cuelga, a modo de cantimplora. Se acerca a Robert y le pone una mano en el hombro. -Chico, ¿me acompañas? Quiero acercarme a los árboles. Se acerca a Robert y le susurra. -Es peligroso andar por ahí sólo, podrían estar vigilándonos. Sus ojillos se mueven de un lado a otro, vigilantes.
Se acerca a la linde de los árboles con el sable en ristre, corta un par de hojas grandes. Se agacha y comienza a trajinar con unas hebras de cocotero. -¿Quieres una? El sol nos requemará la sesera. Quizás no sea del agrado de las damas de la corte, pero es efectivo a más no poder. Se levanta con una gran hoja puesta en la cabeza, a modo de visera improvisada.
-¡Ale! Vámonos de paseo, a ver qué huevos es eso.
Divertido por el comportamiento de Gonzalo. Robert siente menos tension por lo ocurrido ultimamente.
Sonrie y le sigue la corriente caminando ya en direccion a la selva para tratar de buscar el camino hacia la elevacion.
Se asegura de coger su pistola y girandose dice al resto.
Los que quieran venir que se den prisa. No sabemos cuanto vamos a tardar asi que cuanto antes salgamos mejor.
Verdad Gonzalo?.
Oye Gonzalo. Estas lastimado. Que te paso?. Dije mirandole algunos cortes que tenia ensima el hombre.
La noche me habia sentado bien. Y seguia en buena forma aun. Decidi comer algo. No comia nada desde el dia anterior. Y me recupero las energias completamente hacerlo.
Escuchando a lo que tenia que decir cada uno Henrik se mesa su barba.
- Entonces yo me quedaré aquí abajo con el bote - dice señalando - Aprovecharé para ir a buscar algunos cocos más y exploraré un poco los alrededores a ver si encuentro un buen sitio para esconder la barca, en casa de que sea necesario.
Recuento (para situarme un poco):
Henrik y Novaresa se quedan abajo explorando y escondiendo el bote.
El resto sube la marcha (incluido los que no han dicho nada, que se supone que hacen lo de la mayoría)
es correcto?
Subamos pues, que la montaña espera. Miro a la montaña por última vez antes de ponernos en marcha.
Lease, por mi, sí, p'arriba ;)
Zúñiga no tiene arañazos, tan solo un pequeño corte en la mano derecha. Sin embargo, cuando llegó al campamento cogeaba ligeramente, como si tuviera el pie derecho lastimado, pero hoy se mueve con normalidad.
Mira Davy con la enorme hoja cubriéndole la cabeza. Según mueve aparecen caprichosas sombras en sus facciones.-¿Eh? Ah, eso. El barco no tenía escaleras para subir, así que me pegué un leñazo. Se rasca la ceja derecha. -¿No venías conmigo? Demasiado grog, bribón. Le da unos toquecitos con el puño en la frente.
-Venga, vámonos, lo mismo tardamos mucho y se nos hace de noche. Gonzalo saca el sable y se adentra en la jungla, dipuesto a partir lianas, troncos o monstruos oníricos.
Elisabeths se quedaba, (y ya que Theresa no va a estar dejala donde no necesite postear, creo yo)