Partida Rol por web

Tras la sensación de ingravidez la nave pareció convertirse en un horno, uno que daba tumbos y traqueteos descontrolados, aquello parecía más una tortura que un viaje, entonces apareció el Canciller en una pantalla visible para todos y comenzó ha hablar. Scott prestó atención esperando que se aclarara algo de lo que pasaba hasta que escucho -...podréis empezar una nueva vida en la Tierra...- en ese momento sintió una mezcla de alívo, alegría e incertidumbre. No iban a morir, o al menos no los metieron allí con ese fin, podría pisar tierra firme y ver los bosques y las maravillas de la Tierra, pero no sabía por qué los mandaban ahora, a ellos que solo eran uns reclusos... suponía que las cosas se aclararían llegado el momento.

Las vibraciones y zarandeos de la nave aumentaron revolviendo todo en su interior y golpeandolo contra el asiento a pesar de las sujeciones hasta que todo paró en seco con una violencia que sintió hasta en el último musculo y hueso de su cuerpo, todo pareció desconectarse y el silencio reinaba en la sala donde estaban.

-¡¿Estáis todos bien?!¡¿Alguien está herido?¡- Preguntó Scott en voz alta mientras se quitaba las correas tan rápido como podía, quería salir al exterior lo antes posible, no sabía como o por donde exactamente pero allí había alguien que sabría como, a demás de tener mas información del por qué sobre la misión que decía el Canciller...

Los ocupantes de la nave van soltándose poco a poco los arneses, algunos presentan magulladuras y golpes por el aterrizaje tan forzoso, pero en general estáis todos vivos y bien, no ha habido bajas. A nadie le ha dado por hacer el imbécil con la falta de gravedad así que los 100 habéis llegado al completo a la superficie de la Tierra. Los que estaban inconscientes hacía un rato, ahora están bien despiertos, entre ellos Abel. Estáis todos muy confusos y desorientados, no entra luz desde fuera. Aunque el miedo os domina a la mayoría, la masa de gente os conduce hacia la entrada de la lanzadera. Unos quieren salir, otros ni de coña van a permitir que esas puertas se abran para que entre la radiación. Entre mezclada está la agente Valary, que entre los gritos y discusiones está llamando a alguien mientras va moviéndose entre la gente, buscando desesperadamente. Vais a tener que tomar una decisión pronto, arriesgarse a salir y morir por la radiación lentamente o bien quedarse dentro y morir en pocas horas por falta de oxígeno, comida o agua, lo que primero se agote (bueno, eso si unos cuantos no mueren antes aplastados por la turba, claro). Pero algo hay que hacer: morir dentro o morir fuera.

Pierdo de vista a mi hermana entre la multitud, y aunque estoy inquieto, se que se mantendrá a salvo. Es una superviviente al fin y al cabo. Y tal vez nos traiga suerte. Estábamos en tierra y por el momento vivos...hasta que la radiación nos matase de forma horrible, pero vivos al fin y al cabo.

Por fin me decido y me encamino hacia la agente Valery, que aun no se ha metido en líos, supongo que porque nadie se ha fijado aun en ella, pero sea cuestión de tiempo. Hay malos elementos entre los que estamos aquí, así que quiero llegar junto a ella. Tiene algo que quiero, o al menos, algo junto a lo que quiero estar, por lo que me esfuerzo por llegar hasta ella, aunque sin ser tan brusco como la vez anterior. No quiero provocar una estampida aquí dentro. De todas formas, no soy delicado si la persona que tengo enfrente se me pone tonta.

Todo el mundo parecía estar bien, sin contar con el miedo y la inceritdumbre de estar allí sini saber muy bien por que, pero el tomar tierra no era el fin. Se encontraban en una lata de metal, presurizada y con límite de oxígeno, su supervivencia ahora pasaba por abrir las puertas y conseguir aire, unos estaban de acuerdo y otros no por miedo a la radiación, pero Scott pensaba que si estaban allí el problema de la radiación no debía de ser tal, en canciller habló de una misión y no creía que consistiera en exponerlos a la radiación del planeta, no, no había radiación y debían de salir de allí antes de quedarse sin aire y morir, cosa que podría pasar rápido dado el estado de agitación de la gente.

Scott tomó como prioridad abrir las puertas, más tarde se reuniría con Finn y buscaría a la agente Valary para habalr con ella, ahora la prioridad era abrir las puertas, todos tenían que salir de aquel lugar sofocante y personalmente quería salir y ver que había fuera, el hecho de salir era a le vez emocionante y terrorífico... No iba a entrar en debates ni peleas, había que hacer algo y antes de que la situación fuese peor y comenzara a faltar el oxígeno así que simplemente se escabulló hacia la entrada buscando el accionador de apertura de puertas para activarlo sin más

No parecía haber ningún muerto, no a simple vista al menos. Eso estaba bien. Nadie parecía herido de gravedad. Me quedé sentado varios segundos más, preguntándome lo que hacer. Tenemos que abrir las puertas. Pensé. Quedarse en aquel lugar era estúpido. No iban a poder sobrevivir durante demasiado tiempo. Se quedarían sin aire.

Pero morir por la radiación era una muerte horrible y dolorosa. Agónica. Nuestra única posibilidad de sobrevivir era salir y esperar no acabar tan mal como pensaba que íbamos a acabar. Pero no iba a ser yo el que diese el paso. Además, la idea de morir por la radiación no era nada atrayente.

Al ver a la agente, me sorprendí mucho. ¿Ella también? ¿La han traído aquí por intentar ayudarme? Busqué la mirada de Finn y Melany, y les indiqué con un gesto que se acercase hacia la agente. Había demostrado cierta autoridad, tal vez podía calmar los ánimos. Yo hice lo mismo. Tenía que decirle lo que nos esperaba si abríamos las puertas.

Vi la mirada de Sean, y me acerqué hacia él, buscando también a nuestra amiga. Scott había corrido a abrir la puerta y me pareció genial... era abrir o morir de hambre, fuera, si la radiación nos jodía, siempre podríamos tirarnos por un precipicio o ahogarnos en el mar... pero al menos veríamos la Tierra. Pisaríamos la Tierra. 

—¡Ya voy, Sean!—grité entre la marabunta, acercándome a él.

Pero de lo que no perdía ojo era de mi brazalete, quería saber para qué servía, qué medía, que comunicaba... o si sólo era un adorno.

Loki apenas consigue deslizarse bien entre la muchedumbre, es un recinto cerrado y de espacio limitado y su cuerpo abulta demasiado. Consigue golpear a algunos, que entre gruñidos e insultos, acaban dejándole pasar. Aun así, le cuesta conseguir llegar a su objetivo, que por suerte, destaca por su pelo rubio ceniza. Lo malo es que la joven no se está quieta tampoco, e intenta desplazarse del mismo modo, con el mismo índice de éxito, o sea, dificultoso. A su vez, Melany, que ha captado a duras penas las intenciones de Sean, le obedece e intenta no perder de vista a la agente Valary, aunque al contrario de Loki, se lleva unos cuantos codazos en ciertas partes delicadas, que la dejan algo dolorida a la pobre muchacha. Finn, por otro lado, no captando nada de lo que le pide su amigo, consigue avanzar a duras penas desde su posición, hacia donde está Sean. Demasiada distancia con demasiada gente apretada de por medio.

Mientras, Scott intenta de forma mucho más sutil, moverse entre la marabunta y alcanzar las únicas puertas de la lanzadera. Como todos están discutiendo y peleándose sobre qué hacer, si salir o quedarse, nadie parece percatarse de su acción evasiva, directa al panel de control de la salida. No parece encriptada ni nada, sólo es darle al botón de apertura automática...

Por último, Diana, la hermana de Loki, viendo cómo está la situación, y aunque en su cara se refleja la desesperación por la distancia entre ambos, decide intentar quedarse en el sitio, por el momento. Parece la opción más segura para no acabar aplastada y sin oxígeno en los pulmones por comprensión masiva de gente. Entonces nota como alguien le roza y le pisa un pie, al intentar deslizarse subrepticiamente hacia la puerta, y decide aprovechar la oportunidad que eso le brinda: una apertura de espacio, con lo que sigue la senda de Scott.

La gente esta distraída, unos discutiendo sobre si salir o no y la mayoría intentando no acabar aplastados así que Scott no duda un segundo al llegar al panel, solo tenía que presionar el botón de apertura, muchos se enfadarían a ver lo que hacía, pero no había nada que perder y sí mucho que ganar así que en cuanto vio lo simple del mecanismo de apertura lo pulsó sin más, la suerte estaba echada...

Por fuerza parece no surtir mucho efecto y seguro que no me granjea simpatías, por lo que trato de ser un poco mas cuidadoso mientras sigo a la agente, tratando de colocarme a su espalda para lo que pueda pasar en el futuro inmediato. Es casi mas peligrosa que la masa de gente dando tumbos sin control y no quiero que todo el mundo se vuelva loco al tratar de lincharla ni que ella arme una mayor al defenderse. No es lo mismo que estar junto a mi hermana ahora mismo, pero es una forma indirecta de ayudarla.

Ademas...siento curiosidad por saber que diablos hace aquí, aunque parezca buscar a alguien. Y probablemente sepa mas de lo que pasa, como si tenemos una oportunidad real según los de arriba o si moriremos todos de forma horrible por culpa de la radiación.

Te había dicho que alcanzases a la agente, no que vinieses a por mí! Regañé a mi mejor amigo. Da igual, yo no voy a llegar con tanta gente. Las cosas como eran, las probabilidades de que alguien como yo murieran aplastado no eran escasas. Tienes que alcanzarla. Si se abren esas puertas moriremos de forma horrible por la radiación!

Dije, bastante alto para que pudiera oírme. Había decidido que era mejor morir por falta de oxígeno. Nos quedaríamos atontados poco a poco hasta que cayésemos dormidos en un sueño del que no despertaríamos. Lo otro implicaba sangre, dolor, vómitos... Mucho más desagradable.

Llego hasta donde está Sean, que no está muy contento conmigo. —Sean, van a abrir la puerta hagamos lo que hagamos... pero ¿No te das cuenta? Si nos han mandado aquí abajo es que debe quedar poca radiación, quizá lo suficiente para vivir. ¿Por qué nos han puesto estos brazaletes? ¡Tiene que ser por algo!

Incluso en este momento, yo era optimista. 

No vamos a poder detener a la gente, trato de comunicarle. —Vamos a ayudar a Melany, para que no la aplasten. Sígueme. Si al final abren las puertas y se van, si quieres las cerramos luego y punto. La agente esa tiene que saber algo, no creo que le cueste nada contárnoslo.

Nadie se habrá traído un contador geigocomosellamen de esos, ¿no? ¿Serán para lo que sirven los brazaletes? La cabeza me da vueltas mientras guío a Sean.

Caos... Caos... Caos...

Caemos, caimos y caimos y yo no entendia nada, aquello no era normal, aquello no tenia sentido, era como una pesadilla, una horrible pesadilla en la que no solo moriria yo si no que tendria que morir a la unica persona que me importaba, mi hermano, la unica persona que me quedaba.

Pero cuadno todo ceso y el las palabras entraron en mi mente abri los ojos como platos, la Tierra, eso significaba que... ¡¿Como!? Aquello no tenia sentido, era una locura, no tenia sentido alguno.

Reaccione al notar como alguien me pisaba y comence a moverme entre la gente, era meuda y agil asi que eso me ayudaria y tenia que encontrar a mi hermano, seguro que era el mas alto, no me costaria mucho, escuche la discusion sobre si habrir o no abrir - Claro que hay que abrir si nos quisieran matar nos habrian flotado, es mas sencillo que esta mierda, si nos quedamos aqui moriremos asfixiados o de hambre - Esperaba que de paso mi voz guiara a mi hermano si el no podia verme, que me escuchara.

Scott abre las puertas a pesar de las discusiones y gritos que oye detrás de él. Nadie se lo impide, al menos hasta que ya es demasiado tarde para hacer nada. Para cuando muchos se dan cuenta de lo que acaba de hacer, ya no hay manera de parar el sistema de apertura.  Todos parecéis aguantar la respiración en un momento expectante, que parece eterno. Algunos parecen estar esperando que un rayo les caiga encima y les fulmine, otros miran anhelantes de saber cómo es la Tierra y otros rezan porque la muerte por radiación no sea muy horrible, a pesar de los gritos de pánico de Sean (que aunque su amigo Finn no le haya escuchado, los demás que estaban a su alrededor sí y están más acojonados que antes de aterrizar duramente en el suelo). Es una suerte de que no haya mucho espacio o el pánico habría cundido, matando a la mitad en el proceso de pisoteo de la turba.

La enorme puerta inicia el proceso de despresurización y con lentitud va abriendo la enorme puerta-rampa que deja entrar el aire frío de la noche estrellada y unos olores casi desconocidos para vosotros: el de la tierra húmeda, el de la frescura de los árboles y sobretodo el dulzón del aire limpio no envasado. Definitivamente estáis en la Tierra ¡y estáis vivos!

OPENING