Partida Rol por web

La actitud de Kevan, aunque esperable, no auguraba nada bueno. Podía empatizar muy bien con Darren en este momento; no sería aquí donde obtendría respuestas. Saludo a ambos con una firme reverencia, primero al lord y luego a su hermano, pero se detuvo un instante para volver a intercambiar una mirada con el segundón de los Manning. Parpadeo un asentimiento lento, y luego se volvió, colocándose junto a Lady Lylian, aunque al lado opuesto que Normand.

-Si no me necesitan, iré a pasear un momento. +murmuro al salir+ Necesito aclarar algunas cosas.

La conversación con Lord Kevan parecía haber sido provechosa; no demasiado, pero era un comienzo. Normalmente el maestre no se habría sentido muy seguro sobre juntar a ambas familias en una sola habitación mientras durasen sus respectivas rencillas, pero si los Serf lograban imponer su presencia como jueces neutrales había una posibilidad de llevar todo a buen puerto, además, les daba algo más de tiempo para prepararse.

Finalmente terminaron las deliberaciones por el momento. El maestre se despidió con una inclinación de cabeza y dejó que Lady Lilian y Lord Normand marcasen el camino de vuelta. - Les acompañaré hasta encontrarnos con Lady Grisel y Konrad, después me pasaré a ver a Ártur. Con tanta agitación apenas he tenido tiempo de revisar su estado. -

La familia Serf abandonó los aposentos de los Manning tras la pequeña reunión con Kevan y se dirigió de vuelta a los suyos propios. Cuando llegaron allí encontraron a Konrad custodiando la puerta que daba a la habitación de Lady Grisel, la pequeña de los Serf había estado durmiendo desde que se habían despedido de ellos y seguiría así durante un buen rato. Konrad vigilaba que no fuese interrumpida por nadie y que tampoco se acercase alguien con malas intenciones. Como más tarde constataría el maestre Anselminus, la pequeña Grisel se encontraba al borde de una de sus crisis, pues los sucesos y acontecimientos de aquellos últimos días la habían alterado enormemente. Especialmente la muerte de su única amiga en Cimera, Lady Eilene, pero también los sucesos del accidentado viaje hasta el hogar de los Harte.

Ser Yoren decidió ir a dar una vuelta para aclarar sus ideas antes de presentarse en la temida reunión entre los Harte y los Manning que habían conseguido que se celebrase aquella noche. Lo que allí pudiera ocurrir resultaría clave para determinar si finalmente habría boda o no. Entre tanto, el maestre Anselminus fue a visitar a Artur, quien continuaba convaleciente y había sido olvidado después de toda aquella vorágine que les había envuelto en las últimas jornadas.

Las cosas se estaban complicando de sobremanera. Algo que debía ser sencillo, como un casamiento, se estaba convirtiendo en una tormenta a punto de estallar y los Serf debían actuar rápido si querían evitar que eso sucediera. La reunión tras la cena de aquella noche resultaría primordial, pues Lord Gerard Harte y Kevan Manning iban a verse las caras después del incidente de la cacería, y de que aquello saliera bien dependía no sólo la boda, sino evitar una guerra entre ambas casas.