Partida Rol por web

Y por fin había logrado asestar su golpe. Sabía que la dirección era la correcta, aprovechando un movimiento erróneo de Pyg para deslizarse por su lateral y herirle técnicamente de muerte, pero de nuevo la suerte no la sonreía al comprobar que donde debía estar la carne, había una gruesa armadura que impedía penetrar.

Él jugaba con ventaja. Como cuando luchas contra un enemigo inmortal, sabía que era imposible con los medios que tenía luchar contra él, quien sólo tenía que esperar a que diera un mal movimiento o se cansara para dar el golpe de gracia. Debía retirarse y esperar a estar preparada para luchar expresamente contra él.

Esta noche había llevado mis poderes hasta límites a los que nunca los había llevado y estaba haciendo mella en mi, nunca había llegado tan lejos, me sentía algo mareado y el cansancio de la noche no ayudaba, según llego me tambaleo con dificultad, aturdido por el transporte me sujeto a una columna para no caer al suelo. 

Todo estaba borroso y me costaba ver con claridad, apenas acerté a decir unas palabras mientras sujetaba a Becky... ayuda, está herida, es inspectora de policía... las propias palabras surgían como un susurro, me costaba respirar mientras recobraba el aliento... 

Rebecca Chase, herida durante el servicio... 

Araziel enseguida percibió lo que el rostro de su compañera expresaba, necesitaba ayuda y no dudo ni un instante, deshizo al lobo con un rápido movimiento de muñeca y creó una esfera flamigera en su mano, si mirabas fijamente al fuego se podian percibir diferentes colores en el propio fuego y parecia que en el centro se formaba una calavera sonriente, con un veloz movimiento la calaver salió lanzada hacia el puerco y en el aire pareció dividirse en multiples proyectiles de menor tamaño golpeando al luchador del cuchillo - ¡¡LARGAOS!! - gritó el demonio mientras se abalanzaba hacia el psicopata alzando sus alas  para enzarzarse en una melé sin miedo a las consecuencias.

El salvajismo de aquel que se oculta tras la máscara, bien puede helar la sangre del hasta al más experimentado asesino. Su determinación, fuerza y velocidad lo transforman en un implacable enemigo, que a punto está de abrir una profunda herida en la suave piel de Selk.

Alguien si su destreza ni conocimientos, sin duda caería con aquel golpe mortal. Pero tras toda una vida de lucha constante, el cuerpo de Selk reacciona por puro instinto, arqueándose y doblándose de una forma que jamás nadie podría creer posible, no al menos sin ser una gimnasta olímpica. Claro que poder realizar esos movimientos y más aún en medio de un combate, seguramente sea algo que tan solo Selk un par de personas más en el mundo puedan lograr.

Con una gran lamento de desagrado, Pyg farfulla algo al sentir cómo su arma se desliza inofensivamente ante Selk. Su frustración es grande, pues estaba seguro de haber logrado alcanzarla, pero la mujer parece ser capaz de realizar maniobras de combate imposibles.

-La pequeña cerdita sabe saltar...esto pone las cosas mucho más intere...  

Sus palabras son acalladas cuando una lluvia de proyectiles de llamas infernales, le alcanzan por la espalda. Durante un breve instante, la silueta del gigantesco enemigo queda ensombrecida por el efecto del estallido de llamas. El abrasador dolor atraviesa no solo su cuerpo, sino su propia alma, quizás como un aviso de lo que le aguarda una vez la muerte lo reclame y su alma sea arrojada al infierno.

El dolor, lejos de doblegarlo, arranca una endiablada carcajada en el asesino. La lucha logra excitarlo de una forma casi demencial y tan solo logra alimentar aún más sus deseos de lucha. Su fragmentada mente recurre a ese dolor para dar fuerza a sus brazos y velocidad a sus piernas. Por ello y pese a que logran hacerle hincar una rodilla en el suelo, logra alzarse una vez más.

Un humo negro emana de su maltrecho cuerpo, proveniente de las heridas causadas por el ser infernal que acompaña a Selk. Incluso parte de su máscara a quedado deformada por el calor intenso de las llamas, puede que incluso, haya quedado pegada a su rostro, pero de nuevo, eso no le supone impedimento alguno para continuar disfrutando del combate.

Su arma vuelve a alzarse presta para degollar el cuerpo a Selk, pero apenas logra dar un paso, cuando su cuerpo se tambalea y muestra que durante unos instante, apenas dispone de fuerzas para mantenerse en pie. El daño físico es algo que ha podido soportar bien, pero las llamas que han tocado su alma parecen haberlo debilitado...al menos por el momento.

Whisper, aturdido y agotado tras usar sus poderes hasta la extenuación, trata de encontrar ayuda para la inspectora. Sus ropajes oscuros e imponente presencia provoca que los presentes se comporten de forma cauta, al menos durante unos pocos segundos. Una mujer de unos veinticinco o treinta años, hermosa, pero con el rostro cansado se acerca hasta Whisper sin temor. Su piel azabache no impide que el joven héroe se fije en sus ojeras. Viste con el uniforme de color verde propio del hospital y lleva su larga melena rizada recogida en un moño.

Los servicios de emergencia están colapsados y la falta de persona obliga a que los empleados pasen gran parte de sus vidas encadenados en sus puestos de trabajo, la mujer que se acerca hasta Whisper es un claro ejemplo de ello. Su identificación indica que es la doctora Reyes.

Con un gesto plagado de autoridad, que la identifica como alguien acostumbrada a dar órdenes, indica a Whisper que deposite a la inspectora sobre una camilla cercana.

-Dejala aquí, con cuidado...

Una evaluación rápida de la paciente, muestra que ha recibido una buena paliza y que además, se encuentra bajo los efectos de algún tipo de droga. Con gran profesionalidad, imparte varias órdenes más y solicita que se lleven a la inspectora. El personal presente no tarda en cumplir su voluntad.

-Las heridas no parecen graves, pero me preocupan los golpes en la cabeza. Pediré que la hagan algunas pruebas para descartar algún tipo de lesión que no podamos ver. Me preocupa más lo que la han dado ¿Sabes lo que ha tomado o la han inyectado?

La doctora se dirige a Whisper directamente, sin mostrar miedo o duda al tratar con un enmascarado. Gotham es una ciudad que se sumerge en la locura y los enmascarados abundan en las calles, pero pocos son los que se preocupan por la vida de una policía, así que asume que se trata de uno de los pocos que tratan de hacer algo bueno por la ciudad. Quizás por eso, abre una puerta cercana y agarrando a Whisper del brazo, le hace meterse dentro.

-No voy a preguntar quién eres, ni voy a pedirte que te quites la máscara, pero no pareces estar bien. ¿Estás herido?

Whisper se encuentra en una habitación pequeña, diseñada para atender las urgencias menos graves y lo que es más importante, les permite disponer de un poco de intimidad.

-Las heridas no parecen graves, pero me preocupan los golpes en la cabeza. Pediré que la hagan algunas pruebas para descartar algún tipo de lesión que no podamos ver. Me preocupa más lo que la han dado ¿Sabes lo que ha tomado o la han inyectado?

No, no estoy seguro, aunque puede que le hayan dado una droga que causa enajenación, y puede llegar a provocar inestabilidad mental... quizás deberían atarla hasta estar seguros de la situación... Es en ese momento cuando me doy cuenta, que quizás pueda estar poniendo en peligro a más gente si le han inyectado lo mismo que a los demás... esperando que no sea el caso o que necesite más tiempo para actuar, me mantengo en la idea original. 

Intentaré traerle una muestra de otros afectados... El ritmo de mi respiración va recuperando algo de fuerza, ahora sólo se ve afectado por los nervios y el cansancio arrastrado durante la noche... 

 -No voy a preguntar quién eres, ni voy a pedirte que te quites la máscara, pero no pareces estar bien. ¿Estás herido?

Mirando hacia la doctora, que si pudiera ver mi rostro, vería la mezcla de nervios, agradecimiento y temor que me atenaza en estos momentos... Se lo agradezco doctora, pero ella necesita ayuda más que yo, es sólo cansancio, ha sido una noche difícil. Dudando un momento... Quizás haga falta ayuda con otros que están completamente bajo los efectos de una extraña droga... volveré a verla, ahora debo marchar... no puedo expresar lo mucho que le agradezco la ayuda. 

Sin dar mucho tiempo a más explicaciones desaparezco en dirección al matadero de nuevo, aunque sin teleportarme una distancia tan larga. Usando el comunicador intento conocer la situación allí. 

Voy de regreso, como está la situación. 

A pesar de la confianza que mostraba Selk, me daba miedo como se pudiera desarrollar todo... 

Mi intención ahora es ir con saltos más cortos, osea sin llegar a aturdirme. 

Entiendo que a nivel de juego, es mejor usar el salto largo, pero a nivel personaje, me parece más coherente así a menos que hubiera riesgo. 

A pesar de haber convivido un tiempo, si es que así puede llamarse a dormitar en su azotea sin que él pidiera protección, vigilando las sombras de la noche cual guardian, nunca había llegado a ver la verdadera potencia de su poder y estaba segura de que todavía no lo había mostrado, creyendo que ese dato que le faltaba era el que resolvería el rompecabezas de su cabeza.

Tras esquivar y quedarse agazapada en el suelo, sosteniéndose sobre los talones, pendiente de hacia donde debía volver a saltar para evitar un cuchillazo, comprobó gracias a la intervención de Francis que Pyg no era un hombre tan blindado como pensaba, sólo que no había dado con la tecla adecuada. Se retiró un mechón de cabello revuelto tras la pelea con un soplido mientras escuchaba sus carcajadas y observaba sus vagos movimientos, sintiendo que poco a poco estaban llegando a la carne.

Pensó en su siguiente movimiento sabiendo que tal vez no tendrían una oportunidad como aquella. ¿Darle directamente en el cuerpo? Ya lo había intentado e imaginaba que el resultado sería el mismo. Desconocía hasta donde llegaba la armadura, o incluso si la atenía adherida a su piel fundida con los huesos, por lo que debía de tirar por las zonas que sí veía.

La máscara.

El fuego había causado estragos en su cobertura facial, intentando ver si tras aquella máscara estaba el rostro de una persona o más armadura. Por desgracia sólo tenía una forma de comprobarlo.

Aprovechando que había abierto una franja donde poder atacar, Selk corrió dispuesta a rajarle el rostro en una estocada directa ahora que estaba arrodillado. No vuelvas a fallar esta vez.

Araziel vió a su compañera volver a unirse al combate, le había extrañado mucho que siendo como era se apartara de un duelo como este, por lo que se alegró al ver que estaba dispuesta a luchar. 

Se posó en el suelo junto a Pyg para hacerle frente sin ninguna clase de táctica cobarde usando la ventaja de las alas, una vez se hubo apoya sonrió y en ambas manos aparecieron las mismas calaveras de antes, sin dudar ni un instante otra rápida ráfaga se dirigió hacia el psicopata del cuchillo y Araziel comenzó a reirse cómo si toda la situación fuera algo divertido.

- ¿Estás bien? - preguntó a su compañera mientras todavía una sonrisa se dibujaba en su rostro.

Tras pasar años de duro entrenamiento y toda una vida de sufrimiento, si algo ha aprendido Selk es que no existe enemigo que no pueda ser derrotado. Poco importa su habilidad o su poder, tan solo hay que conocer su debilidad y explotarla al máximo. Durante unos instantes casi ha olvidado por completo esa lección que la fue inculcada con sangre, sudor y lágrimas.

Su rival, el gigantesco asesino enmascarado, porta una armadura corporal bajo sus ropas, que lo convierten en alguien casi imparable. La gran pregunta llega cuando Selk evalúa si la máscara estará igualmente acorazada y con un rápido y certero movimiento, trata de comprobarlo.

La espada se desliza como un destello plateado, apenas un borrón en sus expertas manos que siega la máscara y acaricia la piel de Pyg, la cual se abre bajo el filo de la espada con facilidad pasmosa. La sangre salpica el suelo, a la vez que Pyg cae hacia atrás con un golpe seco.

Su máscara, partida ahora a la mitad, revela parte del rostro del asesino, pero sus facciones apenas son visibles. La sangre que emana de la herida y el profundo corte que ahora cruza desde la frente hasta la mandíbula, impiden que puedan ver quien es en realidad. Aunque realmente poco importa, pues lo más seguro es que se trate tan solo de un rostro desconocido, uno entre los millones que habitan en Gotham. Tal vez por eso eligió la máscara, para así, ser diferente, ser alguien inolvidable.

De nuevo no hay gritos de dolor, tan solo silencio. Es tan solo tras varios segundos que la respiración  de Pyg delata que no está muerto. Herido más allá de lo que cualquier humano podría resistir, se mantiene tirado en el suelo. Al menos así es hasta que de pronto y en un vano intento de retomar el control, se incorpora con un movimiento feroz.

Selk y Araziel saben que no será capaz de mantenerse en pie por mucho tiempo, aquella hazaña es fruto tan solo de su férrea determinación. Aún así, prefieren no correr riesgos y descendiendo ante él, Araziel invoca de nuevo las llamas infernales de su propia alma, proyectándolas sobre el abatido Pyg. Las llamas lo golpean arrojándolo varios metros hacia atrás hasta que finalmente, su grande y pesado cuerpo choca contra una pared arrebatándolo de cualquier nuevo intento de continuar con la lucha.

La victoria se alza para ellos y Matrix aprovecha la ocasión para colocar grilletes en los brazos de Pyg y desarmarlo. Duda que tras el castigo sufrido pueda volver a moverse, no al menos hasta que pase por una larga temporada en cuidados intensivos, pero prefiere no correr riesgos.

Para cuando Whisper regresa, la batalla ha finalizado. La inspectora está en el hospital, sus heridas están siendo atendidas y siguiendo la recomendación del joven héroe, la mantendrán vigilada por si trata de autolesionarse o algo peor. Por otro lado, ha conocido a una doctora que parece preocuparse por los enmascarados que luchan por proteger la ciudad. Seguramente, una aliada a la que acudir si la cosa se tuerce y necesitan intervención médica de forma discreta.

El matadero se torna más siniestro que nunca con todos aquellos cuerpos destrozados y los suelos cubiertos de sangre humana. Pyg se encuentra inmovilizado, pero muestra a su vez heridas horribles en todo su cuerpo. Quemaduras de diversa consideración cubren su pecho y su rostro está cubierto de sangre. Las heridas son graves, pero dada la resistencia innata del asesino, es más que probable que sobreviva.

-Veo que no soy el único con trucos.     -Indica Matrix una vez Whisper se une de nuevo al equipo y tras lanzar un vistazo al inspector.    -¿Estáis todos bien? ¿La inspectora está a salvo?

La adrenalina ha ido desapareciendo durante el trayecto de vuelta, según me voy relajando mi mente vuelve a la acción... 

Estoy bien si, la inspectora está en el hospital siendo atendida en estos momentos, voy a tomar unas muestras de sangre por si nos ayuda a averiguar que estaban haciendo aquí. 

Siento mucho cansancio según desaparece la adrenalina de la noche, han sido muchas tensiones y experiencias nuevas... investigo a fondo el lugar, buscando cualquier posible pista, tomando muestras de sangre y buscando algún tipo de alijo donde guarden cosas, identificaciones, conexiones, viales...

 Después de investigar, un poco llega a mi mente el repaso de todo el combate... ¡Los de arriba! digo con voz temerosa... desapareciendo y yendo al tejado... 

Nunca había matado en mi vida, nunca me había visto forzado a ello, ni si quiera está claro si esa gente tiene vida, pero no dejan de ser personas... voy al tejado buscando signos de vida en la gente a la que teleporté hacia arriba. 

Que sigan vivos, que sigan vivos...

Sabía que había acertado sin necesidad de verlo, sólo hizo faltar oler el característico aroma de la sangre. El filo de su hoja estaba teñida, pero no lo suficiente para lo que realmente quería: Destrozarlo, encargarse de que no volviera a ser una amenaza para nadie a base de rajarle el cuello, sesgar la vida de un único golpe certero… y eso era lo que pretendía, preparándose para un último golpe ahora que había visto una franja abierta en su defensa, pero para su sorpresa aparecieron unos grilletes para esposar a Pyg.

Su padre le enseñó a no hacer rehenes a no ser que quisieras información, pero luego siempre habría que matarlos. No se podían correr riesgos.- Se escapará.- Miró a Francis estando bastante en contra de dejarle con vida y sin soltar su espada, dispuesta a darle ese último golpe.- Mantenerle con vida no servirá. Y está claro que no dirá nada.- Esta vez miró a Pyg, convencido de que el excéntrico enemigo sólo soltaría tonterías.

Esperó a la respuesta del inspector y de Francis cuando Whisper mencionó a los que habían rescatado, sin saber todavía dónde estaban o cómo lo habían hecho. Igualmente no hizo ningún amago de ir con él ni estar preocupada, sólo le interesaba saber qué querían hacer con Pyg.

Araziel se mantuvo inmovil durante unos instantes, pensando en que hacer con el hombre al que habían esposado, por su cabeza pasaban multiples opciones, pero de un momento a otro se enfrío la situación, el fuego de sus ojos se apago y con una aparente tranquilidad su transformación comenzó a revertirse, en un misero instante el ser infernal que estaba tan lleno de ira se volvió a convertir en el inspector Miller.

El inspector miró a Selk, le sostuvo la mirada durante un breve instante - No, no somos verdugos, su pena tendrá que decidirla un juez, si me permitís llamaré a la policia - añadió a la vez que sacaba el telefono y miraba a su alrededor para ver como Whisper gritaba algo y salia corriendo.

Tras una breve charla con el agente de turno y avisar a la policia del lugar en el que se encontraban volvió a mirar a sus compañeros - Tal vez pueda sacarle información más adelante, intentaré que se me asigne el caso - volvió a mirar a los alrededores de donde se encontraban viendo la cantidad de cuerpos incinerados - Será mejor que os marcheis, yo me encargo de hablar con la policia - antes de continuar hablando sujeto el comunicador para asegurar que hablaba con whisper - Nos reunimos en el tejado dentro de 15 minutos para hablar.

Destruida la amenaza que supone Pyg y sus secuaces, Whisper decide investigar el lugar en busca de nueva información. La sala en la que se encuentran dispone de tres puertas, la primera de ellas da acceso a una sala con varios monitores. Se trata de la sala de seguridad desde la que Pyg podía vigilar todo el recinto. La segunda puerta, da acceso a un horno antiguo que se usan para quemar cadáveres. Por los restos que allí encuentran, era usado para hacer desaparecer a sus víctimas, así como cualquier posible documentación. La tercera y última puerta, es una mezcla entre un laboratorio y el propio matadero. Colgadas de las paredes pueden verse toda clase de herramientas afiladas, diseñadas tanto para cortar la carne, como los huesos. Los productos químicos que allí se encuentran también, no están etiquetados, sino metidos en bidones de diversos colores. También hay instrumental para hacer transfusiones y una cámara frigorífica donde hay varias cajas de las que se usan para el traslado de órganos. Hay diversos animales descuartizados, en su gran  mayoría cerdos y caballos. Por último hay equipo de sutura y diversos esquemas del cuerpo humano, lleno de manchas de sangre y anotaciones. Tras investigar un poco más, dan con un macabro libro, en el cual hay fotografías de hombres y mujeres, que Francis no tarda en cortejar con su base de datos y descubrir que todos ellos se encuentran en paradero desconocido. Cada una de las imágenes va acompañada con un mechón de pelo y una gota de sangre perfectamente recogida. Algunas de las fotografías están tachadas mientras que otras, disponen de una carita de cerdo dibujada con trazos rápidos sobre ellas.

La creación de los soldados de Pyg, es una mezcla de tortura, productos químicos y trasplantes de órganos (seguramente de animales). Su técnica, la cual se podría tardar meses en reproducir y eso en el mejor de los casos, logra crear soldados de grandes capacidades físicas, inmunes al dolor, pero con una capacidad mental nula.

Whisper toma algunas muestras gracias al equipamiento que Matrix le otorga, aunque resultará complicado descubrir realmente cual era todo el proceso al que Pyg sometía a sus víctimas.

Los enemigos del tejado, han caído desde una altura de unos cien metros, por lo que sus cuerpos están completamente destrozados. Ninguno está con vida, aunque en verdad, hace mucho que ninguno de ellos tenía vida alguna, pues eran tan solo marionetas de carne en manos de un demente.

Pocos minutos después, las calles están iluminadas con tonalidades rojas y azules, procedentes de las luces de los coche patrulla. Los agentes más jóvenes, sienten en el mejor de los casos, cómo sus rostros palidecen y las piernas les fallan, los menos afortunados liberan sus estómagos de los restos de su cena. El escenario es tan grotesco que incluso los más veteranos, sienten un escalofrío al adentrarse en el matadero.

Pyg es detenido y trasladado directamente al hospital. Su estado es grave y pese a que muchos desearían verlo muerto, prefieren que se pudra para siempre en una celda.

Selk, Matrix y Whisper aguardan en el tejado de un edificio cercano al matadero, para tener buena visibilidad de lo que está pasando y a su vez, permanecer lejos del alcance de la policía. Francis tarda bastante más de 15 minutos en reunirse con ellos, pues debe de informar de lo sucedido y pasar por una ambulancia para comprobar que se encuentra en perfecto estado. Finalmente, le permiten retirarse a descansar pero con la promesa de que al día siguiente, presente un informe completo.

Pyg era un rumor que se extendía por las calles y en el que nadie quería creer, el hecho de descubrir que tal criatura exista, muestra una vez a los ciudadanos de Gotham que la ciudad es capaz de engendrar las peores pesadillas.

Estoy en el tejado pacientemente, con la mirada perdida. Sentado en el borde del tejado con las piernas cruzadas mientras mi mente divaga. Pienso en todas las vidas que he quitado hoy, la primera vez en mi vida... La tensión del momento la falta de opciones me hizo actuar sin pensar en las consecuencias. Quizás habían dejado de ser humanos pero no me había parado ni a pensarlo, si hubiera una forma de traerlos de vuelta... de que esas personas no hubieran desaparecido para siempre. 

Estaba ausente, ni si quiera pensaba en lo que se avecinaba, ni muy bien en donde estaba... uno, dos, tres... más de catorce vidas... 

El único consuelo es haber salvado a Becky... 

Aún así mantengo mi mente ausente tratando de asimilar todo lo ocurrido.

No estaba del todo convencida con dejarle preso, pero era un tema que no le concernía. La inspectora había sido rescatada y la amenaza aparentemente frenada, por lo que sólo quedaba esperar a dónde la llevaría el destino ahora, sobre todo para hallar las respuestas que necesitaba.

Sentada en el teclado, terminando de limpiar el filo de su espada de los restos de sangre, observó cómo procedía la policía esperando a que Francis informara sobre qué pasaría.

El inspector charló durante largo rato con sus compañeros de profesión, informó de todo lo ocurrido obviando a los enmascarados para evitar comprometer a nadie, intentó escaquearse durante mucho tiempo y para cuando se quiso dar cuenta el tiempo se le había echado encima, se separó un instante de sus compañeros e informó - Compañeros, me voy a retrasar, hay mucho trabajo...

Cuando terminó se dirigió hacia el tejado, esta vez no usó alas para llegar, simplemente subió utilizando las escaleras de emergencia como haría cualquier persona normal. Cuando llegó mostró una ligera sonrisa al ver al resto de sus compañeros allí - Francamente, esperaba que os hubierais ido, gracias por esperar - dijo con un tono bromista el detective. Se aproximó hacia Selk pero el no llegó a asomarse al borde del edificio - Lo primero que quiero es daros las gracias por haber ayudado a salvar a mi compañera, no voy a pedir que os identifiqueis, ni saber si teneis alguna relación con la inspectora, solo quiero daros las gracias y decir que habeis hecho todos un buen trabajo, ¿Whisp, sabes algo de la inspectora? - en cuanto Whisper le respondió se giró hacia el soldado - Matrix, antes has dicho que tal vez deberiamos hablar, ahora considero un buen momento, y si alguno teneis alguna pregunta intentaré solucionarlo de la mejor forma que pueda - en ese momento su rostro cambió ligeramente - ¿Alguien sabe donde se ha metido la mujer gato? Ha desaparecido de repente...

Amparados por la noche, bajo un cielo cubierto de oscuras nubes que amenazan con lanzar en cualquier momento una nueva tormenta de nieve, los héroes aguardan la llegada de su compañero. Selk, disciplinada y concienzuda, aprovecha el tiempo limpiando y afilando la hoja de su espada. Ha pasado tanto tiempo junto a aquel arma, que ya forma casi una extensión de su propio ser.

Whisper no pasa por su mejor momento, el uso de sus poderes lo han agotado física y mentalmente. Pero son la muertes de aquellos grotescos seres sin alma lo que más le atormenta. Tal vez esas vidas estuviesen ya perdidas y ya no fuesen más que marionetas de carne en manos de un maníaco sin corazón, pero la pasmosa facilidad con la que ha podido acabar con tantas vidas es de lo más aterrador. ¿Y si en lugar hubiesen sido una docena de personas inocentes las que hubiesen sido precipitadas desde los cielos? Es el poder de decidir quién vive y quién muere lo que sin duda más puede atormentar al muchacho.

Matrix en cambio, se mantiene con los brazos cruzados y completamente inmóvil. Sus ojos contemplan desde las alturas todo lo que sucede en las calles. La llegada de la policía ha provocado que muchos curiosos se asomen a las ventanas, pero pocos permanecen más que unos pocos segundos observando. Saben que la aparición de la policía no es buena señal y por ello rezan para que sea lo que sea lo que esté pasando, no provoque un estallido de violencia...o algo peor.

El silencio reina en la azotea hasta que Francis se reúne de nuevo con ellos. Matrix es el primero en tomar la palabra tras el inspector.

-La mujer gato se ha desvanecido y ha tirado el comunicador. Algo ahí abajo ha despertado en ella un miedo irracional, no estoy seguro de que volvamos a encontrarnos con ella.

Para el, la desaparición de Red Claw no supone ningún problema. De hecho es probable que no vuelva a recordarla a no ser que sus caminos se vuelvan a cruzar y si eso sucede, lo más probable es que la dispare por haberlos abandonado en medio de una gran batalla.

-Como ya has mencionado, ahora parece un buen momento para hablar. Lo único que tenemos en común, es que combatimos contra los que abusan de los inocentes en Gotham y que todos tenemos un contacto que se hace llamar oráculo. Por otro lado, todos disponemos de habilidades o poderes que nos otorgan una gran ventaja en la lucha. Esta colaboración ha sido...interesante, si todos trabajásemos en equipo con un objetivo común, podríamos hacer grandes cambios en la ciudad. Claro que primero tendríamos que saber si todos deseamos lo mismo.

La habilidad marcial inhumana de Selk, la capacidad de romper el espacio de Whisper y el hecho de que el inspector sea un demonio no parecen importarle. De hecho ve todo aquello como una gran ventaja, pues sus dones los convierten en la mejor defensa de Gotham.

Permanecía ausente, con la mirada perdida mientras jugueteaba con una de las muestras que había tomado de aquellos seres. Estaba esperando para llevar las muestras al hospital. 

Escuchaba de fondo las palabras de Matrix. Tenía claro que mis capacidades estaban bastante por debajo y que me faltaba entrenamiento... pero si quería realmente hacer algo por la ciudad, quizás debería empezar a aprender ya. 

Podéis contar conmigo, al menos hasta donde pueda... Tenía la voz un poco ausente aún, yo mismo era un peligro y lo había demostrado con lo de esta noche. 

“Trabajar en equipo” o “compañerismo”, palabras que hace demasiados años que no escuchaba y prácticamente olvidó el significado, aunque no lo que suponía tener a alguien a tu lado luchando. Tenía claro que no conocía a esa gente y, aunque la curiosidad de saber las verdaderas capacidades de cada uno fuera grande, su misión en la vida, la que suponía la única línea recta estaba por encima de todas las cosas.

Hace tiempo hice una promesa, y la cumpliré.- No miró directamente hacia Francis pero estaba claro que se refería a él debido a la cercanía, si es que podía llamarse así, que había mostrado con el inspector.- Mientras nuestro camino sea el mismo, estaré a vuestro lado.

Esperó ser lo suficientemente clara con sus palabras. No iba a traicionarlos, no era algo que fuera con ella, pero su meta era mucho más importante que formar parte de un grupo de superheroes nocturnos.

Terminó de pulir y limpiar su arma, guardándola después en el cinto mientras se levantaba, contemplando la noche y la ciudad en todo su esplendor. Las sombras ocupaban gran parte del espacio y era justamente eso lo que debían de temer, no los hombres enmascarados con armas.

Si vamos a trabajar juntos, tendremos que conocer las capacidades de cada uno.- Miró en especial a Whisper y Matrix, ya que a ellos no les conocía.- Aparte de transformar cosas o teletransportarse, ¿sabéis luchar?