- ¿Una mancha de óxido formando una mancha? -repito las palabras de Stu.- Pues no tengo ni la más ligera idea de lo que me dices Stu, nunca me he fijado. ¿Qué podrá ser?
Luego Heidi insiste en lo de mi cojera y Denise nos viene otra vez con sus recuerdos de aquel día. ¡Qué pesadas!
- Bueno, va. Como sois todos buenos chicos y buenas chicas, os contaré mi pequeño "secretito": -cansada ya de oír todo el rato la misma murga sobre ese día, se lo voy a soltar. A ver qué caras ponen.- No me moví de mi camerino mientras, al mismo tiempo, dejaba mis huellas en el cemento fresco, hoy hace un año. -pausa para que digieran lo que he dicho- En realidad, claro está, no era yo la que dejaba su impronta sino "otra"; al fin y al cabo, con aquel traje tan exhuberante y aquella máscara tan despampanante, cualquiera podía haberlo hecho.
Ha sido divertido mantener el engaño un año seguido. Claro que, ahora que ya lo sabéis, tendré que desvelarlo en el periódico. A mis lectoras les encantará, les gustan este tipo de chismorreos.
Hace tiempo que debería haberlo publicado; -reflexiono finalmente- bien contado, habría sido la bomba. Si no fuera por lo poco que me gusta hablar de mí... ¡sigh! -acabo la perorata con un dramático suspiro.
-Ya tardabas en descubrirte.. Y sólo lo has hecho porque no te ha quedado más remedio, vistas las evidencias. Está claro que tienes mucho que ocultar, ¿eh, Tat? -dije, con suspicacia-. Si tú no eras la de las huellas.. ¿dónde estabas, mientras la otra hacía el paripé en tu lugar? Porque seguro que no te quedaste todo el tiempo en tu camerino..
- Y no digas que estabas tomándote una copa... esa excusa está muy vista. Tendrías que estar haciendo algo de vida o muerte para no asistir a un acto tan importante, y dudo mucho que fuese "porque no te gustaba aparecer ante tanto público", no eres precisamente de corte tímido, Tat.
- Pues, aunque no os lo creáis, lo cierto es que sí que estuve toda la ceremonia en mi camerino, tomando una o dos copas. -miro a las dos arpías que me interrogan, desafiante.
¿No os podéis creer que no quisiese ir en persona al acto, verdad? Pues es cierto; era mi pequeña y secreta venganza hacia Poward. ¿Quería coleccionar trofeos? Pues el mío, no lo iba a conseguir.
Yo valgo más que todo eso.
Y después de la sentenciosa frase final, retomo el camino de lo que nos ocupa.
- En fin, ya me encargaré de explicar eso mismo en mi columna. Allí podréis leerlo con pelos y señales. -sonrío- Pero ahora, prosigamos con lo que estábamos. Por cierto, ¿dónde estábamos?
¡Ah, sí! Seldon, tesoro. -le hago una carantoña- ¿cuándo nos vas a contar lo del traje de mayordomo?
Estoy convencida de que ese detalle puede ser muy importante, que algo tendrá que ver entre tantas idas y venidas de Heeves al cuarto de Poward, momentos antes de su muerte.
Me acerco a Ivonde, mientras permanezco atenta a la respuesta de Sel.
- No sé por qué aceptamos hacer la película. -le comento- Ha sido todo un disparate desde su comienzo. A veces me pregunto cómo Powar se las arreglaría para terminarla, con tantos problemas y quejas que surgieron.
Recuerdo que hasta te oí a ti quejarte en una ocasión: "No estaría aquí, si tuviera oportunidad", dijiste. -le susurro. Claro que, siempre he sido muy mala en esto de susurrar, y supongo que todos se habrán enterado. En fin, qué le vamos a hacer.- Siempre me intrigró eso, querida. ¿A qué te podías referir?
C. Hace una semana más o menos, estabas comiendo en el Hotel Hollywood Gardens y te fijaste en Powar y Stu que estaban en una mesa cercana. El director del Hotel se acercó a la mesa de ellos y los tres se fueron juntos para volver en breve. Oiste a Powar decir: "la habitación es perfecta, la reservará".
Personaje PNJotizado
-¿Un traje de mayordomo, decís? - digo, riendo. - Oh, sí. Qué sospechoso. No, espera, ¿recordáis que todos pertenecemos a la industria del cine? ¿No se os ha ocurrido pensar que necesitaba ese traje para una grabación? - suspiro. - Tengo muchos proyectos en mente. Igual que algunos de vosotros, claro. Por ejemplo, hablemos de Savoy y Stu. Esta tarde, sobre las 4:00, estaba en el vestíbulo del Hotel, justo la puerta de al lado del teatro y vi entrar a Savoy por la puerta lateral y dejar un paquete alargado, envuelto en una funda de piel, a la chica del guardarropa. Después Savoy se fue, Stu apareció y cogió el mismo paquete llevándoselo al ascensor del Hotel. Diría que paró en la tercera planta, según el dial del ascensor.
Me levanto.
-Y ahora hablemos de Ivonde. Sobre las 6:20 de esta tarde estaba en el Teatro, entre bastidores, y... no pude evitar fijarme en lvonde. Con sus elegantes maneras, se deslizó por la puerta desde la sala de Banquetes, miró cuidadosamente alrededor sin verme y entonces saltó a la escalera que va al apartamento de Powar. Le abrieron la puerta y ella entró. Curioso, ¿verdad?
B. Pobre Savoy. Ha tenido varias ofertas de otros estudios que podían haber dado un gran salto a su carrera. Desde luego a él no le vendría nada mal el dinero, debido a las enormes cantidades que perdía jugando al golf. Pero Powar, por supuesto, no quería ni oir hablar de romper el contrato que tenía firmado con él. "Cuando Powar se apodera de ti ‘te dijo recientemente un agente’ no te deja marchar".
C. Hay veces que te preguntas si el nombre de Stu es una abreviatura de "Estúpido". El chico nunca deja de provocar a Powar. Tan pronto como Powar encuentra una nueva estrella, Stu la camela y antes de que te enteres, Powar tiene un ataque de celos. No hace mucho tiempo, oiste a Powar echando pestes sobre las atenciones que Stu daba a HEidi y murmurar entre dientes: "Disfrútala mientras puedas, Mr Dyron. No durará mucho."
Perdón, posteo mis pistas asi porque estos días ando muy ocupado, y hasta el martes no podré sentarme a leer y escribir tranquilo. Prefiero no retrasar la aprtida, asi podemos pasar de acto!