Tras destruir Kokoa el dispositivo de Oasis, la capa climática que cubría la isla desapareció, dejando paso a los sangreazules que estaban esperando fuera de esta.
Al poco de aterrizar, algunos pocos aliens perecieron debido a las trampas que Nozomu había preparado, pero finalmente lo encontraron escondido por los matorrales de los alrededores del pueblo y lo ejecutaron allí mismo.
Más tarde se reunieron con todos los demás en el medio derruido edificio de Oasis. Allí felicitaron a Lev y a Kokoa por mantenerse fieles a la causa, aunque con Yoki no fueron tan simpáticos, pues rápidamente lo redujeron y lo esposaron.
Tampoco pasó demasiado para que acabaran encontrando a Kim, la cual había decidido vivir entre los bosques. Decidieron llevársela para interrogarla.
Yoki finalmente se reunió con sus hijos, los cuales también habían pasado el proceso de selección y reeducación de los aliens. Aunque por desgracia el marido de Yoki no corrió la misma suerte, pues fue purgado por los sangreazules. El pequeño hombrecillo decidió no quejarse y alegrarse de poder seguir viviendo junto a sus hijos, a los cuales vio severamente cambiados, pero siguió aceptando pues no podía sentir por ellos otra cosa que no fuera amor.
Kim tras ser interrogada duramente, contó todo lo que había sucedido en la isla desde su punto de vista. La vieron completamente derrotada y deprimida, por lo que no la consideraron una amenaza, permiténdole volver a la isla y vivir allí una vida como si de un animal salvaje se tratara, donde nunca nadie sabría que estaría allí. Ironía en estado puro.
Kokoa tras demostrar su madurez mental y tras ser una de las primeras niñas de sangre rosa, ascendió al poder, convirtiéndose en la líder de la nueva humanidad, formada completamente por los niños y niñas de sangre rosa que fueron secuestrados y reeducados por los aliens, siendo los los únicos humanos originales con vida los supervivientes de la isla. Tras la muerte de estos por las causas que fueran, ya sea vejez o un accidente, se extinguió la sangre roja que originalmente habitó el planeta.
Lev estaba harto de todo, de tanta guerra, de tanta matanza sin sentido. Por lo que aprovechó la recompensa acordada con los sangreazules para llevar una vida tranquila en una gran casa en la que no le faltara de nada, al margen de la sociedad y sus problemas.
De vez en cuando Kokoa y Yoki, se reunían en la isla donde Kim estaba exiliada, para ponerse al día unos con otros y hacer más llevadera la soledad a esta.
No pasó mucho tiempo para que el genocidio que se cometió contra la humanidad, pasara a llamarse "La limpieza del planeta Tierra". Tal y como habían acordado los sangreazules, ofrecieron medios para restaurar el planeta y hacer que la contaminación y la guerra desapareciera casi por completo, a cambio solo pedían poder comerciar con dicho planeta y ser los ahijados espaciales del planeta madre de estos.
A pesar de que parecería que la Tierra se convirtió en una Utopía, cualquiera que lo viera desde fuera podría ver que realmente era una sociedad que vivía bajo normas muy estrictas y cualquiera que osara siquiera cuestionarlas, sería ejecutado sin miramientos, bajo el mandato de una raza violenta que solo miraba por la prosperidad del grupo, sin tener en cuenta lo que el individuo podría necesitar para ser feliz.