Pensaste que volver al barrio donde naciste después de varias misiones como soldado de fortuna sería lo mejor para tú salud mental. Un soldado, del tipo que fuese, siempre debía rodearse de cosas que le mantuviesen mentalmente a salvo.
Pero no fue así... no fue tranquilo.
Las balas silbaron sobre tú cabeza y muchas de ellas fueron a parar a inocentes. Las armaduras negras del Imperio habían caído sobre Neo Chroma con la única intención de conquistar el planeta reduciéndolo a cenizas.
Cuando todo empezó te parapetaste tras coches, avanzaste hacia un lugar seguro con más coches. Estabas en mitad de una avenida transitada. El Imperio había elegido bien el sitio donde atacar.
Las fuerzas policiales de Neo Chroma trataban de ayudar a los civiles y derrotar a los imperiales, pero era tarea imposible. Instintivamente te llevaste la mano hasta el cinto donde debería estar tú arma... pero no estaba. En Neo Chroma no se podía llevar armamento por la calle...
Estar en ese sitio tanto tiempo sería peligroso...
¿Como hago acciones?
Hay cuatro tipo de acciones que, junto a las habilidades, engloba todo lo que un PJ puede hacer. Esas acciones son:
Las cuatro acciones tienen cuatro resultados: Fallo, Empate, Éxito y Éxito crítico. Básicamente varia la intensidad de tú acción. Por ejemplo: te sale muy bien, te sale muy mal... etc.
Dime que quieres hacer, y te diré que prueba deberías realizar.
Aspectos y Puntos de Destino
Un aspecto es una palabra o frase que describe algo especial acerca de una persona, como un lugar, una cosa, una situación o un grupo. Casi todo lo que se te ocurra puede tener aspectos. Una persona puede ser la Mejor espadachina del Océano de Nubes. Una sala puede estar En llamas después de volcar una lámpara de aceite. Tras viajar en el tiempo y encontrarte con un dinosaurio puedes estar Aterrorizado. Los aspectos te permiten cambiar la historia de forma acorde con las tendencias, habilidades o problemas de tu personaje.
Puedes gastar puntos de destino para liberar el poder de los aspectos y hacer que te ayuden. Puedes ganar puntos de destino permitiendo que un aspecto de tu personaje sea utilizado contra ti para complicar la situación o hacerte la vida más difícil. Presta atención a las descripciones: podrías buscar ideas para activar Aspectos de un lugar o persona, y jugar con esa baza.
Puedes modificar levemente la historia.
Tras unos meses intensos de trabajo, por fin un poco de tiempo libre!
Mi primer pensamiento es claro; tierra firme y regreso a las raíces. Tras un tiempo en estaciones y naves, sera bueno disfrutar de la gravedad real de Neo Chroma y saludar de nuevo a madre.
Por desgracia, el ser humano tiende a idealizar sus recuerdos de juventud. Ya en los primeros pasos por la ciudad pude comprobar el efecto del tiempo en calles y edificios. Incluso el ambiente, a pesar de ser mas ligero que en el espacio, resulta cargado y algo opresivo.
Andaba algo distraído pensando en que le iba a contar a madre, que no recuerdo cuando empecé a oir el familiar sonido de las armas imperiales; al doblar una esquina prácticamente me encontré en medio del caos, suerte que el pequeño Jakko estaba en mi unidad de Nova 3.
Superada la primera frustración de no tener armas para detener el avance de las tropas hostiles, mi instinto y la fortuna se aliaron para mostrarme un camino entre coches, ruinas y miseria, avanzando lento pero seguro hacia una zona libre de hombres armados, al menos, por ahora.
Jakko se escondió en el interior de tú chaqueta cuando vio lo que sucedía. Avanzaste entre parapetos que en otra vida eran coches. Seguiste avanzando mientras la gente caía a tus pies, y no podías hacer nada. No tenía ni una mísera arma con la que defenderte.
Para tú desgracia, por más que avanzabas, la situación siempre era igual, incluso a veces parecía recrudecerse. Desde tú posición no podías averiguarlo a máxima certeza, pero las naves imperiales caían sobre Neo Chroma con toda su fuerza. Con el negro puño del Imperio machacando a todos.
Parecía que disparaban a civiles como a policías. ¿Estaría tú madre bien?
Con cada estallido las pequeñas manos de Jakko aferraban firmemente contra mi torso. La tranquilidad duró poco, ya que mi posición había quedado de nuevo comprometida.
Al volver a buscar un arma por instinto, palpo el teléfono. Madre! obviamente, sin cobertura; o el imperio ha bloqueado las comunicaciones o los pobres infelices que pueblan Neo Chroma han saturado la red.
Tras un momento de desconcierto e intranquilidad, decido moverme por donde he venido, buscando alguna zona que ya haya sido registrada para encontrar un refugio temporal y seguir probando de llamar a casa.
Decides volver y no tardas en encontrar un refugio donde esconderte y probar a llamar a tú madre. Lo intentas varias veces mientras Jakko no se decide por soltarte. Conocías como se comportaba y posiblemente viese a esas naves imperiales sobre vuestras cabezas como enormes monstruos voladores. Los estaría maldiciendo eternamente.
Tras varios intentos logras comunicarte con tú madre.
-¿Jay? -preguntó su voz asustada. La comunicación no era del todo clara y limpia, pero a duras penas podías hablar con ella-. ¿Eres tú Jay? ¿Donde estás? ¿Que está pasando?
¿Ma? Estoy bien! no tenemos mucho tiempo, y sera mejor que no digamos donde estamos ni el uno ni el otro, puede que nos estén escuchando. He encontrado una zona segura, pero el imperio tiene tomadas las calles. Si estas en un lugar seguro no te muevas, cuando las cosas se calmen vendré a por ti. No abras a nadie que no se identifique, y si son soldados no les des motivos para detenerte...o algo peor. Te quiero!
Suelto el discurso firme pero vocalizando y dejando pequeñas pausas para que madre me pregunte. Me siento algo mas tranquilo al oir su voz, pero impotente al no poder ayudar a la gente sin correr riesgos innecesarios.
Estoy en un lugar seguro, hijo. O al menos... creo que es seguro. -guardó silencio mientras escuchaba todas las cosas que le decías-: ¿Pero que vas a hacer? ¿No será arriesgado, verdad? Hijo, ten cuidado... yo también te quiero. -su voz apesadumbrada se notaba claramente, pero trataba de imponer la valentía.
Colgaste.
Volviste a mirar a tú alrededor, todo parecía tranquilizarse un poco, pero no demasiado. Junto a ti hay un cadáver. En su muñeca izquierda tiene un comunicador parpadeante, parece que alguien trata de llamarle...
Con cuidado tomo el comunicador y busco un ángulo donde haya buena luz y no se vea al difunto, por si es una videollamada.
Con algo de reticencia, carraspeo para aclarar la voz y contesto.
- ¿Hola?¿Con quien hablo?
Su rostro apareció en la pequeña pantalla. En tú caso, debido a la parcial oscuridad que se encontraba en tú ambiente, él no podía decir lo mismo. -Soy Feld, el capitán Edmund Feld. ¿Con quien hablo? ¿Donde está Strauss? -sin duda el hombre tenía el porte de un capitán, pero no un capitán militar. A esos te los conocías y Feld no daba la presencia de un capitán de algún navío militar.
Hablo pausadamente-Capitán, mi nombre es Jay Thomas, y me temo que tengo malas noticias. Tropas imperiales están tomando en este momento el sector 7 de Neo Chroma; Strauss se cruzó en su camino y lo tomaron por un rebelde... o algo peor. - Tras un instante para que asimile la noticia - Lo siento.
Por desgracia, no era la primera vez que tenía que informar de una pérdida.
Mierda... -se escuchó un silencio durante un tiempo-. Está bien amigo, puedes salvarte tú. Tengo mi nave en el astropuerto, es un carguero grande, estoy evacuando a todo el mundo que puedo. Por si te interesa... por qué imagino que no querrás quedarte aquí. En cuarenta minutos salimos, te da tiempo de sobra.
Con el corazón en un puño por no poder evacuar a madre, valoro seriamente la oferta del desconocido.
- Gracias capitán. Le veo en un rato, entonces.
Corto la comunicación y reviso el comunicador para ver que tipo de mensajes se enviaban con Feld, tener alguna referencia de a que se dedican antes de meterme en una nave desconocida.
Registro el cuerpo intentando ser respetuoso para encontrar mas información de Feld y de la familia del difunto
Tras revisar la información no encontraste nada sospechoso. Edmund Feld parecía un comerciante sencillo y su fallecido amigo alguien a quien había conocido hace poco. Alguien como tú que no tuvo la suerte de sobrevivir. Strauss era un tipo corriente de Neo Chroma, al menos en apariencia y por los datos que habías encontrado. No estaba casado, tenía una novia, pero tampoco tenía hijos. Sus padres vivían en otro planeta.
Me guardo el comunicador por si tenemos que comunicarnos. Procedo a salir del refugio con cautela e ir avanzando lento pero seguro hasta llegar al carguero
En el exterior todo parecía tranquilo, al menos en parte. De vez en cuando algún disparo se escuchaba de fondo, chocando contra los edificios, o la chapa de los vehículos. Algún grito lejano, algún propulsor... Todo parecía tranquilo. El imperio había barrido esta zona y ahora se dirigía a otra.
El espacio puerto no estaba muy lejos. Al final de la enorme avenida podías ver las altas torres que rodeaban las múltiples pistas de aterrizaje. Por suerte para ti una puerta secundaria daba a un callejón trasero, con el cual probablemente podrías escabullirte de las lentes rojas que los soldados imperiales llevaban en sus ojos.
Verifico si la puerta esta abierta y me pongo a un lado. Doy un vistazo a Jakko, haciendo un gesto para que guarde silencio, y abro la puerta despacio para evitar ruido de bisagras. Cuento hasta diez y cruzo la puerta lo discreto que puedo llevando a un primate en mi chaqueta.
No fue demasiado difícil cruzar hasta el espaciopuerto por los callejones secundarios. Esquivando vehículos varados y abandonados por sus dueños, y algún que otro cadáver. De fondo se escuchaban algunos disparos y explosiones. Neo Chroma era un escenario de guerra.
Había una vieja puerta frente a ti, y un enorme muro que separaba a la ciudad del espaciopuerto. Bastaba con cruzarla para entrar en las entrañas de la inmensa estructura...
Volver atrás ya no era una opción, mucho menos quedarse frente a la puerta, con miedo a abrirla. Respirando hondo unos segundos para calmar mi pulso, abro la puerta con cuidado y me asomo con cautela