Malditos bastardos.
Mi primera intencion seria ir a ayudar a Gonzalo aunque me he llevado yo tambien un buen balazo, pero por otro lado soy uno de los que tiene pistola.
Asi pues decido apuntar a uno de los malnacidos que nos ha disparado.
Tirada: 1d20(+10)
Motivo: Disparar
Resultado: 4(+10)=14
Disparo a uno de los que no esta herido ya que supongo que Davy repetira objetivo y asi a lo mejor le impido que dispare a algun compañero mas.
Se me cae la bala encima. :(
Me pongo a lanzarle una bala al hombre que parecía mas peligroso (el unico que estaba en plenas condiciones)
Miro hacia donde el está y pum!!
3+15 =18
Tirada: 1d20
Motivo: disparar
Resultado: 3
Abatiendo a mi primer enemigo me enfrento contra otro rapidamente. Mis disparon son certeros y mis ataques son fuertes. El enemigo no podria resistir por mucho. Siempre habia sido fiel tirador.
Tirada: 1d20(+15)
Motivo: Punteria.
Resultado: 10(+15)=25
Gonzalo se incorpora rápidamente y abandona el arbusto cuando el tipo de la derecha se pone a recargar el arma. Su pierna derecha resbala y trastabilla, pero se impulsa con todas sus fuerzas ladera arriba. No le han visto. Avanza unos metros. Siente la familiar sensación de determinación y fatalismo que le acompaña en las situaciones más jodidas. Hará lo que tenga que hacer, aunque muera en el camino.Si muere, al menos lo hará con las botas puestas, y no por una borrachera en el puerto más mugriento.
De repente se da cuenta de que no va a ir bien. Su instinto le previene. Pero es demasiado tarde. Nota un latigazo bajo la clavícula izquierda que le desestabiliza y le hacer perder velocidad. Avanza un par de zancadas más, chorreando sangre. En el siguiente disparo, el plomo se inca en el muslo derecho.
El suelo y las piedras se abalanzan sobre él, y todo comienza a dar vueltas. Hasta aquí hemos llegado.
Queda tendido boca abajo, chorreando sangre por dos heridas y con arañazos y cortes en la cara y las manos. Cierra los ojos con fuerza, asimilando el dolor que late y desborda sangre. Se queda quieto, intentando disminuirlo, mientras estallan los disparos a su alrededor. Su mano tantea en busca del sable, pero no lo encuentra. Al cuerno.
Suspira y todo queda en penumbra. Se desvanece durante unos minutos.
Un disparo acaba atravensando uno de mis brazos con lo cual suelto un gran alarido y caigo de rodillas al suelo, no estaba hecha para soportar el dolor, me llevo la mano a la herida apretandola para taponarla, pero el dolor es demasiado intenso y permanezco de rodillas sin poderme mover.
Mira a su alrededor, disparos, compañeros heridos, entonces deja de pensar y empieza a actuar, con el sable aun desenvainado corre hacia Gonzalo esperando que sus compañeros con armas la cubran mientras llega hasta él.
Vamos Gonzalo, no me falles ahora, aguanta un poco ya llego, piensa para si mientras no deja de correr todo lo rápido que sus piernas le permiten, seguidamente escucha a Larisha, gritar -mierda!! no puedo con todos- maldice a los compañeros que no mueven un dedo por los demás en voz baja, y grita a todo pulmón- Dave cubreme!!-
Zúñiga! -exclame sorprendido mientras le vehía caer. Si utilizaras los ingenios que salen por tu bocaza para pensar un poco!
Seguidamente corrí hasta donde quedó tendido el Bachiller, y mi cuerpo cayó encima del suyo, tapándole, protegiéndole de posibles balas.
La lucha continuaba. La verdad es que no sabíais muy bien quién eran esos tipos, de dónde venían o porqué os habían atacado sin más.
"Os destruiremos bestias del infierno" "Hijos de Satanás".-dijeron los hombres que estaba luchando desde la cueva.
En esos momentos, una voz comenzó a oirse. Estaba voceando de forma desesperada
"¡Alto! estos son hijos de Dios, ¡No les disparéis! ¡No disparéis!
Apareció un hombre de entre los árboles, de una parte alta, con ropas muy desgastadas y unas botas realmente sucias. Era un hombre fuerte y alto, y tenía una larga melena roja. Se puso en la dirección de las balas, entre vosotros y los tipos. Caminaba con los brazos extendidos, como mostrando una no hostilidad hacia vosotros. Luego, los tipos de las cuevas seguían cubriéndose, pero subieron sus armas hacia arriba. Ya no os disparaban.
______________________
Van Thorenham, Thorge y Jones, este post ocurre antes de vuestros segundos disparos. Si aún así decidís dispararles, calcularemos los valores de vuestro segundo disparo. Decidmelo por post privado.
Viendo que alguien intenta hacer una tregua, mi lista de prioridades cambia un poquito. Con Gonzalo caido habría que echar un ojo a sus heridas lo antes posible, para evitar que se desangre. En el barco muchas veces me encargaba de las heridas de los compañeros y, al final, ya es para mi casi instintivo ir a ayudar a un pirata amigo caido.
...y en el remoto caso de que se hubiese ido a navegar con el gran pirata del infierno, alguien tendría que quedarse sus botas...
Puedes hacer una tirada de cultura, para recordar cómo se hacía una curación rápida.
Tirada: 1d20
Motivo: curacion rápida
Dificultad: 14-
Resultado: 17 (Fracaso)
Tirada: 1d20
Motivo: curacion rápida
Dificultad: 13-
Resultado: 8 (Exito)
Pues aquí te va...
Robert ha sido quien nada mas llegar trato de evitar el cruce de disparos con sus gritos diciendo que venian en paz.
Ahora que ve aparecer un hombre interponiendose y ordenando el fin de los disparos Robert decide hacer lo mismo sobre todo viendo que son varios de ellos los heridos uno de ellos puede que grave y no es otro que Gonzalo.
No sin esfuerzo Robert pues se incorpora con la pistola encintada y las manos en alto poniendose delante de sus compañeros para ver si alguien puede acercarse a Gonzalo y Larisha para atenderlos o al menos ponerles a cubierto si esto continua a pesar de todo.
Parad el fuego. Repito que no veniamos a haceros daño joder.
Anulo mi disparo. Y como voy a postear lo que hago en reaccion a lo ocurrido no veo el sentido de mandartelo solo a ti pero si crees que si lo borras.
En cuanto Jones y Thorge me digan si anulan o no pasaremos a otra escena. De momento que no postee nadie más.
Henrik, te reincorporas en la siguiente escena.
Arrojad sus armas donde pueda verlas acostaos 12 pasos lejos de ellas y cerca de nosotros y no os dispararemos. Os superamos en numero y en municiones.
Exclame friamente. Davy Jones no era un nene de pecho habia vivido tiempos duros una infancia demaciado dificil para un niño sin familia amigos ni dinero. Habia pasado hambre y dormido en las calles con la nieve. No iba a quitarle a nadie la chance de darse por vencido pero tampoco le iba a dejar asi sin mas.
Sin embargo Davy seguia apuntanto. A la primer accion hostil dispararia y no preguntaria nada mas.
Anulo.
Cuando escucho algo refiriendose a parar el combate, me detengo en seco, pero aún así no confio en esas palabras.
Se cierra esta escena. En breve una nueva.