Vaya nena eres Nail digo mientras me levanto y recupero el equilibro. Me acerco hasta donde esta Arquemia y con un poco de dolor por los vidrios enterrados la tomo en mi brazos y la comienzo a cargar hasta la salida.
Te toca sacar a Emilio Nail, suerte en el intento. Me apresuro a salir cargando a la fria y un tanto pesada Arquemia con grandes dificultades y dolores, antes de salir de del cuarto la dejo un momento y me estremezco de frio, Vaya que enfria tu hechizo preciosa, espero nunca estar en tus zapatos...tal vez debajo de tu falda pero nunca en tus zapatos. ¡Te esperamos afuera Nail, no tardes y no olvides a Emilio!
-vaya maldito hijo de puta, machita y patrialcal.no te deberia tratar como una cosa- le susurro a Arquimia. -que mas puedo hacer?-
Viendo que Richard me coge en brazos y me lleva fuera de la estancia me quedo más aliviada...- ¡Al menos no tengo que soportar el hedor del alquimista! - pienso mientras miro a Richard. Finalmente le digo: - Gr-gr-gr-grac-c-cias Ri-ri-richard p-p-p-por la ay-y-yuda... - entre el tartamudeo y el tiriteo de frío no me entiendo ni yo.... -Espero que me haya entendido...- pienso y miro a Nail. - N-n-n-nail, n-n-no t-t-t-te preoc-c-c-cupes...Richard lo ha he-he-hecho c-c-c-con bu-bu-buena int-t-t-tención... - y le sonrío. - V-v-v-vete con tu m-m-m-maestro...t-t-te dará lo q-q-que n-n-n-neces-s-s-sitas p-p-p-para la pr-pr-prueba...yo me esp-peraré a que s-s-s-se m-m-m-me pase.... - luego recapacito y les pido a los dos con cara de apuro - ¿Pod-d-dríais llamar al es-q-qqueleto mayord-d-domo? Él m-m-me podrá acomp-p-p-pañar hasta Rankish para que m-m-me acabe de des-s-s-scong-g-g-gelar... - y finalmente me quedo de pie a un lado del pasillo a esperar el "deshielo", pensando y mirando al suelo triste - me tenía que pasar a mí en estos momentos...además he descubierto una de mis manos más poderosas para la prueba...de buena demasiado tonta...bffff...
voy a por Emilio -arriba muchachote, o te perderas la primera prueba.- digo haciendo un enorme esfuerso por levantarlo y llevarlo con nuestros maestros
al salir de la habitación y dejar a Arquemia en el pasillo, busco al esqueleto mayordomo, al encotnrarlo le digo que acompañe a Arquemia hasta donde se encuentre su maestro, y de paso que si encuentra otro mayordomo le diga que le de una mano a Nail con Emilio.
Vaya que me gustaría ver a ese Nail tratando de cargar a Emilio, pero ese hedor es de muerte, asi que tendré que perderme ese espectáculo.
-Gl...gl...gl....
Emilio intenta ponerse en pié sin éxito.
-Argh...
Tras esa breve pero intensa visita al alquimista, pasó la noche antes de la gran prueba, en la que se podía notar el nerviosismo durante la cena y en los dormitorios. Al día siguiente, de madrugada, todos subisteis a un carro tirado por dos caballos negros. Como conductor iba uno de los esqueletos mayordomos por lo que poco pudisteis averiguar sobre hacia donde se dirigía.
Tras un viaje de más o menos una hora, el carro se detuvo en una explanada. Podíais ver a unos metros lo que parecía ser un bosque muy espeso, al que prácticamente no llegaba la luz. Al bajaros del carro los señores oscuros os dieron la bienvenida. Tenían montado un montón de mesas con bolas de cristal tan grandes, que las bolas de las videntes gitanas parecían canicas en comparación. También tenían preparado un saco lleno de pociones, que Ackir se encargó de repartir a cada uno. Pero lo más interesante, y que más llamaba la atención era un tipo que no habíais visto nunca, vestido con traje, dandoos la espalda y mirando hacia el bosque.
La figura misteriosa se dio la vuelta y lo que más llamaba la atención, era el único ojo que su peinado dejaba ver. Un ojo escalofriante que no parecía humano. Un ojo que podríais apostar, miraba lo más hondo de vuestro ser. El humano, si es que lo era, se acercó a vostros con paso lento pero firme, con las manos en la espalda. Cuando llegó a dos metros escasos de vosotros se detuvo, metió la mano dentro de su chaqueta y sacó un pergamino. El mismo pergamino que Ferlon había arrugado hacía unos días.
-Bienvenidos, señores, a la primera prueba de este torneo.-Su voz parecía del todo calmada, pero no mostraba ningún tipo de expresión facial ni emoción.-Yo seré el árbitro de esta contienda. Para ello, pasaré a explicar las reglas con su permiso.- Hizo una pequeña inclinación, como dando por hecho de que podía empezar.- Como podéis ver, detrás de mi hay un gran bosque, llamado el bosque de los Reyes Blancos, nombrado así por los animales que habitan entre sus sombras. Como ya habían sido informados, esta prueba consistirá en la caza de animales. Ya hemos puesto campos de fuerza en varias zonas del bosque para delimitar los terrenos disponibles, así como para evitar que los animales escapen. La única forma de entrar o salir es por esa zona de allí.- El arbitro señaló en dirección a unas banderas rojas al borde del bosque que servían de señalización.- La prueba concluirá cuando los dos reyes blancos que han quedado atrapados en la zona hayan sido cazados. En primer lugar el lobo blanco Shar, temido por sus grandes dientes afilados y su gran velocidad. Y en segundo el oso blanco Firha, conocido por sus zarpas capaces de derribar árboles y su gran resistencia. En cuanto al reparto de puntos síganme a esta mesa y os explicaré el puntaje.
El árbitro se acercó a una de las mesas libres donde no había nada encima a excepción de una hoja y una pluma. El árbitro comenzó a escribir rápidamente haciendo cálculos. Una vez terminó, en la hoja se podía leer:
Conejo- 1 punto
Águila- 2 puntos
Lobo- 5 puntos
Oso- 10 puntos
Shar- 25 puntos
Firha- 50 puntos
-Cada vez que deis el toque de gracia a uno de estos animales, automáticamente recibiréis esa cantidad de puntos. Tengo que insistir en que es darle el toque de gracia, no golpearle la mayor cantidad de veces, por lo que robar una presa a otro participante está permitido. Y lógicamente, los animales no se quedarán quietos y querrán defenderse, por lo que durante la prueba alguno de ustedes puede resultar herido o incluso morir. Si mueren no hay ningún problema. El señor Ferlon los resucitará inmediatamente, pero apareceran de nuevo en la entrada del bosque, además de perder un tercio de los puntos que lleven en ese momento. También está permitido acabar con el resto de participantes y si es alguien quien os mata, él recibirá la cantidad de puntos que han perdido. Para tratar de evitar eso, ustedes cuentan con una poción que les sanará completamente las heridas al instante. Si mueren, esa poción será repuesta por una nueva.
El árbitro se incorporó y se acercó a los señores oscuros. Volvió a sacar el pergamino y se lo entregó a Bianlich. se volvió a girar hacia vosotros y prosiguió.
-Yo y vuestros respectivos señores os estaremos observando gracias a estas bolas mágicas. Todos ellos poseeran el poder de comunicarse telepáticamente con vostros y viceversa, pero estará prohibido que informen de la localización del resto de participantes bajo pena de descalificación en la prueba. Y por último comentar, que la cantidad de puntos que logren en esta prueba les servirá para tener ventaja en la siguiente. ¿Tienen alguna pregunta al respecto?
Ahora en cuanto a como irán los turnos, cada uno tirará 1d100 para ver quien empieza. El escenario estará dividido en zonas en un mapa de 4x5. En cada turno podréis realizar 2 acciones de entre las siguientes:
Los mensajes serán únicamente para mi para evitar que los demas sepan donde estais y yo iré escribiendo a cada uno lo que sea oportuno. En cada momento iré anunciando de quien es el turno para que todos sepán cuando será su turno.
Creo que ya no me olvido de nada más. Si hay alguna duda hacedmela saber.
Motivo: Orden entrada
Tirada: 1d100
Resultado: 57
al terminar de escuchar las indicaciones preparo mis cosas, reviso que todo mi equipo este completo.
bien, pues que empiece la prueba, es hora de ganar esos puntos.
comienzo a caminar hacia la entrada al bosque y trato de hacer una prueba de la comunicación telepática.
Bianlinch, ¿algún último consejo antes de empezar?
Todos veis como Richard se prepara con el arco y se dirige hacia la entrada del bosque señalada:
-Bien, pues que empiece la prueba, es hora de ganar esos puntos.
La voz de Bianlich resuena en tu mente tal y como había afirmado el árbitro.
-Será mejor que tengas cuidado con los animales peligrosos como los osos o los lobos. Podrías aprovecharte de los demás y robarles algunas presas sin correr peligro tú. ¡Venga a ganar!
Emilio se levantó como nuevo. No sabía lo que le había hecho el alquimista, pero le había hecho dormir como un bebé.
Cogió su equipo de campaña. Lamentaba no tener donde asearse. La barba podía pasar, pero el olor que desprendía le resultaba desagradable.
Desayunó algo y se fue con el resto al lugar donde se había de celebrar la prueba. Cuando llegó allí vio a aquel petulante lacayo presentar la prueba tónito.
-No, ninguna duda. Está todo bien claro.