"Ey, ey, ey compañeros... vamos a relajarnos y a pensar." -dijo gesticulando suavemente con las manos- "No vamos a ponernos a discutir ahora con todo el tiempo que nos ha costado llegar hasta aqui ¿verdad?" -miró a todos, pero especialmente a Orlop y a Vernet. Con el primero había establecido cierta simpatía. Tenían cualidades e ideas en común, con Vernet no sabía si era respeto o temor. También tenía una forma de ver las cosas muy idealista, dando por supuesto que los altos mandos tomarían la elección moralmente más justa... aunque lo justo no era necesariamente lo más práctico.
"Orlop... Vernet tiene razón. Esta operación está bajo supervisión militar. De hecho, yo mismo lo soy aunque no lo parezca" -hizo un gesto hacia su pobre camisa hawaina maltrecha. Después de todo estaba enrolado como especialista- "Si estamos aqui, al menos la mayoria, es porque se nos ha ordenado que estemos aqui... pero..." -se permitió una pequeña y elocuente pausa dramática y añadió: "Vernet, tienes que reconocer que hay una parte importante de lo que ha dicho Orlop que es muy correcta y es que... los mandos militares están muy alejados del ciudadano de a pie. Hay cuestiones que podemos sugerir o tratos que podemos saldar que redundarán en un beneficio mejor para un futuro... no sólo porque nos vuelva a tocar a nosotros hacer otro trabajito como este, sino porque son detalles que alguien que no ha pisado la calle no va a ver". -hizo otra pausa.
"Entregarle esta pieza a Svenson es verdad que es polémico..." -añadió mirando a la Hermana Eskatónica- "Quizá no sea bueno que tomemos esa decisión. Los jefes tienen que ver si les compensa tener a un tipo como Doble S contento y dispuesto a colaborar o tener un agente como Laran más dispuesto a colaborar... pero tenemos que hacer hincapié... y aunque no me parece agradable hermana, tienes que reconocer que la causa de Doble S contra Svenson tiene parte de justicia" -elevó los hombros- "Sin embargo, en la parte de Gryax no creo que haya que ser tan paranoico Vernet". -tomó el camafeo en su mano y lo sostuvo- "Sólo es una una vieja reliquia familiar que..." -en ese momento se interrumpió y miró de reojo el pequeño objeto todavía con la boca abierta, como si se hubiera quedado congelado.
¿Dónde estaba tío Jessi cuando se le necesitaba? Él era un experto tasando piezas de tecnología, pero en lo que se refería a tesoros nobles u objetos de lujo de la Segunda República, su tío era un auténtico fenómeno. Pero era imposible pedirle ayuda, aparte que nunca se la volvería a dar. Lo que si recordó es cierta conversación con él. Las joyas no sólo eran un objeto de ostentación o estatus, también podían ser usados como contenedores. En las intrigas palaciegas ¿qué mejor escondite que algo que llama la atención y es evidente? Aún recordaba como Jessi le había contado el cuento de cómo un Decados le había pasado información táctica a un aliado usando un brazalete de oro a un aliado Hazat delante de un gobernador Hawkwood durante las guerras del Emperador. A la vista de todo el mundo, disfrazándolo como un obsequio, delante de todos, el Decados había conseguido no despertar las sospechas de su enemigo.
"Un momento..." -tomó el camafeo y de uno de sus bolsillos extrajo una especie de lente de aumento que se colocó en uno de sus ojos. Chasqueó la lengua- "Necesito más luz... y que pares un momento. El traqueteo del vehículo no es bueno para la vista ni la cabeza".
El coche se detuvo y Sparky pudo examinar el camafeo mejor y entonces...
"Bingo!" -exclamó. Hizo una señal a sus compañeros para que le prestaran atención. Le dió la vuelta al camafeo y accionó con dos dedos dos pequeños adornos en lados opuestos del ornamento. Para su sorpresa, el camafeo se abrió revelando un minúsculo doble fondo en el que había un objeto minúsculo. Sparky sonrió: "Vaya, vaya, vaya... parece que nuestro amigo Gryax no sólo estaba interesado en una joya. Sin cogerlo añadió: "Eso es un chip de datos de la Segunda República. No creo que tenga capacidad para almacenar mucha información pero... podría contener muchas cosas, desde las operaciones de Doble S hasta cosas peores. Lo malo es que necesitaría tener una máquina pensante decente para ver su contenido, tsk, tsk, tsk... esto lo cambia todo" -dijo mirando a Orlop- "Igual podríamos darle el camafeo y hacernos los idiotas pero... no entregaría eso antes de saber lo que es".
Pues ala... ahí vamos. Espero que haya quedado bien ^^.
Puede ser un posible gancho para un próximo capítulo ;-).
Kris Vernet chasqueo la lengua varias veces seguidas en señal de negativa.
—No sois niños y no voy a ir detrás vuestra tratando de que entréis en razón. Creo que he sido claro. Si decidís hacer otra cosa, no os lo voy a impedir, pero estaré obligado de informar acerca de vuestra actitud. Solo quiero que lo tengáis claro.
No hizo caso al hallazgo que Sparky había hecho en el camafeo, ansiaba entregar al fugitivo y dar carpetazo a este asunto.
- A mi nadie me paga, yo no soy un vendido a los militares. Os ayudo cuando creo que haceis lo correcto. No te tomes la libertad de hablarme como su fueras mi superior. - después se giró hacia Sparky - Todos podemos equivocarnos, pero lo importante es saber actuar con rectitud cuando llegue el momento de tomar decisiones importantes.
Vernet no era mala gente, y sabia que habia militares honrador. No quería ponerle en su contra, y mucho menos enemistarse con él. Le habia salvado la vida y lo habia hecho por decisión propia. Eso ya decía algo en su favor.
- Los altos mandos nunca están en las misiones. Entiendo tu posición y la respeto, además entiendo que te debes a tus jefes y... - suspiró "a la cosa que le hayan hecho a tu cerebro durante tu adiestramiento..." - que crees que haces lo correcto. Piensa antes de incrimirnar a tus compañeros, porque quizás lo que tus superiores querrían que hicieras es pegarme un tiro en la cabeza antes de dejar que entreguemos al decados. Y no lo digo como amenaza, no me malinterpretes, solo digo que valores lo que es correcto y lo que no. Si lo único que pesara es meter a ese capullo entre rejas o descuartizarle en publico para dar lecciones, ya que nunca sabremos de verdad lo que le espera a ese hombre con los militares, creeme que yo también haría entrega de él. Pero hay más cosas en juego y tu tienes una mirada más amplia.
Se paró y levantó la mano en señal de paz.
- No te digo que hagas o no hagas nada, simplemente que pienses por tí mismo y si consideras que es lo mejor, estoy seguro de que estarás haciendo lo correcto. Sea lo que sea. Ah, y gracias por lo de antes. Sin tí, no estaría peleandome contigo ahora.
Mantuvo la mano levantada esperando que Vernet se la estrechara.
No temía por su vida, sabia que habia muchos más como él. Pero al final, Orlop tenía que barajar quién podia ser leal a la gente y quién podría ponerle una bala en la sien a la mujer que le tirara tomates a un abusador que hubiera violado a su hija, aunque fuera el general al mando de las tropas terrestres.
Al ver lo que sacaba Cisneros no pudo sino mirar con incredulidad.
- Una cosa es que hagas una copia y otra que pongas una pistola cargada sobre tu cabeza. - dijo encogiendose de hombros - A mi me gusta más la primera opción. - Dijo sonriendo.
Orlop es un radical... Pasad de él. Y si no os lo creeis. leed mi primer mensaje de esta partida xDDD
Las palabras de Orlop calaron hondo en el orgullo de Kris que se levantó bruscamente en el jeep. Una vez encarado al psíquico cerró los ojos y ladeó la cabeza.
—Siempre pienso por mi mismo —dijo mientras le estrechaba la mano— quizá por eso estoy en Estigma y no en una cómoda oficina dando las órdenes. Sois demasiado temerarios queriendo entregar al preso a ese Doble S. Mi trabajo es preservar el orden y, por eso, no puedo permitir que hagáis eso.
Habían pasado unos segundos durante los cuales las manos de Orlop y Kris estuvieron enlazadas. Terminada la última palabra Kris soltó la mano.
—No te pido que lo entiendas, pero el Decados se viene conmigo o tendréis que matarme para subvertir mi misión. Otra cosa es lo que hagáis con ese camafeo. No puedo obligaros a que lo entreguéis y debo informar de su existencia. Si más adelante eso se convierte en un problema, más nos vale estar prevenidos y ocultar una prueba no nos ayuda a estarlo. Eso no necesariamente implica que tenga que hablar de vosotros, pero no mentiré si me preguntan.
Ese grupo había trabajado bien, y Kris lo sabía. Su firme convicción le impedía permitir que ese camafeo acabara en malas manos pero el grupo se había ganado un poco de flexibilidad. Y Kris se la dio.
Vaya dos patas para un banco XDDDDD
EPILOGO. PARTE 1
- Si lo que hemos averiguado de Svenson es cierto entonces todo lo que hagamos aquí es inútil. Los simbiontes...- el padre Aronius no pudo continuar - ¿Cómo sabemos no ha mentido?
- No ha mentido.- sentenció el teniente Nomad.
El militar no podía explicarle al sacerdote que habían usado un psíquico para extraer la información de Svenson. El Decados podía ser cualquier cosa pero desde luego era leal a su Casa. La Casa Decados. En estos momentos el Imperio estaba realizando una purga total deteniendo a cualquier Decados susceptible de estar en la conspiración. Aunque Nomad siempre se había mantenido fuera del juego de la nobleza estaba claro que la presunta traición arreciaría en una caza de brujas. Y aquello significaba que sus mundos pasaban a estar tutelados por los Hawkwood. El poder del Emperador era ahora inmenso. Las demás Casas no ayudarían a los Decados. En esta ocasión no eran habladurías. Pactar con los Simbiontes era algo impensable para cualquier habitante de los Mundos Conocidos.
- La situación no es tan grave.- añadió el teniente - Si atendemos a lo que hemos obtenido de Svenson sólo han salido de Estigma dos... embajadores.- le costaba usar esa palabra para referirse a los simbiontes - Y si el doctor Greener está en lo cierto esas dos criaturas son inteligentes, no querrán llamar la atención... todavía.
- ¡Podrían estar infectando en secreto a toda la galaxia! ¿Es que no se da cuenta de la magnitud de lo sucedido? ¡Tenemos que avisar a todos!
Nomad no mostró su intranquilidad. En lugar de dejarse llevar por el pánico se mantuvo firme ante el sumo sacerdote.
- Hemos avisado al Ojo Imperial. Y esperaremos órdenes del Imperio. Seguiremos investigando la vía abierta, tenemos que contactar con los simbiontes que hablaron con Svenson y los suyos. Saber que quieren. Si hubieran querido infectar la galaxia ¿cree que no lo habrían hecho ya? ¿Cómo es que no tenemos noticias de focos de infección simbionte? Hay algo... algo que se nos escapa. Y no podemos alarmar a todos los Mundos Conocidos sin calibrar las consecuencias. El pánico, la caza de brujas... ¡no! Ahora mismo todos los ojos están puestos en este planeta. De lo que hagamos aquí dependerá la estabilidad de la galaxia.
El sacerdote negó con la cabeza:
- Que el Pancreator nos ayude... ¿me está diciendo que quiere hablar con esas monstruosidades? ¿pactar con el diablo en persona?
- Padre Aronius: hasta hace un mes yo sería el primero en querer bombardear cada centrímetro de selva donde estuvieran los simbiontes. Pero han cambiado muchas cosas. Llevamos décadas enfrentándonos a ellos como si fueran una infección. Y ahora, de pronto, descubrimos que tienen uso de razón. Algunos de ellos. Son seres inteligentes. Y están divididos. Quizás...
- ¡Está hablando como el propio Svenson! ¡Es herejía!
- No. Estoy viendo las cartas que nos dan. Hasta ahora peleábamos contra ellos como si fueran hordas inacabables, que además podían infectar a los nuestros. De pronto tenemos un objetivo claro: sus líderes. Si destruimos los hilos acabaremos con las marionetas. Sus nidos. Svenson lo vio todo. Sabe donde están. ¡Debemos aprender! Y si para eso es necesario reunirse con ellos lo haré. Si por ello debo vender mi alma lo haré. Créame Padre: haré cualquier cosa que esté en mi mano para detener esta guerra.
El sacerdote quedó en silencio. Una queja murió en sus labios. Sin añadir nada más salió de la sala. Cuando se hubo marchado el teniente Nomad se aproximó a un comunicador.
- Encárguense de incomunicar al Padre Aronius. No permitan que realice ninguna transmisión fuera de la base. Quiero que su escolta personal sea vigilada en todo momento.
Nomad miró a través de la ventana, hacia la lejana jungla. Cualquier cosa.
EPÍLOGO. PARTE 2.
Gryax estaba en su pequeño almacén, mirando el camafeo fijamente. Ni siquiera la entrada enfurecida de Laran hizo que apartase la vista de la pequeña joya.
- ¡Nos la han jugado! ¡A los dos! - dijo Laran cerrando la puerta con tanta fuerza que la madera se astilló.
- No te quejes,- dijo el viejo contrabandista - a ti te van a entregar los restos de Svenson para dárselos a Doble S.
- ¡Pero todo el mundo sabe que me los entregará el ejército! Ahora me mirarán como si fuera un soplón. ¿Sabes las puertas que se cerrarán por culpa de eso?
- Al menos Doble S ha quitado el precio a tu cabeza. Incluso puedes entrar en su local. No te quejes.- repitió.
- Maldita sea... si se lo hubieran llevado primero a Doble S. ¿Qué me van a dar? Un contacto mío en la base dice que lo han lobotomizado. ¿Cómo va a disfrutar de su venganza Doble S cuando lo vea así? ¡Se enfadará aún más!
- Eso ya no es culpa tuya.- el viejo tomó el camafeo y lo guardó en su bolsillo - ¿Qué crees que habrán hecho con el chip? ¿Se lo habrán entregado también a los militares? ¿O lo tendrá ese avispado carroñero?
- No lo sé. Maldita sea ¿qué más da? ¿qué había el puñetero chip que es tan importante para ti?
- Información.
Laran se calmó un momento. Miró al viejo. Gryax ya estaba en el ocaso de sus días pero le había enseñado muchos trucos. Si aquel chip era tan importante para él no sería sin un motivo. La mirada inquisitiva del arreglador hizo que el anciano se decidiese a hablar.
- Los códigos para construir una Llave de Salto. La Llave Esqueleto.
Laran abrió mucho la boca. Inclinó la cabeza y sonrió de medio lado. Luego se echó a reír:
- Estás de broma. La Llave Esqueleto no existe. Es una puta leyenda para críos. El jodido Grial de los Portales de Salto. ¡Te estás quedando conmigo! - miró al viejo y estalló en una risotada - ¡De verdad te lo crees! ¡Crees que existe la Llave Esqueleto y que el Decados iba con sus planos en el bolsillo! ¿En serio Gryax?
- Puedes reírte hasta que te quedes sin aire. Pero está ahí. Llevo toda mi vida tras ella. Este camafeo - lo sacó del bolsillo - ha pasado de generación en generación entre los Decados como una joya importante. Pero cada generación iba olvidando más y más, hasta que pensaron que su valor era simplemente ornamental o sentimental. Alguien, en la cadena hereditaria, murió sin explicar cual era el contenido real.
- La Llave Esqueleto.- Laran ya no se reía, se había contagiado de la seriedad de su compañero - ¿Te das cuenta de lo que podríamos hacer con ella?
- Los Mundos Conocidos a nuestros pies.- dijo el viejo - ¿Sabes? Ya voy viejo para disfrutar de su poder pero me gustaría culminar mi búsqueda.
Laran volvió a reirse. Pero esta vez con una alegría real.
- Joder, que le den por culo a Doble S. Que empalen al Decados. ¡Que se joda Estigma! Vamos a buscar ese puto chip y nos vamos de este agujero.
Gryax pareció contagiarse de la alegría de su compañero.
- Sólos tú y yo, como en los viejos tiempos. Vamos a averiguar quien tiene el chip. Mover los hilos. Y si alguien se cruza en nuestro camino...
- Lo apartamos. Como en los viejos tiempos anciano. Lo apartamos.
EPILOGO. PARTE 3
El Capitán Sterling miró a su equipo. No eran sus viejos Lobos pero tendrían que valer. Sólo seis personas para una misión de la que dependía, quizás, el futuro de todos los Mundos Conocidos. Su misión era tan secreta que sólo los Altos Mandos la conocían. La vieja nave traqueteó un poco. El piloto les informó:
- Estamos llegando al punto de despliegue. Los dejo y me largo. Si la información es correcta el Nido está a menos de dos kilómetros a través de la cañada.
Sterling asintió. No eran los Lobos pero tendrían que valer. Sólo esperaba no volver a pasar otra década en una dimensión desconocida. Hay cosas peores que la muerte...