Partida Rol por web

Ah... claro, claro...-asintió a las palabras de Cú-cú.

La Sabia Momia Peleadura se giró hacia la tribu de los Mascapájaros, y negó con la cabeza encogiéndose de hombros. Ella, al contrario que Rashud, cada vez entendía menos la oratoria con escupitajos de Cú-cú.

Hubo un tiempo remoto en el que uno de los Mascapájaros abrió una consulta de logopeda en la tribu. Hoy creo que fue un error quemarlo en la hoguera por tener un trabajo tan idiota. Puede que su labor sí fuese útil después de todo.

Lo que dijo Cú-cú no ez cierto, zeñora. ¡No le haga cazo!-negó con la cabeza, asqueado de la idea de tener que lidiar con una vieja pasa arrugada como la Sabia Momia Peleadura, y a la vez colorado por la vergüenza-No volvimoz inmediatamente. Antez fuimoz a la granja y dibujé ezto...

Slorbo sacó un pergamino de entre sus ropas. Un pergamino de unas dimensiones similares al trozo de piel que le faltaba a la Princesa Cortezas en el pompis. Tuvieron que improvisar para conseguir una superficie en la que pintar. El dibujo era algo similar a esto (salvo por la cuadrícula, los colores y las partes escritas, que eso es pecado):

Rodeada por una valla de madera desvencijada y lodo, la granja Picacarne se encuentra en un valle húmedo entre dos collados. Un arroyo de aspecto sencillo serpentea a través de la granja, que apenas tiene algo que ofrecer a la vista. Una casa en el centro de la zona vallada se apoya en dos grandes contrafuertes, que soportan tres grandes vigas. Está en equilibrio sobre numerosos pilares de madera gruesos, que crean un hueco parecido a una jaula en el barro bajo el edificio. Al norte de la casa hay unos pocos gallineros sucios, y al oeste un bote volcado, apoyado en la valla, ha sido levantado como un refugio improvisado. Al sur del edificio hay un cobertizo, y al sur y al este del cobertizo hay algunos tramos de huerta que son más adecuados para el cultivo de barro y hierbajos.

1.Aquí una única entrada desvencijada permite atravesar la valla, bajo un arco creado con ramas rotas y huesos blanqueados. Un cartel cuelga del arco, sus palabras garabateadas en la madera con lo que parece sangre. Hay tres cabezas de kóbolds decapitadas y llenas de gusanos, clavadas en palos que se hunden en la tierra a la izquierda de la entrada. Hay un segundo cartel apoyado contra los palos bajo las cabezas. Lo que rezan los carteles es un misterio, porque los kóbolds tenían miedo a leerlo y que las palabras les robaran el alma, pero podría decir algo más o menos como esto (con faltas de ortografía incluídos):

¡Los intrsos será devorads!-en el letrero sobre la entrada.

¡Vosotros kovord saber RICO! ¡Mandar ms kovord!-en el letrero de los cráneos de kobold.

2.Este endeble edificio parece haber empezado como un cobertizo, pero sus caídas paredes han sido invadidas casi totalmente por malas hierbas descontroladas.

3.Aquí un bote volcado, una antigua barcaza de río por su aspecto, yace en el barro. La popa ha sido incorporada a la valla, y se ha abierto un gran agujero en el lado sur para dar entrada al oscuro hueco creado por el casco.

4.Aquí hay tres gallineros maltratados y decrépitos, que se hunden en el barro. En su interior se pueden oír los cacareos nerviosos de varias gallinas.

La casa central está a cierta altura, nueve pies, levantada sobre postes hundidos por el barro. Así no se tienen que preocupar del tema de las inundaciones, y crecidas del riachuelo, o algo así. ¡Malditos ogros con título de arquitecto! Están mancillando el orden natural de las cosas. Lo que es la casa en sí tiene dos pisos: al inferior se entra por una rampa que da a los gallineros (zona 4), salvando el río. Al superior ni repajolera idea de cómo se entra: tiene un agujero al oeste que permitiría salir al tejado del piso inferior, y sería fácil trepar desde el barro hasta ese tejado por una de las vigas. Por último, existe una pequeña cúpula coronando el edificio. ¡Malditos ogros! ¡Construíd bóvedas como la gente normal, no cúpulas!

Eztuvimoz vigilando un rato, pero con la luz del zol no ze veía un pijo, azí que noz volvimoz.

- pillín,... - dijo cú-cú codeando a Slorbo - ahora entiendo que nosh dijerash que arrachtraramosh noshotrosh a la cierva, que a ti te dolía la echpalda, fuichte a hacer el mapa para camelarte a la shabia momia másh aun, echtash hecho todo un don kuturjuan. Cada vez el pequeño kobold creía (seguramente erróneamente) que Slorbo se desvivía y esforzaba al máximo por el yugo de la sabia momia. Todo un kobold donde se preciara sin duda.

Rashud examinó el mapa garabateado por Slorbo, con sus dedos acariciandose el extremo del hocico por la parte baja, como si tuviera una barba, acompañando el gesto con unos hums quedos.

-Interesante... varias construcciones... quizás la embarcación fera el hogar de la cerda y ahora esté vacía. Tal vez pudieramos preparar alguna trampa en dirección a uno de los cubiertos y armar jaleo después para que venga el gordinflón y se coma la trampa.- Resiguiendo con sus garras los trazos añadió.- Optaría por el gallinero, que es el que más alejado de las otras cosas está.

¡Que no, que no! Para de decir ezaz cozaz, Cú-cú!

Slorbo extendió el mapa sobre una tarima de madera junto a la hoguera. Señaló varios puntos mientras hablaba.

La valla ez una valla muy caca. Ze puede tirar de cualquier tablón zuelto y pazar por debajo dezde cualquier punto del perímetro. Zi no, también ze puede entrar por la entrada, nadando por el riachuelo o trepando al bote, que ez máz bajo que la valla. No zabrán dezde dónde lez atacamoz hazta que ya zea demaziado tarde. ¡Muahahaha!

Loz gallineroz, lo malo que tienen ez que eztán juzto delante de la puerta-dijo señalando a la rampa de tablones marrón clarito que hacían de puente desde los gallineros hasta la entrada de la cabaña-, pero podría funzionar.

Cú-cú se meso su larga barba invisible de gran brujo cúcúrlin - puesh yo conozco un hechizo muy poderosho que puede darnosh un buen inicio, she llama "pon trampash cerca de la entrada y luego cuelate bajo la casha y préndele fuego" - para su plan iba a necesitar hacer algunas compras. - neceshitaré otra botella de aceite, otro grupo de abrojosh, cuerda para atar entre gallinerosh, un chlorbo valerosho que shirva de anzuelo,... o sheñuelo o como she diga. Primero cerca de la entrada abrojosh, luego cuerda, luego másh abrojosh con aceite y másh fuego, luego un chlorbo valerosho, una vez todo preparado todosh bajo la casha pa'darle fuego, y cuando shalga a por Chlorbo y haga auch ouch auch, tropiece y pum auch patapumauch y fuuujjjjjjj entonces to'sh detrásh a darle todo por la echpalda aprovechando shu shuperenfado por el valerosho Chlorbo... Si bien decía muchas tonterías, cuando se trataba de trampas, algo se despertaba en su interior.

Mmm, justo delante de la entrada, podría vernos mientras lo organizamos todo...

-Tal vez yo entraría por la zona de la embarcación, tengo la intuición, osea Kurtulmak me dice, que aquello era la porqueriza de la cerda que nos atacó, y por lo tanto ahora debería estar sin inquilino, un buen sitio para donde organizar las trampas.

Vamos, vamos... Tampoco es que tengamos que hacer los planes aquí mismo. Pasad al interior de la cueva y reconfortaos al calor del géiser... con ese nombre bautizé al lago caliente que hace blub-blub-blub: géiser. Lo llamé así por un ex-novio mío que se bababa todo y hacía burbujas como si tuviese la rabia. De aquella yo era joven e inexperta, y no tenía muy buen criterio para elegir a los machos...

La kóbold chamánica staff-asesoría conocida como la Sabia Momia guió a los tres presidentes de la tribu de los Mascapájaros al interior. Cuando se dió cuenta de que Klucky y Slorbo les seguían, la anciana giró la cabeza y les gruñó.

Vosotros no. Vosotros fuisteis expulsados.

Pe... pero... snif, snif... Ayudamoz a cazar al ciervojabalí. Y... yyyyy... ¡Y queremoz pedir azilo! Zí. Ezo ez. No zomoz Mazcapájaroz, azí que laz leyez de loz Mazcapájaroz obligan a darnoz azilo a mi amigo Klucky y a mí. Luego noz podéiz echar como la otra vez, por inmigrantez ilegalez, pero hazta entoncez tenemoz derecho a nueztra ración de hozpitalidad. Porfi... Porfi-porfi-porfi-porfi...

Ahm... Supongo que ahora que hay comida para todos no hay problema en el que paséis otro día suelto. Todo sea por cumplir las tradiciones y las leyes no escritas que me invento de vez en cuando... perdón, que memoricé de mi anterior maestro staff-chamán asesor adjunto. Adelante...

Y luego hubo fiestuki, pero no se dejó que el hippie porreta de Klucky la organizase. Primero porque era inmigrante ilegal, y no tenían referencias, y segundo porque era huésped, así que no tenía porqué trabajar: los demás cuidarían de él... por ahora.

No entiendo por que nadie me deja organizar fiestas... Siempre con lo mismo! Yo solo sigo la senda de la hierba.

Dijo Klucky con los ojos cerrados y rojos

Pero bueno lo que veo bien es que me puede entretener, y encima no tengo que hacer nada! No pienso mover ni un dedo jaja.

Klucky desapareció un momento y volvio con un porro entremanos recien encendido