La puerta fue abierta y aparte de oscuridad no visteis nada. Ni enemigos, ni monstruos... alguna cucaracha corriendo por la luz de una lado a otro, pero nada dañino.
Por esa escalera pudisteis llegar arriba. No habia necesidad de parar en cada piso.
Al llegar arriba una chica rubia os salio al paso, practicamente lanzandose en brazos del que ascendiera en primer lugar.
- ¡Gracias, gracias!.- dijo emocionada con veros.- Mis compañeros estan al final del pasillo.- dijo señalando una puerta entre abierta.- Ellos tenian miedo de que no fuerais de fiar, nos encontramos con una gente horrible de camino y ahora desconfian de todo el mundo.- explico casi negandose a parar de hablar.- Hay un lugar seguro, una ciudad solo de personas. Estan trabajando en una vacuna y tenemos campos de cultivo, animales, comida... ¡Luz y agua corriente!.- dijo como si fuera ella la que quisiera salvaros a vosotros.
Bruce estuvo a punto de atizarle cuando se dio cuenta de que hablaba y parecia razonar. Miro al jefe del equipo, no le gustaba la mocosa, nisiquiera se habia identificado.
- No tan deprisa señorita, ¿Cuantos son?¿Cuantos de ustedes estan heridos?.- pregunto antes de dar un paso mas. Habia visto mucho y no queria caer en otra maldita emboscada. Habia infectados por todas partes pero algunos supervivientes eran aun peores.
Miro a Bruce y le indico con la cabeza hacia la chica y me llevo un dedo a los labios, para que la tuviera controlada y en silencio.
Le señalo la puerta a Jordan y me llevo dos dedos a los ojos y después apunto a la escalera. No quiero perder de vista nuestra única salida. Una vez veo que entiende lo que le digo me doy la vuelta.
Empiezo a avanzar con mis otros dos compañeros detrás, hacia el final del pasillo, con el ceño fruncido y empiezo a desenvainar una de los largos machetes que tengo en el muslo.
¡Vamos chicos! de nuevo concentrados xD
Con mucho cuidado de no hacer ningún ruido y mirando muy mucho donde pongo los pies esta vez, camino detrás de Mark.
Unas gotas de sudor frío resbalan por mi cara mientras voy recordando el susto del sótano. Esta vez no me caeré en ningún sitio extraño. Esta vez no.
Al abrir la puerta visteis a dos chicos, uno con una melena media y otro negro de escelente forma fisica. Los dos estaban armados y apuntaron a la puerta pero al ver a la chica bajaron sus armas.
En el suelo habia otro muchacho, tapado con una manta, parecia sudar por la fiebre y por el charco de sangre reseca del suelo, diriais que alguien le practico una amputacion de emergencia en una pierna.
El chico de melena parecia mas nervioso.- Somos humanos.- dijo deprisa.- Estamos bien... mordieron a Cesar pero creo que detuvimos la infeccion.
La chica se giro para presentaros.- Yo soy Brenda, el es J.D y Jacob.- dijo señalando al negro que os miraba con cara de pocos amigos.- Gracias por venir, en serio.
El chico herido tenia el rostro palido, habia perdido mucha sangre y aun no estaba curado de la infeccion. Estaba bastante mal, habia que tener cuidado con el porque no siempre servia el amputar un miembro para evitar mutar. Tenia los ojos abiertos pero sabiais que no os veia, estaba delirando de fiebre.
El hombre negro os miro esperando que le dierais una oportunidad para meteros una bala en la cabeza pero no dijo una sola palabra.
Las señas de Mark eran claras, así que Samuel se dispuso a acompañar a su compañero por el pasillo hasta traspasar la puerta donde se encontraban los amigos de aquella muchacha. Una vez dentro, observó en silencio y uno por uno a los cuatro supervivientes. Las palabras de la chica rubia le habían intrigado demasiado… ¿Por qué aportar tantos datos a unos completos desconocidos?... Pensó, pero no dijo nada.
Al ver al muchacho infectado buscó la mirada de Mark para resaltar su estrado, seguramente la infección seguía aun en su cuerpo y eso lo convertía en una persona potencialmente peligrosa. – Y dígame señorita, ¿Cómo han acabado aquí?. – preguntó, aun no se fiaba de aquella gente, y mucho menos del negro, el cual los miraba casi perdonándolos la vida.