Partida Rol por web

Centro deportivo

Te encuentras entrenando en un amplio polideportivo de la zona que estás ahora. Se celebra un día de puertas abiertas y prueba gratis de las instalaciones, día que aprovechas para volver a correr en una pista de verdad. Aún si no eres el tipo más listo del mundo, no eres tan idiota como para gastar dinero en entrenar en un ambiente como este conociendo tantos ejercicios que puedes hacer en la calle sin gastar nada, especialmente cuando resulta que llevas dos meses en los que ni siquiera te han planteado un miserable desafío, así que el dinero que puedes reunir se va esencialmente en comida adecuada que es lo que no se puede conseguir gratis.

Así pues, aprovechas el día para medir si tus tiempos se están viendo muy afectados por la obligación de entrenar en lugares menos preparados para el deporte, dando incansables vueltas a la puerta de atletismo, levantando pesos y, en general, atacando a cualquier deporte que tengas a tiro y del que tengas una referencia. Para tu alivio, descubres que tu capacidad, si bien no está aumentando, tampoco se deteriora por las dificultades.

Una muchacha te observa desde la grada, tiene aspecto de ser deportista, aunque su musculatura no se marca tanto como la tuya ni de lejos. Cuando la notas, te dedica una sonrisa pícara y un saludo... es atractiva en cierto modo, aunque estaría lejos de ser lo mejor que has catado. Terminas la vuelta de 500m que estabas a punto de realizar, comprobando los resultados en la máquina por un instante, antes de ver que ha bajado hasta apoyarse en la estructura que soporta la grada, que está elevada a unos metros sobre el suelo, y desde esa posición te hace un gesto para pedir que te acerques.

Bueno, al menos mis habilidades parece que no han menguado. Llevo demasiado tiempo sin ponerme a fondo con mi entrenamiento por falta de presupuesto "¿Qué pasa con estos cobardes? ¿Es que ya nadie se digna a enfrentarse a mí en un duelo serio? Después del entrenamiento y con un poco de cansancio en mi cuerpo veo como una chica bajó de la grada y está apoyada contra la pared y llama mi atención para que me acerque. "No tengo nada mejor que hacer, tengo que hacer mi descanso de 10 minutos..." pienso mientras me voy acercando a ella con una gran sonrisa.- Dime chica, que es lo que quieres?.- Espeto directamente, la verdad es que la chica no es tan vistosa como para que sea alguien con quien me interesase ser muy amable o intentar tirarle los tratos. Como deportista me es relativamente fácil ligar con chicas más guapas o... voluptuosas.- No estarás pensando en retarme a algún evento no? Estoy algo aburrido, la verdad... No creo que me negase ante nadie para ello

La chica te observa acercarte con actitud relajada, y cuando le mencionas lo del reto, suelta una carcajada.

- ​No te andas por las ramas, vaya. -responde- ​Pensaba invitarte a una cita romántica por el centro, pero ya que lo dices... ¿podría desafiarte a ver quién come más burritos picantes en cinco minutos? -evidentemente, habla de broma, y estás a punto de perder el interés cuando añade- ​O a una serie de pruebas deportivas, comenzando por una carrera. Mil dólares de apuesta para la primera prueba, el perdedor puede retar a doble o nada... y el ganador está obligado a aceptar la primera vez que lo retan, eso sí, es él el que elije la prueba. Mañana por la noche. ¿Qué opinas?​ -en toda esta última frase parece ponerse seria.

No obstante, igualmente suena descabellado. ¿Mil dólares? Es básicamente lo que te queda, podrías decir como un "fondo para emergencias" antes de tener que retirarte de tu búsqueda. Las condiciones no son favorables a ninguno de los dos, en particular, pero te planteas el tamaño de la apuesta. Son dos victorias para garantizar salir de allí con el dinero, suponiendo que ella tenga lo bastante como para retarte varias veces. Si bien a cambio serían cuatro de los grandes si estás a la altura... y si es un mano a mano, dirías que de sobra, viendo su cuerpo.

No es la primera chica que quería invitarme a una cita, después de todo mi físico no es el más común entre los japoneses y soy bastante popular en este aspecto, pero no es mi prioridad en estos momentos. La chica parece bromear con una competición de comida, pero antes de que pueda responder confirma que es una broma y comienza ya con los términos de la competición que sugiere. La verdad es que 1000 dólares es una cantidad de dinero muy grande... en caso de perder la primera prueba podría pedir un doble o nada, pero sería mejor no llegar a hacerlo, ya que me quedaría con lo mínimo y si volviese a perder... la deuda sería enorme. ¿Pero en qué demonios estoy pensando? Mis habilidades físicas y de competición están muy por encima de la mayoría de la gente, por supuesto que no voy a perder dos competiciones seguidas!

Rebajemos un poco el presupuesto...- comento con tranquilidad. Claramente ese dinero no es algo que cualquiera pueda apostar incluso entre profesionales.- No hay mucho que me estén retando últimamente y mis "reservas" están un poco al mínimo. ¿Qué te parece 500 dólares y las mismas condiciones hasta el momento? Además, vamos a jugar limpiamente y no perderemos el primer encuentro a propósino ninguno de los dos para aprovecharnos del doble o nada.- Espeto tranquilamente. No es una jugada demasiado extraña el dejarse perder para después hacer una competición en la que ganes de forma muy justa y otra tercera apuesta en la que ganes sobrado para ganar más dinero consiguiendo así que el contrincante esté en una gran deuda si no tiene el dinero suficiente.- Las competiciones son algo sagrado y deberán hacerse de forma justa. No vamos a mancillarlas de ninguna manera. ¿Está claro?

La muchacha ríe divertida ante tus palabras. Claramente no esperaba que dijeses eso.

- ​Vaya, no está mal. Había oído que no eras el ternero más listo del rebaño, pero parece que piensas las cosas. Aunque creo que no has jugado nunca con esas condiciones.​ -replica con diversión- ​Dejarte ganar no te ayuda a subir la apuesta, sólo a llevarte la inicial si eres quien va perdiendo, a costa de arriesgar más. Si me ganas 1000, tendrías 2000, así que la siguiente prueba si te reto se juega con eso. Mientras no me exijas revancha, no podrías perder más de los 1000.​ -explica con una sonrisa algo creída- Pero está bien, si no confías en poder ganarme, 500 será suficiente...​ -concluye encogiéndose de hombros, claramente te está provocando.

Después de esto, con una actitud algo enérgica y bravucona, dice:

- ​Mañana a las 9 en la pista del ahorcado. Quien gane invita al McDonalds. ​-concluye divertida, aunque no queda claro si va en serio.

No te queda parte de razón.- Sonrío a la chica.- Pero ese es el principio para una mayor estafa... Se puede volver a doblar la apuesta cuando alguien estás confiado y así aumentar ya los beneficios, incluso cambiar a más dinero si la cosa está muy desequilibrada... Creéme que no es la primera vez que juego con esas condiciones.- Le contesto sin mucho problema. Falta de razón no tenía, pero psicológicamente hablando la gente que se confía o es muy terca con sus habilidades suele caer en la trampa y terminan arruinados. Me doy media vuelta para coger mi mochila e irme a casa, ya que no quiero que la chica vea completamente mis habilidades y me estudie para la noche siguiente... Es probable que me tenga bien estudiado, pero siempre es mejor prevenir que curar y siempre es bueno descansar antes de una competición.- Nos vemos mañana a las 9, no lo olvides.- Me despido con una mano en alto mientras me alejo de ella, sin tan siquiera girarme para volver a verla. ¿Tan buena será? ¿O simplemente está bajo una fachada brabucona para conseguir una "cita" conmigo?

Con una sonrisa un poco malvada, replica:

- ​Oh, gracias por el dato. Si conoces esa posibilidad, o no te fías de tu inteligencia, o de tu autocontrol al apostar. ​-responde con tono entre burlón y travieso, tratando de hacerlo pasar por analítico- ​Pero bueno, acepto el "no vale dejarse ganar para sacarle el dinero al otro" como condición.​ -concluye para no darle más vueltas al asunto.

Ve cómo te predispones a irte y te dice:

- ​Si es por mí, no te cortes. Ya he tenido rato para evaluarte un poco, aunque no en los términos que crees. Me voy ya, creo que lo de mañana... Lo harás interesante, al menos.​ -comenta con cierta diversión.

Quién sabe lo que quiere lograr con esto...

La chica no esta muy desencaminada, aunque no había dado completamente en el clavo. Me conozco, sé que mis habilidades físicas son muy superiores y también se que me empeño en demostrarlo siempre el máximo... No es tanto no controlarme al apostar como estar seguro de ser capaz de vencer a alguien, pero sé por experienceia propia que me enciendo demasiado y puedo terminar por pedir demasiadas revanchas cuando me encuentro a alguien superior... Con algún extrangero profesional me tiene pasado y eso ha jugado mal a mi favor demasiadas veces

- No es sensato cansar mas el cuerpo cuando hay una competición al día siguiente.- Comento sonriente mientras me sigo alejando hasta salir del lugar dirección a mi casa. Lo mejor será que hoy descanse como dios manda el cuerpo para mañana tenerlo en plenas condiciones.

Finalmente te retiras a tu casa tras la despedida con la muchacha. Te escama pensar si puede ella ser una profesional, sabes que tus habilidades serían bastante buenas como para serlo... no podrías competir al máximo nivel en tu estado actual pero estás bastante seguro de que en ti está el potencial para llegar a ello.

El camino se te hace breve al carecer de incidentes y estar pensando en lo de mañana... Ahora queda saber qué vas a hacer para prepararte, si es algo.

Con un camino sin incidentes y que pasa más rápido de lo normal llego a casa y preparo una buena cena para mañana estar en condiciones. Aprovecharé la mañana entera para entrenar tanto física como mentalmente (mentalizarse para una competición también es importante)... unas cuantas carreras a máxima potencia, flexiones, dominadas... Cargaré mi cuerpo en condiciones para que se recupere durante la tarde mientras me relajo con una pequeña caminata para que el cuerpo no se oxide, siempre teniendo en cuenta la competición de la noche en mente, tema que no me permite pensar demasiado en otras cosas. Es una buena oportunidad para conseguir pasta, pero también lo es para lo contrario, pudiendo perder todo lo que tengo.

Entrenas tu cuerpo para quedar en las mejores condiciones posibles, tomando una tarde más relajada para evitar sobrecargarte o agotarte, permitiendo que tu cuerpo se recupere del ejercicio pero sin acomodarse, mientras rumias mentalmente acerca de las conversaciones y actitudes de la muchacha. Hay algo acerca de ella que te descoloca, pero no logras adivinar el qué, supones que algún ademán o algo en su actitud. No obstante, también da la sensación de ser una apuesta segura, no en términos de que seguro vayas a ganar (contra un rival desconocido nunca se sabe), sino de que no te la está jugando de ninguna forma extraña (sabes de casos de gente a la que le han intentado robar lo que pretendía apostar, pero además del hecho de tener trucos para evitar esas cosas a estas alturas, simplemente no parece de ese tipo).

Finalmente, tras dejar tu dinero a buen recaudo cerciorándote de que nadie te ha seguido al lugar donde lo escondas (a menos que decidas llevarlo encima), encuentras a la joven en el parque del ahorcado, que tiene una pista de atletismo un poco ajada pero en la que cuatro personas podrían correr son problemas. Son 6 carriles, pero dos de ellos están demasiado tocados como para ir por ellos.

Ella no parece haber notado tu llegada, está en un banco, echada sobre el respaldo y con los cascos puestos. Tiene una bolsa de deporte al lado.

Un día bastante ajetreado pensando en como una niña había tenido el valor de retarme a una competición atlética. Al llegar me la encuentro ya con una bolsa de deportes a su lado, pero sin estar todavía preparada para hacer nada.- Bueno, bueno. Veo que al menos no te has echado atrás.- Le sonrío, hablando con un tono bastante condescendiente.- Pero no te veo preparada... estás segura de querer cambiarte aquí al fresco? Aunque no es que tenga muchos problemas por eso.-  En ese momento, y aprovechando que mis pantalones están echos exclusivamente para eso, me los quito de un tirón, desabrochando así los botones que sujetan el pantalón y quedando en pantalones de deportes, y continúo quitándome lentamente la parte de arriba del chándal para quedarme también en una camiseta de deportes.- Bueno que. Empezamos? termino, impaciente.

Cuando te acercas, abre un ojo para mirarte con un aspecto algo perezoso y se quita el casco solo de la oreja que está por tu lado, haciéndote un pequeño saludo. Lleva puesta una falda algo corta pero sin excederse, es una falda de deporte de las que se suelen usar en los clubes deportivos en japón, si es de secundaria o preparatoria es imposible de adivinar.

- Hey. -te saluda- Te encantaría que me cambiase delante de ti, ¿eh? -replica con un punto divertido, quitándose finalmente del todo los cascos y dejándolos con un pequeño desorden dentro de la bolsa, en la que puedes ver una toalla y una muda más normal.

Entonces, se quita la sudadera y debajo lleva una camiseta de deporte, reconoces que es una marca nada barata, aunque las camisetas son de un precio asumible no te parece que hagan una diferencia importante con otras de menor precio.

- Lista. -dice dejando la sudadera sobre la mochila- ¿Comenzamos por una carrera, entonces? -te dice con media sonrisa.

No te ofendas, pero he estado con mujeres que te dejarían en vergüenza solo de verlas.- Respondo con una gran risotada.- Por supuesto, no sería yo el que se negase a que te cambiases delante mía.- Le sonrío guiñándole un ojo.

- Una carrera entonces? Ya que eres la retadora te dejaré escoger el recorrido. Desde una vuelta al recorrido hasta una carrera por la ciudad por ver quien llega primera a un lugar. Cuán interesante quieres hacerlo?.- Termino, esperando una respuesta suya mientras ya termino de prepararme para la carrera en si