Sybill observó atentamente los gestos de Alexander mientras hablaba. El hombre parecía realmente afectado, igual que todos...excepto el profesor, aquel hombra parecía de hielo.
Yo...bueno, yo no entiendo mucho de religión...lo que cuentan en la iglesia y poco más pero no entiendo la razón...quiero decir, esa...cosa...-comenzó llevandose la mano a la herida del cuello nerviosamente- era totalmente antinatural...pero está muerta y salimos todos vivos...que es más de lo que esperaba cuando ví aquel cuchillo. De todos modos-continuó- yo creo que aquello fue obra del mismo diablo o de algún adorador loco suyo como ese tal Alesteir Crowley... y si salimos vivos fue gracias a la ayuda de Dios.
Sybill se quedó unos segundos mirando su reflejo en el té pensativa
Deberiamos quemar esos libros...
Las palabras de Sybill no ayudaron a calmar a Alexander.
Ya no sé qué pensar. Creía que mi fe era fuerte, pero los últimos acontecimientos la han minado hasta un punto que no sé si podré recobrarla.
El sacerdote se mostraba muy afectado. A penas había tocado la bebida que tenía en frente de él.
¿Sabía que empecé a investigar este tipo de sucesos a partir de casos que fui leyendo? Me decía a mí mismo que la fe podía acabar con los demonios si el hombre que se plantaba delante de ellos era devoto ...
Asi que por eso hizo esa estupidez
Asi que por eso trató de pararle hablando -Sybill se encogió de hombros tratando de aparentar cierta indiferencia, aunque no lo consiguió del todo- Siempre me dijeron que la pluma o la palabra era más poderosa que la espada. Claro que cuando se dijo esa frase no se habían inventado las pistolas.
La joven escritora se quedó pensativa unos instantes ante el último comentario del sacerdote. Por un momento pensó en explicarle los motivos reales de su visita a la casa. Pero aquello fue solo un momento. Era lo que la faltaba para terminar de ganarse el respeto de aquellos tipos: la soltería. Ya se imaginaba los comentarios del profesor sobre los motivos de su estado civil...
No, no tenía ni idea pero bueno. Sus motivos no difieren demasiado de los míos...Despues de tanto tiempo de "casa encantada" en "casa encantada"... Se podría decir que al final nos lo buscamos
Alexander respiró hondo y exhaló el aire suavemente. Después miró su reloj.
Parece que el profesor y el agente están sacando provecho de su cita. Aún no han aparecido. Espero que hayan encontrado algo de utilidad.
A pesar de sus esperanzas, el sacerdote no estaba seguro de que el profesor pudiera obtener mucha información. Todo estaba jugando en contra suya, en especial el tiempo.
¿Qué hora es?
Pues digamos que en vuestra escena ha pasado como una hora... Aunque en la suya hayan pasado 15 minutos...
Si...o eso o estan de gresca con el doctor Armitage pensó Sybill imaginando la escena. El profesor diciendo (o más bien exigiendo) insistentemente que le enseñase el libro pese a suss negativas. El profesor insistiría e insistiria sin parar... La idea hizo esbozar una sonrisa a Sybill a pesar de las circunstacias
O eso...Bueno...a mi me parece que no estan tardando tanto...sospecho que aún nos tocará esperar. Sospecho que no llegaremos a coger el autobus de por la tarde
Que es por la mañana, media mañana o asi. Tendrían que tardar horas para que lo perdierais.
EDIT: Sybill no confia en la rapidez del profesor para obtener respuestas...
"Sospecho que no llegaremos a coger el autobus de por la tarde." Las palabras de Sybill resultaron ser un alivio para el sacerdote. La convicción que tuvo la primera vez que se conocieron la había perdido para esta ocasión y, desde luego, no tenía ninguna intención de acelerar su llegada a aquel lugar ... salvo por el hecho de que parecía que si querían llevar a buen término aquella ... misión ... deberían actuar sin detenerse más de lo necesario.
Miró a la señora Leefolt y se propuso cambiar un poco el tema.
No tiene hijos, ¿verdad señora Leefolt?
Sybill casí se atragantó con el agua al oir aquella pregunta. No había preparado nada al respecto, al fín y al cobo su mentirijilla iba a durar tan sólo un día, dos a lo sumo. Tras unos segundos de toses atinó a responder
-No...Por Dios...si tuviese un hijo estaría cuidandolo...y cuidandome... Aún no ha habido suerte ¿ahora quedaré como una mujer esteril? Ya sabe, de viaje de un lado a otro...En cuanto nos establezcamos vendrán. Sybill tienes 27 años, ya tendrías que tener un par de hijos para hacer creible esto... Estas haciendo la mentira más y más grande. Además solo llevamos un año casados
La joven comenzó a marearse...si la situación duraba un poco más acabaría confesandolo todo. Repiqueteando las uñas contra la mesa sonrió tratando de mostrar naturalidad.