Partida Rol por web

Después de salir de la sala de nuevo al pasillo, sigues a Ackir, que permanece completamente callado. Llegáis a lo que parece ser la entrada del castillo y subís por las escaleras. Al llegar al segundo piso, atravesáis otro pasillo hasta llegar a una puerta. Estaba cerrada con distintas cadenas que, el asesino, una a una, va abriendo con un puñado de llaves. Tras un rato, y abrir el último cerrojo, la puerta se abre y al entrar vislumbras una sala llena hasta arriba de armas de todo tipo. Muchas colgaban de las paredes, otras parecían estar expuestas detrás de estanterías de cristal. Sin darte cuenta, detrás de ti entró lo que parecía ser un esqueleto con traje de mayordomo y cerró la puerta.

Ackir se acercó a una de las paredes, donde la mayoría de armas expuestas eran dagas y puñales. Después de un rato pensando, cogió dos bastante simples y parecidas, se dio la vuelta hacia ti y te las ofreció:

-Siento no haber hablado mucho antes. Suelo permanecer callado delante de gente que no conozco. Vamos a empezar el entrenamiento. ¿O tienes alguna pregunta?

Wow, cuantas armas, parece que no tendré problemas de armamento

-Creo que mas que entrenamiento lo que necesitaría es un cuerpo mas joven, con los años he ganado bastante experiencia pero actualmente tengo problemas de coordinación y memoria.

Después de darte las dagas, sacó dos suyas de entre sus ropas y empezó a moverlas en sus manos como quien hace malabares:

-En realidad siendo un asesino no hace falta recordar nada. Todo lo que está vivo es un objetivo y tú mismo decides si matarlo o no.- De repente lanza una de las dagas al aire y la otra la lanza en tu dirección. Sin que pudieras reaccionar la daga pasa rozandote el pelo y se clava en la frente del esqueleto, que ni se inmuta.- Y lo muerto, no hace falta matarlo. Como ves es inútil.-La daga del aire cae y la coge al vuelo. Se la vuelve a guardar y se acerca al esqueleto para recuperar la otra. Te hace un gesto para que le sigas y vuelve a salir de la habitación al pasillo para abrir la puerta de enfrente. Dentro había una sala de entrenamiento con un muñeco de pruebas en el centro.- Adelante. Prueba a golpearlo cuerpo a cuerpo con las dagas.

Me lanzo a por el muñeco de pruebas con intención de hacer una ataque doble con las dagas apuntando al torso.

Cuando estas a punto de dar al muñeco ambas dagas se te resbalan de las manos de forma que salen disparadas y se clavan en la pared de detrás. De esta forma te quedas corto con el rango y no llegas ni a tocar al muñeco. Ackir se acerca a la pared y recupera las dagas para devolvértelas.

-No se si será tu costumbre o la vejez pero coges las dagas mal. Las coges como si fueran cuchillos y fueras a cortar un filete. Debes cogerlas así.- De nuevo saca sus dagas y te enseña como cogerlas, de forma que una de las dagas la cogía igual que tu, y la otra al revés.-De esta forma el filo de ambas dagas se mueve en la misma dirección y mientras que una de ellas la puedes soltar para lanzarla, la otra la tienes bien sujeta para protegerte.- Hizo una demostración con el muñeco y con un solo corte, la cabeza de este cayó redondo al suelo.- Y el movimiento que haces, no solo debes mover los brazos. El cuerpo entero debe seguirlo. Adelante, prueba otra vez.

-Ah... Es cierto, voy a hacerlo correctamente esta vez.

Por segunda vez ataca al muñeco, esta vez sigue las indicaciones de Ackir y al atacar hace una rápida y poderosa rotación sobre sí mismo, como resultado hace dos cortes en el torso del muñeco que lo parte dejando 2 trozos de muñeco y una pequeña tira destrozada.

-Parece que había olvidado cómo combatir ¿que sigue ahora?

El asesino te hace un gesto para que le siguieras de nuevo a la armería. De nuevo delante de la pared llena de dagas, empezó a coger distintas dagas y cuchillos hasta coger unas 10. Se giró hacia ti, te miró y dijo:

-Me parece que no tienes suficientes...- Se giró al esqueleto y le hizo un gesto, con lo que el esqueleto salió de la sala. De nuevo te hizo un gesto para que le sigas a la sala de entrenamiento.-Toma. Creo que solo te caben otros 4 con la ropa que llevas. Ahora tienes que tratar de desenfundar los cuchillos rápidamente para tratar de atacar con cada uno de ellos. A la hora de la verdad puede que hayas perdido algún cuchillo y un asesino nunca va desarmado. Debes de ganar experiencia con cada uno de ellos.

-Me parece un buen consejo, voy a ver que tal se me da.

Con un total de 6 dagas voy a probar contra un muñeco lo de usar todas las dagas. Hago una combinación de cuatro ataques seguidos en los que doy al muñeco (con cada ataque caen pedazos del muñeco al suelo), al desenfundar la quinta daga esta se me escurre de la mano haciendo que salga volando hacia arriba, aún así continuo con el sexto y último ataque con el que le atravieso la sien al muñeco y le arraco la cabeza. Tras finalizar antes de que caiga la daga al suelo la cojo sutilmente en el aire.

-Es bastante complejo usar tantas armas para atacar, esto funcionara en un combate real?

El esqueleto volvió a la habitación cargado con lo que parecía ser unas bandoleras para cuchillos. Se acercó a ti y te la ofreció. Después se volvió a retirar al lado de la puerta.

-No está nada mal esos movimientos... Parecías más... inutil.- Ackir te pasó los cuchillos restantes para que los usaras con la bandolera.-El tener tantos cuchillos sirve para no estar nunca indefenso. Estando en cualquier posición, ya sea agachado, tumbado, de pie, con las manos en la espalda... siempre tendrás cuchillos que te servirán para defenderte.

Ackir se quedó pensativo un instante mirando por la ventana. Una luz entraba por ella que, con el color de la vidriera, parecía de color rojo sangre. Una sonrisa se le dibujo en la cara. Al rato volvió a reaccionar.

-Perdón. Estaba pensando en una cosa graciosa... Creo que va siendo tarde ya. Mañana practicaremos a lanzar cuchillos con veneno paralizante. De esa forma será mucho más fácil cazar a los animales.-El asesino volvió a sacar dos cuchillos y a darles vueltas. Se giró y se dirigió hacia la puerta.-Si quieres puedes ir practicando un poco más o ir directamente a cenar. Si sigues al esqueleto te llevará allí. Hasta luego.- Y mientras salía por la puerta pudiste escuchar un susurro.-Me apetece filete sangriento...

Miro al esqueleto y pienso "¿que se supone que le tengo que decir a un esqueletos?" Supongo que no podrá hablar y eso...

-Me podrías guiar a donde vayamos a cenar?

Cuando despertaste y seguiste al esqueleto al comedor, el asesino y los demás señores ya estaban allí. Con un gesto te indicó que le siguieras a la armería (podías coger algo para comer por el camino). Una vez arriba, en lugar de entrar a la armería entrasteis en la sala de entrenamiento.

-Será mejor que empecemos. Hay que aprovechar el día.-Sacó 4 cuchillos de sus bandoleras y empezó a hacer malabares de nuevo con ellos.-¿Tienes alguna pregunta antes de comenzar?

Siguiendo al esqueleto llego al comedor y nada mas entrar mi entrenador me hace una señal para ir con el. Como se llamaba? Creo que empezaba por "k"... ¿Kate? mmm no, tal vez... ¿Kratos? Da igual, le llamare entrenador. Antes de salir del comedor y seguirlo cojo una manzana roja de la mesa y me la voy comiendo por el camino. Recuerdo aquella conversación con un tipo que me decía que con las semillas de manzana se podía hacer un veneno llamado... ¿como se llamaba?-Me trago una semilla sin querer- Mierda, espero que no sea peligroso...

-Ninguna, simplemente dime que toca hacer hoy

El asesino sacó un pequeño frasco que parecía contener una especie de polvo.

-Esto es veneno paralizante. Si esto lo aplicas a tus cuchillos, podrás paralizar a tu víctima, dejándola indefensa. Pero claro, ¿qué lógica tendría usarlo cuando vas a atacar a alguien por detrás? Por eso mismo hoy prácticaras a lanza cuchillos. Si aciertas a alguién con el cuchillo envenenado seguro que dejará de moverse y podrás destriparle.-De nuevo se le dibujó una sonrisa en la cara. Sacó uno de sus cuchillos y viste como aplicaba el veneno en él. Después se lo lanzó al muñeco y no le dio. Simplemente paso por al lado, haciendo un pequeño corte y se clavó en la pared.-Si te acercas a muñeco y lo observas te darás cuenta de que el veneno se ha quedado en la superficie. De esta forma no hace falta que le des de lleno. Solo con rozarle un poco conseguirás tu objetivo.- Del bolsillo también sacó dos plantas. Una de color rojo palido y otra amarilla brillante.-Estas son las plantas con las que se hace el veneno. Con triturarlas y mezclarlas será suficiente. Será mejor que lo recuerdes... o que te apuntes los colores donde sea. Si te quedas sin veneno, por el bosque podrás encontrarlas.

Tras esto te acercó un cuchillo y el bote con los polvos y te hizo un gesto para que probaras.

Tomo el cuchillo con la mano derecha y el veneno con la izquierda. Con cierta dificultad sostengo el cuchillo a la vez que le aplico el veneno en la hoja, tras un lento proceso en el que aplique concienzudamente el veneno en el filo del cuchillo, una vez terminado sostuve con la mano derecha el cuchillo y lo arroje con bonito movimiento de brazo a la vez girando la cadera. Lo que en principio parecía un lanzamiento perfecto acabo con Viktor en el suelo y el cuchillo a los pies del muñeco.

-Argh! Mierda! Mi cadera...-Dijo acostado en el suelo llevando su mano al costado-Me parece que voy a necesitar algo de ayuda ¿hay algo para tratar mi cadera?

Ackir hizo un gesto al esqueleto, que salió de la habitación. Después se acercó a ti y cogiendote de la mano te ayudó a levantarte.

-He mandado al sirviente a por unas pociones. Son bastante útiles para las heridas pero dudo que sirvan para los achaques de la edad... Al menos te aliviará...

Al rato el esqueleto apareció con un saco lleno de pociones. Te dio una y al tomartela notaste como el dolor de la cadera se iba, hasta que unicamente notabas como una ligera molestia. Ackir recogió el cuchillo del suelo, te lo volvió a dar y con un gesto te indicó que siguieras.