Partida Rol por web

Cita:

La chica no puede evitar ir corriendo a abrir la puerta, puede que detrás de ella se encuentre Zack o puede que sea una trampa pero si no mira no puede saberlo.

Abre la puerta con gran emoción y énfasis esperando encontrar a su amigo detrás del trozo de madera y abrazarle, lágrimas de ilusión caen desde sus ojos por su rostro.

Red XIII sigue oculto tras los muebles del comedor mientras Aeris acaba de convencerse y abre la puerta enérgicamente y bastante emocionada, con el rostro cubierto de lágrimas ante lo que puede encontrarse.
Al otro lado está Zack, tal y cómo estaba la última vez que le vió, aunque esta vez le acompaña otro miembro de Soldado de cabello rubio y aspecto cansado, parece algo más joven (Cloud).

Sin embargo Aeris no presta demasiada atención por el momento a ese "detalle" y se abalanza sobre Zack abrazándole, cómo si hiciera demasiado tiempo que no le ve a pesar de que para él ha pasado apenas una o dos semanas...

Al ver su rostro se dibujo una sonrisa, muy distinta a todas las anteriores, pues esa era su sonrisa, de Aeris, de nadie más. Respondió al abrazo algo sorprendido, tímido. Yo... tambien me alegro mucho de verte. El tono fue disipandose al lado de su oído y disfrutó del abrazo rodeándola con los brazos. No dejaba de pensar en ti... te he echado mucho de menos. Rompió su timidez por la boca, hablando sin tapujos algo más animado. Las cosas parecía que volverían a marchar bien. Se sonrojaba quedándose sin palabras, sus ojos se cerraron mientras respiraba con profundidad, consumiendo ese añorado olor de su pelo mezclado con las flores que tanto cuidaba. Esa sensación hizo estremecerse sumiendose en algún lugar alejado de la realidad a la que debía enfrentarse.

Cloud observa la escena algo perplejo pero enseguida dibuja una sonrisa en su rostro que disimula en cuando se da cuenta, contento por su amigo mientras retrocede unos pasos para dejarles espacio y mira alrededor, comprobando el terreno o sencillamente intentando que la pareja tenga un mínimo de intimidad al no mirarles de forma directa...

No dice nada, desde que salieron del laboratorio está mucho más silencioso, en realidad este momento pertenece a Zack y a Aeris y lo sabe. Por desgracia deberán darse más prisa de la que le gustaría, mataría por poder descansar en una cama mullida...

¿Cómo que has vuelto después de tanto tiempo? - dice Aeris con una mezcla entre enfado y alegría, no se decidía por cual de los dos sentimientos decantarse, deseaba enojarse con él, no había contestado a su correspondencia y no se habían visto en años - ¿por qué no puedo enfadarme contigo? - le reprocha - tenemos mucho que hablar, pero tu compañero parece tener prisa... - cuando se fija en su acompañante ve que se trata de un joven muy atractivo ¿es de por aquí? se pregunta para sí intentando recordar las caras de los habitantes de los suburbios pero no le recuerda.

Con la emoción olvidó a Rex - ah, tengo que presentarte a alguien Zack, su nombre es Rex XIII y es amigo mío, aunque creo que quería irse sin mí... - mira donde se supone que debería encontrarse.

No sabia si asomarme o no, hasta que Aeris comento a los visitantes de mi presencia. Me asomo por detras de los mueble, miro a Aeris, Zack y al acompañante.

"Maldición, me han encontrado." pienso mientras veo que los visitantes estan vestido de soldados.

-Grrrrrrrrr.-

"En la puerta principal estan los soldados. Podría atacar, pero Aeris saldría lastimada. debo salir de aquí, pero por donde?. Ya se, por unas de las ventanas de la habitación. Desde allí podre dirigirme donde se encuentra el hombre del brazo metálico.

Entro a correr en direccion a la habitación, pensando en que Aeris estaría bien. "Ella les conoce. Por lo menos a uno."

Aeris parece contradictoriamente feliz y algo enfadada, pero el sentimiento general es de alegría por el reencuentro después de tanto tiempo...
Sin embargo parece que a Red no le ha agradado tanto darse cuenta de que los amigos de Aeris son ni más ni menos que Soldados, la élite de Shinra.

Gruñe por lo bajo y tras dudar apenas unos instantes se da la vuelta corriendo hacia la cocina precipitadamente, dando un ágil salto a través de la ventana para huir rápidamente de allí. Parece realmente alarmado...

Algo confundido por su reacción su contestación se dejo contagiar con un cierto tono de furia, claramente no enfocada hacia ella. Hubiera venido antes si hubiera podido... ¿tanto he tardado? Se retiró algo saturado con los brazos abiertos mientras el tono de Aeris se elevaba de forma tan encantadora, quizás resultara extraño, peor deseaba que fuera así. Al escuchar la palabra prisa, los nervios que calmaron su olor despertaron estrepitosamente volviendo a la realidad de la que escapaban. Es verdad, Shinra nos está buscando y persiguiendo... en ese momento su preocupación se trasnformó en un sentimiento protector. No podemos quedarnos aquí, es demasiado peligroso, pero necesitaba verte... Un silencio incómodo se formaba creando esa sensación de despedida, no era capaz de trasnmitir sus deseos, pues no quería que cargase con ese asunto. La presentación de Red XIII no fue del todo como esperaba tras su reacción, que desconocía totalmente, así pue sla mano que iba a saludarle descendió desanimada mientras le observaba correr hacia otra habitación. Sus ojos rápidamente volvieron a enfrentarse con Aeris, no sabía si sería capaz de decirselo, pero si que podría decirle lo que más deseaba en este mundo. Cuándo volveré a verte... Aquellos momentos que compartieron entre ambos renacieron en su cabeza en un instante y sus manos fueron a recoger las suaves manos de aquella preciosidad sin llegar a darse cuenta.

-Bastante... pero lo importante es que ya estás aquí- admite Aeris, esbozando una cálida sonrisa mientras seca las lágrimas con las palmas de sus manos.
-¿Os persiguen? ¿Cómo es eso posible? Creía que trabajabais para ellos- dice alarmada y sorprendida, englobando a ambos puesto que Cloud también viste su uniforme de Soldado, aunque cada vez parece más nervioso y eso la inquieta a ella también.

La mirada de la muchacha descienden hasta las de Zack, cogiéndose a las de él algo pensativa antes de observarle con mayor decisión.
-Está bien, entonces yo también voy- dice convencida, mirándole directamente a los ojos antes de girarse hacia la cocina.
-¡NANAKI! ¡No van a hacerte nada ellos también tienen que huir...!- exclama con un grito algo estridente, quizá incluso demasiado sonoro... Pero lo que es seguro es que su anaranjado amigo la habrá escuchado.

Dirigiéndome hacia la cocina y cuando estuve a punto de saltar por la ventana, escucho el estridente grito de Aeris.
"Ellos también tienen que escapar. Soldados que desertan de entre las filas del ejercito, me suena a trampa. Pero si es asi, Aeris estara en un peligro mayor si no estoy para ayudarla."
Detengo mi intento de huida, doy una media vuelta y me dirijo hacia donde se encuentra "los invitados". Me posiciono a un costado de mi benefactora y le miro. inmediatamente después miro a Zack y a su acompañante de manera no muy amistosa.

La sonrisa que esbozaba la muchacha se contagiaba con ilusión finalmente en Zack. Pero tras su pregunta cambió rápidamente en una expresión de decepción incalculable. Bueno... parece que ShinRa ahora tiene otros planes para nosotros, ¡ pero no nos cogerán ! Su puño cerrado se elevó frente a su pecho intentando mostrar todas sus ganas.

Tras un complicado silencio, improvisó una respuesta a una inesperada mirada de afirmación. ¿Estas segura? Será peligroso... te quiero tanto a mi lado, no sé que haría si te perdiera... Sus labios quisieron decirlo todo, pero en su lugar el rojo felino distrajo sua tención mediante una desafiante mirada. Mordía su labio inferior confuso ante tal sitaución esperando encontrar la respuesta en los hermosos ojos de Aeris. ¿No... echaras de menos tus flores? El tono que utilizó expresaba aquello que quedo atrapado en su garganta, su deseo y consentimiento, formulado en una estúpida pregunta mientras agarraba sus manos para sentir el tacto de sus húmedas mejillas.

Cloud devuelve la mirada a Red, aunque la suya es más de curiosidad que otra cosa.
Observa la marca de su muslo, las plumas que decoran su cabeza, la cicatriz del ojo y la llama de su cola...
Sin duda un criatura muy singular, no le extraña que Shinra la haya apresado para sus experimentos... Además parece comprender lo que Aeris le dice.

Tras el pequeño "análisis" visual carraspea por lo bajo y mira a la pareja.
-Debemos marcharnos, nos están siguiendo y no tardarán, tu amigo no podrá darnos tanto tiempo... -dice a Zack en referencia a Tseng, impacientándose por momentos.

Seguro que las echaré de menos pero creo que esto es ahora más importante para mí, ellas seguiran en este lugar cuando vuelva - contesta a su amigo - quiero acompañaos y eso es todo - aunque estaba hablando dulce y alegre como ella es tenía un poco de miedo por su madre, por sus queridas flores... puede que no las volviera a ver en bastante tiempo, pero nada que no se pudiese curar con el mismo.

Tras escuchar al otro chico de Soldado cae en la cuenta de que había una posibilidad de salir de allí - tenemos que encontrar al hombre de la metralleta... - le comenta a Rex - puede que él nos ayude, ¿vamos a... los Suburbios del Sector 7? El "Séptimo Cielo" creo que se llamaba... - estaba haciendo memoria de las palabras exactas.

Coge de las manos de Zack y mira que Nanaki les siga, dirigiendose hacia su destino casi sin la aprobación del grupo - vamos no hay tiempo que perder - dice sonriendo.

Aeris me mira y yo le miro, pero no pronuncio ninguna palabra. No se si esta gente es de confiar o no pero ella esta muy segura de Zack, asi que me ubico al costado de Aeris y entro a caminar junto a ellos.
"Rápidamente darían con nosotros, un grupo como el nuestro no pasara desapercibido." pienso mirando a dos ex-soldados, una mujer, un "yo", todos caminando por la calle y siendo la mayoría buscados.

Cloud observa algo aturdido a Aeris, sin acabar de comprender todo lo que dice aunque para ella resulta totalmente natural al conocer toda la información.
De todos modos no es momento para preguntas y perder el tiempo, sabe que puede confiar en ella puesto que Zack así lo cree, para él eso es suficiente.

-No podemos permitirnos perder más tiempo, vamos ya- dice de forma escueta y algo intranquila antes de desviar la mirada hacia Red XIII que sin duda le llama poderosamente la atención a pesar de que no hace comentarios al respecto.
Podría apostar a que si Shinra lo encuentra también querría tomarse la libertad de apresarlo cómo si de un objeto se tratase.

Su ceño se frunce un segundo ante ese pensamiento, pero enseguida os ponéis en marcha a la carrera, siguiendo las indicaciones de Aeris puesto que conoce la mayoría de atajos de los Suburbios y aunque os topéis con algún pequeño enemigo los Soldados se deshacen de ellos enseguida sin mayor problema.

Mientras huis entre los distintos escombros tenéis que ir escondiéndoos de vez en cuando puesto que finalmente las tropas de Shinra empiezan a llenar el lugar, cada vez en mayor número, pero conseguís alejaros sin ser vistos por el momento, llegando a los suburbios del Sector 7.

Con un asentimiento se ponía en camino con sus compañeros. Contenía todas sus palabras pues no sabía que más podría decir, eso no solucioinaría sus preocupaciones. Inundado de entusiasmo que rompía su discreción mantenía su carrera el primero, enfrentándose a cualquier patrulla que se les opusiera. ¡Vamos rápido! animaba a sus compañeros en demasiadas ocasiones tras cada victoria, cada vez más díficil, cada vez más frecuente... por algún motivo iba siendo consciente de que ShinRa queria de alguna forma u otra a cada uno del grupo por motivos quizás algo diferente.

Ya dirigiéndonos por los atajos del lugar, Me doy cuenta que no habia equipado mi arma con la materia regalada por Aeris, asi que mientras camino, la coloco en mi el Clip Mitrilo.
Siempre atento la llegada de los soldados, uso mi olfato para poder determinar por donde se encuentran. "Es imposible olvidar el olor que esos uniformes tienen." pienso mientras sigo el camino designado por Aeris.

Aeris se encarga de guiar al grupo por los distintos senderos entre escombros y chatarras, aunque son los dos chicos de Soldado los que se ocupan de advertir cuando hay que agacharse y esconderse o detenerse momentáneamente...
Apenas lleváis unos metros recorridos cuando todos os empezáis a sentir bastante observados, cómo si alguien os estuviera siguiendo... Sin embargo ninguna patrulla os corta el paso ni os ataca así que parece que la idea de que pueda ser realmente alguien de Shinra queda eliminada.

Llegáis a los Suburbios del Sector 7 y aún sentís esa sensación, pero no conseguís encontrar al "culpable" por el momento.
Aeris se detiene un instante, resoplando y respirando agitadamente algo cansada, no está acostumbrada a tanta actividad física y se nota.

-Mirad, ¡es allí!- exclama triunfalmente, sonriendo a Red XIII antes de señalar el cartel de un modesto local al que se accede subiendo unas escaleras de madera. "El Séptimo Cielo". Al menos el nombre anima un poco...