Partida Rol por web

Empezo enfermando Murk. Luego fuimos cayendo todos los de este dormitorio.

- Sea - el bárbaro movió su cabeza arriba y abajo antes de ingresar al cuarto para recolectar el armamento de los bandidos postrados.

Mientras se mueve por la habitación, pasando de camastro a camastro, observa no solo la calidad de las armas que va recolectando sino también el estado las armaduras de los bandidos, dudando si agregarlas al botín que, poco a poco acumula en sus brazos

Kaira había permanecido bastante callada, escuchando a sus compañeros, a los bandidos y a Lady Argentea, a todos por igual y con la misma pose.

Asintió cuando sus compañeros la miraron como buscando aprobación por su parte sobre la idea de llevarse las armas que habían encontrado. Pero lo que de verdad quería era poner a Lady Argentea a salvo y ver que era lo que estaba pasando allí reamente, pues algo le olía mal.

- Ve con cuidado, Asperi. No queremos que tu también te nos contagies... - Dijo sonriendo al fortachón del grupo.

Después, miró en redondo y habló al resto de sus camaradas y a Lady Argentea, para compartir sus pensamientos, que no eran otros que abandonar aquel lugar y ponerse a salvo.

- En cuanto Asperi esté listo, propongo que salgamos de aquí cuanto antes... - Dijo, dejando la frase en el aire.

Asperi entra y recoge las espadas de los bandidos intentando contener la respiración.

Una vez que consigue salir de la habitación, Asperi acomoda las espadas, colgándolas de su mochila que comienza a parecer una montaña de cuero y metal gracias a la cantidad de equipamiento que ha ido acumulando sobre la misma,

- Si, salgamos - le contesta a Kaira - volvamos al pueblo con la satisfacción del deber cumplido - agrega, dando cuenta de su juventud y de los ideales que aún lo animan

- Cuando Milady este a salvo decidiremos que hacer - añade con la idea de investigar, en el futuro, que puede ser lo que provoca el extraño frío de la zona

Svalk asintió, pero no pudo evitar proponer algo antes de salir.

-¿No creéis que deberíamos revisar antes la habitación del nigromante? Quizá podamos encontrar algún diario en el que hable de sus tratos con ésas criaturas o de sus planes. -comentó- Por supuesto, nuestra misión era rescatar a la dama Argentea, pero sospecho que éste invierno anti-natural no va a terminar por sí solo...

Svalk sube a la habitación del lider de los bandidos. Lo único que le llama la atención es un mapa del bosque en la pared con varios puntos marcados. Parecen sitios clave para hacer emboscadas, salvo uno pasado el puente que pone "origen del invierno"

Ciertamente, Kaira era una bruja invernal, de esas que entienden el frío y todo lo que lo rodea. Como había dicho el arquero del grupo, aquel invierno era antinatural, cuanto menos y sus poderes y conocimiento sobre ello así lo indicaban.

- Tienes razón en eso, Svalk. Habría que investigar ese punto que indica "origen del invierno". Todo esto no es natural, ciertamente. Puedo corroborarlo... - Añadió. - Llevémonos el mapa, pero creo que sería mejor poner a salvo a Lady Argentea y después ir a investigar.

Ese "origen del invierno" debe ser investigado, por supuesto. Pero, como bien dices, lo primero es lo primero. Acompañemos a lady Argéntea al pueblo. Y aprovechemos para deshacernos de todas estas armas que portamos. Sacaremos algo de oro por ellas.

- Parece que estamos de acuerdo - agregó Asperi mientras seguía acomodando, sobre su cuerpo, la parafernalia de armas y armaduras que había ido recogiendo a lo largo de la travesía - Por lo menos ahora sabemos donde está ese "Origen del invierno" -

- Bueno, vayamos volviendo - aclaró antes de recordar, tanto para si como para sus compañeros - Y recojamos lo que dejamos en ese claro del bosque, donde estaban lo no-muertos. Supongo que podremos cargarlo en la mula de Svalk - añadió al darse cuenta que, pese a sus fuerzas, quizás no podría moverse si seguía cargando equipo

Svalk asintió a las palabras de sus compañeros, y tras enrollar el mapa bajó a la primera planta y al exterior, donde se dirigió hacia dónde habían dejado al burro.

Por supuesto, no olvidó que había trampas en los alrededores, por lo que avanzó con cuidado de no hacer saltar ninguna.

Regresáis de vuelta a Heldren, donde os reciben como héroes. Lady Argentea os entrega una bolsa con 500 piezas de oro como recompensa. Tras ello os dirigis a un merecido descanso

Tras descargar la enorme cantidad de armas y armaduras que lleva sobre su cuerpo frente a la herrería, Asperi le pregunta al dueño sobre el valor que pueden tener esas piezas, aclarando que en la mula de su compañero llevan algunas más - Miralas con cuidado y nos comentas su valor - le propone, confiado en que, después de lo que han conseguido en los últimos días el herrero no correrá el riesgo de intentar estafarlos - Si tu oferta es buena, quizás decidamos comprar algún equipo más valioso - agrega antes de dirigirse hacia la taberna

- Supongo que Uds también tienen curiosidad por ese "Origen del Invierno" - le comenta a sus compañeros una vez sentados en la mesa, mientras come con parsimonia un plato de con la especialidad del lugar, acompañandolo por una jarra de cerveza - Y lo más importante, es posible que en el pueblo estén interesados en que investiguemos ese lugar. Quizás incluso quieran pagarnos por hacerlo - Más allá de su juventud, lo aprendido en sus tiempos de buhonero lo obligaban, de alguna manera, a obtener un beneficio de la situación.

La alcaldesa se apresura a saludaros.Cuanto me alegra vuestro regreso victorioso. Solo gente tan valiente como vosotros puede adentrarse en el invierno y volver con Lady Argentea. Sin embargo este invierno sobrenatural sigue amenazando nuestras tierras. Os pido que nos ayudéis a terminar con él. Ahora descansad, y considerad nuestra petición

El joven bárbaro miró a la alcaldesa y sonrió. Parecía que sus propias inquietudes coincidían con las necesidades del pueblo - Si, eso del invierno es realmente muy curioso - comentó como la pasar - Reconozco que a nosotros también nos llamó la atención y, justamente, lo hablábamos mientras regresábamos -

- Quizás podamos ayudaros, aunque seguramente sea peligroso, muy peligroso. Uhmmm... Dejamos en la herrería algunas armas para vender y con lo obtenido teníamos la intención de mejorar nuestro equipamiento. Obviamente la recompensa que nos habéis dado nos ayudará, pero quizás no sea suficiente como para obtener lo que realmente quisiéramos. No lo sé... - las viejas costumbres aprendidas de sus padres mientras comparaban y vendían objetos por los caminos volvieron a surgir casi sin darse cuenta - Quizás sea de mutuo interés que podáis ayudarnos con algunas monedas para que tengamos más oportunidades de sobrevivir? - le propuso sin tener claro cuantas monedas serían un pago razonable para la tarea que les encomendaban.

El grupo no tardó mucho en llegar de nuevo al pueblo y esta vez habían cumplido con su cometido y volvían con Lady Argentea sana y salva.

Tan pronto como recibieron las gratitudes de la alcaldesa, Kaira vió que Asperi, entre otros, tenían necesidad de equipamiento para lo que se avecinaba, aunque la bruja pensaba más en algo que pudiera beneficiar al grupo al completo.

- Tal vez podríamos comprar entre todos una varita de curación¹, si encontramos algún lugar por aquí. Recordad que mis hechizos de curación son excasos y no nos vendría mal... - Dejó caer al resto del grupo.

Después se dirigió a la alcaldesa para explicarle lo que ella había sentido del invierno sobrenatural que acaecía sobre aquel lugar.

- Ciertamente es sobrenatural. No es época de invierno y menos de una forma tan localizada. En cuanto descansemos, creo que iremos todos a investigarlo y ver de que se trata. - Dijo, buscando la aprobación del resto del grupo.