Partida Rol por web

Yensal había olvidado que llevaba el comunicador, asi que dió un respingo cuando escuchó la voz de Valorum en uno de sus bolsillos Joder, que susto más tonto - Todo bien, dale las gracias a Mike de mi parte

Yensal se balancea para alcanzar de nuevo la escalera de mano y continúa el descenso. La iluminación es cada vez más intensa y pronto Yensal no necesita de la vara de luz, poco a poco el aire se vuelve más fresco a medida que se acerca a una zona en la que los sistemas de soporte vital tienen energía. Finalmente, cuando está a punto de terminarse la cuerda, llega a la zona plenamente iluminada y siente la acción del campo de repulsión. A partir de ese momento no necesita sujeción ya que puede flotar y nadar como si estuviera en el agua.

Toma el comunicador e informa a sus compañeros.

La cuerda se balancea de nuevo y a continuación Sean y Mike dejan de sentir el peso del explorador. Al poco se reanuda la rutina de soltar cuerda. Cuando el rollo está a punto de acabarse se abre el canal en el comunicador que Valorum tiene en las manos.

- He llegado a un punto en el que el campo de repulsión vuelve a funcionar, pero aun no hay ninguna puerta para salir del tubo. A partir de aquí no hacen falta ni el arnés ni la cuerda. -

-Nos alegra oírte, amigo. Nos reuniremos en breve -dijo a través del comunicador; dejó el canal abierto para que Yensal participara de la conversación.
¿Alguna sugerencia de nuestros técnicos en seguridad? Creo que la prioridad es hacer bajar a Walex, pero me gustaría contar con un criterio más experimentado -fijó la vista brevemente en Sean.

Realmente se sintió aliviado de escuchar la voz del explorador al otro lado del comunicador. Parecía que la situación mejoraba, aunque fuera mínimamente, los campos de repulsión funcionaban en las secciones inferiores, lo que significaba que no habían perdido todo el suministro de energía, sino que por los daños el bloque de detención se había visto privado de esta.

- Será mejor que espere donde está, subamos el arnés, yo seré el siguiente en bajar y ver como está la situación, si hay energía más abajo quizás podamos aprovecharla de alguna forma.

La sugerencias de Meddeth no fueron escuchadas, o al menos, fueron comentadas de carrerilla mientras los demás discutían una estrategia. Valorum tenía razón en cuanto a la opinión del pueblo, cuando nadie proponía nada, todo el mundo esperaba algo; una sola proposición bastaba para que todos dieran una y desearan que fuese la válida. Suspiró y dejó hacer a los entendidos en el tema.

Un rato después, Yensal se descolgaba por el hueco y Meddeth permaneció a la espera, sintiendo especial preocupación. Ni que decir tiene que el repentino tirón estuvo a punto de matarla de un susto, y a punto estuvo de terminar en tragedia cuando hizo ademán de lanzarse no solo a por la cuerda sino también por el hueco en un inútil intento de rescatar a su amigo. Sin embargo se quedó en eso, en ademán, lanzarse al vacio no iba a servir de nada si el chico se había matado al fondo. Esperó con el corazón en un puño cuando Valorum intentó ponerse en contacto con Yenal y respiró aliviada cuando este le contestó que estaba bien.

Meddeth se retiró un poco para recuperar el ritmo cardiaco, disimulando su malestar ante los demás. Había sufrido en pocos segundos más que ningún otro y no quería preguntas. Ya estaba bien de tanto remilgo, había que salir de allí como fuese y todos necesitaban ayuda de todos. Se recompuso entonces cuando habló.

- ¿No debería bajar alguien más pequeño? - ¿ella por ejemplo? - Entre vosotros habéis sostenido a Yensal, pero si bajas tu, ¿Sean podría solo con tu peso? - preguntó mirando al mercenario. Necesitaba ser de ayuda de algún modo aunque ya imaginaba cual iba a ser la respuesta.

Arqueo una ceja y miro a Mike ¿Estan decidiendo quien bajara primero? Pienso sin terminar de creermelo - Lo mas logico es que bajara una persona desarmada y una armada, una desarmada y otra armada, para quedar seguros ambos lado siempre, pero vosotros vereis... - Esto cada vez se volvia mas absurdo y los politicos parecian pensar cada movimiento mas que pensar en salir de alli.

- Voy a soltar el arnés para que lo podáis subir - anuncia Yensal por el intercomunicador.

Acto seguido Mike y Sean notan que la cuerda queda suelta y con sólo el peso del arnés colgando de ella.

Mike ayudó nuevamente a su compañero a alzar el arnés, sin atender a lo que le parece una discusión de críos, ya se ha decidido. Subir su creación no cuesta nada y en unos pocos tirones tiene el conjunto de cinturones y cinchas en sus manos.

- A ver, si bajamos a los de menor poco peso, finalmente quién será capaz de sostenernos a Sean o a mi. Confio en la habilidad de nuestro amigo para bajar sin problemas, no así en las mías, de manera que con que alguno le ayudéis mínimamente, seguro que en caso de que resbale podréis sostenerme.

Mientras hablaba el ingeniero revisaba las uniones del improvisado arnés, buscando alguna rotura provocada por la tensión a la que se le había sometido, no era cuestión de que hubiera quedado dañado y terminara de romperse bajo su peso en el momento más inoportuno.

- Sean, una vez llegue a bajo que vayan bajando el resto. A ver si con algo de suerte Walex se recupera, en cualquier caso luego debes pasar el extremo de la cuerda por estos dos primeros escalones, luego por esta hebilla del arnés y sostenla con tu mano, en caso de que caigas tendrás una oportunidad de frenarte tu mismo. Es una pena que no tengamos otro rollo.

Mike dudaba, si hubiera tenido un bloc podría haber hecho un esquema, pero esperaba que su explicación hubiera sido lo suficientemente clara.

- La cuerda se te acabará al llegar a la mitad del trayecto, en ese momento tendrás que aferrarte bien, recoger la cuerda y volverla a pasar por los escalones, déjala caer y nosotros terminaremos de sostenerte por el resto del descenso.

Sean tomó nota mental de lo que Mike le explicaba como aprovechar el arnes y la soga, el sistema de poleas no le resultaba ajeno, pero no era lo mismo hacer uno con el equipo adecuado que improvisarlo con el material existente. - Graciax Mike, lo tendré en cuenta, y no te preocupes, tu avisa cuando llegues. bajaré a blissex el último por si despierta antes. - Miró a sus otros tres compañeros y tras comparar a las dos mujeres les sonrió. - El senador Valorum irá después de Mike, despues Sasha y filnalmente la senadora Londe, de esa forma evitaré tener que soportar el mayor peso cuando esté más cansado y podrán ayudarme los que se quedan. - Se acomodó de la misma manera que lo había hecho con Yensal y asintió - Cuando quieras Mike, Sasha, por favor ayúdame a aguantar la cuerda si se resbala.

Uno tras otro los rebeldes acometen la bajada. Algunos como Mike y Sasha, se distraen y pierden el pie en alguna ocasión, mientras que el viejo senador ve cómo su forma física es puesta a prueba como hacía mucho tiempo que no le ocurría.

No es el caso de la joven senadora quien parece hacer ese ejercicio todos los días y baja por la escalerilla con agilidad y elegancia. Incluso se deja deslizar en algunos tramos cuando nota que Sean le ha dado suficiente cuerda de más.

El caza-recompensas, tras pasar la cuerda por un saliente para ayudarse, baja al todavía semiinconsciente ingeniero a pulso sin aparente dificultad y finalmente se reúne con sus compañeros sin sufrir ningún percance.

A medida que han ido bajando han notado que el aire se ha tornado más fresco según se acercaban a una zona donde los sistemas de soporte vital reciben alimentación. El tubo, iluminado por los reflejos de la sección operativa del mismo, ha ganado en iluminación de forma progresiva hasta que finalmente no ha sido necesario el uso de las varas de luz. Finalmente constatan que han llegado a un sector de la nave plenamente funcional cuando al alcanzar al explorador han sentido la acción del campo de repulsión que ahora les permite flotar y nadar en el hueco del turboascensor.

Se encuentran en un brillante tubo de paredes completamente lisas en las que los únicos elementos destacables son las dos escalerillas que continúan su descenso. Cuatro hileras de potentes luces iluminan el conducto y hacen que la sección que acaban de dejar por encima de ellos no sea más que un agujero negro. Cuando otean hacia abajo no consiguen ver ninguna puerta, sólo el interminable y monótono hueco de turboascensor.

Mike sabía del funcionamiento de aquellos turboelevadores y de los campos de repulsión, sabía que podrían flotar sin problemas y descender tranquilamente, sin embargo tampoco se le escapaba que igual que el suministro de energía ya no llegaba a las secciones superiores, podía verse interrumpido en las inferiores.

- Lo mejor es continuar utilizando las escaleras, así en caso de que la energía falle en esta sección no caeremos como piedras contra el fondo.

Dicho esto esperó que sus compañeros más duchos en el uso de armas y en el combate se adelantasen, mientras no encontraran una puerta o escotilla no tenían más remedio que continuar descendiendo. Lo que ahora deseaba era que Walex terminara de recuperar la consciencia pues dependían de él para encontrar el camino más corto y menos peligroso para salir vivos del destructor.

El cazarrecompensas tomó la punta, haciendo caso a Mike. Lo cierto era que  lo que había dicho Mike era de sentido común, si bien era tentador lanzarse con la cabeza por delante, cualquier fallo en la energía terminaría en accidente. - Dejen al menos tres metros de separacion entre personas, de ese modo tendremos tiempo de reaccion si aparece alguien.

Los rebeldes reemprenden la marcha por las escaleras. Se sienten extraños y aliviados cuando se sienten libres de su propio peso y bajan los escalones con ligereza. Por fortuna trasladar al inconsciente Walex en el campo de repulsión es una simple cuestión de tirar de él y evitar que choque contra las paredes.

Tras avanzar unos 30 metros más llegan a una puerta. Junto a ella hay un panel de control plenamente funcional. Sean y Yensal hacen señales a sus compañeros para que se alejen unos metros y toman posiciones a ambos lados con las armas cargadas antes de accionar la apertura.

La hoja se desliza a un lado con un siseo y se abre descubriendo un corredor iluminado y vacío. Todos los miembros del grupo salen del ascensor, cuya puerta vuelve a cerrarse a su espalda.