Sybill arqueó una ceja indignada. Se había prometido no dejarse llevar por su caracter pero aquel hombre tenía algo en común con sus padres: la virtud de sacarla de sus casillas. Así que tras contar mentalmente hasta diez respondió con toda la calma que fue capaz de reunir:
Americanos....no entienden del sutil arte de empezar una conversación....nueve...diez...
-La gente normal suele meditar las cosas antes de hacerlas...y meditar suele concretar más las vagas intenciones que se dejan caer de madrugada tras horas de estudio.
Si quiere la próxima vez no le pregunto y nos vamos cada uno por nuestro lado...Maldita sea la cabeza del viejo
El padre Alexander estaba ausente mientras Rogers y Sybill discutían. No había conseguido dormir todo lo bien que hubiera querido. De hecho, hacía muchas noches que no era capaz de descansar como antes. Las pesadillas, los sueños sobre seres extraños, las dudas de fe... todo aquello ocupaba sus noches, algunas en vela, otras que mejor hubiera sido que también hubiese estado despierto.
Cuando su mente volvió al lugar en el que se encontraban vio en la cara de la mujer un gesto de disgusto, o más bien de enfado. Sin duda alguien había hecho un comentario que no le había sentado nada bien.
Bueno, si quieren hacer algo esta mañana será mejor que nos pongamos en marcha cuanto antes. La voz siguió siendo desapasionada. Vayamos donde quieran primero, pero no discutamos.
Necesito aire.
De acuerdo, yo iré a los registros y a correos a buscar información sobre ese pueblo, como llegar o si hay algún lugar donde hospedarse -respondió con voz calmada la joven escritora. Pero no era el tipo de calma que tranquilizase, sino el tipo de calma que había antes de una tormenta- No creo que cumpla los requisitos para ser su secretaria profesor añadió ironizando mientras se levantaba.
Michael negó con la cabeza imperceptiblemente. Menuda actitud la del profesor... si seguía así, se acabaría llevando un guantazo de Sybill, y no sería él quien se esforzase en impedirlo. Luego miró al padre Brandt.
- Tiene razón, será mejor moverse -dijo para mostrar su acuerdo con el clérigo-. ¿Quiere que vayamos con ellos dos, o se le ocurre algo para que adelantemos trabajo usted y yo mientras van a ver al tal doctor?
No se olvidaba de que su presencia podía ser un buen seguro intimidatorio... pero si podían hacer algo diferente, la verdad es que lo prefería.
Sybill recogió el bolso y se lo colocó al hombro.Tarde o temprano tendrían que ir a Ross Corner y tendrían que informarse de los autobuses que iban alli o de las rutas por carretera, si es que Michael tenía a disposición el coche de policía. Además, si no se alejaba pronto del profesor acabaría por perder los nervios...
-Hagan lo que quieran. Yo voy a informarme de donde está el pueblo. Estaré aquí al mediodía-dijo tercamente la joven. Por un momento se dió cuenta de que se estaba comportando como Rogers y eso la enfadó más.
Si me quedo un segundo más, parto la cara al "ilustre profesor" pensó mientras se daba la vuelta no sin antes lanzar una rápida mirada a Michael. Le hubiese gustado pedir al joven policia que la acompañase, pero finalmente no se decidió a hacerlo.
- Que mujer más insoportable. - pienso. Su marido tiene ganado el cielo.
En cuanto Sybill sale por la puerta digo.
- Por fin un poco de paz.
Tras terminar el desayuno relajadamente les digo al Padre Alexander y al Agente Parker.
- Bueno, me voy a ver al Dr. Armitage. ¿Que vais a hacer vosotros?
Michael observó a la airada Sybill mientras se alejaba y negó con la cabeza. Entre ella y el profesor empezaban a saltar verdaderas chispas. Al menos mientras estuvieran alejados, habría algo de paz.
- Yo le acompaño -dijo al fin el policía al profesor-. Así ese Dr. Armitage verá que esto es algo serio...
El padre Alexander se limpió la boca con una servilleta mientras se levantaba de la mesa.
Será mejor que acompañe a la señora Sybill. En este momento es demasiado ... volátil. Será mejor que no vaya sola. Si no nos reunimos con ustedes y con el Dr, nos vemos aquí a media tarde.
- De acuerdo Padre. - digo.
Luego me giro hacia el Agente Parker.
- Cuando esté preparado nos vamos a ver al buen Dr. Armitage.