Partida Rol por web

-¡Joder!-. Blasfemó rápidamente mientras echaba a correr el buen profesor como alma que llevaba el diablo, se dirigió por el camino más corto que fue capaz de trazar al otro lado de la calle de donde había oído aquella cacofonía que o parecía augurar nada bueno.

Tras agazaparse y contar lo que parecía un tiempo prudente terminó por asomar la sesera para intentar adivinar qué era lo que había acaecido, actuar primero preguntar después.

No era el señor Caster hombre de acción ni acostumbrado a oir disparos ni a hacerlos, no obstante, tal vez cansado de tanto ajetreo, optó por enderezar su caminar hacia el camino donde supuso oir el disparó. No quiso sacar su arma por no parecer sospechoso de disparar.

No escucháis ni véis nada más de lo que os describí anteriormente.

La figura que parece estar sentada delante de vosotros continua del mismo modo. Ni se mueve ni emite ruido alguno.

Los dos buscasteis refugio rápidamente y  pasado un tiempo prudencial, en el que no se escuchó nada más, decidisteis ver que había pasado.

Comprobasteis que dos edificios más allá del que vosotros ibais a ver tiene cristales rotos en la acera. Al levantar la vista, descubrís que una de las ventanas tiene signos de haber recibido un balazo.

Curioasmente nadie parece reparar en ello.

Lew camina por la iglesia sin hacer ruidos fijándose en la decoración interior y prestando especial interés en las posibles estancias qu pudiera tener adosadas la iglesia y si pudiera escuchar o ver algo dentro de las mismas. 

Tras esa inspección se acerca a la persona y la mira unos segundos. Quería saber si era el parroco de allí o simplemente un parroquiano que estaba en su hora de rezo.

-Joder

El profesor no era muy amigo de los tacos pero aquella situación inevitablemente llegaron a su boca. 

-¿Qué hacemos?-. Le preguntó a su compañero. Él quería irse a la librería sin embargo era extraño que nadie advirtiera aquello que había sucedido. Si habían habido balas por medio lo mejor era quitarse de en medio.

-Creo que deberíamos seguir a la librería... Eso sería muy peligroso.

¿ acaso quereis vivir eternamente?.

Con una mirada pilla, infantil, tal vez demasiado inconsciente para lo que se espera de un caballero de su edad, el señor Caster sale persiguiendo el sonido de los disparos. 

Invitando a su compañero a seguir sus pasos, aranca a la carrera.

Me muevo un poco en dirección de los disparos, y si como es de esperar no veo ni oigo nada raro, me vuelvo a donde estaba antes de oir los disparos, y prosigo la escena como si no hubieran existido.

Allan iba a decir algo para llamar la atención de aquel hombre pero al ver que Lew lo observaba con precaución decidió guardar silencio. No sabía muy bien que esperar ni tampoco por que el detective observaba a aquel tipo, difícilmente suponía una amenaza para ellos.

Secundo la moción.

Enderezo hacia la libreria, pelin decepcionado pues la aventura del disparo furtivo, me habia alegrado mi abotargado espiritu. Lastima que quedase en nada. ¿ o no?