Después de salir de la sala de nuevo al pasillo, sigues a la mole de Melroc, que apenas cabía por la puerta. Le sigues hasta lo que parece la entrada del castillo y a continuación salis a los jardines. Nada más salir, el caballero apunta a lo lejos, donde puedes vislumbrar un pequeño campo de entrenamiento. Tras unos minutos caminando, llegáis allí, donde os espera un esqueleto con traje de mayordomo sujetando una serie de armas. Además puedes ver que hay bastantes monigotes de prácticas y con distintas formas.
Melroc comienza a rascarse el casco como si se rascara la cabeza, y tras eso coge del esqueleto una espada y un escudo, aunque la hoja estaba algo oxidada. Se gira y te los ofrece:
-Con lo escuchimizado que eres creo que necesitaras el escudo para protegerte. Antes de que empecemos a entrenar, ¿tienes alguna duda?
Emilio mira con desprecio al Caballero Negro.
- ¿Escuchimizado?-pregunta con incredulidad-Para tu información, soy tan fuerte como necesito ser. Mi habilidad en combate se debe a mi destreza y a mi inteligencia. Seguramente no te entrará en tu cabezota que eso sea posible. Ardo en deseos de demostrártelo. Por cierto, esa cruz blanca está pasada de moda. Esta temporada se llevan los dragones.
Emilio mira las armas que le ofrece el esqueleto y decide coger una espada que le pareció chula. La sopesó y la examinó con detenimiento mientras el tipo lo guiaba.
-¿Sabes por qué es una cruz blanca? - Dijo con tono amenzante.-Para que se pueda manchar con la sangre de mis enemigos. Y además... ¿Quién necesita destreza y estrategias cuando puedes hacer esto?- Melroc se acercó a uno de los muñecos y desenfundó su gran hacha. La cogió con una sola mano, y en vez de golpear con la cuchilla, simplemente pegó con el canto, con lo que la mitad superior del muñeco, a partir del pecho, salió volando arrancado de cuajo. Tras eso volvió a enfundar el hacha y te dijo con voz burlona.-¿Porque no pruebas tú? Puede que le cortes un trozo de paja con tu destreza.
Y empezamos con los dados. Lanza 1d100 y si sale entre 0-89 fallas y entre 90-100 aciertas.
- Ñe, ñe, ñe-contesto Emilio sin mirarlo mientras hacía una ademán como menospreciando al caballero negro- La cruz blanca es porque eres un santurrón. Y si fuera para que se pueda manchar de sangre, lo estás haciendo bastante mal.
Se quedó mirando con indiferencia la exhibición del hombretón con su hacha.
-No, para eso no necesitas ni destreza, ni estrategia, ni cerebro, es cierto. Pero si piensas ganar algo matando muñecos de paja, vas de culo. Más te vas a llenar de paja, cual porquerizo que de sangre. Decuida, que si lo que quieres es demostrar que yo no puedo destrozar un fardo de paja, ya te saco yo de dudas si necesidad de prueba alguna. Estás en lo cierto.
Comienzas a escuchar la profunda respiración de Melroc. Parecía que estaba muy enfadado. Durante un momento permanece inmóvil enfrente de ti hasta que comienza a acercarse. Sus pasos eran tan fuertes y decididos que aunque no hubiera llovido desde hace días y la tierra no estuviera mojada iban dejando huellas bien pronunciadas. Al llegar hasta ti adelanta el brazo y con la gran mano que tiene te coge de la mandíbula. Y con un susurro te dice:
-No hace falta que puedas hablar para que puedas competir.-Decía mientras apretaba la mandíbula haciendo hasta daño. El caballero acercó la cabeza hacia tu cara. A través de los orificios del casco podías ver sus ojos, inyectados en sangre que ni si quiera parpadeaban.-Ahora... ataca... al...MUÑECO.-Y de un impulso te suelta tirandote al suelo acercándote al muñeco de pruebas.
Emilio se levanta frotándose el metón.
-Ya veo que ni destreza, ni cerebro ni honor. ¿Qué habría de aprender de vos?
El guerrero se pone en guardia frente al muñeco de paja pero en un último movimiento fugaz, lanza su ataque contra el caballero negro intentando cogerlo por sorpresa.
-Que sea lo que tenga que ser.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 90+
Resultado: 82 (Fracaso)
El caballero, dando un simple paso hacia atrás consigue esquivar tu ataque y te coge del brazo del que sujetas la espada.
-Ya veo tu gran destreza para acertarme... Y tu inteligencia... Dudo que te sobre como decías... ¿Quieres atacarme a mi en lugar de al muñeco? De acuerdo... Pero ten por seguro que devolveré los golpes.-El caballero soltó una gran carcajada. Te soltó de nuevo el brazo y se hechó para atrás.- ¡Venga! ¡Ataca! Pero esta vez trata de hacerlo con decisión. Sujetando la espada con fuerza y de esa forma no se te desviará. Puede que consigas acertarme esta vez...-Dijo en tono burlón el caballero.
El nuevo rango de fallo es de 0-59 y el de acierto 60-100.
- Mal maestro eres si evalúas la inteligencia y la destreza de un alumno por un ataque fallido. Has tenido suerte. Estoy fatigado por los acontecimientos de los últimos días y ciertamente, me he dejado llevar por la ira. No volverá a suceder.
Emilio recupera la guardia y lanza un nuevo ataque contra el caballero oscuro. Se queda un tanto fastidiado cuando ve que lo para sin problemas. ¿Qué le estaba sucediendo?
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 60+
Resultado: 40 (Fracaso)
Melroc de nuevo comienza a reirse. Con un pequeño empujón te tira de nuevo al suelo.
-Si de verdad esto es todo lo que tienes no se a que venía tanta chachara. ¡Venga! ¡Sigue atacando! Hasta que no me des no me demostrarás lo contrario.-Con esas palabras daba la sensación de que el caballero se estaba divirtiendo y todo. Te hacía gestos para que te levantaras y volvieras a golpearle.
Te modifico la ficha y te pongo el ataque para que no olvides los rangos de acierto y fallo.
Emilio volvió a atacar para ver como el Caballero Negro evitaba su ataque sin ninguna dificultad. La frustración le embargaba ante tal humillante encuentro.
- Te aprovechas de mi situación. Eso es todo. No me sorprende. No cabe esperar otra cosa de un cobarde. No voy a seguir con este sin sentido. Haz lo que debas.
Emilio tiró la espada al suelo y se quedó mirando al caballero como si al hacerlo, hubiese recuperado la dignidad que su patética demostración le había arrebatado.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d100
Dificultad: 60+
Resultado: 32 (Fracaso)
Ok gracias. :-)
El caballero se quedó inmóvil por un instante y luego recogió la espada del suelo y te la volvió a ofrecer.
-¿Ya no te parece tan inútil practicar antes con un muñeco? Yo mismo, cuando comence a instruirme en el uso de armas no hice mi primer enfrentamiento hasta que pasaron cinco años... Aunque también puede ser que fuera porque nadie se atrevía a enfrentarse a mi porque arrancaba los muñecos de cuajo.- Y de nuevo una gran carcajada salió del gigante.-Venga y animate. Que has tenido el valor de plantarme cara y eso me gusta.- El caballero se dio la vuelta y comenzó a dirigirse al castillo.- Aun queda un poco de tiempo para entrenar. Si quieres puedes practicar un poco con el muñeco. También puedes quedarte ahí quieto sin hacer nada hasta la hora de cenar... Aunque sería un poco patético que el pringado ese del invocador te ganara en la competición... Si mañana gustas te enseñaré a usar el escudo y a aprovechar tu fuerza con él. -El caballero estaba casi fuera de tu rango de visión cuando a lo lejos le escuchaste decir.-¡Ah! Y cuando vayas a cenar sigue al esqueleto.- Y Melroc desapareció.
Emilio vió como el caballero oscuro se marchaba. No contestó a sus provocaciones ni dijo nada más hasta que hubo desaparecido.
-Cretino...-dijo entonces-.
Y cogiendo de nuevo la espada, se puso a practicar contra el muñeco de paja. Y así estuvo hasta la hora de la cena.
Cuando despertaste y seguiste al esqueleto, el caballero ya estaba allí junto con los demás señores. Con un gesto te indicó que cogieras algo para comer y le siguieras al campo de entrenamiento. Una vez allí, cogió el escudo y te lo ofreció.
-Ayer comenzamos con mal pie... Será mejor que nos llevemos bien si quieres ganar... En realidad ni siquiera nosotros sabemos que pasará con los que pierdan la competición. No nos lo han dicho. Pero si quieres seguir siendo cabezota y no entrenar, tu mismo. ¿Quieres seguir quejándote o comenzamos a entrenar?
Esta vez el entrenamiento intentaré que sea más rápido. Asignar los rangos de la habilidad y una sola tirada. Después ya pasaremos a la tarde.
Emilio se despertó con la mirada de aquel inquietante esqueleto clavada en él. Lamentó no tener una palangana con un poco de agua para lavarse. Se colocó su enmarañada melena lo mejor que pudo. También necesitaba un afeitado, pero dudaba que en aquel lugar supieran siquiera lo que era una navaja de afeitar y mucho menos se la iban a proporcionar. Siguió al esqueleto con resignación hasta el comedor. Allí cogió un zanco de pollo y un trozo de queso y se lo fue comiendo mientras iban al campo de entrenamiento siguiendo al caballero negro sin articular palabra.
Una vez allí, Emilio se sintió gratamente sorprendido por las palabras del caballero. Era un fantoche, bruto y sin modales y probablemente, el peor maestro de esgrima que había tenido jamás, pero lo estaba intentando y a decir verdad, necesitaba entrenar. A poco que pudiera aprender de aquel patán, sería menos que nada. Se tomó su tiempo para contestar al ofrecimiento del caballero...¿cabezota ha dicho? Haciendo un esfuerzo para contener su orgullo, cogió aire y contestó.
-Acepto tus disculpas. Venga, empecemos.
Melroc asintió ante tu respuesta, y con un gesto te acercó un escudo y el cogió otro, algo más grande en proporción a su tamaño.
-El uso del escudo te servirá además de para defenderte, para contratacar y embestir. Por ahora centremonos en embestir, ya que si combates cuerpo a cuerpo y de frente tendrás ventaja ante los demás. A la hora de embestir lo mejor es usar toda la fuerza que puedas en el escudo y olvidarte de la espada. De esa forma el golpe será mayor y puede que dejes atontado a tu rival, dándote oportunidad de rematarlo. Lo mejor es tratar de apuntar a la mandíbula, ya que es una parte frágil. Aunque si vas a cazar animales, supongo que en cualquier punto de la cabeza servirá.-A diferencia del día anterior, Melroc parecía más serio mientras hablaba ahora. Puede ser que se lo estuviera tomando más seriamente. El caballero se colocó bien el escudo y comenzó a correr contra el muñeco. Al llegar hasta el, alzó el escudo con un giro del brazo, de forma que golpeo la cabeza del muñeco, que se dobló un poco.-Como ves, no he usado mucha fuerza y aun así he conseguido mover el muñeco. Si puedes hacer esto bien, dudo que los demás puedan reaccionar.
El caballero se apartó y le dió el escudo al esqueleto, que parecía que apenas podía sostenerlo por lo pesado que era. Con un gesto te indicó que probaras.
Ahora vamos a empezar con las tiradas. De base la habilidad tendrá estos rangos: 0-5 te haces daño a ti mismo y encima te aturdes. De 95-100 le haces daño a tu objetivo y lo aturdes. Y entre medias estan las 5 tiradas que tienes que hacer. De 6-X tienes la tirada de fallo crítico, donde únicamente te haces daño a ti. De Z-94 tienes la tirada de acierto, donde golpeas al objetivo, y de X-Z simplemente fallas y no golpeas a nadie. Vas a tirar 5 dados de 100 para sacar X y Z. Puedes elegir cuantos dados tiras para cada uno de ellos (mínimo 1) y entre todos tienen que ser 5 tiradas. Un ejemplo:
Tengo que tirar 3 dados y elijo tirar 2 para X y 1 para Z. Tiro X y sale 23 y 45, por lo que se coge el menor. El rango de fallo crítico sería 6-23. Y tiro para la Z y sale 80, por lo que el rango de acierto sería 80-94 y queda el de fallo de 24-79.
En conclusión, elige cuantos dados tiras para X y Z, haz las dos tiradas desglosando y luego yo ya hago los calculos xD
Emilio miraba al caballero negro con escepticismo. Seguía viendo fallos evidentes en su forma de combatir. Era obvio que a él le funcionaban, pero no le veía sentido a todo aquello. Sin duda la experiencia le ayudaba, pero la técnica que intentaba enseñarle, si podía llamarse así, iba contra todo lo que había aprendido de sus anteriores maestros. Ningún maestro le había dicho que se "olvidase de la espada"bajo ningún concepto. En todos los casos, cada cosa que se hacía tenía un sentido y si atacabas con el escudo, la espada actuaba acompañando el ataque o fortaleciendo la defensa. Todos ellos le habían dicho que la defensa era lo fundamental, siguiendo aquella lógica elemental de que mejor vivir un día más para volver a presentar batalla, que morir ganando una. Pero las cicatrices de su cara, demostraban que para el caballero negro, la defensa no era una prioridad y probablemente, ni siquiera un motivo de preocupación. No tenía claro que le fuese útil aprender aquello. Y mientras le habían enseñado a proyectar su cuerpo en los ataques, éste parecía que todo lo hacía por la fuerza bruta. La ingenuidad que demostraba contando que con sus ataques el adversario fuese a quedar aturdido, resultaba sencillamente adorable.
Todo esto lo pensaba en silencio, pero era perceptible en su rostro. El rictus serio de su semblante, esa ceja arqueada,...
Cuando el esqueleto le ofreció el escudo, lo cogió y se lo ciñó al brazo. Intentó imitar dentro de lo posible los movimientos del caballero, más por tener la fiesta en paz que porque realmente pensase que aquello le podía servir de algo.
Motivo: z (2 dados)
Tirada: 2d100
Resultado: 85, 61 (Suma: 146)
Motivo: X (3 dados)
Tirada: 3d100
Resultado: 17, 37, 6 (Suma: 60)
Vale, así que de X cojo el 6 y de Z, el 61. Entonces mi rango de fallo crítico es el 6 y el de acierto 61 a 95 ¿no? Y de 7 a 60 es fallo normal, si lo he entendido bien.
El caballero parecía bastante complacido de que por hoy no hubieran riñas entre los dos. Mientras practicabas se acercó a una piedra cercana y se sentó en ella. Se quito el casco mostrando las cicatrices de nuevo. A la vez el esqueleto sacó un saco lleno de pociones. Melroc le hizo un gesto al esqueleto.
-No te molestes. Es suficientemente bueno y no creo que las vaya a necesitar.
El caballero dejó su espada apoyada en la roca y se quedó por un momento en silencio observando como entrenabas.
Ya te he añadido en la ficha el ataque y te he puesto el daño de los ataques. Ahora cuando todos tengan su ataque avanzaremos a la tarde. Mientras si quieres puedes ir probando suerte con los dados.