Con la gancha todavía levantá escuchó el Ovejero tol pifostio que había montao en un momento el cabronazo del Chispas, tirando los bancos de la iglesia a su paso haciendo una escandalera que pa qué, preguntándose intrigao qué cojones estaba pasando.
Y así mesmo, con la gancha levantá, que vio aparecer la imponente estampa del tocino por la puerta de la sacristía, que lo explicaba tó.
Asín que, aprovechando que aún estaba con la gancha levantá y que su intención inicial antes de la distracción era arremeter contra el cura, dio dos pasos hacia él.
- Yo creo, Venerable, que nos tindría que dar una explicación de lo qué está pasando aquí. Y de qué cojones tienen que ver los Valar con tener a la Reina retenía en el sótano, que no lo acabo de entender.
Precisamente las palabras del enano que salían por la trampilla y el sonoro manotazo que se oyó a continuación le hicieron entender quel Gromenauer tinía la situación controlada por allí abajo.
Y eso mismo hizo el Éuhlogio, que entoavía tenía la gancha levantá: intentar de darle un ostión al cura pa que se relajase y se dejase de tonterías, a ver si eso le animaba a dar las explicaciones que la Mela y él mismo li estaban pidiendo.
Motivo: Navaja (=gancha)
Tirada: 1d10
Resultado: 10(+1)=11
¡Catacroco!
El Éuhlogio le endiñó un ganchazo en to la almendra al cura antes de que pudiera de encernder otro misto mágico.
Y tamién sonó así el guantazo que el Sinpán le regaló al Gorgoroth, el de los Orkos Muertos, to al mismo tiempo.
Y asín fue que se hizo oscuro pa los dos y sacabó lo que se daba.
Detrás del Chispas llegó el gentío, tos los que estaban antes esperando frente a la iglesia que no habían podido pararle las pezuñas al Chispas en su empeño por tirar pabajo la puerta al escuchar el grito de la Lore.
La Dominga del Rey Sabrosa estaba entre tos ellos con cara deasombro.
—¿Pero ca´pasao aquíii?
El Chispas miró pa un lao y pa otro con cunfusión, porque había hecho una entrada triunfal en la iglesia pa na, tirando la puerta pabajo y to y arramblando con to los bancos como buen cerdo guerrero que era.
Pero bien está lo que bien acaba, claro que sí.
El enano sonrió triunfante cuando el orco perroflauta besó el suelo. ¡Si es que naide le hacía caso, pero él sabía desde el principio que la culpa de to la tenían los orcos! ¡Si es que fiarse de los orcos era de faltos! ¡To la vida matando tontos y siempre quedaba alguno, copón!
Cuando el líder se quedó moñeco en el suelo, el enano, desafiante, miró al resto pa decir—. Bueno, ¿quién más quiere? ¡Que yo tengo pa' tos! —Por desgracia para el hijo del Klander, nadie respondió a su pregunta. Se conoce que ver cómo el más grande caía hizo que los demás, que eran unos cagaos, decidiesen que lo mejor era no molestar al enano.
Así que Gromenauer miró a la reina de las fiestas y la dijo—. Bueno, pos ahora que te he encontrao y que estos no nos molestan, ya puedes ir a dicir que he ganao el concurso de arar al comeflores del Cagapinos. Que con la tontuna, nos hemos saltao el concurso de comer... ¿O hemos estao? Da igual. El caso es que tengo hambre. Y sed. Sobre to sed...
El jostión del Éuhlogio con la gancha mandó al Venerable Jorge a soñar con los angelicos. Y eso dejó, por un lao, mu satinsfecho y mu relajao al Ovejero de haberse quitao dencima toa la rabia acumulá.
Pero por otro, también había dejao al Venerable totalmente imposibilitao pa dar las explicaciones que se le habían solicitao. Y el Éuhlogio estaba mu intrigao.
- A ver, mosén, despierte, que no ha sío pa tanto... -le decía mientras le arreaba varios ostiones con la mano en la cara como pa intentarlo reanimar, pero que mu posiblemente estarían haciendo el efecto contrario y lo estarían acabando de rematar.- ¡Que nos tiene que explicar lo qué cojoneh está pasando aquí...!
¡Pim, pam! ¡Pim, pam! - continuó insistiendo el Éuhlogio en su labor de reanimación.
Pero a la Mela no le dio tiempo a ir a hablar con nadie por que, antes de que se diera cuenta, el Éuhlogio le hizo un sombrero al cura con la cacha.
-¡Santa Lothlorien bendita! Eso va a dejar marca ¿eh?-
Y luego la gente. Todas aquellas orejas recien venías, que no sabían na' de lo que allí había pasao... ¡¡¡Y la Mela tenía toa la información!!! ¡¡Toos los chismes!!
-¿Qué qué ha pasado? ¡oigggg! Si yo os contara- la Mela casi salivaba del gusto como el perro del Paulo, que estaba to' el día con la baba colgando -¡De to'! ¡Ha pasao de to'!-.
La Orejas se dejó arropar por su público. En ese momento aún no estaban todos, pero no pasaba nada, a medida que las noticias se extendieran, todos querrían ir a la fuente original. Y la Mela era hoy la fuente de los seis caños, ¡sí señor!
-Sus voy a contar que los orcos son los que la han liao todo. Y que la Puri... ¡ay la Puri!-