Partida Rol por web

Silverio observó con pesar a sus compañeros. Al parecer la mutación era un proceso bastante rápido que actuaba en cuestión de minutos. Recordaba sus estudios de joven de medicina, la licantropía podía variar de manifestarse, a lo mejor esto era similar, o era mucho más acelerado. Ojalá hubiera seguido sus estudios, podría ganarse la vida como cirujano en justas y torneos. 

- Keva-harr ¿recuerdas como llegaste hasta aqui? ¿Como lograste que estos ofidios te siguieran y como te ganaste su lealtad y su respeto?

Realmente esta mujer debería tener una historia apasionante, y si así era, daría para buenas canciones y lo mismo hasta para un teatro musical. 

Detras de mis compañeros , aguardo con los brazos en jarra, sin entender nada de lo que esa pasando, ademas esa puñetera vision de un corazon palpitante no me deja pensar en nada más y menos concentrarme en lo que esta pasando, una enorme rabia esta creciendo en mi interior , ¿ es que no puedo controlar nada de lo que me pase ?....

Quizá era el momento para que Silvero se luciese, o quizá no. Pero el caso es que hasta ahora no había pintado nada en absoluto en toda esta historia y aquello podía darnos a entender el motivo por el que contó con él el contratista. Dudaba mucho que un tipo de sus cualidades hubiese decidido contratar a un inepto como aquel bardo.

Agarré por el mango mi espadón pero lo dejé apoyado en el suelo, quería tenerlo bien cerca de mi por si la cosa no pintaba bien, pero preferí dejarlo quietecito. Quizá aquel conflicto no tendría que solucionarlo Ayash, aunque fuese por una sola vez en aquel viaje.

La chica se alejó del timón y se apoyó en la baranda, como un balcón desde el que hablar a su nuevo público.

Cof... cof... cof... cof... MI NOMBRE ES KEHA-VARR-dice con énfasis teatral alzando el brazo al cielo-. Mi infancia fue tranquila y hermosa en la mar... pero... ¡oh! He aquí un día que la pequeña Keha-Varr cayó en el malsano y poco juicioso vicio de la curiosidad. Queriendo ver las cosas asombrosas que me esperaban en tierra, nadé hacia una playa y dejé que mis pies pisaran la arena. ¡Pobre Keha-Varr! ¡Oh, oh, pobre Keha-Varr!

Trepé las montañas para ver si desde tan alto podía tocar el sol. Cruzé los desiertos pensando que eran playas muy-muy-muy grandes. Jijiji... Visité cavernas de diamantes y elfos de tez oscura. Y al final de todo ese viaje, me fundí entre las gentes de una gran ciudad y conocí el amor. ¡No te confíes, pobre Keha-Varr! ¡El destino conspira contra ti!

-"Oh, mi querido Breansach", dijo Keha-Varr, "¿Me querrás por siempre?".

-"Oh, mi hermosa Keha-Varr...", mintió Breansach, "...a ti y solo a ti, por siempre. Casémonos y tengamos hijos".

-"Oh, bésame, mi amor. Muac-muac-muac-muac".

El pérfido Breansach yació con la ingenua Keha-Varr, y fruto de esa unión Keha-Varr quedó en cinta. Breansach y Keha-Varr se casaron, y la pequeña Adelaida nació. La pobre Keha-Varr, desconsolada, vió como el amor y las atenciones de Breansach menguaban en favor de Adelaida.

-"Eres una bruja", acusó Breansach a la inocente Keha-Varr, "¿Sentir celos de tu propia hija? ¡Avergüenzate!"

Callé mis labios, querido público. No volví a sacar el tema pensando que era culpa mía. Pensando que eran mis pensamientos los que pesaban en la relación. Pero Breansach seguía dedicando toda la atención a nuestra hija. ¡Maldita Adelaida!

Keha-Varr se revuelve y se gira como si pegara a un muñeco invisible. Cierra sus manos sobre el cuello imaginario y lo empuja hacia abajo.

Así, ahogué a la vil Adelaida en la tina, con lo que Breansach por fin solo tendría amor para mí. Solo para mí. Por siempre, como prometió.

-"¿Qué has hecho, asesina? ¿Porqué mataste a Adelaida? Esto no quedará así", escupió el traidor de Breansach desenvainando su estoque.

La pobre Keha-Varr no entendía nada. Su amado... su querido... Keha-Varr huyó de él. Al único lugar dónde Breansach no podría seguirle: al fondo del océano. Y con los huesos ilesos, pero el corazón herido de amor, deseó con toda su alma no volver a abandonar el océano. Y el océano se lo concedió. Un mar repleto de comida. En la superficie, las brumas cercaban su reino. En las profundidades, las corrientes eran las murallas. Encerrada por siempre jamás, como la princesa de un torreón encantado.

¡¡¡FIN!!!

Los dos ofidios golpearon la cubierta con sus colas, como aplaudiendo.

Peeeero... Los años pasaron. Las cicatrices de mi corazón se han cerrado... más o menos... Quiero decir... han pasado miles de años, ¿no? Ese idiota de Breansach ya se habrá muerto de viejo. Es hora de pasar página. En fin, el caso es que ahora añoro mi vida en tierra y quiero volver.

De vez en cuando algún barco atraviesa las brumas, pero siempre se hunden y me quitan la oportunidad de escapar. En uno de los naufragios sobrevivieron los ofidios. Al principio me intentaron comer, sin rencores, chicos. Luego, cuando se habían dado por vencidos, me siguieron y me hicieron compañía. Y con su ayuda, por fin un barco echa el ancla en mar abierto y puedo trepar hasta cubierta. Esta vez será la buena. El continente nos espera, ¡hurraaaaa!

Pienso para mi " amosssss, estara buena, pero la pinza se le fue hace muuuchooo tiempoooo " lo que hay que hacer  para regresar a casa y verlo todo rojo , con temblores, que digo temblores, rojo sangre corriendo por las venas mientras el corazon palpita y escupe sangre, ¿ sangre ?, hay no la vision no , porque no dejo de ver el maldito corazon ?.....

Aquella historia hacía que Flame disminuyese sus ganas de decapitarla por lo que relajó un poco más su espadón. Después miró a Silverio y le hizo un gesto con las manos, como indicándole que ya la tenía en el bote y que siguiera preguntando. O al menos esa era su intención.

Después su mente empezó a pensar, quizá ella estuviese tan atrapada en aquel lugar como ellos y quizá ella tampoco tuviese la respuesta a la forma de escapar de esa inmensidad oceánica.

Erbrahke escuchó la historia, y pensó como los Señores Oscuros podían estar realmente interesados en esta mujer. Aunque por otro lado, si llevaba tantos siglos aquí y no había ni un maldito barco que hubiera podido cruzar las brumas... quizás era por su culpa. Además... ¿que era exactamente que podía vivir tanto tiempo?

- Tu historia es fascinante Keha-vaar. Si te parece bien compondré una oda basada en tu asombrosa vida. ¿Eso te gustaria, hermosa dama? ¿Te gustaria que todo el mundo supiese lo valiente que fuiste y que todos sepan quien fue la valiente mujer que liberó a su pueblo de vagar por las Brumas? 

Silverio empezó con una táctica muy vieja y sucia, pero viendo el estado mental de la mujer tal vez diera resultado. Si la adulaba y le regalaba los oidos, podría obtener más información. Echó una rápida mirada al gnomo y al elfo, como practicantes de lo arcano tal vez pudieran obtener alguna información fruto de sus años de estudio. 

Y dime, gran Keha-vaar ¿como te las has arreglado para vivir tantos años?

¡Una oda! ¡Fantástico! Pero no entiendo... ¿Liberar a mi pueblo de las brumas? Vosotros... ¿sois mi pueblo?

Keha-Varr sonríe agradada por las ocurrencias de Silverio. Los ofidios han sido buenos súbditos durante un tiempo, pero la chica lleva mucho tiempo prisionera, se merece todos los siervos que le plazcan.

¡Síiiiiiiii! Mi propia historia contada en los mejores recitales de todo el mundo. ¡Fabuloso!

Yo he vivido más de lo habitual en mi raza. Tiene que ser por culpa de este lugar. No me deja escapar de ningún modo. Ni siquiera deja que la vejez me mate y se me lleve. Si no intentase huir de aquí estaría enjaulada para toda la eternidad. Muy aburrido para hacer una oda de ello. Pero si consigo salir, viviré muchas aventuras y mi historia tendrá un segundo acto. Eso me gusta.

Muestra una sonrisa franca, sencilla, tal y como sonreiría un niño.

Con el nuevo día, más gente llega a cubierta...

¿Qué pasa aquí? ¿Dónde está Wyrenvech?-pregunta sobresaltado Jöel-¿Quién es ella?

A mí me asaltan las mismas dudas. ¿Alguien puede explicármelo?

Ssseñor... Losss lagartossss llegaron hace una hora y ssse llevaron a Wyrenvech al fondo del mar. Para que nosssss devuelvan a esssse ssssemielfo hicimosss un trato.

Das Vracken da un paso atrás ante el siseo de Elbereth. Le gustaba esa elfa, aunque nunca se lo llegó a decir. Y esa extraña forma de hablar no augura nada bueno.

Nosss dejamosss morder, como parte del trato. La herida nossss transsformará en lagartosss, como ellosssss.

¿Y la chica?

Jijiji... Hola, me llamo Keha-Varr. Soy la Salvadora, tanto de los ofidios como ahora también de vosotros. Juntos saldremos de este océano maldito.

Como por arte de magia, la corona de bruma que rodea al Miseria cede por proa. Lo que en un principio era un semiplano redondeado en torno al barco se transforma derrepente en una ancha lengua de mar, con paredes de niebla en cada lado. En el otro extremo, la luz atraviesa las tinieblas y se forma una brecha lo suficientemente grande para que un barco entero la atraviese.

Madre del amor hermoso... ¿estáis viendo lo mismo que yo?

¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar hasta la luz?

Dependemos del viento, pero si nos es favorable, en algo menos de un mes cruzaremos la brecha.

Y una suave brisa se levantó desde popa empujando al barco.

¿Cómo has hecho eso?-preguntó a la extraña muchacha.

Ah-ah. Yo no hice nada. Pero todas nuestras almas unidas en un mismo propósito, salir de aquí, están haciendo que las cosas nos empiecen a ir bien.