El brujo eructó satisfecho tras tomar el reconstituyente, casi a linstante sintió como las energáis perdidas regresaban a él. Y ya había llegado el momento de lanzar algunas explosiones...
... y vaya si habían regresado las energías, vaya demostración de poderío ese rayaco. El impacto contra el ser plumoso llenó el aire plumas en todas direcciones.
Motivo: Explosión Arcana al bicho
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 5(+8)=13 (Exito)
Motivo: Daño?
Tirada: 2d6
Resultado: 10
- ¡AAAAAARrrrrrgggggg mamáaaaa! - Gritó Smoralek cuando recibió aquel zarpazo. Después de haber cumplido su objetivo de ahuyentar al ogro murciélago, se veía con posibilidades de caer ahora frente a otro temible enemigo.
No podía ser. Nooooooooo - gritó en su fuero interno. Smoralek aferró con fuerza su rajaperros flamígero y trató de golpear al oso lechuza, intentando acabar con la criatura antes de que un nuevo zarpazo lo partiera por la mitad.
Motivo: Ataque rajaperros
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 13(+9)=22 (Exito)
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+3)=5
Motivo: Daño flamígero
Tirada: 1d6
Resultado: 4
He contado un +2 por flanqueo, si no es así réstalo pero creo que doy igual.
¡Cocococo... COCOOOOOOÓ!-exclamó escandalizada la osa lechuza, al ver que la cosa estaba que ardía.
Ella también ardía. Resulta un poco díficil creerse que después de las tres primeras rociadas de fuego y el tajazo de fuego todavía quedase en su piel una sola pulgada cuadrada que prendiese. Ya no tenía ni plumas, ni pelo, y su carne rosadita estaba protegida por una incombustible pátina de piel ya chamuscada. Pero aún así seguía ardiendo.
Una osa lechuza normal diría... "Vale, soy un ser racional ante un problema lógico, y puedo resolver mi problema con las llamas sumergiéndome en el agua del arroyo". Pero la osa lechuza de la granja de Papá Picacarne tenía dos doctorados y un máster, era la osa lechuza más lista sobre la faz de la tierra y además sabía que era demasiado grande como para hacer eso de sumergirse por completo en un arroyo tan pequeño. Además... cuando estás ardiendo vivo no tienes moral para ir recurriendo a la lógica para resolver los problemas: te vuelves más irracional, más pasional, y solo puedes correr llevado por la histeria.
Cuando Cú-cú vió que la osa lechuza pretendía huír, con un look fascinante, alzó los brazos victorioso. Ahora podrían pasar olímpicamente de la cutre cueva de la montaña e instalarse en la granja como su finca privada, nueva capital de los territorios de los Mascapájaros... ¡O que les den a los Mascapájaros! Formarían su propia tribu. Con casinos. Y furcias. Tan solo había que dirimir qué era eso de las furcias, cómo se hacían los huevos de kóbold y si era biológicamente posible hacerlo con tres machos, pero tenían todo el tiempo del mundo para investigarlo.
De pronto, Cú-cú sintió un calor que le subía por la garganta... No debió pegar el tercer trago de calabacín.
¡BLUUURRRRP...!
Con el erupto de Cú-cú, un intenso soplo de fuego salió por su boca, incendiando la granja. Bueno... tampoco es que tuviesen tantas ganas de quedarse a vivir allí. La cueva de los Mascapájaros era mil veces mejor que esa cutre casa.
Y, quizás lo más gracioso de todo... jajaja... no os lo váis a creer cuando os lo cuente, jajaja... ¡Rashud todavía estaba dentro! ¿A que es para partirse?
Motivo: Reflejos vs Cú-cú
Tirada: 1d20
Dificultad: 13+
Resultado: 9(+5)=14 (Exito)
Oso lechuza -42 pgs. CA 15 / Toque 10.
Vigor menor en Rashud: si no sufre heridas terminará en 19/20 de vida. Asalto 2/11.
Smoralek tiene un AdO contra el oso lechuza. Si logra hacerle 10 puntos de daño con el rajaperros flamíjero, consigue matar al oso lechuza antes de que escape.
Rashud puede narrar su intrépida e ingeniosa huída de las llamas...
Antes de darse cuenta podía ver fascinado el fueguecito de la cabaña, casi era pnótico, y solo casi, pues bailar con los brazos en alto y dando vueltas distrae un buen tanto, el licor de dragón de la calabaza ese sentaba de lujo, si no lo probabas una vez al menos no eran un auténtico adulto, porque estaba claro que ya no necesitaría colgar su ropa interior por las paredes de su habitación para demostrar lo cachomacho que estaba hecho, básicamente porque ya no tenía tanta ropa interior ni una habitación propia. Pero decir que era por hacerse todo un adulto quedaba mejor.
Igual, ¿que significaba ser mayor? ¿tener poder? Ya estaba claro que era un súper poderoso hechicero reconocido ¿mandar? Se suponía que era uno de los mandamáses de la tribu (tal vez), ¿ser rico? En fin, no tenía intención de pegarse un bocado para comprobarlo,... para el joven cú-cú, ser adulto significaba tener su propia montura, (o no), sin duda tendría una montura cada uno de los nuevos héroes matabichosgigantes, (o al menos hazhuirbichosgigantes) pues aun no habían matado tantos.
Como parecía que todo iba guay, cú-cú se puso a buscar plumas sanas de oso lechuza, ya tenía una capa molona, pero le resultaría chachi hacerse algo con plumas de calidad.
Motivo: buscaplumas
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+10)=23
- ¡MUERE! ¡Muereee! - Los gritos de Smoralek mientras trinchaba de nuevo con su flamante - y flameante - rajaperros al oso-lechuza se escucharon por todo el claro.
- ¡MUHAHAHAHAHAHAHAHAW! - Smoralek no pudo contener una risa demencial, sin saber lo peligrosamente cerca que había estado de la muerte. Pero el ver al oso-lechuza huyendo con plumas en polvorosa... bueno, sin plumas más bien, le hizo crecerse.
Logró golpear de nuevo a la criatura y cuando retiró su rajaperros éste todavía goteaba sangre. El oso-lechuza estaba malherido pero no había sido suficiente y Smoralek vio cómo desaparecía en el horizonte.
- No volverá... - Gruñó henchido de orgullo y con pose firme mientras sacaba pecho hacia delante.
Motivo: Ataque mortal con rajaperros flamígero a cobarde osolechuza que huye!
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 11(+7)=18 (Exito)
Motivo: Daño del ataque mortal con rajaperros flamígero a cobarde osolechuza que huye!
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+3)=4
Motivo: Daño flamígero del infierno
Tirada: 1d6
Resultado: 4
Rashud, sintiendo como el vigor regresaba, y tras ver como su poder había aumentado se sintió satisfecho... hasta que tras un eructo ígneo más por parte de Cú-cú la choza empezó a cubrirse de llamas. Por userte el gran Rashud estaba fuera de la casa, aferrado a la pared de la misma choza así que descendió un poco y se dejó caer la distancia entre la parez y el suelo en el que se habían asentado los pilares de la estructura.
El brujo miró las llamas mientras retrocedía hacia atrás, bonito espectáculo, con esas llamas hipnóticas danzando y devorando la casucha del antiguo terror del valle, por que claro estaba, ahora era él y los demas miembros del tripartito.
-Es hora de celebrar una fiestaza en la cueva. Celebrar nuestra victoria y dominio del territorio.
Al ver el vuelo iniciar de oso lechuza y mientras seguía buscando en voz casi exigente (solo casi) habló - ¡Slorbo! No te quedes como un palito de merluza ¡y dale un kluckytazo! - aunque no sabía que era una merluza y sonaba a "me luzca", le hubiera dicho un golpe, o algo, pero klucky era más arrojadizo y cercano a él.
A ver si cuela XDDD
La vida está llena de decepciones. Slorbo no reaccionó cuando Cú-cú le azuzó, y el oso lechuza logró huir. Sin el oso lechuza, no había plumas de oso lechuza. Podría haber encontrado alguna en el pajar, bajo la casa, si no estuviese ardiendo de modo tan bonito bueno. Cú-cú se tuvo que conformar con una gallina de los corrales, que por lo visto, también tenían plumas.
Así que cuando el fuego se extinguió, montaron a los inconscientes Klucky y a Slorbo encima de Nord el Chillón y emprendieron el camino a casa. Los huevos de oso lechuza y la gallina que llevaba Cú-cú en brazos pesaban un huevo, pero tampoco tenían mucha prisa.
Los vigías de los Mascapájaros les vieron llegar a lo lejos, y convocaron a toda la tribu. En lo alto de un peñasco, la Sabia Momia Peleadura alzó su báculo en alto para proclamar...
¡Bienvenidos, ilustres Ministros de la tribu de los Mascapájaros! Viendo la reluciente armadura de Roegorriones intuyo que la misión ha sido un éxi...
¡Nyaaaaaaaaark!
El graznido vino de ninguna parte. Una arpía hizo un picado hasta el peñasco, agarró a la Sabia Momia de los hombros y se la llevó para siempre. Los Mascapájaros se encogieron de hombros, aquel era el ciclo de la vida: un monstruo se come a un kóbold y otro kóbold ocupa su lugar. No iban a llorarla ni organizar partida de rescate alguna. Lo que sí iban a hacer era fiestuki, y vitorear a sus tres valientes héroes.
¡¡¡HIP-HIP... HURRA!!!