A mí esta cerveza.- el joven Elvar señaló su jarra ya medio vacía
Me muevo para acabar con la maldad. Las necesidades del poder supremo me requerían aquí. Sólo se eso
Yo tambien intento acabar con la maldad alli por donde paso, intento redimir a mis enemigos y guiarlos por el buen camino. - comento Chuï contento de haber encontrado algun tema de conversacion.
Cuando ya llevabais un tiempo allí sentados de pronto una extraña ventana se abrió en la posada, de ella salió la la cabeza de un hombre fornido de cabellos rubios y edad madura. Extrañamente la ventana se abrió hacia dentro de la taberna en lugar de hacia fuera que debería ser lo más habitual.
El hombre asomó la cabeza y miró hacia el interior.
Lo... lo... ¿Lo Hemos conseguido? ¿sí?
¡Sí!
¡Síiiiiiiiiiiiii! Si, lo hemos conseguido. ¡Lo Hemos conseguido!
¡LO HEMOS CONSEGUIDO! ¡Mirad chicos, lo hemos conseguido! ¡Por fin!
Elmo parece gritar de alegría y mira repetidamente hacia dentro y hacia fuera de la ventana como si sus ojos no pudieran creerse lo que estaban viendo y como si le contase a alguien de fuera lo que veía. ¿Crees que será seguro? Yo creo que sí. ¡Esperáme aquí! Seguro que en unos momentos vuelvo.
Instantes después Elmo cruzó la ventana y dio un pequeño saltito para caer al suelo. Después se sacudió el polvo y miró asombrado la taberna y a los que estaban allí. Después se quedó mirando a los que estaban allí sentados y sus ojos se pararon en especial en Galimatías y en los que estaban sentados a su al rededor.
¿Este lugar es lo que en mi pueblo se conoce como La Ciudad de las Mil Puertas, verdad? Siempre supe que existía. ¡Por fin lo hemos logrado! Permitidme que me presente, mi nombre es Elmo y vengo de Hommlet un pequeño pueblo situado en un plano de existencia paralelo a este. Vengo en busca de ayuda, nuevos peligros amenazan mi hogar.
Tranquilo hombre, ven siéntate aquí con nosotros y pide una ronda para todos.- Elvar señaló na silla cercana.
Después nos puedes contar lo que adolece a tu pueblo.
Bueno, por lo menos eso sonaba a un posible trabajo, y lo mejor es que sería lejos de allí, donde sus viejos amigos no se molestarían en ir a buscarle
Davak no podía evitar mirar con extrañeza al apuesto hombre que había salido de un agujero ¡en ninguna parte! Parecía feliz de venir de donde demonios quisiese que viniera.
Elvar no había tardado en invitarlo a nuestra mesa y parecía que el desconocido le iba a hacer caso. Bueno, si proponía aventuras, Davak no sería quien se negase. Al fin y al cabo, necesitaba dinero.
Puedes ahorrarte la ronda, seguro que si has venido hasta tan lejos es porque el problema es grave. - dijo Chuï con tono amable mientras miraba de reojo a Elvar. Yo estoy dispuesto a ayudarte pero dinos, ¿Cuales son esos peligros?
Talindra se sintió un poco fuera de lugar, pero aún así decidió compartir la mesa con esos desconocidos. Su destino se ocultaba de ella y sabía que su cometido estaba relacionado con ese lugar.
- Mi nombre es Talindra y he venido a este lugar a buscar mi destino - respondió mirando a los compañeros de mesa.
La mujer se interrumpió por la súbita aparición de aquel joven.
- ¿Amenazas dices? - la chamán se incorporó - ¿Qué ocurre?
Siento la tardanza y el post tan corto. Hasta hoy ha habido feria y ando descolocado. Estoy de vuelta.
¿Qué tipo de amenazas? A Galimatías sólo le interesaban un tipo de peligros: Aquellos que se movían con un propósito oscuro y contrarios al bien supremo
Tranquilo hombre, ven siéntate aquí con nosotros y pide una ronda para todos.- Elvar señaló na silla cercana.
Después nos puedes contar lo que adolece a tu pueblo.
¿Acaso crees que tengo tiempo como para sentarme y tomar unas rondas con ustedes? No señor, para lo único que tengo tiempo es para buscar a alguien que sea capaz de ayudarnos.
Hace varios años mi hermano Otis y yo trabajamos con la canonesa Y'dey de la iglesia de s. Cuthbert en la misión de espiar las actividades de un templo que comenzaba a surgir en las inmediaciones de la aldea. Tras muchas investigaciones y la ayuda de algunos aventureros logramos desterrar a aquel que se hacia llamar como El Señor del Abismo cuyo culto comenzó en ese templo. Ahora hay indicios de que empieza a haber movimiento en uno de los edificios cercanos a la ciudad, y esto es señal de peligro, allí perdí a mi hermano, la canonesa no pudo devolverle la vida y ahora está muerto.
Parece que el antiguo culto esté renaciendo, algunos aldeanos han visto trasgos no muy lejos de allí, puede que no tengan nada que ver, pero necesitamos ayuda para comprobarlo y en el pueblo ya no hay gente que quiera o pueda echarnos una mano. Por eso he venido hasta aquí, para buscaros y que me ayudéis, qué me decís, ¿estáis dispuestos a echarme una mano?
Davak no tarda ni un segundo en decidirse.
Por todos los dioses, ¡claro que sí! ¡Cuenta conmigo!
Como ya dije, puedes contar conmigo. - dijo Chuï mientras se levantaba.
Claro amigo, lo que necesites.....si la paga es generosa claro. Yo entiendo a los demás cuando se lanzan a la aventura tras nobles y heroicas motivaciones. Pero algunos no compartimos ese sentimiento.- Elvar continuaba sonriendo, pero mientras hablaba se acercó a la mesa, poniendo los codos encima de la mosma y bajando un poco el tono de voz
- Mi cometido es limpiar la tierra del mal - replicó la chamán con el gesto serio acercándose al joven para tranquilizarlo - sin duda estoy aquí para ayudaar a los necesitados.
Donde el mal more, allí estaré yo para acabar con él