Me levanté y me aproximé a él, susurrándole al oído para que nadie más pudiese escucharme...
Soy hábil en distancias largas, conozco conjuros temibles que hace que me teman, soy un buen intimidador y soy bastante inteligente a la hora de leer ciertos mensajes cifrados...
Las normas de las que hablo son: "No hago nada sin obtener algo a cambio, poder, dinero, confianza..."
Al acabar de hablar me aparté de él mirándole a los ojos...
-Perfecto.-Respondo.-Ya tengo a siete leales seguidores. Dentro de muy poco seremos suficientes.
En aquel momento de la conversación las puertas se abren para dar paso a una vieja y arrugada anciana. El rostro es familiar para vuestro líder pero desconocido para el resto. Ante vosotros la anciana se adelanta a todos vosotros y se dirige lo más cercano posible al heredero
¡Traigo buenas nuevas! Mi nombre es Kimara, fiel sirviente de vuestro padre. Ahora que nos ha abandona vengo a presentaros mis respetos ante la guerra que quieres desencadenar contra vuestro hermano. Yo me sitúo de vuestro lado y me rindo ante vuestros pies.
La mujer hace una reverencia y besa los pies del heredero. Entonces alza la vista y se vuelve a poner de pie.
Pero no vengo solo a idolatraros, mi señor. Vengo también, porque traigo noticias. He oído rumores a cerca de un grupo de arqueros de vuestro reino que fueron atrapados hace mucho tiempo. Se encuentran en una mazmorra perteneciente a un grupo de kóbolds, nada de lo que no os podáis hacer cargo tanto vos como vuestros lacayos.
Sé que la guarida tiene cuatro entradas, lo idea sería dividir a vuestro grupo y cubrir dos de las cuatro entradas. Con suerte encontraréis a vuestros aliados y os ayudarán a defender el castillo. Mientras tanto yo puedo defenderlo de vuestros enemigos. Hacedme caso cuando os diga que yo sola soy capaz de mantener a raya al ejército que traiga vuestro hermano.
Mientras tanto deberías escoger a los miembros que os van a compañar, elegir un segundo líder y dividiros para encontrar cuanto antes la guarida de los kóbolds.
Deberéis rastrear la zona y localizar sus huellas y sus pisadas, cuando lo hayáis hecho, acabad con esas inmundas criaturas y rescatar a los arqueros. Ellos me ayudarán a proteger vuestro castillo y su mano nos podrá ayudar a destronar a vuestro hermano.
Troy observó desde debajo de su capucha a todos los que habían jurado lealtad a su señor. Todos buenos especímenes que seguro servirán a su señor lo mejor posible en esta vida, y cuando esta se acabe, Troy se encargaría que también lo hicieran desde la otra.
Sonrió para sí mismo ante su ocurrencia.
De repente recordó el cadáver que tenía en las mazmorras descomponiéndose, esperaba que la reunión no se alargara mucho, porque la siguiente prueba no podía demorarse, si no toda la investigación no habría servido para nada, bueno, un cadáver no era difícil de reemplazar, siempre hay accidentes.
De repente apareció la anciana Kimara, era una suerte contar con ella, si bien Troy llevaba poco tiempo con su señor, las historias sobre la anciana recorrían todavía el castillo,
Troy aguardó, en silencio, la resolución de su señor
Heironeus no parece que fuera a poner mucho problema en cuanto al apartado de las normas y tal, algo que ella pensaba que podría ser un inconveniente. Mucho mejor así, es más, no era la única que iba un poco a su bola, por lo que estaba escuchando de sus compañeros.
Entre las presentaciones normales entró la anciana Kimara, que para ser anciana se conservaba muy bien y tenía un bonito pelo blanco. Entonces empezó a hablar y Lylith no pudo más que sorprenderse de como esa mujer no se quedó sin aire.
Joder, lo que ha soltado en un momento... exclamó para si misma
La mujer ya lo traía todo pensado y planeado, mejor así, pero ¿como sentaría aquello a Heironeus? A un líder siempre le gusta tener el control de la situación y más aún a uno recién llegado.
Irritado ante tanta osadía frente a su señor por parte de mucho de los presentes, Revan estuvo a punto de sacar sus armas y matarlos a todos aquellos falsos y pateticos seguidores de su señor. Se intentó contener sabiendo que su señor era capaz de eliminarlos a todos si así se lo proponía. Ante la a parición de la anciana, Revan se quedó algo desorientado, había oido historias de lo peligrosa que era esa mujer y se alegró de que estuviera de parte de su señor. Matar kobols no era su afición pero si eso servía para subir el poder de su ejercito sin duda sería necesario realizar la misión propuesta.
Shamel escucho las palabras de la abuela con respeto pero lo de los kobolds la desanimo un tanto. ella esperaba rendir mas en el cmapo politico que en el fisico.
-Bueno, quizas no haga falta matarlos y podamos convenverlos o engañarlos. La lengua tiene mas poder que la espada, ya se sabe.
-Aunque, si hemos de matarlos, creo que me quedare con uno de mascota. ¡Son tan monos!
Ni me inmuté ante los comentarios de aquella señora. Me quedé quieto y pensativo, esperando las órdenes pertinentes del que debía de ser nuestro "jefe".
Estaba viendo reacciones de varios de los que también se encontraban en ese lugar y, la verdad, me sorprendió verles tan ilusionados con la posibilidad de ir en busca de los arqueros que se suponía defenderían el lugar más tarde.
Tal vez se trate de una trampa...o tal vez no...Lo que era cierto es que haría lo que hiciese falta por "colaborar"...
-Bien, bien.-Respondo anonadado ante las declaraciones de la anciana.-La verdad es que no me esperaba una aliada tan valiosa... Bueno, sed bienvenida.
Camaradas, debemos obrar con presteza pero a la vez no debemos precipitarnos. Si mi hermano tiene noticias de ello seguramente también parta en busca de estos potenciales aliados... debemos ser cautelosos y más rápidos que él. Como nuestra más reciente aliada dijo, debemos dividirnos.
Dos de vosotros aún no han hablado... me pregunto, ¿Cuáles son vuestras capacidades? Creo que podría acertar simplemente con veros, sin embargo me gustaría oirlas de vuestros labios. Una vez hayáis hablado escucharé vuestras estrategias y dividiré nuestro grupo en dos. ¿Os complace?
A ver, estrategias de asalto de dungeon XD ¿Dos grupos normales con un poco de todo? ¿Grupo ágil y sigiloso y grupo de combate pesado? Asesoradme, camaradas.
Había pensado en:
Grupo 1: Lylyth, Baern, Udgren, Troy y Shamel
Grupo 2: Heironeus, Nüt, Maximus, Revan y Jester
¿Qué os parece?
A qué esperan para hablar esos dos...
Por mí, dos grupos variados ; )
A Troy no le agradaba la idea de separarse de su señor, casi tanto como la de salir de su sótano y dejar los experimentos.
Aunque entendía el por qué separarle de su lado. Alguien de verdadera confianza debía ir en el otro grupo para supervisarlo todo. Orgulloso del papel que él mismo se había atribuido esperó el momento de ponerse en marcha.
Además, según tenía entendido, los kóbolds era muy buenos ejemplares para experimentar con ellos.
Por mí los grupos ok
Shamel parecio considerar los dos grupos antes de hablar.
-Me parece una distribucion mas que correcta, Heironeus. Habeis juntado músculo y cerebro en ambos grupos. Creo que es lo mas inteligente que podiais hacer. Nunca pongas todos los huevos en la misma cesta.
Lylith escuchó las palabras de alguno de sus compañeros y miró a los dos raretes que aún no habían abierto el pico para, al momento, volver a ignorarlos.
A mi me parece perfecto, tan solo dejadme delante y iré aclarando el camino. Por qué esos kobolds tendrán trampas, ¿verdad?
La idea de un dungeon sin trampas le parecía casi ridicula, por lo que se sentía importante al poder librar al resto de ese problema.
Sin duda lo más inteligente lo había dicho la ladrona, los kobols eran listos poniendo trampas y por suerte había dos en la sala que sabían apañarselas con ellas. Haciendo un recuento - Mi señor- Digo inclinandome- se ha olvidado de Bob. Sería prudente que fuera con usted en el grupo para estar más protegido. A fin de cuentas es usted el único imprescindible.
Jefe, ¿por qué se empeña en venir con nosotros? ¿No estamos aquí para hacerle el trabajo sucio? No entiendo entonces a que vienen las ganas de meterse de lleno en el peligro.
La ladrona ciertamente estaba extrañada de esta actitud.
No es que dude de tu capacidad, es solo que no se que será de estas tierras y de nosotros si te llega a pasar algo, jefe. ¿No sería un tanto irónico que un grupo de kobolds, a los que fuimos a matar para poder arrebatarle el castillo a tu hermano, acabara con usted entregandole de esa manera tu castillo a Hextor?
Cualquier día su lengua le iba a meter en un problema...bueno, ya le había metido en bastantes, pero algún día sería uno del que no podría librarse tan facilmente
-Gracias por preocuparos.-Respondo ligeramente conmovido.-Pero la verdad es que Bob vendrá conmigo para asegurarse de que nada malo me ocurre. De este modo no habrá nada que temer. En fin. Si nadie tiene propuestas alternativas... podemos ir partiendo.
La luchadora estaba apoyada en una columna, aburrida. Estiró su metro ochenta y cambió el peso de pierna. No terminaba de entender a estos no orcos. Le habian dicho que el jefe estaba en la gran sala, y había estado esperando; pero nadie había llegado dando órdenes y algunos golpes como correspondía a un jefe. Estos flacuchos hablaban y hablaban todo el tiempo.
Incluso le hablaban a ella, pero Udgren ya había aprendido que en vez de insultarlos y mostrar su fuerza, tenía que sonreír, así que se esforzaba en mostrar los dientes a los que veía mirándola. Por supuesto que no tenía ni idea de de qué hablaban tanto estos idiotas, pero eso no era su asunto.
Más o menos uno al que todos escuchaban con atencion preguntaba qué sabía hacer cada uno. Ella se rió por adentro ¿preguntar? ¿como te dice lo fuerte que golpean?.
Después de tanto esperar, se fue despertando una idea, el hombre que más hablaba también daba órdenes ¿ése hombre era el jefe? Los jefes que la semiorca conocía hacían tantísimo más ruido. Decidió escuchar un rato más para asegurarse, no quería quedar como una tonta...
¡Ah, tiene un guardia! ¡este es jefe! ¿cómo se hace esto? ¿qué hicieron los otros? ah, sí...
Se interpuso en el camino del príncipe, imponiendo su altura y apoyando las manos en las dos armas que tenía en la cintura, las apretó fuerte para marcar sus músculos. Cuando estuvo satisfecha con su pose buscó las palabras en común: -¡Jefe! ¡Soy Udgren! Yo mato ¡Mato bien! -no estaba segura de que con eso fuera suficiente, hubiera preferido golpear a alguno de los de alrededor para demostrarlo; pero ya le habian explicado que así no se hacían las cosas con los humanos. Se acordó de sonreír: -¡Mato a los kobolds!. ¿Qué me das? -
Os he dividido ya en dos bandos, pero todavía no os habéis separado. El caso es que cualquier comentario que queráis hacer podéis hacerlo por aquí. Cuando encontréis la mazmorra y os metáis dentro os cerraré esta escena.
-Me alegra saber que matas bien, Udgren.-Respondo al escucharla.-Pero matar no basta, debemos conseguir botín. Si conseguimos nuestros objetivos conseguiremos oro, y si conseguimos oro y botín podremos repartirlo. Todo el que luche a mi lado tendrá parte en el botín, aún en el caso de que yo tenga que quedarme sin nada.
Antes de muchos pensaran en irse. aparecio un tranquilo enano con vestimentas salvajes. "He venido desde los montes y montañas para ayudar al reino, Lord Heironeus... Soy Baern Karrzul y mi lobo haremos lo que sea por alejar los males de la sabia natura. Mis poderes y vinculos con lo terrenal y espiritual seran los jutos y necesarios. Si es necesario, podria ayudarlos en tierras salvajes y agrestes. A donde necesiten que vaya, yo iré. Purificar los reinos con los elementos y sus bondades!"
Este sin querer ser maleducado e interrumpir escucho gran parte de la conversacion fuera del salon principal.
Baern vio que muchos estaban por irse y habiendose enterado por escuchar algunas palabras sobre "morada de los Kobolds", no dudaria en usar su habilidades o poderes para beneficios de Heironeus o sacar criaturas dañinas.
Esto es y sin querer y perdon, que mi personaje apareceria casi a lo ultimo y sin enterarse mucho. Se puede hacer de cuenta que Heironeus sabria de un enano con poderes de la naturaleza pero nunca lo haya visto y viceversa