Una vez que parecía ya todo encauzado había poco que decir. Aunque ante las palabras del enano me tensé diciendo.- Tampoco hay que precipitarse, dado que el día esta avanzado creo que lo mejor, como pronto, sería partir mañana, ya que así estaremos descansados y podremos emplear la tarde del día para comprar pertrechos y prepararnos mentalmente para el viaje.- Carraspeo un poco la voz.- Además yo en particular tengo algo que hacer fuera de la ciudad, aunque sin ninguna falta estaré a primera hora de la mañana en la ciudad y preparado si es menester.
Skullblaka escucho y tras unos minutos asintió.
- Estoy de acuerdo con vuestras condiciones. Pero a pesar de ello antes de partir me gustaría saber cuantos de los habitantes y de las cercanías hay desaparecidos. Seria bueno tener un registro que nos pueda ayudar si encontramos a alguno de ellos en las montañas. – comenta el Eladrin mientras observa la puerta que Arjhan y Grimz han usado hace nada. Habían sido compañeros muy especiales y la verdad no sabría que esperar de los que ahora tendría.
Prefiere no añadir una sola palabra a las de su compañero, y se limita a observar a los demás a la espera de su decisión. El abandono de dos de los presentes no parece importarle demasiado. Acababa de conocerlos, y prefería tener compañeros involucrados y con las cosas claras.
Su mirada se clavó en Arturo al escuchar la palabra Salvaje, siempre la llamaban así pero ni siquiera se dignaban a investigar como vivían, todo lo que no viviera en una ciudad o un campo ya automáticamente era tachado de salvaje, y más por su aspecto. – Con el debido respeto, salvaje no es el que vive en el bosque sino el que lo destruye. – Alzó ligeramente la cabeza hacía arriba, haciendo una mirada fugaz hacia Rassimel.
Asintió con una sonrisa a las palabras de Cowell, por el apoyo que estaba recibiendo mientras su mirada parecía inquieta mirando a cada uno cada pocos segundos. Por otro lado le apenaba la marcha de los dos viajeros que había visto la noche anterior en el templo, les había visto con ganas de seguir pero al parecer había sucesos inesperados en aquél pequeño grupo que llegó al templo.
Volvió a asentir de nuevo, el tiempo apremiaba. – Toda información será bien recibida. – Comentó con voz suave.
Arturo observa a Faren esperando su aprobación y entonces interviene.
-Bien. No hemos preparado una lista. Pero antes de que partáis Nixmor podrá tener una lista con los nombres y las señas de identidad de la mayoría de los desaparecidos. Aún así...- el hombre echa mano de uno de los palees que se encontraban en la mesa detrás de ellos, leyendo de él les contó -Tenemos la certeza de al menos diecisiete ataques, incluido el último de ellos perpetrado contra los viajeros que acompañaban a Skulblaka. Pero es posible que haya habido al menos media docena de ataques mas que no hemos registrado.
Mira un momento a Wind haciéndole una deferencia y prosigue
-Estos ataques, los que hemos podido confirmar, se han saldado con veintiséis muertos y treinta y séis desaparecidos. De nuevo sin contar con aquellos que hubieran muerto o desaparecido a causa de los ataques de los que no nos queda constancia.-
-Entonces dicho esto queda sellado nuestro acuerdo. Rásimel en calidad de sumo sacerdote de Canción de Luna y mis consejeros Arturus Grey y Nixmor el morado actuarán como testigos de este pacto de palabra entre seres libres.- dijo Faren acordándose derrepente de que sus labores eran muchas.
-El momento de partir es algo que vosotros deberéis tener en consideración. Yo os ruego que sea cuanto antes, puesto que vuestra empresa es de suma importancia para nuestra comunidad. Aunque me temo que si queréis una lista detallada, Ugarth tendrá por cierto su día libre antes de partir.
Si queréis decir algo mas o este es vuestro momento... sino pasaremos a alguna posada donde podrán planear el viaje, la hora de partida, y lo que surja supongo.
Yo en principio estoy conforme con todo, pero un detalle a tener en cuenta cuando vayamos a la posada es la hora del día pues si es tarde con la escusa de las labores que tengo me voy del grupo y quedo con ellos por la mañana en la taberna que hay que evitar la transformación delante de ellos XD
La lista sin duda será de gran ayuda - dijo Bolthur rompiendo el tenso silencio que se había hecho en la estancía. Tal vez debería empezara a tomar decisiones, tal y como estaba acostumbrado con la patrulla a su cargo en la vigilancia de las cavernas del Baluarte de Martillo.
Si algo sabía Bolthur era que hacia falta una voz que tomase decisiones, aunque siempre abierta a recibir sugerencias. - Si mis compañeros estan de acuerdo, descansaremos hasta tener preparada la lista en alguna taberna. Allí decidiremos entre nosotros la mejor forma de actuar y manejarnos en la montaña.
Miró a Cowell esperando que estuviese de acuerdo con sus palabras.
Skullblaka escucho las palabras y los números que se barajaban en las desapariciones, la verdad era un numero que ni siquiera el había tenido en mente, eran muchas y la verdad muy dispares.
- Creo que si lo permitís, estoy de acuerdo con Maese Bolthur. Debemos tener esos nombres e identificaciones para poder desenvolvernos en previsión de esos datos y del lugar al que debemos dirigirnos. No será la primera vez que me meto en un gran lió para salir de el. – comenta. – Creo que partir mañana será la mejor opción, tras tener todos los datos y los mapas de la zona si es posible.
- Estoy de acuerdo con ambos
Se limita a decir mientras asiente con la mirada perdida, pensativo. La idea de que el nombre de su sobrino esté en una lista tan funesta es terrible, pero sabe que tendrá que afrontarlo tarde o temprano.
- Ahora deberíamos ir descansar
La reunión ha terminado cerca del medio día. Fuera las personas que esperaban para tener audiencia con el regente están realmente ofuscadas. Alguien empieza por fin a explicarles sobre lo que la reunión versaba, lo que aplacó un poco las protestas, pero no las erradico por completo.
Faren se reúne con ellos un momento antes de salir y deja en las manos de cada uno uno bolsa con las 50 monedas de oro que había prometido. Al fin se despiden y vuelve al salón de audiencias, donde sin duda tendrá un largo día.
Arjhan y Grimz, que esperaban en un apartado de la casona, se unen a Rasimmel, ambos se dirigirán al templo Claro de Luna donde saldrá la partida en dirección a las lejanas tierras del norte, de las que procede el gigantón humano. Los nuevos compañeros de viaje se dirigen a La Posada Nentir.
En la posada deciden comer juntos mientras organizan y planifican la partida. Nixmor les aseguró que les haría llegar el pergamino con los nombres en cuanto estuviese listo, así que aún tenían la tarde entera para hacer sus diligencias.
Los Pjs están en un reservado de la posada delante de una buena comilona. Un buen momento para presentarse los unos a los otros (si lo consideran oportuno) y para preparar el viaje. Recuerden que Faren ha quedado de dejarles un carro para el viaje, por lo que en principio no es necesario medio de transporte, claro que si cada uno prefiere un caballo individual, son libres de comprarlo.
En las puertas de la Posada de Nentir, paro a mis compañeros.- Bueno compañeros, muy a mi pesar y como dije antes, tengo unos asuntos que atender fuera de la ciudad. Por lo que no os puedo acompañar en la taberna, aun así me vuelvo a presentar, soy Ugarth y ya me conozco la zona por la que nos vamos a mover por lo que podéis contar conmigo como guía. Nos veremos a primera hora de la mañana aquí en la taberna y así me ponéis al día de las decisiones que habéis tomado.- Con una sonrisa y un saludo me despido de mis nuevos compañeros hasta el día siguiente.
Skullblaka se despidió de Ugarth al llegar a la posada, mientras esperaba a sus nuevos compañeros para entrar en esta se quedo de reojo mirando la partida de Grimz y Arjhan. Sabia que les iba a echar de menos, no tenia duda de ello. Pero a pesar de todo aun tenía algo que hacer en aquel lugar y ahora con nuevos compañeros.
- Me llamo Skullblaka. Forjado en las enseñanzas de la danza del acero con el mythrall. Un placer. – comenta el Eladrin, realizando una inclinación de cabeza a los otros compañeros.
No intercambio muchas palabras con sus nuevos compañeros hasta llegar a la posada. Solo miraba a Cowell que seguramente estaría impaciente por tener la lista de desaparecidos en sus manos.
En la posada los trataron bien. Enseguida los llevaron a un reservado y llenaron la mesa de viandas. Bolthur lo agradeció como si le acabasen de regalar una nueva armadura de Mithril hecha a medida. Con todo el jaleo de la reunión con Faren no había prestado mucha atención a su voraz apetito y su amplia barriga requería de cuidados.
Fue el primero en servirse, cogiendo un buen mendrugo de pan y un trozo de panceta seca que no tardó en desaparecer en su boca. Se disponía a dar cuenta del queso que su nariz había percibido cuando sus compañeros empezaron a presentarse. Se limpio la barba de cualquier rastro de migas de pan, y dio un largo trago a su jarra.
Mi nombre es Bolthur del Baluarte de Martillo. Amigo de Cowell y de todos los enanos. - dijo mirando serio a sus nuevos compañeros. - Si vamos a entrar juntos a esa montaña para rescatar a los secuestrados, será mejor conocernos bien antes. - Hizo una breve pausa para dar otro trago. - Yo soy uno con mi martillo y escudo, y hábil tiene que ser mi enemigo para traspasar mis defensas. Se algunos buenos trucos para la lucha directa y me desenvuelvo bien en espacios reducidos, sobretodo en galerías subterraneas. Y... poco más, la verdad. - Sonrió amistosamente y espero a la presentación de los demás.