Partida Rol por web

La tranquila aldea de Heldren se ve pocas veces envuelta en tanto revuelo o preocupación. Los cazadores en las proximidades del Bosque Fronterizo hablan de un frío antinatural en pleno verano ha descendido sobre el bosque hace escasos días. Lo siguiente fue una gran nevada, y aquellos que regresaron hablan extrañas presencias en el bosque. Nadie sabe que significa todo esto, pero la vidente del pueblo, la Abuela Theodora, augura tiempos oscuros.
Como si se confirmara es oscura profecía, un mercenario muy malherido llegó a la ciudad ayer, diciendo ser un guardaespaldas de la Dama Argentea Malassene. Ha contado al ayuntamiento que la escota de la noble fue atacado por bandidos y extrañas criaturas invernales en la linde del Bosque Fronterizo.
Solo él pudo escapar, y Lady Argentea fue arrastrada al interior del bosque. Ahora las gentes del pueblo miran con ojos temerosos al bosque nevado, preocupados por lo que pueda emerger para amenazar su pacífica villa.
Vosotros estáis de paso en el pueblo, el único alojamiento es el suelo junto a la hoguera de la taverna local, el Armiño Plateado. Hace un día que habéis llegado, justo antes de que el caza recompensas apareciera herido. Dicen que viene del Reino de los Reyes Linnorm

Thandril no puede contener la excitación ante la oportunidad que se presenta y espera que los compañeros a los que se ha unido hace unos días se sientan igual:

¿Habéis escuchado? Ya no son solo rumores. Es cierto que hay un invierno mágico. Creo que deberíamos ir a investigar. Y, de paso, salvar a esa noble y cobrar una recompensa. Antes deberíamos, no obstante, recabar información.

Asperi asintió moviendo su cabeza arriba y abajo, entusiasmado por la posible misión. Después de todo se había separado de sus padres para conocer el norte en particular y el mundo en general. Y por lo que parecía el norte, o por lo menos su clima, se había acercado al lugar donde se encontraba.

- Si debemos ayudar - consensuó con el elfo - y cobrar una ... - por un momento se quedo pensando en lo que había escuchado. Algo en su interior le decía que no era correcto cobrar por ayudar, pero por otro lado, años de ver a su padre regatear con sus clientes le había enseñado que todo, absolutamente todo tiene un valor - si, cobrar una recompensa - se convenció a si mismo "Despues de todo para ir al norte necesito medios" se autoconvenció sin demasiadas dificultades.

- Información? - el mago, estaba claro, ya se había enfrentado a situaciones similares, por lo que sus propuestas parecían sensatas - Donde? Quizás podamos hablar con el sobreviviente para que nos diga algo más -

Svalk tomó con las manos el trozo de carne que le habían servido y le dio un nuevo mordisco mientras escuchaba las ideas que iban surgiendo en el grupo.

-Tranquilo, orejas picudas. -dijo sin dejar de masticar sonoramente- Deja de meter ideas absurdas en la mente del muchacho o lo llevarás a una muerte temprana. -tragó y dio un nuevo bocado- ¿Por qué nos sigues, de todas formas? ¿Uhm? -miró a Thandril interrogativamente, un trozo de carne se había enganchado en su barba, pero el hombre no parecía reparar en ello. Tragó y miró a los demás- De todas formas la idea no termina de ser mala... simplemente centrémonos en encontrar a la mujer. De los inviernos mágicos a buen seguro que hay personas más capaces que nosotros. Pero no vayamos con la actitud de héroes novatos o terminaremos todos fiambres. -agregó lanzando una nueva mirada de soslayo al elfo.

Si lograban encontrar a aquella noble, estaba seguro que podría obtener no solo una buena recompensa, sino un buen trabajo.

Al fin hacía hacía días, sino semanas, en los que la bruja había olvidado prácticamente los motivos que la impulsaron a moverse hacía aquella región. Aunque, tan pronto como encontró nuevos compañeros de viaje la curiosidad por las nieves tempranas la llamaron.

- Podría se algún tipo de señal. Encontrar esto en mi viaje... - Pensó en su pequeña cabeza Kaira cuando escuchó sobre el tema.

El caso es que Svalk, Asperi y Thandril tenían razón, no estaría de mas investigar la situación y ver si podían encontrar a esa mujer, una noble a todas luces.

- Creo que podríamos hacercarnos y ver si damos con la mujer, como bien decís. Seguro que sacaríamos algo en claro, aparte de la recompensa. - Añadío.

Ya no había mucho más que decir. Las palabras esaban todas dichas y tocaba prepararse para adentrarse en el bosque, pero antes tendrían que preguntar por la dirección a donde dirigirse pues, al menos ella, no conocía el terreno.

- ¿Sabéis como se va hacía ese lugar? - Preguntó.

Por otro lado, la bruja invernal sopesó la información, tratando de averiguar si había leído algo sobre las tierras de las que decía venir el guardaespaldas.

- Reino de los Reyes Linnorm... ¿Dónde he leído sobre eso? - Pensó interiormente.

En ese momento, la bruja del grupo cae en la cuenta de algo y se gira con un dedo levantado hacía el resto de compañeros que allí estaban.

- Antes de lanzarnos "a la aventura" deberíamos ser precavidos, ya que no sabemos a que nos enfrentamos. Tal vez podríamos visitar a ese guardaespaldas, que parece ser el único superviviente. Supongo que el mejor que nadie sabrá "qué" o "quién" les atacó. - Propone al resto.

Asperi miró a Svalk con curiosidad antes de cerrar la boca. No tenía intención de comenzar una disputa racial. No, precisamente, el.

- Si, mejor pensemos en la recompensa. Rescatemos a la dama - asintió a lo que parecía ser el sentir de todos los presentes - Alguien sabe donde puede estar el superviviente? -

Tras pensarlo un momento añadió - No se bien como se maneja esto de las recompensas, pero si pienso en lo que decía mi padre, no deberíamos asegurarnos un monto antes de comenzar? Quizás en el ayuntamiento? No creo que un guardaespaldas pueda, ni quiera, ofrecer demasiado. Es más espero que quiera hablar con nosotros. Quizás si somos los "rescatadores oficiales" no de más información que si solo vamos a buscarlo -

Svalk terminó su carne y escuchó los siguientes movimientos que la gente decía. Asintió lentamente.

-El chico tiene razón. Si hablamos primero con alguien importante quizá obtengamos una recompensa segura... por si descubrimos que Lady Argentea no se encuentra en condiciones de agradecernos. -se limpió las manos con un trapo lo mejor que pudo- El siguiente paso sería ir a hablar con el superviviente, como compatriota suyo lo mejor es que hable yo mismo con él para que se sienta más tranquilo.

Dejó el trapo en la mesa de nuevo y sonrió.

-Luego empezará la cacería.

Deberíamos hablar en primer lugar con la abuela Theodora. Las profecías tienen mucho de mito, pero siempre encierran algo de verdad. Averigüemos dónde vive.

Después, preguntemos a las gentes qué conocen de la Dama Argentea y de este guradaespaldas. Tal vez no mucho si vienen de lejos, pero nunca se sabe... Ya por último podemos hablar con el guardaespaldas.

El ayuntamiento no creo que pague nada por ayudar a alguien que viene de lejos. Pero tal vez sí por solucionar el problema del extraño frío.

El joven aprendiz de aventurero observó a sus compañeros, sorprendido porque aunque todos tenían, aparentemente, las mismas intenciones, no conseguían ponerse de acuerdo en la importancia de cada una de las tareas que debían encarar antes de ponerse en marcha.

El bárbaro sonrió mientras se encogía de hombros - A mi me da lo mismo a quien vemos primero, si a la vidente, a la gente del pueblo, al alcalde o al guardaespaldas. Pero si no comenzamos con alguno de ellos no terminaremos más con estas averiguaciones... y no podremos ir a rescatar a la dama, o ver lo del bosque invernal o lo que sea que podamos averiguar -

- Yo los sigo - propuso - Total deberíamos hablar con todos antes de salir, no? -

La gente del pueblo os indica que la casa de la Madre Theodora se encuentra en las afueras, también os cuentan que en el ayuntamiento están dispuestos a pagar a alguien para que investigue los sucesos y el destino de Lady Argentea. Tampoco os cuesta mucho saber que el guardaespaldas Ulfen está sanando sus heridas en la botica del pueblo.

Pues si la madre Theodora vive fuera del pueblo, creo que conviene ser prácticos e ir primero al ayuntamiento para conseguir el trabajo. Así, después podemos hablar con el guardaespaldas y la vidente con más legitimidad.

- Bien, entonces hagamos eso - acepta el bárbaro que, casi sin darse cuenta, aprovecha para bromear con algunos de los transeuntes que les brindan información

Los años pasados con su familia, vendiendo productos con su carro, le brindaron una rara habilidad para averiguar que era lo que necesitaban, o creían necesitar, quienes tenía cerca. Y las preguntas solían ser el mejor medio para conseguirlo - Y vosotros, que sabeis de ese invierno inesperado? - pregunta casi sin darse cuenta, antes de cambiar de tema un y otra vez

- y sobre la gente del ayuntamiento... podemos confiar en que nos ofrecerán una recompensa justa? O deberemos regatear? -

- Que sabeis de la Madre Theodora, podemos confiar en ella? -

Sus preguntas, no sólo inocentes, sino formuladas con la inocencia de un casi adolescente que sonríe mientras habla no parecen ser molestas para su público, por lo que Asperi escuchas las respuestas sin discutir a quien se toma el trabajo de contestarlas