La criatura se gira sobre sí misma, sorprendida por el cosquilleo que parece haber recibido. Entonces posa tus ojos en ti, y como un humano aplastaría una hormiga, aquel temible ser te aparta con su garra, como si fueras un estorbo desdeñable.
Tirada oculta
Motivo: Garra
Tirada: 1d100
Dificultad: 40-
Resultado: 38 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Garra. Daño
Tirada: 2d6
Resultado: 4, 5
Pierdes 9 puntos de vida (más de la mitad de sus puntos de vida). Tienes que tirar CON para no quedar inconsciente.
Motivo: Shock (CONx5)
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 59 (Exito)
Bueno, saco la tirada de Shock, pero, ahora que me fijo, me quedaban 11 de vida, por lo que estoy a 2, así que en principio estoy inconsciente de todas formas.
Es verdad! Solo me fije en que tenias 14 puntos de vida! Que fallo!
Oíste el inconfundible sonido de un disparo, y todo se desarrolló muy deprisa. Trataste de correr temiendo lo peor hacia el origen del sonido. Seguramente Her Kapitan se había metido en problemas. Tras llegar el panorma te mostró cómo tus sospechas se habían hecho realidad.
Her Kapitan yacía en el suelo, mientras te acercabas a él oíste un ruido. La criatura salía por la misma ventana por la que entró.
Corrí horrorizado hacia Herr Kapitän y me arrodillé junto a él. Oh Dios mío... oh Dios mío...
Le tomé el pulso tratando de comprobar si aún tenía posibilidades de salvarle, y con cuidado le coloqué la cabeza en una mejor posición para que respirara.
Intenté recordar mis lecciones de primeros auxilios y puse mis manos en su pecho comenzando a bombear a ritmo constante... tenía que conseguir que su corazón volviera a latir.
- Vamos Herr... Joder... ¡no puede dejarme ahora! - dije en voz alta enfadado. - ¡Siga conmigo! -
Motivo: Primeros Auxilios
Tirada: 1d100
Dificultad: 30-
Resultado: 42 (Fracaso)
Hër parecía mantener el pulso... Aunque las heridas que tenía hacían que perdiera sangre constantemente. No te pareció que pudiera sobrevivir, o de hacerlo necesitaría atención médica urgente. Junto a él, a unos metros estaba su arma.
Recogí el arma de Herr y me la guardé en la gabardina. En su estado era mejor no moverle así que decidí buscar ayuda.
- Volveré enseguida, Herr... ¡Aguante! -
Dicho eso me levanté corriendo y fui directo a buscar un teléfono del primer despacho que viera. Conocía la biblioteca y había teléfonos en bastantes sitios, sólo que con la tensión del momento me costaba recordar. Tenía que llamar a una ambulancia y tenían que llevar a Herr al hospital...
No te costó mucho encontrar un teléfono, así que en breves instantes que para ti fueron eternos, no tardó en llegar una ambulancia. Sally seguía en la puerta moviéndose sobre si misma, pero los médicos no tenían tiempo para atenderla ahora. En menos de diez minutos tenían al Käpitan en la ambulancia directo al hospital.
Tú dirás si les acompañas.
Entré en la ambulancia con los médicos que se llevaban a Herr, agarré a Sally por los brazos y la obligué a subir conmigo. Ambos compañeros necesitaban ayuda urgente.
Repasé mentalmente los hechos, lo que había visto, aquella criatura sacada de una pesadilla... aún tenía una reunión pendiente con el señor Moore pero me estaba planteando dejar todo aquello.
Sólo desee llegar al hospital y que Herr se salvara. Y ojalá pudieran hacer algo por Sally también.
Ya en el hospital los médicos te llevaron a una sala de espera y comenzaron a trabajar a toda velocidad. Aquella situación te parecía demasiado... Con Kintana en el hospital, Sally con necesidad de ayuda psiquiátrica y Her Kapitan inconsciente sentiste que todo se había complicado mucho.
Tras un par de horas una enfermera se paró a hablar contigo.
Tampoco me dí cuenta yo de curarme antes... :|
- Señor Kellemport. - Dijo la mujer con voz dulce - Traigo buenas y malas noticias. Su amiga Sally estaba en un estado grave de lo que parece ser esquizofrenia, ha sido derivada al hospital psiquiátrico, pero los médicos no se muestran muy esperanzadores con su estado. Lo lamento.
Su rostro pareció mostrar verdadera lástima por lo ocurrido. Seguidamente buscó tus ojos con la mirada.
- Por otro lado, su otro amigo parece que va a sobrevivir. No hemos encontrado hemorragias internas, y hemos conseguido restablecer su estado de salud. No obstante estamos altamente preocupados. ¿Qué le ocurrió? Tenía 3 heridas bastante graves.
- Le atacó algún animal salvaje... - respondí a la enfermera. Mi frialdad natural debida a mi trabajo volvió a salir a la luz. - No pude verlo porque estaba oscuro, y fuera lo que fuera, huyó en cuanto escuchó mis pasos... Gracias a Dios que han podido salvarle. -
Apreté los hombros de la enfermera en señal de gratitud y casi le di un abrazo. - ¿Cuánto tardará Konrad en estar bien? - pregunté. - ¿Y Sally? - todo el grupo había ido cayendo... no podía seguir con la investigación yo sólo.
La enfermera negó con la cabeza.
- No sabemos cuanto tardará en recuperarse Sally, pero su amigo tardará cerca de un mes en que podamos darle el alta, quizá algo menos. Pero no se preocupe, se va a poner bien. - La mujer se mordió el labio con preocupación. - ¡Qué calamidad! ¿Qué clase de animal sería? Avisaré a los médicos por si pudiera poseer algún veneno.
- Gracias - dije a la enfermera. Se había portado muy bien y estaban tratando a Herr Kapitan lo mejor posible, pero aún así no sería suficiente. Con dos compañeros en el hospital, y otro en un psiquiátrico, sentí que no podría seguir con la investigación yo solo, y por mucho que Hër Käpitan quisiera continuar... No sería prudente. Me desplomé en una silla de la sala de espera y avisé a Jones de que no podría continuar.
Te lo tendría que haber dicho antes, pero la verdad es que no caí. Debería haber tirado Esquivar, ¿no?
Yo creo que ya a estas alturas es un poco tarde... :$
Los dían habían pasado. Lo que empezó como una inocente investigación había ido dejando de lado a cada uno de los implicados: Crosswell, Garibay, Sally, Käpitan... Kellemport había visto demasiado, y tras todos estos años sabía cuando tocaba retirada. Así que aquel pequeño grupo que comenzó a remover entre los oscuros secretos de la Casa Crosswell se disipó.
Sin embargo, eso no era el final. Nunca sería el final. Aquellas personas nunca volverían a ser las mismas. Tras unas pocas noches, aquellos individuos sintieron algo oscuro dentro de ellos, algo que les recordó a aquella extraña oscuridad del sótano de la vieja casa Crosswell. Un asfixiante miedo les embriagó y supieron que alguien les observaba. En algún lugar distante de allí, algo despertó y fijó sus ojos en aquellos hombres. Era el principio del fin.