Partida Rol por web

Con una velocidad más producto de la rabia que de la capacidad, Andrew se abalanza sobre el hombre armado, reduciéndolo rápidamente. Esto sorprende a su compañero, que queda paralizado por el miedo.

Aprovechando el éxito de su compañero anulando al tipo, George decidió echar toda la carne en el asador. Saliendo de golpe de su escondite entre sombras y sin desvelar totalmente su silueta, le dijo al tipo que se había quedado sorprendido en el tono más convincente e inquisidor que pudo:

- Muy bien amigo, quédate quieto y nadie saldrá herido. Solo queremos hacerla unas preguntas...

- Va... vale amigo, solamente soy un vigilante - dijo el hombre desarmado.

-Poned las manos detrás de la cabeza, permaneced tranquilos y todo irá bien. Nos envía el Sr. Zsalz, quien, por cierto, dejó de recibir noticias suyas, Sr. Bradley, aunque no de esperarlas. Ahora por favor, comiencen por el principio. Antes de hacernos ideas equivocadas de lo que está sucediendo, qerríamos saber qué está pasando.

- Gillipollas, no sabéis dónde os estáis metiendo - el aliento de Bradley huele a alcohol. Sin embargo, más allá de sus bravuconadas no hay desafío, sigue las instrucciones que se le dan.

Mientras tanto, el vigilante dice, más para Bradley que para los demás:
- ¿Zsalz? ¿Quién es Zsalz?

Cuentanos lo que sabes de este lugar y explica a que te refieres con lo de que no sabemos donde nos hemos metido.- La voz de mellienda llegaba desde las sombras.

Cuentenos lo que sabe

- Vamos a hacer otra cosa... nosotros dejamos que nos dejéis aquí mientras vosotros intentáis correr a lo loco por el bosque hasta que los de Seguridad os atrapen. Así al menos tenéis ocasión de salir de aquí sin acabar entre rejas. Mis hombres vienen hacia aquí... ¿O pensábais que mandamos patrullas sin más?

Según tengo entendido estamos en una propiedad privada y, tenemos permiso de su propietario para estar aqui.- Melinda observaba al hombre desde la ocuridad

Quizás este acostumbrado a que las amenazas funcionen, pero se ha equivocado con migo.- No tengo nada que pèrder- Pensó

Estoy convencida de que vamos a entendernos bien si establecemos un dialogo,  y para que vea que vamos con buenas intenciones le dire que si estamos aqui es por que estamos buscando a un niño desaparecido y tenemos buenos razones para creer que estaba aqui o al menos que hallariamos algún rastro suyo.

Ahora le toca a usted

- Guapa, estás muy pero que muy equivocada...- sonríe - esperaremos entonces a que vengan mis amigos, y se lo contáis a la policía. Será divertido.

- Escúcheme Sr. Bradley, vamos a tranquilizarnos todos. No hay necesidad de amenazas por ninguna de las dos partes - y mira tanto al detective como a Melinda y a Andrew, que es el que sostiene el arma, en señal tranquilizadora.

- Ya sabe por lo que estamos aquí, detective, y no nos interesa perjudicar a nadie. Nos da igual su posición, ni lo que hizo o dejó de hacer, ya que para empezar no estamos en ésto por dinero. Lo único que le pedimos es que nos tranquilicemos y que nos conteste algunas preguntas. Además, no hemos robado nada, ni destruido ninguna propiedad ni atacado a nadie. Simplemente hemos entrado en una propiedad abandonada en un parque público la cual no indica su privacidad si nos ponemos técnicos, lo cual no hay ninguna necesidad, insisto.

- Ya... entiendo. Eso es justo lo que me imaginaba. Entonces esperemos y veamos quién tiene razón.

El sonido de un coche acercándose se hizo claramente audible. Bradley sonrió.

Con los tres compañeros paralizados por el nerviosismo, el miedo y las veladas palabras de Bradley las cosas ocurrían rápidamente. Antes siquiera de que pudieran darse cuenta aparecieron de la nada dos guardias de seguridad, amenazándoles con que la policía estaba en camino. Y así era.

Como si todo lo les ocurría fuera una película que contaba la historia de otra persona, los tres investigadores se encontraron en la cárcel del condado, viendo como el propio Bradley sonreía mientras se iba de allí, mirándoles con un gesto que prometía un futuro encuentro.

Chicos.- Dijo

Es hora de hacer una llamada y ponerle al corriente de todo. Me atrevería decir que el haber localizado a Bradley ya es un exito parcial.

Deberiamos averiguar que cargos tienen contra nosotros y luego deberiamos salir de aqui, no se vosotros, pero este sitio me da escalofrios.- Un repelús le recorrió la espalda

Aturdido por la seguridad y el aplomo del detective, al cual no le afectó para nada la diplomacia y la profesionalidad con la que había intentado sujetar la situación, George se quedó clavado mientras un montón de personas entraban y los sacaban de allí para llevárselos a prisión.

Era como si todo pasara a cámara lenta... seguro que se trataba de la puta mierda de medicación, clavarse de ese modo en ese preciso instante...

Mientras los introducían en el coche, antes de que un robusto policía le empujase la cabeza hacia dentro del vehículo, George únicamente reaccionó diciéndole a un sonriente y pedante Bradley: - ¡Sabes que esto no acaba aquí Bradley, no vamos a parar hasta saber qué paso, joder, no es por dinero, estúpido, no es por puto dinero!