Tras un divertido viaje de regreso, en el que colearon aún los efectos psicotrópicos de la fiestuky de celebración de victoria en el barco, los cinco kóbolds llegaron plenamente recuperados a la aldea de los Lamesapos. Sí. Iba a haber una nueva fiesta. La vida de los kóbolds es así, bohemia y hedonista.
Desde el punto más alto de la torre más alta, una trona de bebé humano, el vigía no vió llegar a Zapateador y a sus cinco Jinetes de Zapateador. Como era habitual, el guardia de turno dormía. Bodo cabalgaba sobre la cruz, y Diziger sobre la grupa. En medio de ambos, protegidos y escoltados como la gente de su cargo se merecían, los dos consejeros: Klucky y Slorb. Cú-cú, por su parte, viajaba agazapado en lo alto de la cabeza del caballo, como un sombrerito. Tenía la sagrada misión de tapar con las patitas los ojos de Zapateador, para que el caballo no viera más kóbolds que desataran sus instintos asesinos y acabara de nuevo desbocado.
Los niños kóbold corrían asustados, huyendo del caballo, con miedo a que Zapateador les comiese y luego les cagase con cabeza de caballo. Las mamás kóbold cogían a sus retoños y los metían en sus jaulas para que estuviesen seguros. A su paso, las contraventanas se cerraban, temiendo al animal. Puede que las chozas de la tribu no tuviesen ventanas, pero en sus patios había contraventanas robadas de cabañas humanas ruinosas, usadas como tablas para lavar la ropa. Pues... eso, las tablas de lavar la ropa se cerraron antes de meterse los kóbolds en sus casas.
Quién permaneció impertérrito, pluscuamperfecto, fue el Jefe Muchastripas. Seguían en la misma posición en la que le recordaban: sentado en la mecedora, en mitad del poblado, al aire libre, sin miedo al caballo que se le acercaba. Quizás, como única diferencia, le temblaba el labio inferior, como si se estuviese conteniendo, y tenía un tic en un ojo.
¡Iluztrízima Zeñoría Jefe Muchaztripaz...!
Slorb alzó los brazos, adorando a Muchastripas como a un dios, pero en cuanto se soltó del caballo, el consejero se cayó al suelo.
Ay. ¡Jefe Muchaztripaz! ¡Yo, el Conzejero Slorb oz anuncia que vueztroz trez guerreroz elegidoz han cumplido la mizión zagrada de...
Slorb-dijo el Jefazo con voz autoritaria-, acércate.
Temeroso, y pensando que había enfadado a Muchastripas de algún modo, el Consejero Slorb se aproximó con la cabeza gacha.
Más cerca.
Slorb dió un par de pasos más.
Más cerca.
Cuando Slorb llegó hasta la mecedora del amado líder, Muchastripas saltó sobre él, usándolo como escalón. Una vez a ras de tierra, salió corriendo hasta una esquina, se bajó el taparrabos y meó contra una choza, bendiciéndola con su pis sagrado de Jefe de Tribu.
Uaaaaagh... Casi dos días aguantándome... Bien. Listo. Espera... Listo. Ahora sí. Listo. Últimas gotitas... Ya... ya casi... un poquito mássss... Aaaah. Bien, ahora, veamos: ¿dónde están esos fuegos artificiales?
El Consejero Slorb hizo una señal, y avanzaron con el caballo. Zapateador venía arrastrando por la tierra, desde hace millas, el cofre de los fuegos artificiales. El surco dejado podía guiar a los enemigos de la tribu hasta el poblado, ¿pero quién se atrevería ahora que estaban allí los tres guerreros heroicos matabrujas?
Desataron el cofre mientras Muchastripas subía en Slorb para volver a sentarse en su mecedora real, y ataron a Zapateador al tronco de un árbol. El método para sacar a Cú-cú del radio de acción del caballo en cuanto le destapase los ojos consistía en tecnología punta: una cuerda atada a la cola de Cú-cú. Con el caballo atado, los kóbolds salieron de sus casas. Algunos tiraron de la cuerda, haciendo que el hechicero usase su conjuro de volar por el aire, rescatándolo.
En cuanto Zapateador recuperó la vista, relinchó y trotó hacia los kóbolds tanto como la cuerda le permitió. Frustrado, golpeó el suelo con sus pezuñas.
Unos kóbold-gamberros le quitaron al Consejero Klucky la mano de Vorka, y se alejaron disputando entre ellos quién iba a ser el primero que iba a usarla como rascador para la espalda. La cabeza de Vorka, en medio del jolgorio general, empezó a ser tratada como una pelota; así fue como nació el fútbol.
Hija mía, ven.
A una señal de Muchastripas, su hija virginal y hermosamente verrugosa (o eso dicen los rumores, ya que ha estado viviendo en clausura sin desvelar nunca su rostro) se acercó con su vestido de boda. El velo echado tapaba sus, previsiblemente, bellas facciones.
¿Y bien? Contadme, mis tres grandes guerreros. ¿Quién ha demostrado ser más merecedor de que le entregue a mi pastelito, mi preciada y única hija, en matrimonio?
Justo lo que Diziger había esperado: una esposa. Muchastripas esperó, paciente, a que cada uno de los héroes le contase su versión de lo ocurrido. En virtud de lo dicho, uno se convertiría en el yernísimo.
Cú-cú lo primero que hizo es cruzar sus brazos señalando a la izquierda con la diestra y a la derecha con la siniestra, y luego empezó a mover las manos como quien dice "jopé tío mola mazoooo" pero claro esas expresiones se sobre entendían y no se hablaban.
- yo priminch, yo priminch - decía carasapo - en cuanto chalimosh d'aquí, noch lo pachamosh de lujo, primero conochí a un perro tan grande como una muchash patash, pero con cinco patash, yo quería cuidarlo y creo que me tenía cariño, pues me rechupeteó la cabechita, mientrash bodo Kala la frenaba y Diziger la mantenía a raya. Kluky y Chlorb che echaban la chieshta, al final chincopatas que no shon muchash pero shon chinco sh'ashuchtó, y she fue por patash, en este momento, el maldito enmachcarado mató a mi perro de chinco patas - una lagrimita hubiera brotado del ojo pequeño del lado grande de la cara de cú-cú, pero tenía prisa para seguir contando "su verdad".
- Luego nosh atacó un caballo loco - se giró y señaló a zapateador - chi ¡tú! Caballo achechino capaz de decapitar a 20 koboldsh d'un bocao - volvió a mirar al jefe - poh él, para ganarle, primero giiiiaaaaa y luego pim pan pum y yo laralaralaaa, y él muy ay ou iiiiihhh, y plof... - el pequeño se secó el sudor - chlorb nosh cubría la retaguardia y klucky, practicó echcalada mientrash fumaba algo raro.
- Luego,... - bostezo, estaba cansado de hablar tanto, y hablar tanto gastaba saliva - ... atar caballo, echcalar puente, enmachcarado dando por chaco de nuevo, abejas pica-pica y picaban que no veash, guau guau, bup bup, iehjejejejeje, fumaosh o algo peor, uno pum, otro choco una gua choco gua gua choco gua gua cho, hop hop hop p'arriba, hop hop hop a trote p'abajo, jiajajajajajaja quien molechta a la brujaaaa, guaguau de buf que miedo, Bodo pa'un lao, Digizer dichtrayendo a comerranash,... Chlorb aprendiendo a volar, Klucky jugando a loch dichfracesh,... ufffff y ya por fin megagorroneo.
Esa última frase "y ya por último megagorroneo" obtuvo un gran énfasis en su explicación, abriendo los brazos y mostrando ¡el hueso más bonito! Que encontró bajo el baúl de los petardos.
¿Y bien? Contadme, mis tres grandes guerreros. ¿Quién ha demostrado ser más merecedor de que le entregue a mi pastelito, mi preciada y única hija, en matrimonio?
Bodo se rascó la nuca dubitativo y Cú-cú se adelantó como el pequeño pelotilla de la clase. El batidor se relamió un ojo con su lengua bífida mientras asentía la descripción de las peripecias del grupo.
-Azí ez ¡oh gran jefe! Slorb cubría la retaguardia firmemente sin abandonar zu puesto ni un momento.- Sin darse cuenta su mano rascó su trasero.-He he. ¡Mi ropa acabó en la cabeza del caballo! rió con gesto bobalicón. -¡Y uzamos un ancla!-
En verdad que la oratoria de Carasapo era más florida. Bodo miró con recelo la verrugosa hija de Muchastripas. Seguro que le ponía a incubar sus huevos en cuanto se casaran. Dejó que su compañero terminara su relato y sólo tras un incómodo silencio en que no pudo soportar la mirada inquisitorial del gran jefe, añadió algún detalle:
-Klucky intimó con loz perros...al menoz con el primero. Menudoz humoz...SHRLUP- Se relamió una lagrimilla de risa con su larga lengua. -Y luego churruzcamoz a la bruja a base de aliento de dragón...¡Qué gran pozión! repite máz que loz ajoz, pero no habríamoz acabado con Vorka zin ella.- Concluyó de nuevo rascándose la nuca. Se dio cuenta entonces que no había dejado de mirar a la silueta del velo.
-...Y no tengo nada máz que añadir sobre ezo.- apostilló nervioso.
El jefe espiritual se deslizó con cuidado a la diestra de muchaz tripas, el sitio que le correspondía. Una gota de sudor se había resbalado desde su sien izquierda ante la visión esperpentica de la hija del jefe, pero logró disimularla perfectamente.
Asintió con la narración de Cu-cu y con las aclaraciones de Bodo, esperaba que Dizinger rematase la faena y dieran este trámite por concluido rápidamente, para poder centrarse en lo que le interesaba. La fiesta de bienvenida.
Con eso en la cabeza empezó a rebuscar en su petate por los hongos y las yerbas que iba a utilizar para la mesa de los héroes.
El Jefe Muchastripas asintió a todo lo contado por Cú-cú, para a continuación girarse hacia el consejero Slorb encogiéndose de hombros. El hechicero hablaba tan rápido que no había manera de entenderle. Bodo Kala habló más despacio, pero su información desembocaba en pinceladas inconexas que no servían para entender la magnitud de sus hazañas. En cuanto a Diziger...
¿Y a ti, joven guerrero? ¿No deseas añadir algo, cualquier cosa, que te haga merecedor de la mano de mi hija?
Era todo aquello con lo que había soñado desde que encontró la poción de los corazoncitos y los arco iris: una esposa, el amor. Sin embargo, estaba tan cohibido que no dió articulado palabra.
Es como si se le hubiese comido la lengua un caballo y hubiese cagado la lengua con una cabeza de caballo. En fin, lo siento, hija mía... Parece que tendrás que esperar a la siguiente aventura para que haya un héroe digno de ti. Esta misión fue muy de trabajo en equipo y no sobresalió nadie. Vuelve virginal y hermosa a la choza de papi, princesa.
La hija de Muchastripas levantó el velo, mostrando por primera vez en la historia el rostro de su bella verrugosidad en todo su esplendor.
Pero, papi... Ez que yo quiero cazarme de una puñetera vez... Jooooo...
Apenada, la joven doncella se dió media vuelta. Según se marchaba, del bolsillo trasero del vestido de novia (o lo que seguramente era un roto en la tela) asomaba una máscara negra. Se asemejaba a la del Kóbold Enmascarado, solo que no tenía sentido ni levantaba ninguna sospecha, porque si de verdad la hija de Muchastripas fuese el Kóbold Enmascarado, llevaría la máscara en la cabeza y no en el pompis.
En fin... ¡PUES VAMOS ALLÁ CON ESA FIESTUKI! ¡YIIIIIIIIIH!
Los kóbolds salieron de sus chozas, de sus madrigueras y de debajo de sus cartones para unirse a la fiestuky y virotear a sus héroes. También los vitorearon, pero es que los kóbolds son más de virotear, como bien sabe Bodo. Fue una fiesta mu loca, ya se encargó Klucky de ello. Y la leyenda de los tres héroes legendarios, y los dos consejeros menores, se contó de generación en generación, hasta el confín de los tiempos... Bueno, esa cadena de tradición oral se truncó antes, pero eso ya sería SPOILER-SPOILER.
- T H E - E N D -
(or maybe not?)