Le sorprendió y le preocupo sobre manera que no se llamara John. Que era el que había ubicado como constructor, al parecer Kildare el otro doctor que era viajero temporal. Aunque parecía que en este punto aun no había empezado su viaje. Pero así eran las cosas.
68 especies distintas a este lado de la Empalizada. Y créame que ahora entiendo a qué se referían.
Según ellos se podía usar, no sin riesgo, una balsa para bajar hasta un barco encallado. Que me temo conozco bien, hay un cocodrilo gigante de al menos 20 metros nadando alrededor de dicho barco.
Estaban convencidos de que la fauna no era de aquí, espero que se refirieran solo a que no eran de este tiempo, o de algún tiempo cercano.
Y llegados este punto, el Dr Brolin, se puso muy celoso de los resultados de su trabajo, y supongo, que de qué hubiera otro hombre cerca de la Doctora Balin.
Tuve que asegurarme de hacerle entender que no era una amenaza para ninguna de las dos cosas, y que mis aportes estaban dentro de las lenguas, vivas o muertas.
El caso es que usted mismo se convertirá en un viajero del tiempo al cruzar una anomalía temporal. Y ellos no podrán contactar con usted, seguramente vaya dando tumbos de un lugar y tiempo a otro como yo mismo. No es mortal en principio, pero ya le informo que para nada es un viaje tranquilo.
En otro orden de cosas, sus compañeros no eran capaces de ponerse en contacto con nadie de su tiempo, están, igual de atrapados que mis coetáneos temporales. Y después de tres años, no parecían creer que fuera posible, puesto no habían venido a rescatarlos.
En conclusión, no tenían más idea de cómo escapar de aquí que meras conjeturas, y viajando rio abajo hasta llegar a la zona de los indigenas.
Esperaba que nuevamente todo el torrente de información fuera procesado con estoicismo y diligencias. Estaba claro que el doctor era una persona preparada.
jajajaja no me acordaba que se llamaba John. Por eso le puse Robert jajaja ainssss
-Mmmmm desde luego, la suya es una historia fascinante, y le creo, por supuesto. Esta balsa... nos servirá para salir de aquí, aunque si lo que dice es cierto, si desaparezco en una de esas anomalías, no creo que importe demasiado, verdad?
Kildare se puso en pie y contempló su pequeña obra maestra. No sería la mejor balsa del mundo, pero esperaba que llevara a alguien,no a él, por lo visto, a su destino.
-Quizás le sirva a sus amigos, o a usted mismo, si es que...
No pudo terminar la frase. Una criatura de las que eran tan habituales por allí, surgió de entre las rocas.
-¡Dios mío! -exclamó aterrorizado, Kildare.
¡Otra vez no!
Dijo el lingüista que de repente se había vuelto parco en palabras. Pero es que la isla se empeñaba en enfrentarlo a sus peores pesadillas.
Aquello no era un lagarto, era una serpiente. Por los cielos, eso era muchísimo peor.
Las serpientes le daban verdadero pavor. Así que sin pensárselo hecho a correr.
Vamos Doctor. ¡Vamos!
Motivo: Correr como alma que lleva una serpiente pegada al culo!
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 10(+2)=12 (Exito)
Sextus se lanzó a toda velocidad por la selva, en dirección contraria a la serpiente, pero el doctor no tuvo tanta suerte. Al girarse para echar a correr, tropezó con la piedra en la que se había sentado y cayó al suelo. Su grito resonó en toda la selva, mientras era engullido por la serpiente; primero la cabeza; después, el resto de su cuerpo, aún moviendo las piernas, hasta que finalmente, tras unos agonizantes segundos, desapareció en el interior del reptil con una contracción del cuello.
No había sido una anomalía. No era un viajero del tiempo. Simplemente, la isla había podido con él.
Pero mientras tanto, Sextus continuó corriendo, río abajo, apartando ramas y hojas a su paso y sin mirar atrás. Al menos la serpiente parecía entretenida.
Cocodrilos, indígenas, simios y ahora serpientes. ¿Acaso podía haber algo peor? ¿Es que en aquella isla, no había sitio para la tranquilidad?
Cuando apartó la última de las ramas, obtuvo la respuesta que quería.
No.
Un extraño ruido, como una especie de chirrido, lo inundaba todo, pero la criatura que tenía delante era todo lo que le importaba a Sextus. Otra muestra más de que aquella isla no iba a dejarle escapar con tanta facilidad.
¡¡¡joder cómo corres jajajajaja!!!!
Lanzáme 1d10+DES dificultad 7 Y a seguir corriendo jajajaja
Sextus ya iba con los pulmones fuera. Ya había maximizado el descanso y la charla. Ya iba al limite.
Y ahora un, insecto. Esto era absurdo. Qué clase de demente celestial había dejado que aquello pudiera pasar.
Torció en su carrera, y procuro poner distancia con la abominación natural que ahora se había convertido en su enemigo. No recordaba si las hormigas y similares eran carnívoros, herbívoros, o omnívoros, y no tenia intención de averiguarlo.
Pero una cosa estaba clara, su cuerpo no iba a dar mucho más de sí, ya empezaba a notar los pinchazos en los músculos de las piernas. Y ya ni hablar del fuego que le salía de los pulmones por el esfuerzo de la carrera.
Motivo: En serio?!
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 2(+2)=4 (Fracaso)
Por cada paso que dabas, la hormiga recuperaba cuatro, y por eso no tardó en alcanzarte, agarrarte con sus poderosas mandíbulas y levantarte en el aire.
Los poderosos apéndices del bicho apretaban como un maldito corsé para una cantante de ópera y parecía que fuese a romperte las costillas y atravesarte de un lado a otro. Mientras tus manos hacían fuerza para abrirlas, casi rezabas porque volviese a aparecer la dichosa anomalía. ¿O es qué ahora no iba a hacerlo? ¿Sería por fin tu hora? El viajero del tiempo... había visto tantos monstruos, que ya no distinguía lo que era normal y lo que no, pero sobre todo, entendía que allí nadie sobreviviese durante demasiado tiempo.
¿Cómo iban a hacerlo si cada dos pasos, aparecía algo que amenazaba su vida?
Era como un gigantesco zoológico experimental.
Pero mientras pensabas todo eso, las mandíbulas continuaban apretando más y más fuerte, y la hormiga se dio la vuelta y comenzó a moverse.
Qué simpáticos los animalillos de la isla XD
Suéltame, suéltame, ahhh, te digo que me sueltes. Insecto estupido. No soy comida. Soy, soy…
Porras, en otro lugar con solo pisar habría matado a cientos.
Banales ataques verbales hacia una criatura, que pese a su aumento de tamaño y poder, no era más inteligente.
A quien iba a engañar Sextus. Ni matar hormigas normales podía, mucho menos zafarse de una gigantesca.
Iba a rendirse a la futilidad, pero lo intento una vez mas.
Su el ta meeeeee.
Grito al tiempo que hacia un esfuerzo titánico para romper el abrazo demoledor de la hormiga.
Motivo: Fuerza
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 4(+1)=5 (Fracaso)
Si, son la mar de adorables. En cuanto pueda les doy de comer napalm. Que me han dicho por ahí que les encanta!
La hormiga no te soltó, por supuesto, y se dirigió segura hacia una colina que había no mu lejos de allí, en donde había más hormigas como ella.
El problema era que no se trataba simplemente de una colina, sino de la entrada a su hormiguero. Mientras ascendíais por la ladera, os cruzabais con hormigas que salían y entraban a toda velocidad, llevando restos entre sus mandíbulas, al igual que la que te llevaba a ti.
Cuando llegasteis al orificio, la oscuridad se cernía bajo tus ojos y no parecía que pudieras hacer nada para evitarlo. La hormiga inició el descenso, adentrandoos en la negrura del interior.
Eso sí, el túnel era gigantesco. No solo estabais vosotros, sino también otra fila de hormigas que salían paralelamente. Pero lo importante era que cada vez estabais más y más abajo, mucho más profundo, y además, aquello parecía un maldito laberinto.
Maldita hormiga tozuda. No soy comida, ni material de construcción..
Me haces daño.
No si al final saldremos en las antípodas como sigas bajando.
Sextus cada tanto iba quejándose. Que no estuviera muerto ya, solo podía significar una cosa. Un final mucho, mucho peor.
Seguramente, habría un hormiga reina monstruosa, y fuera a convertirse en comida para ella. O lo trillaran miles de hormigas pequeñas, que visto el tamaño, serian como pastores alemanes de grande.
Además, era incapaz de entender la lógica de los túneles. No sabría salir de aquel lugar aunque se liberara.
Porque a mí. Si solo soy un buen hombre…
¡Suéltame, borrico de quitina!
Y bajando a los siete infiernos de Dante!
XD
La hormiga no te hizo demasiado caso y siguió descendiendo hasta que llegó a una cámara y te soltó de cualquier manera. Aterrizaste en blando, y cuando te diste la cuenta, viste que se trataban de los restos de múltiples animales, destripados, llenos de moscas, apestosos, pero al menos, muertos.
Era nauseabundo y todas tus ropas se impregnaron de aquel olor y de la sangre de los restos.
Sin duda, estabas en la despensa del hormiguero y más tarde o más temprano, tú serías uno de los platos.
Mientras tanto, la hormiga desapareció, y tú te quedaste en la más absoluta oscuridad... y completamente perdido.
Primero a gatas, y luego de pie, Sextus buscaba algo con lo que salir de allí. Sus habilidades para esconderse entre escombros de mierda y cuerpos mutilados no eran gran cosa. Así que su única oportunidad era salir de ahí antes de que llegara la banda de comensales.
La sala tenia un buen tamaño, así que fue con las manos por delante. Incluso estuvo tentando de cerrar los ojos, total, que iba a ver.
Pero prefería intentar distinguir si metía la mano en la boca de alguna criatura monstruosa.
Y luego le vino la idea, de que las serpientes también se ocultaban bajo tierra.
Por favor que no estén conectadas las madrigueras.
Se dijo a sí mismo, sintiendo cómo nuevamente como sus esfínteres querían evacuar. Solo que ya no le quedaba nada dentro. Lo mas extraño es que no tenia hambre, solo un cansancio imperante.
Motivo: Buscar con el tacto, ahhh, que asco, que es eso...
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 4(+4)=8 (Exito)
Tirada de Percepción justita. A ver si encuentro algo que me ayude a salir de ahí, y rápido.
A pesar de la escasez de luz, los sonidos y las formas de los túneles fueron suficientes para guiarte fuera de donde te encontrabas. Abandonaste aquel "pastizal" putrefacto y te acercaste a lo que sin duda debía ser un túnel principal, porque numerosas hormigas iban y venían, suponías, arriba y abajo.
Ninguna parecía prestarte atención y se movían agitando sus antenas, siguiéndose unas a otras como si fuesen miembros de un batallón del ejército.
Entre cada una había una separación determinada, lo suficiente como para que tú cupieses. Era una opción si tu destreza te lo permitía. Otra posibilidad consistía en seguir explorando el hormiguero y rezar porque el próximo túnel que encontrases, condujese hacia el exterior.
De cualquiera de las dos maneras, estabas jodido.
PERCEPCIÓN O DESTREZA? Tú eliges.
El afamado aventurero de hormigueros, sopeso unos segundos lo de moverse entre las hormigas y lo descarto. En cuanto cualquier de ellas se diera cuenta de que era comida, lo devolverían a su sitio.
Era mejor plan moverse un poco, e intentar encontrar una ruta alternativa. Así que empezó a tantear y moverse por otro lugar.
Solo el destino, una curiosa dama que hasta ahora se reía de él, sabría a dónde iría a parar con sus huesos.
Motivo: Percepcion
Tirada: 1d10
Dificultad: 7+
Resultado: 1(+4)=5 (Fracaso)
Como si del laberinto del Minotauro se tratase, Sextus fue moviéndose entre las hormigas, palpando en la oscuridad y saltando cada vez que lo que tocaba no era tierra.
Evitó el túnel principal y siguió adelante, cogiendo algunos desvíos que parecía estaban más aireados y que, por consiguiente, debían llevar arriba y no abajo.
Pero el camino no terminaba y llegó finalmente a un punto en el que ni tan siquiera podía continuar, porque era el depósito donde se habían colocado los huevos. Una hormiga parecía estar transportándolos de un sitio a otro, dándoles la vuelta continuamente y no había rastro de salida alguna.
No, había metido la pata. Por allí no estaba la salvación, sino la condenación.
En ese momento, al mirar atrás, apareció otra hormiga y ésta lo miraba fijamente, como si se estuviese pensando qué hacer. Sus antenas vibraron a un lado y a otro mientras la criatura parecía dudar, hasta que finalmente, sus mandíbulas volvieron a cerrarse entorno a tu cintura con fuerza.
Y nada más hacerlo, de nuevo aquel temblor, aquella vibración desagradable, que hizo que tu mente y tu cuerpo se desvaneciesen en cuestión de segundos, por suerte para ti, puesto que eso solo podía significar que habías muerto de nuevo.
Solo quedaba por ver en donde y cuándo aparecerías a continuación.
Yo de ti no jugaba mucho a la consola jajajajajaja
Sextus era un prisionera. De la isla. De los saltos temporales.
No entendía cómo funcionaba aquello. Estaba condenado a escapar o morir en las manos de animales grotescos y desproporcionados.
Era su condena, por alguna falta que jamas recordaría. Realmente había muerto en aquel accidente de avión, y ahora simplemente era torturado hasta la eternidad.
Sin duda, aquel lugar era el mismísimo enfermo.
Consola? No te sigo. Fijo que me he perdido algo.
Edit: Siiii, los juegos. Que esto es como un juego, de consola tipo xbox, playstation, o de pc, y te van matando todas las vidas jajajajaja
Ah, te puedes creer que estaba viendo la semana pasada una serie anime que va de eso.
Un chaval japones, que es teleportado a un mundo de fantasia medieval, y su unico poder, es que hace punto de salvado segun avanza la trama.
Re:Zero: Starting live in another world.
Y el chaval la palma de un monton de formas, muy desagradables, y es unico que sabe que pasa. No esta mal.