Partida Rol por web

Gañanes de la Tierra Media

EPÍRO ELPIGO ELIPO ELPILORO CHIMPÓN

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09/12/2018, 20:17
Pregonero

¡¡¡TURÍII TURÍ TURÍIIIIII!!!

¡SACE SABEEEER, A TOS LOS VECIIIIINOS, POR ORDEN DEL SEÑOR ALCAAAAAALDE,QUE SE CONVOCA A TOS LOS VECÍIIIINOS, EN EL CENTRO CEEEEVICO DE BREEEEE, QUE SE DARÁAA CUEEEEENTA DE TO LO CAPASAAAAAAO EN BREEEEE ESTOS DÍAS DE FIEEEEESTA DE LA PATROOOONA! ¡Y SACEEEEE SABER QUE TO VA QUEDAR ACLARAAAAAAO, Y QUE TAMIÉEEEN VAMOS A HABLAAAAAR, DEL MARRANO DE SAN ANTÓN DE ESTE AAAAAAÑO Y TAMIÉN DEL ASUNTO DE LA BORREGOOOOOONAAA!

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12/01/2019, 18:06
Pregonero

«—Me retrasé—dijo Gandalf.»

Muchos encuentros
Libro II. El Anillo va al Sur
La Comunidad del Anillo

 

ELPÍGOLO

Un director en Umbria un pregonero nunca llega tarde, ni pronto, llega exactamente cuando se lo propone.

Quien míba a dicir a mí qíba a ser testigo de un día tan tracesden trandescental trasencel tan importante como este que había vivido la gente de Bree. Pero no solo la gente de Bree, sino tamién todo el Tyrn Gorthad. ¡Y digo más! De to el Reino Setentrional del Reino Reunido.

Los últimos elfos en los Puertos Grises y los que se pasean por los senderos de hojas de mallorn de Lorien. Las Grandes Águilas en las cumbres y los enanos en las profundidades, donde pican la piera que paice que se la comen o algo. Desde las silenciosas ruinas de Sil Auressë, antigua capital de Cardolan donde se pasean antiguos fantasmas, hasta la bulleciosa Minas Tirith, donde hay más gente que en la guerra. Desde el lejano norte hasta el lejano sur, donde las estrellas son extrañas y las naves surcan mares sin nombre, y desde la comodica mecedora donde hace calceta una agüela jobi de Los Gamos, hasta donde alcanza la vista del halcón en el puño del último jinete salvaje de las praderas de más allá del mar Rhûn.

Tos esos, en este mismo momento, no tién ni idea de la que se han librao. Y to porque en Bree hacemos las cosas como está mandao. Usease, bien. Que pa venirnus a dar por culo hay que tenerlos cuadraos.

 


 

Más tarde de aquella tarde-noche de merienda-cena de aquel día, descubrimos los brienses lo que había pasao con la Puri, la Retrasá, y su mesteriosa desapareción. Y lo que tenían que ver en to eso los Orkos Muertos de los cojones y el padre don Jorge, en Venerable, que a pesar de llamarse así, de estar ciego y tener mala leche, nandie se podía de imaginar que estuviera en detrás de una trama tan malvadosa y atravesá como lo estaba él. ¡Él! El cura más recto de tos los curas rectos que se han conocío en Arda desde los tiempos de los Primeros Nacíos. Casi nada.

Se los iba a contar a ustedes, pero como tengo la voz cogía de tanto hablar esta crónica de lo que pasó esos días, mejor me descanso la garganta de mientras me echo un piti y se los dejo a ustedes que vean las cosas tal y como se hablaron en su momento.

Esto es na más que darle patrás a la cosa como un orco cagón cuando los rojírri cargaron en Pelennor.

Rigüín.

 

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12/01/2019, 18:11
Pregonero

Cuartelillo de los monteros de Bree, Bree D. C.

7 de Urimë. Tardenoche ya.

No refresca.

 

El cuartelillo de los monteros estaba abarrotao entre monteros, deteníos, borrachos y curiosos. Un pifostio de muncho cuidao, pero tos estaban mu atentos a lo que se estaba montando allí, porque lo de don Jorge, el Venerable, era pa estar atento, que menuo se había liao en la iglesia.

—Don Jorge, queda usted detenido por conspiración para traer al Señor Oscuro, secuestro de moza y asesinato de doña Salustiana Eleuteria, más conocida como la Japuta—dijo el Paco, el Sieso, a de don Jorge, el Venerable, en el cuartelillo de los monteros del rey.

—¡¿De qué me habla, joven?! ¡¿Es usted imbécil?! Yo no sé nada de doña Salustiana—dijo el cura, señalando con un dedo acusador a la pared del fondo.

—¿Cómo qué no? Ella estaba investigando el caso y cayó en servicio. Una buena pista encontraría y usted, o uno de sus secuaces, la eliminaron. ¡Envenenada! Seguro que tocó un libro con veneno en las páginas. Usted, con su nombre y su cara, es sospechoso de tener libros con veneno. Buscaremos el libro.

—¡Nada de eso, estúpido! Ni siquiera sabía yo que doña Salustiana había vuelto al cuerpo de monteros.

Se hizo el silencio en el cuartelillo cuando, de pronto, se abrió la puerta de un portazo, que es como se abren las puertas. No va ser de un ventanazo, claro.

—¡Así es! ¡El viejo loco no tié na que ver!

Una figura se recortó en el marco. ¡La Japuta en persona!

—¡OooooOOOOooooooOOOhhh!

La mesmísima Japuta entró temblorosa apoyá en su bastón. Se dejó caer en una silla y un vaso de orujo apareció en su mano.

—Dejarme que sus lo voy a contar.

Se vació el orujo de un golpe de mano, con la mirada profunda recordando duros tiempos lejanos.

—Todo empezó en un día como hoy, que era hoy, hace un rato. Veníamos los monteros de la urbanización Mellyrn Verdes, de interrogar mu duramente al Bwalden, el Cojo, pa saber qué había pasado con su hija la Puri. Yo mandé a mis ascensores a golismear por su lao… que yo fui a lo mío. Sabe usté, una es una profesional y tié olfato, y a veces no se pué de dejar que los novatos pisoteen las pruebas.

El Éuhlogio Focín, el ovejero, recordó aquello. Fue cuando vio a la Japuta separase del grupo y metese por el callejón de Esgaroth, poco antes de oír el grito y descubrila tiesa.

La Japuta se sirvió otro orujo y lo ventiló de un taco.

—Argh… esto es lo mejón cái pa quitarse lo malo… En fin, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Que de mientras los otros síban a investigar a su manera, yo seguí mi olfato. Y ahí estaba, tal cual, lo que yo estaba buscando.

Se hizo el silencio en el cuartelillo. Tol mundo estaba atento cuando, de pronto, una voz habló en la puerta otra ves.

—Don Paco, que se ma ío un muerto. La doña Salustiana. Que no sé dónde la puesto que no lancuentro.

Era don Isicio, el Costras, el praticante de Bree. Un pitillo le colgaba del labio y, cuando vio a la Japuta ahí sentá, se llevó la mano a la boina.

—¡Por la virgen de Imladris y to sus muertos! ¡Pero si está aquí! A ver si no estaba muerta… En fin, que to bien, supongo.

—To bien, Isicio—respondió la Japuta—. Menos mal que me despertao antes de la utósia.

—A to esto, ¿y de qué estaba muerta usté? Es por rellenar el papelajo y llamar al enterrador.

—Pues eso iba a esplicar yo ahora. Entré en el callejón de Esgaroth siguiendo mi istinto sabueso, que ni Huan el perrete de Oromë. Y, ¡zasca! Ahí estaba. Grande, enorme, musculao que eso es pa no acabáselo. El portento aquel, Bron el Tocho, ¿sacordáis? Ese mocetón beórnida que esta mañana se dio de tollinas con el Chispas.

¡Oink!—añadió el Chispas, sentao sobre sus jamones. Bron el Tocho casi acaba con él, pero al final el Sinpán se llevó el premio gordo.

—Ese macho, MI macho, MI MEARA, iba calle pabajo pa llegase al llano de Elanor, donde tenía que partecipar en la cumpetición de cucaña con tos los otros beórnidas que han venía a Bree estos días. ¡Jugadores profesionales que nandie se esperaba!

Orujo. Ese era el secreto de que los beórnidas estuvieran en Bree esos días. Fichajes estrella de los jobis de Entibo que, cansaos de ser jiempre el hazmerrír, habían gastao sus buenos cuartos. Cosas de los negocios florecientes de los nuevos jobis, que son mu destacaos en esta Cuarta Edad.

—El Bron iba rápido, pero no por prisa. Huyendo. De la peor sombra que han visto estas tierras desde que los Nazgul entraron a rajar cojines. ¡Ahí hablaba mi olfato! Porque pegá al Bron estaba la Sabrosa, la Dominga, la moza más guarra de to el Reino Setentrional. Pero pegá de verdad, agarrá a la pierna y gritando «hazme tuya, hazme tuya» y dejando to pringao de sudor de Sabrosa. Y yo le dije, «niña, vaiste de aquí que le ví enseñar al bigardo este lo ques una muhén de verdá». Tol mundo sabe que ese hombretón necesita una hembra en condiciones, y no a una niñata como la Sabrosa.

Orujo. La gente asintió a aquello que dicía la Japuta. El Bron no era macho pa medias tintas.

—Así que la Dominga me se encara y me dice que me vaya a las mierda, con to el desrespeto del mundo. Y ahí empezó to, que le pegué con el bastón y ella me arañó la cara, y mientras el Bron huía pa encontrase conmigo más abajo en secreto, yo entritinía a la Sabrosa. Pos a to esto que al final acabé mordiéndola en una pierna y, en de repente, me sentí enfermar como no menfermaba desde que me picó una araña del Bosque Negro, y to mareo y nausea que me puse a echar to el almuerzo. Ya no recuerdo más que me disvanecí como no me disvanecía en muncho tiempo, pero el venerable don Jorge no tié na que ver.

—Aahh.. y por eso la lengua y los deos negros. Puro veneno.

—Un clifánger desos.

—No, un magufin.

—Clifánger, copón.

—Magufin.

—Ni una cosa ni laotra.

—En fin, da igual.

—Algo de eso, a saber.

—Pero bueno, entonces, don Jorge, ¿de qué tié culpa?

Don Jorge se puso de pie y bramó:

—¡De todo lo demás y a mucha honra!

¿Y qué era to lo demás? Vamos patrás.

Rigüín.

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12/01/2019, 18:55
Pregonero

Un ratico antes...

Doña Mela salió de la iglesia saludando al gentío con la mano a lo palomita, como la realeza, sentiéndose admirá y deseá como hacía muncho tiempo que no. Y eso que ella ya era la reina del cotilleo de to Bree y parte del estranjero y estaba acostumbrá al respeto bien ganao en las mejores plazas.

Pero eso era especial. Aquél día había sido destinto. Ella había visto. Lo había visto to. Toíco. Y por eso la gente la rodeaba saliendo de la iglesia y caminando por el llano de Elanor con reverencia, formando un círculo a su alredor.

Detrás della caminaba el resto del grupo de monteros improvisaos. El primero, mu ufano y satesfecho, el Sinpán, con to el pecho palomo hinchao y orgulloso de haber resuelto el mesterio. Que no era otro que saber si era o no era el ganador del certamen de arao de aquella mañana, que se desputaba con el elfo Cagapinos.

Y el Éuhlogio, el pastor, acompañao de su fiel perrete Gollum y guardándose el cuello con Blanquita, que asín no se cogen resfríos ni malos humores. Aunque de Blanquita ya tenía poco, porque ella, como tos los demás menos el Sinpán, estaban chamuscaos por las malas artes de don Jorge, el Venerable.

Y de don Jorge, el Venerable, iba la cosa. ¿Cómo imaginar que podía ser él el culpable de to? El secuestro de la Puri, la Purithel, que la dicen «la Retrasá» porque en sindarín significa «Flor de estío que florece en cumbres de invierno», no podía ser más malvadoso, que no sabía visto cospiración más malasangre desde la del Sauron cuando iba de Annatar y le comió la almendra al rey Ar-Phârazon y to lo que pasó luego, como bien se cuenta en el Akallabêth.

Que tampoco fue pa tanto comparao con molestar a las gentes de Bree. ¡Acabáramos!

Con tos los curiosos llegaron los monteros del Paco, el Sieso, que se llevaron a don Jorge y a los Orkos Muertos, más atontaos que to por las hostias que se habían dao.

—GORGOROTH EL DESTRRRUKTORRR AKABARRRÁ KON TODOS VOSOTRRROS, ESKORIA FASCISTA, ¡TENGO MIS DERRRRECHOS, SOY CIUDADANO ERIADORIANO!—atinó a decir el vocalista de los Orkos Muertos.

Y la señorita Puri, recatada y discreta, fue acompañá tapaíca pa que no se la vieran las vrergüenzas, que era mu pudorosa y mu virginal la señorita Puri.

—Comerme tor coño—comentó.

¿Y qué había pasao, se preguntará usté, ya hartismo de tantas vueltas? Po yo se lo voy a contar a usté, que ya me fumao el piti y tragao la cazalla pa recuperar la voz de tanto hablar que llevo tol día.

Tal y como luego confesó don Jorge, el Venerable, to empezó de la manera más inesperada: con la vitoria de los Pueblos Libres contras la fuerzas de la Oscuridad del señor Sauron, que Eru le tenga lástimica porque, yo, nenguna.

Quién iba a dicir que lo bueno que vino de aquello iba a traer tanta mala baba. El rey Elessar Telcontar se hizo rey Elessar Telcontar y empezaron los años dorados de la Cuarta Edad del Sol, donde to brilla más, to es más cómodo y to es más rebonico. El ganao pare y engorda que da gusto de velo, los campos crecen floridos y bien cargaos de simiente, los frutales están que se cagan de fruta. Los niños salen fuertes, gordos y coloraotes, como toa agüela le desea a sus nietos.

En la Cuarta Edad, hasta las reses tién propiedades

 

Según don Jorge, el Venerable, eso no es más que perdición.

Porque con los nuevos tiempos de prosperidá, tripa llena y sonrisas, viene la bajeza moral y la degra drega degagación se pierden las buenas costumbres. Las gentes dejan de temer a la Oscuridad y hasta la olvidan, los niños se vuelven descaraos que no respetan a sus mayores y les pegan a sus profesores, los adolecentes están pa darles una hostia bien da, con la ropa mal puesta, el culo cagao y dándole a la botellona sin buen orden. La gente se relaja, las iglesias se vacían y to está manga por hombro que sestán perdiendo toas las güenas costumbres de antaño: tener mieo del Señor Oscuro, tener hambre la mitá los días y llenar los domingos la misa a abarrotar.

—Ya no hacen tiempos oscuros como los de antes.

—Antes sí que había Señores de la Oscuridad como está mandao. No como ahora.

—¿Ahora? Ni Señor Oscuro ni amarronao.

Los jubilaos que habían disfrutao de buenos tiempos oscuros de antaño se estaban quejando ca vez más en las plazas y esas cosas se decían más, delante de las obras. Pero los tiempos luminosos tienen eso, que nandie escucha a los viejos por carcamales y pesaos.

Y eso tié consecuencias.

Don Jorge, el Venerable, no estaba dispuesto a permitir que la Cuarta Edad del Sol dejara a la Tierra Media así de estropeá, to lleno de gente descreída y sin respeto por las tradeciones ni por los Valar.

Así estaban los niños, que se pitorreaban de sus mayores y hasta se disfrazaban de balros y orcos. ¡Na menos! ¡Y las buenas mozas suspirando por melenudos que hacen ruido na más!

Y eso, mire usté, solo se podía arreglar de una manera.

Trayendo la Oscuridad de vuelta pa’cá.

Porque un poquito de Oscuridad bien entendía pone a las cosas en su sitio. Más orden, más respeto y más rezale a los Valar y a Eru Ilúvatar, porque si nos olvidamos de los Altísimos esto no pué de ir bien.

Ser el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien le daba a don Jorge la mejor posición pa arreglar ese, pa su entender, poblema del mundo moderno. Si don Gandalf ya no estaba por allí pa susanar el estropicio, alguien tenía que hacerlo.

Alguien tié que hacese cargo deste estropicio, por los Valar copón ya

 

Para eso, estropear las fiestas de la patrona de Bree era la manera más buena de hacelo, la más rápida y más mejor. Tol mundo sabe que si no sale la procesión de la patrona esa noche a darse un refriego en la luz de Eärendil, se marchitaría to lo bueno que trae la Cuarta Edad. A tomar viento los cultivos y no más niños rechonchos.

Sin la reina de las fiestas para hacer el ritual de inicio, la patrona no pué salir de la iglesia. Y, es más, sin una reina como Mandos manda, el ritual no vale ni una miaja. Don Jorge se aseguró de estropealo todo.

Preparao con tiempo, y como miembro del Consejo de Bree, se las arregló pa traer a los Orkos Muertos a las fiestas de Bree, tal y como los monteros pudieron de ver en los contratos en el ayuntamiento. ¡Y oigan, que luego se descubrió que no era gentuza disfrazá de zarrapastrosos! ¡Que eran orcos de verdad! NADIE SE PODÍA DE IMAGINAR NADA ASÍ. ¿Quién podía pensar que el Sinpán, ese enano borracho, podía tener razón?

El arreglo de los Orkos Muertos era secuestrar a la señorita Purithiel pa quitala de enmedio. A cambio, don Jorge usaría su influencia para conseguiles más bolos y, de paso, convertirlos en nuevos comandantes del nuevo ejército de la Oscuridad. Pero, sobre todo, más bolos.

Por otro lado, según don Jorge, que yo no me creo na, se las apañó para que la señorita Purithiel fuera la elegía pa ser reina, pa interés de su padre el Bwalden el Cojo y el alcalde don Jacinto Matojo, el Mierdas. Pero yo no me lo creo porque tol mundo sabe que la señorita Puri, la Retrasá, es mu limpia y mu honesta y, sobre todo, mu pura. Por algún motivo, don Jorge, el Venerable, se creía que la Puri estaba más que mancillada y de mocita solo tenía la edad. Que la haigamos encontrado secuestrada en pelota picá derrengando a tos los Orkos Muertos no sinifica nada, a mi entender.

Y si es el entender del pregonero, que lo sabe to, pues será que es verdad, carajo.

La cosa es que don Jorge se las había arreglao para estropear las fiestas por dos laos: por la supuesta falta de pureza de la Puri y por secuestrala porsi acaso. Así que por un motivo u por otro los tiempos gloriosos de la Cuarta Edad del Sol síban a acabar.

Menos mal que Paco, el Sieso, reclutó durgencia a unos monteros la mar de espabilaos pa resolvelo to. Y así pasó como ustedes han visto que ya les he contao antes.

Ahora bien, ustedes se estarán preguntando. ¿Qué pasó con la procesión? Pos yo se los voy a decir a ustedes. El Consejo de Bree se reunió durgencia para nombrar una nueva reina. Por algún motivo que este humilde pregonero todavía no entiende, parescía que la Purithiel no era lo sufecientemente adecuá pal puesto.

Me supongo yo que será por el susto que se llevó la muchacha y porque estaba de los nervios, pobretica

Asín que se buscó a la moza más pura de Bree. Pero claro, tal y como decía don Jorge, con la Cuarta Edad ya no hay de eso. Están tos los niños resabios y tos los mozos que no se aguantan la virtud ni una miaja, que responden a sus mayores y que insultan a los desconocíos.

Y que se frunjen en los pajares que es que ya es que es ya una vrergüenza esto ya que es que ya al final es que va tener razón don Jorge.

¿Ni una moza pura, limpia y que nunca haya catao varón en to Bree, Archet, Entibo y Combe?

No. Sí había una.

Una mujer joven que no había catao varón. Algo que to el mundo en Bree sabía que era cierto.

Porque no podía de ser de otra manera.

Porque no había cojones de mancillar esa virtú.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

 

 

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12/01/2019, 20:09
Pregonero

Que la Dominga se pusiera la corona a la moza más bonica y lustrosa y limpia de toda la colina de Bree era como dicir que era la moza más rebonica de toa la Tierra Media.

Y a ver quién tié cojones de decirle a uno de Bree que eso no es verdad. No hay elfa que valga. Además, las elfas mozas tienen miles de años y eso no es moza ni es na.

Que no, que la Sabrosa es la más mejor. No es que fuera la única oción, es que era la más guapa y más mejor.

Gracias a eso, en Bree conseguimos dos cosas. Por de primeras, que el Sinpán fuera elegío campión del torneo de arada en llano firme con su mula Jondere. La Dominga no encontró nada peculiar ni desfaquili descalifra descafilica que no había na malo en que el Chispas se cagara en el campo del Cagapinos, ya que, según sus proprias palabras, no veía na especialmente raro ni maluliente ni infecto en el descampao.

La Sabrosa haciendo cálculos y declamando al digno ganador del torneo de arada

De segundas, que en Bree ganamos una vez más la batalla contra la Oscuridad. El párroco de la iglesia de San Isildur Labraor tomó el relevo de don Jorge, el Venerable, y ayudó a la Sabrosa a hacer su parte del ritual. Lo bueno pal párroco es que, como el Chispas había derrumbao to las puertas, corría aire dentro de la iglesia y el sofoco era más soportable.

Pero cuando la Dominga se ofreció a ayudar a cargar el paso, tos corrieron a sacar a la patrona a toa velocidad antes de que se empeñara en meterse a sudar ahí dentro abajo. Así que las prisas hicieron que la patrona, Nuestra Señora de Lothlorien, saliera a tiempo pa darse el baño de luz de la estrella Eärendil.

Y to gracias a la Dominga, la Sabrosa, la moza más rebonica de toa la Tierra Media.

¡Viva y bravo!

¡Guapa! ¡Guapaaa!

 

- CHIMPÓN -

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¡Ah! ¡Copón! ¿Siguen ustedes por ahí? Perdonen, que se estarán de preguntando por la desapareción de Rick Martel, de la Orquesta Númenor. Pues na, que lo encontraron en casa de Dodo y Juan, los jobis «amigos del alma».

Que no le digo ná y se lo digo to.

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13/01/2019, 15:46
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

Soltando su chato de vino sobre la barra, el enano retomó el relato ante tos los presentes en el bar (que ninguno le hacia caso, como era normal)—. Pos sí, porque si no estoy yo, naide se entera aquín de lo que pasa. Porque yo fui el único que se dio cuenta de que los orcos eran orcos. ¡Si es que los enanos tenemos un olfato pa eso que no tiene naide! —pa eso sí, pero para el jabón no, so asco—. Y el cura... Ay el cura.

Chasqueando los dedos para pedir otro chato, porque el suyo estaba vacío y se estaba quedando seco, continuó—. Si es que, un cura que no le gusta San Isildur... ¡Algo raro había! ¡Pero parecía que no lo veían! Así que se lo tuve que explicar a tos de la única manera que sabe un enano. A hostias.

—Por eso le ha quedao claro a tos que el Gromenauer es el más avispao de tol pueblo, además de que es el que mejor ara, el que más gorrinos coge y el que más hostias pega. Más que los tíos esos grandes de ahí —dijo señalando a los tres beornidos que tomaban algo en una esquina del bar y que se limitaron a levantar la cabeza y seguir ignorándole—. Y es por eso, que sus voy a nunciar algo.

Cuando dijo esto, el enano se puso de pie en el taburete en el que estaba sentao, intentatando no perder el equilibrio y eslomarse contra el suelo—. Como parace que tos son unos inútiles, me voy a presentar el año que viene a alcalde. Porque el Mierdas es eso... Un mierdas que ha dejao que pasase esto. Así que ya lo sabéis. En la siguiente, votad al Gromenauer, el que se da cuenta de to, está en tos laos y habla con tol mundo.

¡Chispas! —gritó llamando a su fiel gorrino corcel, que no se despegaba de la Pellegrina mientras servía las mesas—. Amonos, que vamos a hacer campaña por to Bree pa que me voten. ¡Ya es hora de que alguien haga algo bien en este pueblo...

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17/01/2019, 09:42
Director

-Títulos de crédito. Escena inédita que se ve si te queas hasta el final-

Dicen que la historia lascriben los vencedores. Me supongo que será verdá, pero mire usted que le vi decir una cosa: la historia lascriben los vencedores que no tién na que hacer.

Los que tenemos munchas cosas cacer ca'día y estamos en pie antes que salga Anar, y que tenemos las manos llenas de callos de darle a la era como hay que dale, duro, noscribimos ni historia ni historio. Son los señoritingos que tién tiempo pa sentase a coger la pluma y poner garabatos en papeles, esos son los listos que luego lo cuentan to. Y claro, pues barren pa casa. ¡Pájaros! ¡Que tién más cuento que to! ¡A varear olivos los ponía, mecagüen!

Así que usté no sengañe. Dentrunos años va ver usté una historia sobre una dulce princesa secuestrada, un temible señor oscuro, un ejército de tinieblas, un imperio en peligro y una trama de mentiras y engaños sin igual. Y una comunidad de valientes héroes que salvaron a la Tierra Media: el príncipe guerrero enano, el centenario y sabio mago, la valkiria elfa, la veterana guardia real, el señor de las bestias y la barda hechicera contadora de cuentos. Y el Chispas. Tos de nivel 25 o más.

To pa darse importancia, los señoritingos de dineros.

¡Po no! En Bree sabemos la verdá verdadera y mu orgullosos que tamos de saber lo que de verdad verdaderamente pasó en aquel día del caluroso Urimë del décimo año de la Cuarta Edad del Sol.

¡Y cuidaíco o te tiramos al pilón!

 

¡CHIMPÓN!