Finalmente el grupo de diez arqueros vuelve con Rob entre sus filas. El joven traidor había decidido unirse a vuestra causa y abandonar toda esperazan de luchar en favor del príncipe Héxtor.
Los diez arqueros llevaron a Rob junto a su señor, Heironeus era el único Rey Verdadero y Rob había decidido tomarle como tal. Ahora lo presentaban ante su señor y éste debía decidir qué hacer con él, si tomarle como uno más entre sus filas o dudar de él y darle un rápido fin.
Uno a Rob a la escena, él es el último. Decidais lo que decidais, esto se acaba chicos. Así que, vosotros vereis lo que hacéis y yo ya narraré los últimos post.
Un placer chicos, y tratemos de darle un buen final a la partida ^^, con BUEN no quiero decir que la cosas acaben bien... XD
-Mis fieles súbditos, mis compañeros, es más, mis hermanos.-Empiezo a decir en tono de agradecimiento.-Este hombre que se presenta ante nosotros hoy es un traidor a mi hermano y un nuevo aliado para nuestra causa... Segun me han dicho a mi me corresponde decidir su suerte, pero quiero que seais vosotros, mis leales hermanos, quienes decidais su suerte.
Nunca sobran aliados, es cierto, pero este hombre tiene en sus manos la sangre de nuestros compañeros... ¿Qué opináis?
No fui educado para el perdón, y menos después de todo lo que nos han hecho pasar todo este tiempo.
Mi decisión está bien clara - concluí.
El perdón es para los débiles. Mátalo. - dijo Jester sin miramientos.
- La decisión es demasiado importante para que un peón de mi señor sea el encargado de opinar siquiera. Si sus órdenes sean hacia un lado u otro este fiel servidor las seguirá. - Nunca le había gustado el otro señor y no le habían educado para más que para servir a su señor por lo que su respuesta habría sido clara. Aún así se contuvo y decidió no añadir su voto al tema.
En la guerra se manchan las manos de sangre. A veces de hermanos y amigos que luchan en el otro bando por opiones erróneas.
Maximus señaló a Rob.
Él no es el culpable de esa sangre, mi señor, es Hextor.
Solo queda la opinión de Troy, y la de Rob si quiere alegar algo en su defensa. Luego que Heironeus dicte sentencia.
Mi señor, mantenedle con vida y dejad que lo use en el laboratorio. Puede que todavía tenga información útil sobre vuestro enemigo y podría sacársela con mis artes. Y si no aguanta siempre me viene bien cuerpos frescos para mis estudios de anatomía.
Troy susurró estas palabras cerca de su señor. Él era el único de los de allí que sabía el tipo de experimentos que realizaba en los sótanos del gran castillo. Principalmente porque su señor fue su mentor, el que le introdujo en aquel macabro arte.
-Muy bien, he oido las opiniones de todos.-Digo mirando a Rob.-Y tu tambien, ¿Algo que decir en tu defensa?
Rob escuchó a todos dar su opinión pero no separó la vista de los ojos de Heironeous. Y cuando él le preguntó si tenía algo que decir le comentó en tono frío:
-Haced lo que tengáis que hacer. Símplemente que si vuestra decisión es la muerte, sea de forma rápida y sin sufrimiento.
-Muy bien.-Respondo finalmente.-Todos mis hermanos de armas habéis aportado vuestra opinion. Bueno, salvo el enano inconsciente, pero no podemos preguntarle.
Como máximus ha dicho, la guerra es la guerra, en la guerra se manchan las manos de sangre por seguir las órdenes de uno u otro bando, aunque es totalmente cierto además que, quien escoge un bando, sabe como nuestro presente prisionero que en un momento dado puede que tenga que morir por él.
Revan, no eres un peon, eres uno de mis mas fieles compañeros de armas al igual que los demas. Por ello cargamos contigo hasta que te recuperaste. Si hubieras sido un peon te habrias quedado alli a merced de los kobolds.
Los demas... os habeis expresado en favor de su muerte. Si os soy sincero es lo que más adecuado me parece. Es cierto que su mano actuó guiada por Hextor, pero nuestros compañeros que murieron a sus manos no gozaron de la piedad que ahora dudamos si otorgarle... el cautiverio es, pues, mi elección para el.
Permanecerá en una mazmorra durante un periodo de tiempo para expiar su culpa y después será liberado y unido a mi grupo de leales. ¿Aceptas tu pena?
Rob miró extrañado a Heironeous. ¿Aceptar la pena?... ¿Acaso tenía otra opción salvo la muerte? Finalmente tras dudar de si debía responder o no, comentó:
-Acepto mi condena y agradezco vuestra piedad.
-No agradezcas mi piedad.-Respondo.-Pues si por mi fuera no la habría tenido. Agradece a Maximus que hablase en tu favor y se consciente de que le debes tu vida.
Ahora depon hasta la última de tus armas, deja tu armadura en el suelo y volvamos al castillo.
Nüt permaneció inmóvil ante la sucesión de hechos que estaba tomando este final, él habría hecho otra cosa, pero debía de obedecer a su señor.
Rob obedeció y dejó caer todas sus armas. Poco a poco desabrochó también su armadura y la dejó caer. Dejó caer incluso su mochila, en la cual guardaba el resto del equipo. Finalmente elevó las manos esperando que lo tomasen cautivo. Quizá esta era mejor solución que caer atravesado y desangrado.
-Perfecto, llevadlo al castillo.-Digo sin darle más importancia.-Volvamos alli a curar nuestras heridas y a planificar el siguiente paso.
Maximus se colocó al lado del prisionero. Si las palabras de su señor eran ciertas, gracias a sus palabras había salvado la vida de un hombre, así que decidió que, hasta llegar al castillo, velaría por su seguridad.