El hombre sonríe. Tiene un atractivo natural, algo que te hace recordar no sabes por qué a los Caballeros de Solamnia de la Rosa. Da la sensación de ser mortal a la vez que muestra piedad y sapiencia.
- No, no soy yo quien te llevará al otro mundo. Soy el que exige saber por qué ha sido despertado lo que tanto tiempo ha estado aletargado.
Parlan mira el rostro del personaje, pensando bien las palabras antes de pronunciarlas.
- Krynn corre peligro, todos los pueblos libres lo corren, Takishis está runiando una poderosa horda con la que atacar a las pobres gentes. Es por eso que los quienes se alzan para proteger a los necesitados buscan toda la ayuda que pueden encontrar.
El hombre se queda unos segundos observándote y asiente con la cabeza para decir: - Son verdad tus palabras.
La imagen desaparece de delante tuyo, justo en el momento en el que notas como alguien toca tu hombro y levanta tu cabeza. Cuando abres los ojos, ves a Hímive a tu lado, sonriendo al ver cómo abres los ojos.
Parlan permanece un tiempo en el suelo, se siente mareado, pero no por eso deja de sonreír ante el rostro de Hímive.
- Hola señora, parece ser que acerté al dejar el anillo en manos de Erim... creo que tenemos lo que buscábamos... pero el precio fue caro, señora.- Parlan se mantiene allí donde está.- Tengo sed.
- Me alegra ver que aún respiras. - Dice la hembra sacando su odre y acercándotelo a los labios para que puedas beber.
Estás agotado, sin fuerzas y muy muy cansado, pero con su ayuda logras ponerte en pie. Sigues en la misma estancia, y ahora, el pergamino ya no está envuelto por ninguna piedra, sino sobre ella, esperando a ser recogido. Hímive te ayuda a llegar hasta él.
- Es tuyo el honor de cogerlo.
El joven agradece y bebe copiosamente del odre y despues se alza con ayuda de la dragona. Parlan, mira sus manos, manchadas con su propia sangre. Después mira a Himive y asiente. Alarga la mano hacia el pergamino.
- Espero que esté a la altura de las aspectativas y del coste que ha representado.
Puedo sanarme con mis conjuros? Está Erim en la sala?
Piensas por unos momentos lo de sanarte con tus conjuros, pero te das cuenta de que si lanzas uno, podrías caer incosciente, no tienes las suficientes fuerzas como para hacerlo.
Coges el pergamino y sientes lo poderoso que es, pero no cambia nada en la sala. Miras a tu alrededor buscando a la joven, pero no está en la sala.
Parlan se asombra al senir el poder y la fuerza que hay en el doado pergamino.
- Es este... sin lugar a dudas, cuanto poder...
Luego mira a Hímive, para ver la expesión en su rostro.
- Ya podemos partir, vayams a buscar a la joven de afuera y partamos. Te llamó ella?
- Sí, fue ella. - Responde Hímive mientras te ayuda a salir de ahí hasta el lugar donde se encuentra la joven bastante impaciente, quien sonríe al verte mientras se acerca a vosotros.
- No salías y escuché el golpe de la puerta al cerrarse, así que hice lo que me dijiste.. te encuentras bien? Tienes muy mal aspecto.
Parlan sonríe al ver a la muchacha.
- Hiciste bien, posiblemente ahora te lo estoy contando por que lo hiciste.- Hace una pausa, parece que está mareado.- Necesito descansar, pero podré hacerlo pues creo que he terinado mi trabajo aquí...
El joven mira a Erim y luego a Hímive.
- Hímive, podrías llebar a Erim con nosotros, de regreso a la academia?
Erim te mira con cara un poco apenada, pero os mira y dice:
- Parlan, la verdad es que yo preferiría volver a mi casa, no a la academía a la que os dirigís..
Parlan asiente.
- Ya melo figuro, especialmente después de ver el tipo de tareas que nos encargan.- Ríe debilmente.- El que pasa es siendo esto una isla no sé como te lo harás para regresar a tu hogar, y sola. Por otra parte, desde la acaemia podrías regresar a tu hogar, a parte de que te hcen falta provisiones imagino.
Parece que todo y su debilidad el joven se encuentra mejor, tras esas palabras da otro largo sorbo del pellejo.
- No os preocupéis. - la sonrisa de Hímive lo deja todo claro. - Vamos primero a la escuela y dejo allí a Parlan para que pueda ser atendido y que descanse, dejo el pergamino y luego yo misma te llevaré a tu casa. Te da miedo volar? - Pregunta la hembra echándose a reir.
Erin mira con cara extrañada, pero teniendo en cuenta que acaba de llamar a una mujer con un anillo y la mujer ha aparecido de la nada, no hace más preguntas.
Parlan mira con una sonrisa a Hímiv primero y después a Erim.
- Pues después de despedirnos del ancianito podemos partir, ya no hacemos nada en este lugar.
Ahora que te fijas, la casita del anciano ya no está, tampoco el agujero a tu espalda, tan sólo hierba verde con el paidaje de las cuatro estaciones a tu alrededor, como habías visto en un principio. En mitad del claro, se alza un enorme roble rodeado por las flores que también habías visto recubiertas de mariposas.
Erim te hace un gesto y te señala al árbol sin saber demasiado bien qué decir e Hímive pregunta:
- Qué anciano? Y por cierto, dónde están tus compañeros, os dejé aquí a tres.. No lo han conseguido?
Primero Parlan mira asombrado el árbol y mira de forma significativa a Erim pero antes de preguntar escucha las preguntas de Hímive, y el semblante de Parlan se ensombrece y responde.
- Como bien dices nos dejaste a los tres, pero nada más llegar esta isla se tragó al monje, después Karnak y yo también lo hicimos.. fuimos a parar a una especie de galerías subterráneas, cuando logramos dar con él, este etaba luchando por su vida contra una mole insectívora. Sin dudarlo nos lanzamos en su auxilio. No pocas flechas clavé en el cuerpo de la bestia y proundos fueron los hachazos de Karnak. Pero cuando logramos abatirla, el cuerpo del monje estaba... como envenenado a parte de muy malherido, mis curaciones no pudieron hacer nada por él.- Hace una pausa, mirándose las puntas de las botas, luego da otro trago de agua y prosigue.- Poco después, continuando por las galerías subterráneas, Karnak y yo, mientras buscábamos el objeto, nos separamos durante unos instantes... y los dos fuímosatacados pro muertos vivientes. La fortuna guió mi arco y terminé pronto contra la criatura que me atacó, pero fué entonces cuando me percaté de que ya no escuchaba uidos de la pele de Karnak, unos instantes después vi su cuerpo hecho trizas. No había pasado ni seis horas desde que nos habías dejado en la isla y mis dos compañeros ya estaban muertos.
La voz de Parlan es solemne y un tanto lúgubre. Mira a Erim, y su mirada cambia un tanto, recuperando prte de su talante menos triste.
- Entonces proseguí la búsqueda, solo, y di con un complejo donde haía celdas, en ellas estaba Erim, tras enfrentarme a otras bestias, logré liberarla de las cadenas que la presaban y huir del complejo. Después de un día y mdio llegamos a este lugar.- Da por concluido el relato.- Por eso comenté que elcoste de este pergamino es alto, pues se ha cobrado la vida de dos compañeros.
La hembra de dragón argénteo te mira y asiente.
- Creéme que tendrá todo sentido en cuanto tengamos los otros tres, equilibraremos el enfrentamiento que ya es bastante a favor nuestro. - Te explica mientras en su mirada puedes apreciar la esperanza.
Parlan mirando ahora el árbol.
- Bien, podemos partir en cuanto quieras Hímive... yano hacemos nada én esta isla.
- Bien, entonces nos vamos.
Hímive se acerca a vosotros y coloca las manos en vuestros hombros, aunque no dice ni una palabra, notas como de ella brota la magia. También notas ese cosquilleo característico que envuelve tu estómago en todas las teleportaciones. No tardas demasiado en volver a ver aquella sala de la escuela en la que tan sólo hay un candil en la pared, carente de toda decoración y mobiliario.
La sensación de cosquilleo desaparece en seguida, pero comienzas a notar una sensación de mareo increíble y caes al suelo inconsciente.
Te cambio de escena.