Partida Rol por web

La lluvia golpeaba el parabrisas de la furgoneta, mientras conducían por los callejones fuera de la vista del VTOL.

- ABA ¿puedes sentir emociones? ¿Puedes sonreír si eres feliz? Y tú, Nozomu, ¿sonreirás si salimos de esta?-preguntó Kaisha mientras daba rápidos vistazos hacia al androide en el asiento de atrás. Vio que tenía abrochado el cinturón de seguridad. Joder, pensó la Fixer, con la de metal que tiene, en caso de frenazo ese cinturón sólo va a servir para que se lleve toda la furgoneta enganchada mientras vuela como un misil.

Alma y ABA respondieron a la vez a Kaisha:

- Tengo programadas las activaciones de los servo-controladores faciales, pero aun no han sido integrados en mi protocolo de interacción social los estímulos que deben provocar tal activación. Me apena decirle que no puedo reconocer -y por tanto reaccionar- a ese disparador llamado "felicidad".

Kaisha también percibió que ese "Me apena" no iba acompañado de ningún gesto facial que mostrara esa emoción. Sabía que, aun en caso de haber existido, sólo sería una programación coordinada de lenguajes verbal y corporal. 

La respuesta de Alma, que habló a la vez que ABA, pasó totalmente desapercibido para Kaisha, aunque su tono fue mucho más agudo y abrupto:

- ¡Pon las manos en el volante y la mirada en la carretera! ¡Nos vas a estrellar a todas!

Afortunadamente, Kaisha no tenía problemas en manejar la furgoneta modificada de su contacto. Su sistema de control de carriles funcionaba como el silicio, y llegaron a la parte de atrás de la fábrica abandonada sin ningún contratiempo.

La fabrica de automóviles abandonada era un lugar estratégico perfecto. Tenia carretera de entrada y de salida, un río que servía para eliminar desechos que podía ayudar en caso de una huida a pie, y en el interior había piezas y maquinarias de todo tipo. Hasta era posible esconder allí a ABA para que pasara desapercibida.

Apagaron los motores y luces, y se quedaron quietas en el interior para mantener un nivel de señal bajo, con la intención de desaparecer de cualquier sensor de termo-movimiento que pudiera tener el VTOL. 

Mientras esperaban conteniendo la respiración, los datos para entrar por la puerta de atrás y acceder al viejo sistema informático (si aún funcionaba) llegaron al mini DataPad de Alma. Por ahora la puerta metálica de carga y descarga del patio trasero estaba cerrada, pero la Data vio el panel de activación al lado. Si hacía falta entrar, sólo tendrían que darle corriente e introducir el código. Una vez dentro, cualquier ordenador serviría para acceder a todo el sistema; esos lugares antiguos no tenían particiones en las redes de control, así que el único problema sería que los cursores parpadeantes en fósforo verde tenían tendencia a visualizarse obsesivamente cuando luego cerrabas los ojos para tratar de dormir.

También a la vista del patio trasero había un enorme tubo de desagüe ahora seco. Los deshecho y la peste parecían ser capaces de perdurar durante siglos, pero podía ser una vía de entrada o salida factible y cercana a la furgoneta.

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Los motores de las motos Yamaha rugieron mientras se encendían bajo la sombra de oscuridad que el VTOL proyectaba sobre ellas. Una puerta lateral empezó a abrirse, y Backdoor no necesitó mirar a Trigger para saber lo que estaba haciendo su compañera.

- ¡Suelta la pistola y conduce, vamos! Sígueme hasta la fábrica abandonada de coches de GT. Allí podrás hacer tiro al blanco en mejores condiciones.

La ciudad iluminada por la noche se desdibujó bajo la velocidad de las motos.

El VTOL era rápido, y sus silenciosos rotores hacían difícil ver dónde se encontraba en cada momento, pero Sunada y Elaiza bailaron con él a través de las carreteras de la ciudad: se metían por túneles para hacer ver que lo querían despistar, pero al salir por el otro lado del tubo bajaban la velocidad para dar tiempo al vehículo volador a localizarlas. Evitaban los callejones estrechos por donde ellas hubieran podido pasar, pero no el VTOL, y no apagaron en ningún momento sus luces de localización. Pero no tardaron en darse cuenta que el avanzado helicóptero era un compañero de baile que se dejaba llevar. No trató de cerrarles el paso en ningún momento, no aceleró para atraparlas como hubiera podido hacerlo en las autopistas abiertas, .... siempre les dejaba llevar la delantera, volando bajo por detrás suyo. No le importaba que lo guiaran, y aceptó el juego del ratón y el gato sin quejas.

Cuando Trigger supo que Alma y Kaisha ya estaban en posición con la furgoneta, hizo una señal a Elaiza y enfiló directamente hacia la fábrica. El dedo del gatillo le quemaba, y no quería alargar el juego de la fingida persecución más de la cuenta.

Se quitaron los cascos mientras bajaban de las Yamaha, y Trigger ya tenía su Smith&Wesson en la mano antes que se apagara el motor.

- Les haremos señas para que desciendan en la zona de hangares de carga. Cuando ya estén prácticamente abajo y ya no tengan mucho tiempo de reacción, nos meteremos en la zona de ensamblaje. -comunicó Elaiza a sus compañeras. 

El VTOL picó el anzuelo. O quizás simplemente no tenía el más mínimo problema en encontrarse a las operativas en cualquier circunstancia que ellas decidieran. El aparato descendió hacia la plataforma de aterrizaje, y sus rotores de apagaron.

Nariko y Elaiza corrieron a entrar en la fábrica. Tras una primera sala de registro de entrada y salida de personal, con un archivador de fichas de cartón con el nombre de todos los empleados, una puerta abierta daba a un pasillo rodeado de vestidores y baños, y finalizaba en la sala de montaje. Cintas de goma que se podían deslizar para mover las piezas de un brazo mecánico a otro, todo apagado y polvoriento. Un tragaluz quebrado en el cénit del techo, que permitía ver unas estrellas no anegadas por ninguna luz de ciudad. En un lateral, incluso había quedado olvidado un exoesqueleto para transporte de carga pesada, enchufado todavía a la bahía de carga eléctrica. Quizás se había descargado hacía a tiempo, o a lo mejor conservaba algo de energía. En el mejor de los casos, podía ser incluso que ni siquiera les hiciera falta usarlo y todo el asunto se aclarara con unas buenas palabras...

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Pasaron unos minutos antes que se escuchara unos pasos acercarse a la sala de máquinas desde el pasillo que accedía al helipuerto del tejado. Trigger se apostó tras la cobertura de un brazo mecánico y la cinta transportadora que pasaba bajo él. Su revolver apuntaba al umbral del pasillo. Elaiza consideró que alguien debía hacer ver que simplemente estaban entregando la mercancía después de un trabajo exitosamente realizado. Así que se quedó a la vista del pasillo con su mejor sonrisa, aunque manteniendo su mano derecha a la espalda, donde guardaba la pistola. 

Esperaban el ruido de varias botas militares corriendo para tomar posiciones de combate, pero los pasos eran de una sola persona, y parecían más el susurro del viento deslizándose entre hojas secas.

Mrs. Lee apareció por el umbral, caminando suavemente. Y se detuvo al entrar en la sala.

Miró a Elaiza de pie frente a ella, y luego a Nariko parapetada con su revolver apuntando.

- Tengo constancia de que han realizado ustedes correctamente la operación para la que fueron contratadas. Les ruego me entreguen al operativo que les encargué rescatar, y procederé a su pago de 9.000 bityens. Nuestro acuerdo y relación quedará rescindida a partir de ese momento, de forma satisfactoria para ambas partes.

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Fuera de la furgoneta se oyó un ruido. Al mirar por las ventanillas tintadas, Stingray y Fixer vieron a varios soldados de negro que salían del VTOL y se apostaban en las esquinas del tejado. Llevaban rifles de francotirador, y gafas de visión nocturna. Parecían estar tratando de localizar las salidas del edificio, y colocarse para tenerlas en su área de fuego. 

No podían saber cuáles eran las órdenes que tenían, pero parecía claro que si algo no funcionaba como la tal Mrs. Lee quería, los Corredores de las Sombras serían un virus al que se debía esterilizar.

Cualquiera que viese la situación desde fuera y sin una perspectiva amplia pensaría "Ya está hecho, no seas tonta. Coge el dinero y márchate de aquí sin hacer preguntas". Pero Elaiza no era así, debía saber porque las habían dejado vendidas, porque las habían engañado respecto a la naturaleza de ABA y sobretodo porqué querían cerrarle la boca al arreglador. Bueno, lo último era hasta cierto punto comprensible, Matsutatsu podía ser muy irritante, pero no como para mandarle un par de sicarios a su casa...

En definitiva, ahí estaba Mrs. Lee "en persona" o más bien una carcasa controlada remotamente desde algún lugar desconocido.

- Nos debe algo más que el dinero Mrs. Lee. Ustedes no han cumplido con su parte de forma honesta. Así que como mínimo exijo respuestas a cambio. Todos estamos aquí para lo mismo, hacer negocios. Y los negocios no son más que cumplir una serie de acuerdos que beneficien a ambas partes, sin trampas, sin engaños. La base de los negocios es la confianza y aquí es donde ustedes han fallado.

Mientras decía estas palabras Elaiza pretendía aparentar serenidad, frialdad y firmeza. Como si se tratara de un ser lo más semejante a lo que tenía frente a sí. Pero no dejaba de ser un ser humano, con instintos, con miedos. Un sudor frío le recorría la espalda y de vez en cuando escrutaba la oscura sala en busca de cualquier amenaza oculta entre las sombras.

- ¿Está dispuesta a responder a nuestras preguntas de forma sincera y así recuperar parte de la confianza que han perdido? En caso contrario aquí acaba nuestro encuentro.

Aunque todo esto tenía una segunda intención. Darle tiempo a mi hermana y a Alma para hacerse con el control de las instalaciones. ¿Quería decir eso que la información era ganar tiempo? Nada más lejos de la realidad.

El rostro de Mrs. Lee -su cuerpo entero de hecho- se mantenía imperturbable. No respondió a las exigencias de Elaiza, pero tampoco se resistió o negó. Parecía simplemente esperar. El tiempo, en todo caso, estaba de su lado.

Nada se movía en el interior de la nave industrial, al menos no a la vista de la Scanner. Tragó saliva y preguntó, confiando en que Trigger a su espalda lograra percibir cualquier amenaza que pudiera aparecer por sorpresa.

Elaiza tragó saliva. Por un lado sabía que hasta cierto punto tenía la sartén por el mango. La Sony no se arriesgaría a dar un paso en falso, sabiendo lo que ABA representaba. El androide era demasiado valioso, incluso exótico, como para que Mrs lo perdersiera estando tan sumamente cerca, que casi rozarlo con eso dedos sintéticos.

Por otro lado la Scanner estaba desarrollando en trato con calma para ganar tiempo para Alma y "su magia" como Elaiza siempre decía.

- Responda estas 4 preguntas y estaremos en disposición de negociar la entrega. ¿Porqué contactaron con nosotras para un trabajo tan delicado? La seguridad no era gran cosa, un trabajo rutinario para nosotras realmente, pero la naturaleza del verdadero objetivo...

La Sony podía haber aparecido con du VTOL y haber arrasando con esas instalaciones abandonadas sin apenas guardias. ¿Porqué contactaron con un equipo novato como el nuestro para recuperar algo tan valioso?

¿Porqué nos dijeron que rescatáramos a un operativo de asalto secuestrado?

Esta pregunta tenía una respuesta más obvia. Di de entrada nos hubieran dicho que el objetivo era un prototipo de androide tan avanzado, en vez de un soldado secuestrado, todo hubiera cambiado...

¿Porqué alertaron a los guardias de seguridad de nuestra incursión?

Que sentido tenía alterar a los guardias de nuestra presencia, la de Global Tech, en las instalaciones.

- Nuestro contacto para la misión, el señor Matsutatsu ha tenido que huir de la ciudad, perseguido por sus agentes ¿Que garantías tenemos de que una vez realicemos la entrega ustedes cumplirán con su parte y no intentarán silenciarnos?

Sabía que la palabra de Mrs Lee poco valor tenía. Quería hechos que demostraran ser sincera.

En cuanto mi compañera frena la furgoneta bajo de ella corriendo. Quiza si tuviera aun mi terminal pudiera conectarme con un cable desde la red pero ese no era el caso. Tenia que encontrar la sala de gestión central de la fábrica para poder ayudar de alguna forma en aquel sitio y rezar para que, o bien hubieran dejado el equipo raíz cubriéndose de polvo, o bien terminal cualquiera enlazado a la domótica que había en aquel lugar.

Corría por los pasillos de la fábrica guiándome de mi instinto… Y de los cableados que recorrían la parte superior del pasillo que se juntaban hacia una dirección. Finalmente una puerta de metal con los bordes empezando a oxidarse me hizo entrar a lo que buscaba. Desde allí podria darle algun uso a los juguetitos abandonados de la fabrica si la cosa se ponía peliaguda y…

-¡Joder!.- Había repetido aquella palabra ya tantas veces que empezaba a perder sentido en mis labios.- ¡Que no tenemos electricidad!.- Dije abatida mientras buscaba el cuadro de luces de la sala y empezaba a mover de un lado a otro los interruptores.- Kaisa, ¿Puedes hacer un bypass a la línea principal para darme suministro? Creo que he visto la caseta en el exterior.- Pregunte mientras dejaba en “Off” todos los interruptores excepto los de domótica asistida. Tampoco es que quisiera que toda la planta se pusiera en funcionamiento para alertar a nuestro… “cliente”.

Finamente llegamos a nuestro destino, aparqué la furgoneta modificada cerca del desagüe ahora seco y en desuso, la verdad es que olía bastante mal pero era nuestra mejor opción para una rápida evacuación. Nuestro vehíulo se camuflaba en las sombras y tenía la esperanza de que no lo detectase nadie. Sabía que debíamos salir para dar apoyo externo a nuestras compañeras, no eramos un equipo táctico tan profesional como aquellos francotiradores pero contábamos con el elemento sorpresa.

Al abrir la puerta el olor inundó el vehículo - Joder... ¿ABA tú hueles eso? - Susurré para no llamar la atención. No podíamos dejar allí a la I.A pero temía que si nuestro cliente entablaba contacto con ella no hubiese vuelta atrás así que me encogí de hombros y le hice una señal para que nos siguiera.

Anduve detrás de Alma hasta los paneles de control solo para ver que nada funcionaba sin luz, la verdad es que estaba más pendiente de las comunicaciones que de nuestro alrededor. - Oye, Nozomu... Crees que si pedimos que se encargue de los francos... ¿lo haría? - Dije señalando a aquella maravilla de la ingeniería, pero antes de recibir una respuesta mi compañera me pidió que hiciera un Bypass y redirigiese el servicio eléctrico - Sí... claro... -  "¿Por qué coño no lo he pensado antes? Estoy idiotizada".

Me disponía a volver a salir para buscar un línea principal de electricidad con la intención de puentearla y redirigir el servicio hacia la fábrica cuando noté que ABA iba a seguirme - No tardaré, lo prometo. ABA, quédate con Nozomu y protégela, si viene alguien que no sea yo o una de las chicas que te encontró, noquéalo, confiamos en ti - Levanté un pulgar y salí corriendo hacia la torre eléctrica más cercana.  

No tardé en encontrar una, puesto que una fábrica de ese calibre siempre contaba con un terminal en su propio terreno y en efecto estaba en la caseta que indicaba Alma, alguien había hecho sus deberes. Forcé la puerta ya oxidada, nada más entrar pude ver toda la maquinaría, allí me sentía como en casa. 

Alma estaba de pie, pasando su peso de una bota a la otra, mirando fijamente los interruptores del cuadro de luces. No es que mirarlos fuese a hacer que recuperaran la electricidad más rápido, pero no quería perder ni un segundo cuando recibiera el "¡O.K.!" de Fixer. No tenía dudas que su compañera lograría reconectar el cableado, pero la cuestión era cuánto tardaría, y si ese tiempo iba a ser suficiente para Elaiza y Nariko. Ahora mismo estaba a ciegas, sin un monitor al que conectarse para ver qué pasaba en todos los sitios a la vez. Y eso la ponía muy nerviosa.

Tampoco ayudaba la presencia de ABA. No hacía nada, no decía nada, no se movía,... pero por eso mismo era tan inquietante. ABA parecía no tener decisión propia sobre qué hacer, así que simplemente hacía lo que le decían (Kaisha se había encargado de ordenarle muchas cosas), o copiaba lo que hacían los demás a su alrededor. Ahora mismo, ABA estaba mirando fijamente y sin parpadear los interruptores del cuadro de luces, igual que hacía Alma. Qué mal rollo de bicho, pensaba Nozomu mientras la espera se le hacía eterna.

Cuando finalmente se encendieron los monitores y algunas luces del techo, Alma se dio cuenta que había estado aguantando la respiración hasta ahora. Respiró y se sentó junto al tablero de control. Pasó la manga por sobre las pantallas, que estaban opacas de polvo, y tamborileó sobre los teclados de plástico mientras esperaba a que desaparecieran los mensajes de "Loading..." que llenaban su arco de visión.

***'***

Kaisha no tuvo problemas con la electricidad. A fin de cuentas la torre de conexiones estaba vieja y abandonada, pero no rota ni destruída. Dio luz a la planta baja, donde se encontraba la zona de fábricas y salas de control, para que sus compañeras pudieran llevar a cabo sus tareas. Un chispazo fue la señal de que el circuito que acababa de empalmar estaba vivo y transmitiendo energía. Aquello le produjo un relajante cosquilleo por el cuero cabelludo, como si su propio cuerpo fluyera con la electricidad de la máquina que acababa de arreglar.

Cerró la puerta metálica de la torre y se giró para volver al edificio... y entonces vio a un francotirador apuntándola con el arma, desde la cornisa que daba al patio trasero. 

- ¡Alto! -le gritó- Quédese donde está y mantenga las manos en alto.

Había unos pocos pasos hasta la puerta de entrada al edificio, que se encontraba abierta. Ciertamente, el soldado no había disparado nada más verla. Pero pudiera ser que sus órdenes cambiaran de un momento a otro. Una pequeña carrera la pondría a salvo, pero si no reaccionaba con la suficiente rapidez, el tirador tendría un tiro ahora que la estaba apuntando. O podía esperar y tratar de ganar tiempo de alguna manera.

'''*'''

Mrs. Lee se mantuvo en silencio e impasible unos segundos. Nariko empezó a acariciar el gatillo de la Smith&Wesson e inició una cuentra atrás mental desde 3. Si al llegar a 0 Mrs. Lee no había dado muestras de querer seguir hablando, pensaba meterle una bala en esa diana que usaba por máscara. 

3...

2...

1...

- Contestar preguntas no entraba en mi protocolo de actuación en este encuentro, pero sus dos últimas cuestiones me han obligado a reescribir mi propio protocolo. Considero ahora que tenerlas a ustedes informadas hasta donde es necesario, otorga ventajas a la consecución de mi objetivo final.

Trigger no pudo reprimir una sensación de decepción y tristeza, mientras relajaba el dedo índice en la pistola.

Elaiza abrió la boca para hacer un comentario, pero parecía que Mrs. Lee había tomado una decisión, y que era su turno de hablar:

- Primera pregunta: El trabajo no era delicado por la dificultad, como han podido comprobar, sino por el nivel de ruido que podía generar en su ejecución. Ustedes no necesitaban hacer un gran desplazamiento para acceder al lugar, por lo que habría pocos o ningún registro de sus movimientos por el territorio. Su fama y renombre es casi inexistente, de forma que nadie se percataría que estaban realizando un encargo. Y su red de contactos es despreciable, de forma que si fallaban sería fácil acallar cualquier conocimiento sobre lo que estaban haciendo. Adicionalmente, si decidían traicionarme de cualquier manera, su baja capacidad de resistencia no les otorga ninguna probabilidad de éxito ante una operación de esterilización por parte de mis operativos.

Segunda pregunta: Si ustedes hubieran sabido de qué se trataba, existía una alta posibilidad que decidieran transmitir esa información a una corporación rival, a la prensa, o incluso que avisaran a algún amigo o conocido para tener una garantía que la existencia de ABA no quedaba en un secreto. Que se ese intento de filtrar información tuviera éxito es una situación que raya lo imposible. Pero no corro riesgos si son evitables.

Tercera pregunta y cuarta pregunta: No hicimos ninguna de esas dos cosas. Estas preguntas me ha hecho repensar la situación, ya que implican la existencia de un tercer factor no calculado en esta operación. Yo no advertí a los guardias ni envié agentes a silenciar a Matsutatsu, estoy al 99% segura que ustedes tampoco lo han hecho. Concluyo que alguien más sabía lo que iba a pasar y envió la notificación. -

Tanto Trigger como Elaiza se quedaron paradas. Si Mrs. Lee les estaba dando escalofríos, pensar en alguien que fuera capaz de superarla a ella ya era terrorífico.

- A falta de poder confirmar mis hipótesis de trabajo, un primer esquema de relaciones podría dar explicación a la situación.

Comunicároslo considero que es lo más adecuado, ya que sólo si lo sabéis podréis aceptar la petición que os haré como consecuencia.

Yo no he contactado con ustedes como miembro de la Sony-Zeiss Corp., sino del Grupo Yutani. El Grupo Yutani se compone de miembros de diferente procedencia, tanto corporativos como técnicos de alto nivel. Nuestra existencia es secreta, porque nuestro objetivo es a día de hoy ilegal: crear vida artificial, a partir de pedazos de mente humana digitalizada. Usamos los recursos que podemos robar de nuestras corporaciones o posiciones, y los ponemos en común para alcanzar nuestro fin. Desde nuestro primer intento, el sujeto AAA, han pasado 27 iteraciones antes de llegar a ABA, el primero exitoso. La recomposición de memorias, pensamientos, flujos de ideas, etc que almacenamos en diferentes servidores finalmente han conseguido formar una gestalt de mente coherente, que no ha enloquecido ni ha entrado en bucle. 

Un miembro destacado de Yutani, que trabaja en la Augen GmbH, usó de forma clandestina las instalaciones de su corporación para finalizar la construcción de ABA. Para lograr borrar las huellas del paso de ABA por allí, un robo y la destrucción de toda la información almacenada permitiría hacerlo con credibilidad. Más que si un vehículo de la Sony o la propia Augen hubiera sido usado para transportar a ABA.

La información que me habéis transmitido me hace conjeturar que la Sony ha conseguido información sobre mis actividades clandestinas, de forma que yo misma soy un peligro para la existencia de ABA y los siguientes pasos del plan del Grupo Yutani. Considero que vosotras sois, por ahora, más difíciles de rastrear que yo misma, como los acontecimientos han demostrado. De forma que para maximizar los factores que contribuirán al éxito del plan del Grupo Yutani, ABA debería quedar a vuestro cargo para que procedáis con ella hacia el siguiente paso.

Si aceptáis haceros cargo de ABA, os proporcionaré instrucciones sobre cómo proceder con ella. Si lo rechazáis, ordenaré a mi equipo que os neutralicen. Mis propios cálculos no dejan lugar a dudas sobre la decisión óptima, pero no soy yo quien debe dar una respuesta.

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Alma había logrado conectarse finalmente a las cámaras y controles de la sala de ensamblaje, y tenía visuales sobre Trigger, Backdoor y Mrs. Lee. También había conseguido entender el manejo de los brazos hidráulicos articulados, y podría usarlos para dar cobertura a sus compañeras o, incluso, intentar atrapar a la propia Mrs. Lee como uno de esos peluches apiñados en cajas transparentes, que se podían coger con una grúa por un bityen.

ABA, a su lado, miraba también las pantallas. Señaló de repente hacia la figura de Mrs. Lee con un dedo que no tenía huella dactilar.

- Mi madre -dijo con suavidad y sin emoción-. Dice que no puedo volver con ella. 

Dejó caer la mano a su costado, y giró la vista directamente para mirar a Alma a los ojos.

- Creo que mi otra madre también me está buscando. 

Todo empezó a cobrar sentido con las palabras de Mrs Lee. El objetivo no podía ser revelado, lo cual era compresible para evitar posibles filtraciones de datos antes de acometer la misión.

El hecho de tener un perfil bajo ayudaba a no implicar al grupo Yutani en una operación de extracción. Nosotras éramos más discretas y desconocidas para hacer un trabajo que parecía lo bastante fácil.

La advertencia a los guardias por parte de Sony sí fue una sorpresa, tanto para nosotros como para la propia Mrs Lee. Y eso había propiciado un cambio de planes.

No sólo no debíamos entregar a ABA, sino que debíamos esconderla y protegerla de la Sony o cualquier otra corporación conocedora de los últimos movimientos del grupo Yutani.

- Muy bien. En cuanto confirmemos la trasferencia a muestras cuentas bancarias nos marchamos con ABA a la espera de instrucciones. - dijo para no contrariar a aquella mujer oculta bajo una máscara de metal. No estaban en posición de buscarse nuevos y poderosos enemigos, teniendo ya a un buen puñado detrás.

- Entonces ¿Cual es el siguiente paso del plan? - preguntó muy decidida. - ¿Quieres que la escondamos en algún lugar concreto o lo dejas a nuestro criterio? ¿Hemos de activar algún protocolo o darle alguna orden en concreto?

Elaiza no era una experta, pero sabría repetir bel mensaje frente a Alma y Keisha, si es que no la estaban monitoreando yam

La sensación de seguridad y victoria desaparecieron al oír la  voz de aquel francotirador, “como he podido ser tan estúpida, he bajado la guardia”. Levanté mis manos muy despacio tal y cono me indicó, pero antes de colocarlas detrás de mi cabeza pulsé el auricular de mi oreja para abrir un canal y que todas mis compañeras me escucharan.

-Chicas, me han trincado... Me están apuntando, pero creo que aún puedo despistarles...Espero que lo resolvais rápido o a la próxima acabaré como un colador.

Nada más terminar de hablar decidí que tenía que actuar, ahora teníamos a ABA, pero si me atrapaban a mí yo no sería más que una moneda de cambio y no podía permitirlo, no quería ser una carga para ellas. Con un rápido movimiento me giré, apreté un boton y accioné una palanca hasta arriba del todo. Era el control de los focos externos de la fábrica.

Sabía que para actuar por la noche los francotiradores llevarían gafas de visión nocturna y un fogonazo los cegaria el tiempo suficiente para que yo pudiera salir por patas y meterme en los túneles con la esperanza de que no pudieran seguirme. Así que en cuanto la fábrica se iluminó salí a la carrera hacia el interior del edificio.

- Su carencia de capacidad de cálculo resulta molesta. -dice Mrs. Lee ante la petición de pago de Elaiza-. Si mis pasos y actuaciones están siendo monitorizados de alguna manera por la Sony, entonces transmitirles a ustedes dinero las pondrá en el punto de mira de la corporación. No. Mientras menos contacto digital y registrado tengamos, será mejor para ustedes y, por ende, para ABA. Yo no les pagaré, pero el Grupo Yutani tiene una deuda con ustedes. Eso ha de valerles por ahora.

Aunque sus movimientos son casi inexistentes, como si fuese un insecto inmóvil esperando el paso de una presa, la máscara se gira repentinamente hacia la cúpula de cristal polvoriento que cubre el techo de la gran sala, como si esperara ver algo en el cielo gris.

- Me informan que se aproximan vehículos voladores de la Sony-Zeiss Corp. No tardarán más de unos minutos en llegar. Mi encargo es el siguiente: lleven a ABA hasta un laboratorio submarino que Yutani tiene en el Mar de Célebes, entre Filipinas e Indonesia. Allí pueden entregarla y serán compensadas por su labor. Les entregaré las coordenadas y el código de acceso en un pad cuando acepten. 

- Personalmente mi existencia compromete el proyecto, así que mantendré con mi equipo la posición en esta fábrica para darles tiempo a ustedes a huir. Espero que la información con que cuenta la Sony-Zeiss sea lo suficientemente limitada como para no poder conectarme con ustedes.

Mrs. Lee introduce una de sus manos, blancas como la porcelana, en el pliegue de su kimono. Saca de ahí una DataPad Sony no visto en el mercado, y empieza a teclear. Mientras lo hace, habla de nuevo.

- Una segunda opción es que ustedes no acepten el trabajo debido a que valoren sus capacidades por debajo del riesgo que éste implica; si la Sony-Zeiss Corp no tiene datos sobre ustedes, pueden marchar y no implicarse más en el asunto, evitando el riesgo que la corporación acabe detectando su actividad, y permitiéndoles ganar unos días más de vida. Podrían ir en busca de su amigo Matsutatsu. Sería lógico que pensaran así. No puedo negar los beneficios de un pensamiento lógico. Si decidieran tomar esa opción, les pediré que me entreguen a ABA antes de marcharse para que yo misma pueda destruirla. Mejor iniciar la construcción del individuo ABB, que permitir que ABA sea interceptado antes de estar listo.

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La reacción de Fixer fue tan inesperada, que ni ella misma esperaba tener éxito. Cubierta por su capucha, quedó protegida del fogonazo de luz que inundó el patio trasero de la fábrica. Oyó un quejido en el techo, lo que le indicaba que el francotirador había sufrido los efectos de la potente luz blanca en una retina dilatada para la visión nocturna.

Kaisha entró corriendo bajo el alero de la puerta trasera cuando oyó un disparo detrás suyo. Muy lejos y muy tarde. Ella ya estaba fuera de la visión del tirador y dirigiéndose hacia la salita de control donde Alma y ABA se hallaban. Vio que ambas miraban fijamente un monitor en concreto, y que no era el de la planta de montaje. Al acercarse le costó unos segundo percibir lo que mostraba la pantalla, que parecía de una de las cámaras del perímetro exterior. En el área de cielo nocturno que cubría, de vez en cuando una estrella parecía parpadear. Se dio cuenta que eran vehículos voladores de transporte, que ocultaban la luz de los astros al pasar frente a ellos, y que se dirigían hacia la fábrica.

Elaiza tenía sobre sus hombros el peso de la responsabilidad. Tenía que tomar una decisión que no sólo la implicaba a ella, si no a todas. Pero a veces el tiempo apremia y hay que tomar decisiones en caliente...

- Aceptamos el trabajo. - dijo convencida de que estaba tomando la mejor decisión para todas y tomó el DataPad.

Mrs Lee iba a sacrificarse por un bien mayor y le estaba dando la oportunidad de escapar sin enfrentar a las fuerzas de élite de la Sony. No lo hacía por ellas ni mucho menos, era simplemente la opción más eficiente, aunque eso significara quitarse de en medio.

Con una reverencia de respeto, tal y como las costumbres niponas marcaban, se despidió de esa entidad de la que no sabía nada. Quizá fuese una IA al igual que ABA o una simple marioneta de silicio controlada por un humano remotamente. No importaba.

- Vámonos antes de que se nos echen encima. - dijo a Nariko que aguardaba agazapada, lista para cubrirle las espaldas.

- Cambio de planes, nos llevamos a ABA. - dijo a través del comunicador a Nozomu y a su hermana. - Subid a la furgoneta y salgamos cagando leches de aquí. Os seguiremos con las motos lo más rápido posible.

Había que salir de allí cuanto antes y llegar a un sitio seguro. El zulo ya no era una opción. Una vez juntas y a salvo, revisar los datos del nuevo contrato en el DataPad y trazar un plan para llevar a ABA hasta el laboratorio submarino. - Pan comido... - pensó con sarcasmo.

Mi plan surtió efecto, "los francotiradores no tienen nada que hacer contra mi" pensé con ironía mientras me adentraba en el tunel, al oír el disparo casi me da un ataque al corazón y realicé el mayor sprint de mi vida hasta llegar donde se encontraban Nozomu y ABA. Nada mas llegar abracé a la I.A más para apoyarme en ella y recuperar el aliento que por una muestra de afecto.

-Menos mal que estás bien... que las dos lo estáis- Corregí acercándome a Alma y a las pantallas para comprobar que mi hermana no necesitará los refuerzos. Al escuchar sus palabras una gran sonrisa se formó en mis labios  -¡ABA! ¡Te vienes con nosotras! ¿No estás contenta? - Las prisas por ir hacia la furgoneta de Elaiza no logró borrar la sonrisa de mi cara, cogí la mano de aquel fascinante ser mecánico y apreté el paso en dirección a la furgoneta "No tienes ni idea de lo mucho que voy a aprender de ti ABA" pensé mientras notaba el frio acero en la palma de mi mano.

Dirigí la marcha por los tuneles con Nozomu a mi lado hasta llegar a la salida de aguas residuales donde estaba aparcado nuestro vehículo, abriendo la puerta trasera y recuperando mi querido asiento del conductor. Apreté el intercomunicador y me dirigí al resto de compañeras.

- ¿Cuál es el plan? ¿Dónde dónde nos encontramos? - Arranqué el motor ya que no pensaba quedarme allí ni un segundo más y apreté el acelerador lo suficiente como para que a los francotiradores no les diese tiempo a apuntarnos antes de salir de su campo de visión. 

Cuando Kaisha llego a la sala mis dedos aun trabajaban en el teclado para hacerse con los mandos. No tardaron mucho en quedarse parados en el aire ante la información de nuestra compañera.- Espera ¿Qué?.- Dije sin creerme que finalmente la resolución fuera escapar con ABA.

No era tiempo de explicaciones y tampoco Kaisha mientras arrastraba a la IA dio tiempo a que las tuviese.- Arg...- Exclame mientras separaba las manos del teclado y me daba la vuelta hacia la seguida para correr tras mi compañera. Cuando llegamos a la furgoneta mi respiración ya estaba bastante agitada, en serio, si salíamos de aquella debía mirar como suplir el hecho de que en un trabajo de campo acabara tan fatigada.

-Tu arranca y ya veremos.- Comente con cierta falta de aliento.- Nos reuniremos a las afueras de la ciudad para hablar qué demonios acaba de pasar.- Agregé activando el comunicador para que mis compañeras lo escucharan.

Motos, furgoneta, un DataPad con las coordenadas secretas de un laboratorio submarino, el único androide funcional del planeta, varios transporte de tropas de la Sony-Zeiss acercándose a su posición mientras un equipo de francotiradores mercenarios ocultan su huida. Y un ser extraño protegido tras una máscara de geisha luchando por ellas. 

Su primero contrato de operación no podía haber acabado de manera más extraña. 

Mientras los silenciosos motores de alcohol sintetizado de sus vehículos las alejaban de la fábrica abandonada, vieron por las cámaras retrovisoras (ahora se fijaban que las lentes tenían el logo de la Sony-Zeiss) los fogonazos de disparos. Algunos tenían su origen en los rifles Militech que portaban los francotiradores emplazados en el tejado. Pero las ráfagas con que barrieron la zona las ametralladoras montadas en los VTOL de la Sony no dejaban duda de quién iba a salir vencedor de esa lucha. 

Poner tierra por medio era ahora el único objetivo de las chicas, confundiéndose con el tráfico habitual de Sendai con destino a las afueras de la ciudad. En el interior de la Mitsubishi-Benz, Kaisha conducía con un ojo en la carretera y otro en ABA.

- Creo que sí estoy contenta -dijo de pronto el androide-. Creo que aun necesito tener muchas experiencias durante mi funcionamiento para poder comprobar la asociación entre estímulos, reacciones, y categorías de estado. Pero según las definiciones con que cuento por ahora, el interés en llevar a cabo nuestro siguiente paso puede considerarse "contenta".

ABA sonrió una sonrisa perfecta. Tan perfecta que era de anuncio de tintagel WhiTeeth. Pero Kaisha sabía que ese gesto era sincero según los estándares de un ser preprogramado, que aun tenía que reescribir su propia programación en función de las experiencias que viviera. Y por cómo había empezado todo, iba a vivir unas experiencias de mil electrones.

Nariko guió al grupo a una zona de peajes que no se usaba desde hacía 10 años. Las casetas y barreras aun estaban allí, pero la iluminación había desaparecido, y la autopista era un desierto de asfalto quebrado. Era la carretera que llevaba hacia el sur por la costa, la antigua gran conexión con la capital Tokyo. Pero ahora era el callejón sin salida que acababa en el desierto nuclear de Fukushima. Nadie, absolutamente nadie, iba o venía de esa dirección.  

Alma y Elaiza comprobaron el DataPad que les había dado Mrs. Lee en cuanto bajaron de sus vehículos y se reencontraron. 

Mientras vigilaba la carretera para comprobar que nadie les hubiera seguido, Nariko les comentó en voz alta: 

- Si siguiéramos esta ruina de camino llegaríamos a la zona Cero. Matsutatsu se escondió allí según nos comentaste, Backdoor. ¿No deberíamos pensar al menos si rescatarlo? Seguro que esa rata es capaz de buscarse la vida entre los nómadas y chatarreros, pero si se queda mucho tiempo entre los restos de radiación se volverá aun más feo de lo que es. 

El grupo se miró entre sí, compartiendo sus dudas sobre el siguiente paso a dar. También necesitarían un transporte si querían ir al océano abierto, y Alma no dejaba de pensar que se sentiría más segura con una nueva consola de hackeo. Sin ningún tipo de pago por parte de la Yutani, tendrían que tirar de favores, contactos o astucia para poder marchar a donde decidieran.

Quizás no sería del todo fácil, pero todo tiene una parte positiva:

Por fin iban a poder abandonar Sendai, y darle una patada en el culo a esa sucia ciudad de segunda. 

Se habían convertido en Corredoras de las Sombras, con todas sus malditas letras brillando en cromo y neón.