Tras esperar un rato prudente, el polizón avanzó raudo dejando así atrás los cuatro generadores diésel que le habían hecho una breve y extraña compañía. No tardó en llegar así a al extremo de aquella extraña y artificial gruta. Justo en aquel lugar un tanque de desmesuradas dimensiones descansaba acaparando toda la atención del lugar.
A un lado de éste (8) una sucesión de mesas de laboratorio como las que había visto en el psiquiátrico de donde venía se disponían ocupando una extensión nada desdeñable de terreno. Sin embargo no era el laboratorio lo que atraían su atención...
El equipo que conformaba aquel tanque consistía en una serie de capacitores y de bancos de control técnico que giraban en torno a un tanque de grandes dimensiones que tenía forma de bañera. Sobre éste se encontraba un espejo parabólico que mostraba su interior: una persona, si es que se le podía llamar así la cual se encontraba flotando inerte en algún tipo de liquido acuoso.
La persona que resultaba vagamente familiar se encontraba atada al recipiente y en torno a esta una serie de tejidos como los que habías visto en el purificador de aire (3) luchaban por adherirse al cuerpo de ésta. Fue entonces en medio de aquella especie de lucha que advertiste que la víctima tenía pechos femeninos y sobre estos un crucifijo familiar...
Aquello te hizo sorprenderte y trastabillar lo que ocasionó un ruido.
-¿Quién va?- Preguntó una de las voces en la oscuridad.
-Será la cosa esa, esa "muhé suertúa" que ha "encontrao" el doctor podrá mostrar pronto su ser. Deja de asustarte por gatos que no existen y pása otro "cigarru".
Motivo: Enfrentada
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 71 (Fracaso)
Te hago tirada enfrentada de tu DES (11) frente a su INT (7) fallas in extremis. Considero que oyen algo pero no es lo suficiente para alarmarles. Cuando te vuelvas a mover tira, falla otra y empezarán a buscarte.
-Maldita sea Frederic, ¿es que nadie te ha enseñado ha no hacer ruido cuando tu miserable vida está en juego?- se recriminó mientras recobraba la compostura y evitaba que cualquier otro ruido alertara de su presencia a los guardas. Estaba claro que le habían oído, pero eran tan tontos o vagos para dejarlo pasar... de momento.
Se acercó al tanque. Sentía la necesidad de observar, de examinar aquel cuerpo desnudo danzando en su acuoso entorno junto a a esa sustancia que intentaba poseerlo.
Su naturaleza curiosa e inquisitiva sumada a la propia y evidente naturaleza sobrenatural de aquella escena no le permitían pensar en otra cosa que no fuera acariciar el cristal del tanque, observar aquellas formas femeninas, aquel crucifijo... ¿Dnónde lo había visto antes?
Motivo: Moverme hacia el tanque
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 39 (Exito)
Fue fijarse en el crucifijo durante un tiempo largo, casi prolongado que una figura humana empezó a dibujarse en tu memoria y en tus recuerdos... Hacía apenas 24 horas que lo habías visto colgando de un cuello de marfil, casi lo más agradable que habías visto en mucho tiempo. Y aquella no parecía una mujer vacía, en sus ojos había un afán inquisitivo por conocer. Entonces se antojaron incómodos cuando lo que parecían querer era palpar el morbo de tratar con un interno... ¿Fue esa la verdadera razón? Puede que nunca lo supieras pues sus ojos eran ahora casi vacíos, mirando en dirección de ninguna parte, o tal vez en dirección a algún lugar de otro mundo, sin embargo el resto de ella, no era ella.
Al menos no la imagen que recordaba...
Unas nuevas gotas de algún color impreciso cayeron de nuevo en el recipiente, parecían provenir de los depósitos adyacentes, provocando algún tipo de reacción catalítica que hicieron que el cuerpo sufriese un espasmo, los tejidos que la rodeaban también temblaron adheriéndose más la mujer... si es que tenía algo de aquel rostro que creía recordar.
Motivo: Percibir
Tirada: 1d100
Dificultad: 65-
Resultado: 22 (Exito)
Tiro por ti percibir a ver si lo reconoces...
-¡Pero que...!- la exclamación escapó de sus labios, en un susurro ahogado al reconocer a la señorita Thornton, pues sin duda, esa cosa que ahora flotaba delante de sus ojos era el cuerpo de la joven que le había visitado el día anterior.
Extendió su mano para tocarla, pero el movimiento paró en seco a mitad de camino, ¿qué podía hacer por ella? Absolutamente nada. Observó su entorno, intentando calmar las pulsaciones su corazón que a su vez resonaban en su cabeza.
Decidió no perder más tiempo junto aquel tanque del infierno y avanzó sigiloso en dirección a las mesas de laboratorio que tenía enfrente en busca de cualquier pista que le ayudase a entender la situación.
¿Por qué no huía simplemente?¿Por qué no salía de aquel lugar y buscaba una manera de llegar a la calle, a la libertad?
¿Tan loco se había vuelto que prefería investigar aquel lugar infernal para encontrar una explicación? Con ese pensamiento avanzó lo más agachado y cercano a la pared que le fue posible para no alertar a los guardias.
Motivo: De 9 a 8
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 62 (Exito)
Hago la tirada para ir del punto 9 al punto 8. No sé si era necesaria, aún así ahí la dejo.
Habiendo visto lo que el señor Dawson vio, volvió a encaminarse al laboratorio con tiento no sin dejar de mirar en dirección a donde se encontraba la extraña pareja, tal vez esperando alguna reacción de algún tipo en ellos. No fue así.
El laboratorio de repente adquirió un especial interés a sus ojos, y dejó de ver en éste un laboratorio común. Al fijarse detenidamente en las etiquetas de las diferentes probetas, matraces y frascos comprobó que parecía más un laboratorio de alquimia sacado de algún tipo de aquelarre en lugar de un laboratorio de química al uso. Polvo de momia, sebo de cadáver, sangre de bruja, mirra y bilis de salamandra eran algunos de los extraños nombres que figuraban en las etiquetas.
A un lado se encontraba un armario cerrado en cuyo interior había un libro con notas y cuatro viales de cristal.
Sin saber por dónde empezar, decidió volver a dejar los viales en su sitio y tomó en su lugar el armario abriéndolo por una página al azar. Ésta recogía una serie de notas cuidadosamente redactadas en una letra pulcra, de vez en cuando aparecían anotaciones con una letra más frenética, con tachones y letras al margen. Todas parecían haber sido tomadas por la misma persona.
Finalmente llegó a un capítulo si es que podía llamársele así. En el encabezado se recogía las siguientes palabras subrayadas: "Creación de proto-shoggots"
Su descripción era pavorosa, describía cómo debía utilizar primero varios seres humanos para la creación de un tejido de proto-shoggot para después adherirlo al cuerpo de un huésped. El procedimiento era extraño e incluía la combinación de varias sustancias en proporciones muy definidas las cuales debían verterse en un gran recipiente. Describía la necesidad de un gran espejo que se encargase de absorber la mayor cantidad de rayos luminosos para inocularlos en el caldo de cultivo.
Fue entonces cuando se fijó en los cuatro viales esperando encontrar en ellos algún tipo de solución, en los mismos su etiqueta describía su contenido: Catalizador de proto-shoggoth, accelerador celular, depresor del comportamiento y disolvente celular.
¿Qué era un proto-shoggot? Estaba claro, gracias al libro de notas, que fuera lo que fuese tenía que ver con el proceso que se estaba llevando a cabo en aquel lugar sobre el cuerpo de la señorita Thornton.
Algunas lecturas relacionadas con la transmutación de unos elementos en otros, tratados alquímicos medievales sin ningún tipo de validez científica, acudieron a su mente. Al parecer estaban tratando de crear algún tipo de forma de vida a través de otra, o al menos es lo que él pensaba, ya que, al igual que le ocurrió en el garaje, se encontraba totalmente fuera de su entorno natural. Y al igual que pasó entonces, ahora tampotenía ni la más remota idea de que hacer.
Estaba claro que lo lógico era salir de allí cuanto antes, pero no sabía si podía hacer algo por aquella mujer, ni siquiera si estaba viva.
Motivo: Idea
Tirada: 1d100
Dificultad: 90-
Resultado: 50 (Exito)
Tiro idea porque las cosas que se me están ocurriendo son demasiado surrealistas... ;P
Ideas varias: Aunque saques a la pobre mujer ha perdido parte de la humanidad propia de ella, no sabes en qué parte del proceso está y desde luego no sabes revertirla. De haber alguien que sabe de esto tendría que ser el que la metió allí. Por contra, si quieres salir... Junto al portal por el que has venido hay otro portal, no sabes a dónde lleva pero por el que has venido lleva al manicomio... Tendrías que tener cuidado eso sí con los que están por ahí no sea que te pillen cuando vuelves.
Te he comentado un poco en base a lo que has ido diciendo. No sé si querías algún plan de usar unos para atacar a otros o similares jajaja.
Cada fibra de su cuerpo le pedía salir corriendo de aquel lugar. Alejarse lo máximo posible de aquella abominación, pero luchó contra ese instinto primario de huida y continuó rebuscando entre los papeles y apuntes tratando de encontrar un nombre o una pista de quién podía ser el responsable que se encontrara detrás de semejante aberración.
Todo el proceso, tanto de elaboración como de documentación, era tan meticuloso que estaba convencido de que el autor se habría molestado en dejar su impronta en aquellos apuntes.
Por otro lado no dejaba de darle vueltas al contenido de los viales contenidos en la estantería...
Una pregunta, ¿los viales están cerrados con un tapón o son más rollo probeta abierta?
El autor de aquella obra más propia del universo de Dante no había dejado su firma. No parecía ser algo que pretendiese dejar a la posterioridad, si no una especie de diario que recogía sus propios experimentos. Así como sus experiencias previas obtenidas mediante el método ensayo error.
En algunas de las pruebas, a un lado viene recogido el nombre del sujeto de pruebas. Ningún nombre le era familiar al lector hasta que empezó a pasar desordenadamente las páginas de su agenda... Fue entonces cuando una página le llamó poderosamente la atención pues creyó reconocer su propio nombre.
Y allí estaba, al final de una lista que encabezaban los cinco primeros desaparecidos del psiquiátrico. El quinto... Ambrose Morven
Los viales están cerrados con tapón, no estarlo podría exponerlo a agentes contaminantes del exterior.
Tuvo que esforzarse para reprimir una carcajada al leer su propio nombre en la lista. Al final iba a resultar que no estaba tan loco y que realmente aquella gente pretendía acabar con él.
¿Habrían decidirlo convertirle en una de aquellas cosas o simplemente sería un ingrediente más en esa sopa siniestra? La verdad era que poco le importaba. Había pasado el último año de su vida acosado por seres interdimensionales, escuchando voces de otros platos y observando visiones de otras realidades paralelas. Aquella situación prácticamente era su vida cotidiana, y si pretendían acabar con él vendería caro su pellejo.
Agarró los viales etiquetados como "depresor del comportamiento" y el que tenía el atractivo nombre de "disolvente celular" y se los guardó mientras que vaciaba el contenido del llamado "acelerador celular" dentro del caldo de cultivo que cubría el cuerpo de la mujer y desandaba el camino tratando de alejarse lo más posible de la garita de los guardias y salir de allí sin ser visto.
Pues eso, que la idea es hacer el mismo camino que hice para llegar hasta aquí pero al revés y llegar hasta la entrada
Era complicado trepar con el frasco en las manos, en un alarde de temeridad el señor Dawson se llevó el vial a la boca como si de un pirata se tratase y volvió a trepar el par de metros que suponía encaramarse a lo alto del recipiente. Aquellas palabras no presagiaban nada bueno, sin embargo tal vez supondía una diferencia respecto a aquel estado en el que se encontraba.
El líquido vertido destacaba en comparación con la claridad del caldo en el que se hallaban sumergido aquellos tejidos y aquel ser en el que estaba tornando la joven. Poco a poco su intensidad fue diluyéndose y formando parte de la claridad del caldo de cultivo.
Tal vez decepcionado, tal vez inquieto por poner tierra por medio -algo que sólo sabrá el propio Freddy- empezó a caminar para poner tierra por medio con aquel descubrimiento. El accelerador celular acabó produciendo algún tipo de reacción catalítica que provocó que el caldo empezase a burbujear.
-¡¿Oyes eso?! Está pasando algo... Se supone que le quedan tres días. -Gritó una voz cuyo volumen se alzaba con el estruendo que iba provocando el líquido, cada vez in crescendo- ¡Avisa a Freygan! ¡Voy a mirar!-. Contestó la segunda voz.
Motivo: Discrección
Tirada: 1d100
Dificultad: 80-
Resultado: 25 (Exito)
Decisión y sigo narrando: ¿Te detienes o sigues alejándote?
No tenía del todo claro si lo que había hecho era una genialidad o la mayor de las estupideces posibles. Lo único que tenía claro era que no tenía la menor intención de quedarse junto a aquel caldero burbujeante.
El hecho de que sorprendiese a los guardias de aquella manera le satisfizo de algún modo morboso, pero su instinto de supervivencia le impelía a abandonar aquel lugar, por lo que siguió su camino echando miradas de soslayo para evitar sorpresas, pero con la firme intención de largarse de aquella maldita cueva.
Me voy a ser posible por el portal que no he probado aún.
El gran recipiente empezó a fisurarse, aquello era suficiente señal para el autor de aquella reacción inesperada quién optó por desandar su recorrido al abrigo de los nuevos sonidos que disimulaban sus cada vez más apresurados pasos.
-¡Mierda! ¡Eso no tenía que estar pasando!- Oyó el paciente del psiquiátrico a su espalda, aquella exclamación supuso una premonición que acabó precediendo una explosión de vidrio seguida por el sonido inconfundible del agua.
Ya estaba a la altura del generador cuando era consciente de que ya no había vuelta atrás, había desatado algo y ahora estaba plenamente seguro de que no quería saber de qué trataba. La ignorancia era la felicidad y fue precisamente su afán por conocer lo que le llevó a aquella casa de locos.
Para cuando llegó a la altura del purificador de aire, se fijó cómo uno de los guardias quién portaba el arma que antes había visto apoyada se detenía frene a uno de los portales. El que conocía y sabía a dónde llevaba: al psiquiátrico. Con suerte iría como alma que lleva el diablo y no se fijaría en el mal disimulado cuerpo del que dio cuenta Freddy hacía… ¿Cuánto tiempo? ¿cuánto tiempo llevaría indagando por aquella especie de laboratorio extraño?
El portal no tardó en aparecer y el guardián en desaparecer con él. Mientras aguardaba y hacía tiempo se fijó nuevamente en el purificador de aire el cual parecía estar haciendo algún tipo de respiración acompasada. El tejido biológico en el que antes apenas parecía haberse fijado le resultó familiar. Lo había visto multiplicado en el tanque que acababa de destruir.
BANG
Un disparo cortó el silencio de la sala, las voces hace tiempo que dejaron de sonar viéndose reemplazadas por un murmullo.
BANG
Otro disparo sonó.
Había que poner tierra por medio cuanto antes por lo que el paciente no aguardó con mucha más paciencia y echó a correr rumbo al segundo acceso. No recordaba cómo había entrado, dudó más la verdad no tardó en revelarse frente a sus ojos. El portal se empezó a formar al sentir su presencia y su deseo. La pared volvió a girar sobre sí misma y desapareció para dar lugar a un sitio oscuro.
A sus ojos le llevó tiempo acostumbrarse a la oscuridad. Aún no reconocía nada, y frente a él. Una silueta familiar…
Continúa en capítulo 2: "Y luego continúa hasta que llegues al final"