Partida Rol por web

Lordo se preguntaba si se habia robado, encontrado algo  de jade ultimamente, pero la respuesta era negativa. Parece que aquí va algo del mismo material, ¿el bicho ese no lanzó nada por el estilo?

- A lo mejor 'lo que sea' que encaja ahí podemos encontrarlo en esa tumba. -señalo en el diagrama su localización, mirando de paso si sé orientarme para llegar hasta ella desde donde estamos.- De todos modos, voy a mirar eso que dices, Lordo.

Me acerco al manto muerto con cierta prudencia, como si el bicharraco ése fuera a levantarse de un momento a otro y busco por sus alrededores, a ver si hay algo que encontrar.

Celion se mantenía inspeccionando el mapa mientras Lordo parecía prestar especial atención a la rosa de los vientos. Cuando el druida se fijó en el símbolo, se dio cuenta de por qué despertaba tanto interés al mediano. "Jade... algo del mismo material..." Aquellas palabras vagaron a penas un instante en la mente del elfo hasta que por fin cobraron un sentido. -¿No nos dio Ulblyn una llave de jade antes de partir? La habíais conseguido en una misión anterior o eso me pareció entender.- Comentó haciendo memoria.

Miró a Reluë, quien se afanba en buscar el objeto que encajase en aquella ranura. -Lo habías cogido tú*, ¿no? Quizás sea esa la llave que encaja en la rosa de los vientos de este mapa.- Concluye rápidamente para evitar que su compañero continuase con una búsqueda que no iba a llegar a ningún lado. Huine observaba la situación ya más calmado e intercalando miradas entre su compañero druida y el resto de los allí presentes.

- ¿Yo? -la pregunta de Celion me sorprende rebuscando entre los desperdicios, poniéndome de mierda hasta arriba. La cuestión me pilla por sorpresa y tardo en reaccionar. Y entonces, como si se hubiese abierto una presa, una avalancha con los recuerdos de la conversación en la tienda de Negroalciervo irrumpe atropelladamente en mi mente -glups - hum...

Tiene que haber alguna salida digna de este embrollo, pero me es difícil encontrarla rebozado como estoy en guano. Me yergo y trato de mantener la compostura.- ¿Así que eso es de jade? -pregunto, señalando la rosa de los vientos, con tono de "haberlo dicho antes". Busco en uno de los apartados de mi bolsa y saco la llave a la que se refiere mi compañero.- Pues sí, aquí tengo la llave. -me acerco a Celion y se la brindo para que sea él el que haga los honores y mire a ver si encaja.- Prueba, a ver.

Decididamente voy a tener que dejar mi afición a tomar pociones de origen poco claro, porque están afectando seriamente a mi memoria.

Eh... cierto.. la llave...- murmura Lordo meditativo. Joder que mala memoria tengo.

Celion sonrió a su compañero elfo ante el honor de entregarle la llave a pesar de haber formado grupa hace poco. -Gracias.- Le dijo por el detalle. Y, sin más demora, el druida comprobó si realmente aquella llave de jade servía para el hueco que habían encontrado en aquella cueva.

Thokk se quedó ligeramente a parte de todos los que se congregaban alrededor de ese mapa y hablaban sobre una llave, la cual se la daban al druida para que la usara. El semiorco simplemente se mantuvo en guardia y atento, solo por si aparecían otros bichos por medio.

Cerca de los huesos del esqueleto, encuentras 132 piezas de oro.

La llave de jade era la pieza clave para descifrar el mapa. Cuando Celion la colocó en su lugar, el mapa empezó a girar en círculos. Tras unos segundos, se detuvo. La rosa de los vientos marcaba correctamente los cuatro puntos cardinales. Y en el mapa había aparecido un símbolo reluciente en forma d martillo. Ahí debía estar la tumba.
 

¿alguien sabe leer esos mapas?, ¿queda muy lejos de aquí?...

digo un poco molesto, nada de esta mision lo comprendia y al parecer solo habian tenido que enfrentarse a seres horendo, caca de murcielago, y cosas que no le gustaban, se preguntaba porque demonios seguía por aquí...

Vaya tela de misión... a donde quedara ese martillo??... ¿se puede sacar la llave??

Contemplo con admiración cómo el mapa gira fruto de algún oculto mecanismo que Celion ha activado con la llave de jade. Una vez que deja de dar vueltas, estudio la nueva disposición tratando de orientarme para llegar hacia el punto que está señalado con un martillo.

¿Por qué un martillo, me pregunto? Y como no obtengo respuesta, sigo mirando el posible recorrido mientras recuerdo que, dos salas más atrás, vimos una rampa ascendente en la esquina sureste y que no llegamos a tomar (*) por habernos decidido por el túnel del norte. ¿Será por ahí?

Después de que los compañeros jugueteen con la llave, haciendo cambiar de disposición el mapa un par o tres de veces hasta que vuelve a quedar en una que tiene sentido, podemos determinar que el lugar marcado con el martillo se encuentra en una zona cercana a la atalaya.

- ¿Qué? ¿Vamos? No parece complicado llegar. -les pregunto, un poco harto ya del ambiente pestilente de esta cueva y con ganas de averiguar algo más sobre la tumba de aquel tal Vorbyx.

Celion observó con curiosidad el mecanismo que convertía el grabado en un mapa perfectamente legible. Incluso Huine hacía amago de interés girando la cabeza ligeramente hacia un lado cuando el ruido que hacía la llave al girar llamó su atención. Al igual que parecía hacer Relüe, el druida contemplaba detenidamente la representación geográfica que tenían delante. Ahora quedaba muy claro el lugar que estaba señalado allí.

-Sí, creo que será lo mejor. No parece estar particularmente lejos y está claro que esta localización tiene relación con la llave que llevó a Ulblyn a encomendarnos esta misión.- Respondió a su compañero elfo. Ahora que tenían un rumbo fijo no podían ignorar un detalle tan importante como un mapa para el cual tenían la llave.

Os sigo donde sea, estoy harto del guano.

Digo un poco malhumorado con todo esto dispuesto a irme de esos lares pronto, no me gustaba para nada ese lugar.  Supongo que esta llave debe quedarse donde esta- la vuelvo a poner en su sitio. A menos que piensen que deben llevarla, pues adelante...

-Me parece bien. Vayamos primero al sitio y luego ya explicamos lo que hemos encontrado y hecho -afirmó el semiorco mientras paseaba la mirada por el mapa, sin entenderlo del todo- Vosotros guiáis.