-Qué tal amigo enano?- le doy un codazo amistoso -Al final saldrá bien y todo.- termino guiñando un ojo con una sonrisa.
Recibo el amistoso codazo de Mushu con una sonrisa, efectivamente parece que tenemos una bonita aventura por delante, pero este Gueldar......, tendremos que vigilarle de cerca
Cuando la elfa hace un ademán con gesto serio, Gueldar apenas tarda un segundo en aaproximarse a vosotros, con su siempre amplia sonrisa carismática. Escucha atento y serio la proposición que Nekrach expplica, pero el semielfo niega con la cabeza mientras cierra los ojos y alza una mano educadamente para protestar al respecto.
- Lo que os propongo es repartir el tesoro a partes iguales, no os contrato como mercenarios, si no que os ofrezco que seamos compañeros. Con esa parte seremos inmensamente ricos !! - la elocuencia del semielfo es fluida y percibís verdad en sus palabras - Mi única condición, es dejarme elegir de entre los objetos mágicos que ahí encontremos. - aquí se muestra tajante. Tras un instante... - Entonces... compañeros ?
Cuando Dardh se aleja de la alborotada taberna, Gueldar se abre de brazos comprensivo.
- Es un mago ? Espero que no haya problema con ésta condición.
-Podría ser, amigo semielfo, pero nosotros buscamos un objeto en particular, y me temo que será el mismo objeto que deseais vos.- Pongo cara de -Y qué pasaría entonces?- mirando al semielfo.
Ireth arquea ambas cejas por un instante tras las palabras de Gueldar, el cuál parece tener las ideas muy claras, incluso demasiado para el gusto de cualquiera. Al menos el de cualquier desconfiado.
-Me temo que mi compañero Mushu lleva razón. No me importa servirme parte del tesoro cómo pago, pero necesitamos ése objeto y sin él el viaje sería en balde y no valdría la pena... O sencillamente deberíamos cortarle en dos y quedarnos con todo pero esa idea no me agrada demasiado- compone una sonrisa sarcástica hacia el semielfo y acaba por retroceder un par de pasos para dejar más sitio a Nekrach, el experto "diplomático". Es probable que consiga más con un par de palabras que ella con toda una tarde de charla.
-Los demás objetos mágicos no nos interesan en exceso, sólo queremos ése en particular, puede después elegir el que más le convenga...- en realidad bajo su punto de vista el trato no resulta tan descabellado, a fin de cuentas ellos son cinco y Gueldar sólo uno, pero es el único que conoce el camino... aunque de poco le sirve sin gente que le acompañe. Parece que la negociación va a llevar algo más de tiempo de lo esperado.
El semielfo titubea con los brazos cruzados y una mano meciéndose la barbilla al escuchar a los elfos.
- Qué objeto es ese que estáis buscando, y por qué creéis que lo encontraréis ahí ?
Su tez es seria esta vez, aunque no un serio ofensivo, si no extremadamente dubitativo.
Miro fijamente a Gueldar mientras negocia con nosotros y le digo seriamente, nosotros no buscamos, encontramos, y a proposito de buscar, ¿qué es lo que tu buscas?
No creo que funcione, pero bueno
-Yo he dicho que quizás sea el mismo, no que lo sea. Qué objeto buscas tú?- Le expongo al semielfo dando un largo trago a mi cerveza.
- Yo la verdad es que no busco ninguno en particular, compañero ! - dice el semielfo alegremente - Pero me gustaría quedarme con el mejor objeto mágico por su valor para con el gremio de magos, siempre es bueno tener a esa gente de tu lado. Por eso no entiendo que busquéis un objeto mágico y resulte que está escondido en un lugar que solo yo conozco. Si me decís qué es lo que buscáis, tal vez os pueda decir si es lo que me quedaría o no, y poder cerrar el trato - dice alzando la jarra una vez más, animoso. -
Miro al semielfo con una sonrisa y le digo Amigo Gueldar, ¿no crees que sería mejor dejarnos elegir a nosotros primero y elegir tu luego varias de una vez?, si no quieres ninguna en particular, y el tesoro es tan grande como dices, seguro que puedes sacar mayor partido a varios objetos mágicos que solamente a uno. Miro a mis compañeros y les digo, ¿qué os parece a vosotros?
El rostro del semielfo se vuelve pensativo por un instante, hasta que pasea la mano por su cabeza y suspira antes de alzar la jarra desde el centro de la mesa en pos de un brindis.
- Deacuerdo ! - musita efusivamente y, como no, sonriente - Por nosotros !
Todos menos el mago (a menos que vuelva) echáis un trago de esa y varias jarras más durante unas horas, todo a cuenta del semielfo, que se muestra muy feliz por haber llegado a un acuerdo. Horas más tarde, con la taberna más vacía y el posadero y la guapa camarera limpiando el local, Gueldar, medio borracho, se despide de vosotros hasta la salida del alba y os cita en la salida norte de Tortuga, donde asegura os aguardará con algunos caballos.
Ireth parece relajarse un poco más tras el acceso de Gueldar a la proposición de Voiran, aunque bien podría ser que acabara cambiando de opinión en el hipotético caso de encontrar el tesoro, pero por el momento han llegado a un acuerdo y eso es lo que importa.
Levanta su vaso con una sonrisa amigable y bebe sin temor, dado que ella no debe preocuparse de que el zumo de bayas pueda ofuscar su mente de algún modo.
Los cinco se quedan un rato más en la taberna, bebiendo y compartiendo más historias y cuentos hasta que el semielfo se retira algo tambaleante.
-Mañana iniciamos otra parte importante de nuestra búsqueda, será mejor estar preparados y descansados... Espero que no tengáis demasiada resaca- ríe de forma despreocupada y abierta al decir esto, pero enseguida ésa carcajada es sustituida por un amplio bostezo que cubre con su propia mano, acabando con un suspiro.
Espera un instante por si alguno de sus compañeros presentes quisiera decir ago más y finalmente se dirige a su propia habitación para tomar su merecido descanso.
Dos horas más tarde trás una relajada jornada de estudio decide volver hacia la posada. Tenía la vista cansada , la mente nublada de símbolos y fórmulas arcanas y el cuerpo destrozado por la tremenda paliza física a la que había sido sometido con el naufragio. Más que andar arrastraba los pies descalzos por la plaza hasta finalmente abrir la puerta pesadamente.
Apenas quedaba nadie allí, todos los parroquianos se habían largado y sólo seguían sus compañeros y el enano apurando cervezas. Se acercó con paso cansado y saludó con la mano al pasar, ni siquiera tenía ganas de preguntar como había acabado el trato, suponía que bien por la cantidad de jarras y platos que había en la mesa. Murmuró con su habitual tono sarcástico:
Y esperemos que a ti no te de una indigestión con tanto zumo de baya rara..
Je..
Siguió arrastrando sus pies escaleras arriba hasta dejarse caer muerto de cansancio en su cama.
Bebo cervezas con alegría, pero teniendo cuidado para no perder la razón ni la habilidad con el hacha. Cuando veo entrar a Darth respiro tranquilo, ya estaba tardando mucho en regresar, creo que ya es hora de descansar, todas las ovejitas estamos en el redil.
Miro a mis compañeros y les digo con una sonrisa bueno nobles amigos, parece que al final la fortuna o el destino nos han sonreido, y parece que mañana emprenderemos el camino, creo es hora de subir a descansar, no sabemos lo que puede pasar mañana.
Subo despacio hacia la habitación, incluso algo remolón, intentando que todos subamos y nadie quede solo abajo. Una vez en mi cuarto muevo la cama hasta que su parte inferior topa con la puerta, bloqueándola. Cierro bien la contraventana de madera y me meto en la cama, con mi hacha bien a mano.
El enano nos "obliga a retirarnos", pero quiero investigar y preguntar un poco antes de irme...Maldita curiosidad, niego la oferta del enano alegando que aún me queda cerveza, que en cuanto me la acabe subo.
Me acerco al posadero...
-Amigo posadero, sé que en este honrado pueblo, dudo de la existencia de un gremio de ladrones o de gente mal...me equivoco?- expeto al posadero tintineando mis dedos en la barra.
El posadero se encuentra con un trapo dándole vueltas a una jarra de barro casi reluciente. Cuando te diriges a él, te mira arqueando una ceja y no parece muy entusiasmado pro iniciar una conversación a esas horas, cuando ya todo el mundo debería estar durmiendo según él.
- En esta aldea ? Lo dudo mucho elfo, esta aldea es muy pequeña, y sus gentes son honrados pescadores.
-Ya me imaginé, era solo por curiosidad...- Me despido con un gesto de la mano y una sonrisa amigable.
Me voy a mi cuarto ha dormir.
-Buenas noches posadero, estaba todo delicioso...-